jueves, 30 de diciembre de 2010

Balance 2010

Cerramos el 2010. Como ya hicimos hace 12 meses aqui en seisymediosobresiete, volvemos a hacer balance de todo este año. El 2009 fue brutal, y cuando hicimos el balance de ese año sólo nos propusimos mejorarlo aunque fuera en una sola unidad incontable más. Aunque parezca mentira podemos decir que el objetivo se ha cumplido, ¡y con creces! Más cimas, más kilómetros recorridos, menos minutos por kilómetro, más kilómetros por hora, grandísimos eventos deportivos cumplidos e importantísimas etapas y metas académicas alcanzadas. Viajes, rutas, sueños, amigos, familia... esto va bien! Pero no hay que quedarse aquí, seguimos mirando hacia adelante, queremos más y conseguiremos mucho más! Además de las cosas pendientes que aún quedan en el tintero, que no son pocas, nuevos retos y ciclos se nos presentan, y junto a ellos, esas nuevas cosas que aún no están escritas y seguro nos sorprenderán y seguirán enseñando. A por ellos con el mismo objetivo de hace un año, superar este balance de 2010 increíble.
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Al menos una vez al año merece mirar atrás y ponerse a pensar en los momentos que han marcado tu vida estos doce meses. Sólo necesitas unos pocos minutos para ponerte a reflexionar sobre ellos y, si tienes tiempo, escribirlos. Te sorprenderás de todos esos pequeños momentos de seisymedio que te han acompañado este 2010. Recuerdalos y cógelos como resorte para entrar en el 2011 con ganas y fuerza. A partir de ahi sólo queda mirar para adelante de frente, intentar superarlos y lograrlo!

¡FELIZ AÑO NUEVO 2011!

Grimpeur!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Duatlón Cross El Dueso 2010

El pasado domingo 19 de diciembre se celebró el tradicional Duatlón de El Dueso. Esta es una prueba especial porque se desarrolla dentro de las instalaciones del centro penitenciario santoñés de El Dueso, pero también lo es por la experiencia y el ambiente diferente a cualquier otra carrera, con los presos como público y habiendo siempre algún valiente que se atreve a participar con nosotros. De mañana, con 0º entramos en el penal pasando los controles pertinentes. Mucho frio pero, al contrario que en mis otras tres participaciones anteriores, esta vez sin lluvia. Este fue el primer duatlón que acabé allá por el 2005 cuando Pablo Ibarguren me convenció para probar la experiencia del duatlón. Por eso, esta carrera es muy especial para mí y ya una tradición. Tras dos años de ausencia al estar en Bélgica y por lesión, al fin volvía al Dueso.

La carrera, como todos los años, constaba de unos 4 km de carrera a pie dando 6 vueltas a un circuito trazado en el patio de la cárcel que, al contrario de lo que pueda parecer, es bastante amplio. Posteriormente se cogía la bici de montaña y se daban 8 vueltas a otro circuito que compartía parte con el de a pie y con otra parte que transcurría por unos terraplenes de hierba y barro con subibajas constantes que era lo que marcaba la carrera. 11km en total en bici. Para acabar sólo restarían dar 4 vueltas al primer circuito, unos 2,5 km a pie de nuevo.

Con retraso y con una gran participación, la mayor desde que he corrido aquí, se dio la salida con un escueto “¡Adelante!” de Fede, el presidente de la Federación Cántabra. Comencé con los de adelante. Mi objetivo era hacer una buena carrera a pie hasta donde pudiese y abrir un buen hueco. Pero las piernas y el cuerpo no me respondieron como quería. Poco a poco me fui quedando y fui siendo sobrepasado por varios duatletas. El grupo cabecero, con Hevia marcando el ritmo, ya estaba muy alejado y traté de engancharme a alguno de los grupos intermedios.

Llegó el momento de la bici. Hacía muchísimo tiempo que no cogía una bici de montaña y me costó adaptarme ya que las dos primeras vueltas sufrí bastante y no recuperé mucho terreno. Pero a medida que pasaban los giros ibas aprendiendo de cada curva y zona de barro y empezaron a funcionar las piernas. A disfrutar. Este año no había mucho barro y el firme estaba muy bien, salvo alguna zona blanda y la subida de barro, aunque no estaba muy difícil y se podía subir sin desmontarse de la bici. Me lo pasé muy bien y realmente disfrute de este sector.

Ivan Hevia liderando la prueba. Detrás Ibarguren y los muros de la cárcel
Pero cuando llegué a boxes vi como estaba todo lleno de bicis. La gente había hecho menos vueltas de las 8 establecidas. El control de vueltas fue nulo y la carrera fue un absoluto descontrol. Volviendo a pasar a gente que ya había tenido que rebasar en la bicicleta cogí un ritmo bastante bueno tirando para adelante para terminar. Acabé con buena ritmo y fuerza, habiendo ido claramente de menos a más durante la carrera. Al final, la clasificación final no se correspondería con la clasificación real por el descontrol de vueltas, pero las sensaciones, salvo por el primer sector, fueron buenas y pasamos una bonita mañana soleada de diciembre. Iván Hevia fue el vencedor, muy destacado del resto. Y de mi equipo de la Universidad de Cantabria todos salieron de la cárcel con trofeo, menos yo: Ibarguren quedó 10º, y Marco y Jesus Miguel que ganaron en categorías junior y Sub-23 respectivamente. Otro año más y no será el último. El año que viene esperemos poder volver a la cárcel y sumar otra participación más en esta tradicional competición navideña.
Galería de Fotos gentileza de Edus: www.flickr.com/fotoedus

Desde seisymediosobresiete, aprovechamos para desearos a todos los que nos siguen unas Felices Fiestas y Feliz Navidad!

Grimpeur!

lunes, 20 de diciembre de 2010

RUTA 44: MONTE DOBRA desde Viérnoles

· Salida-Llegada: Viérnoles 80m
· Tiempo: 1h 15min hasta la cima, en total 2h 30min tranquilamente
· Desnivel: 526m
· Cimas: La Capía o Pico Dobra, 606m
· Nivel Dificultad: Principiante
18 de diciembre de 2010, fresco y soleado con grandes vistas.
Montañeros: Manu y Pablo.

Torrelavega desde el Pico Dobra

Durante toda la noche anterior estuvo lloviéndo a cántaros, pero el día amaneció espléndido, así que nos animamos a aprovechar la mañana echándo mano de esta fácil ruta comodín, perfecta para días de invierno. En nuestras jornadas de rutas siempre pasamos jundo al Dobra y comentamos que hay que subirlo algún día. Al fin salió el día idóneo para ello. Desde el pueblo de Viérnoles comenzamos a subir por una empinada pista asfaltada atravesando un eucaliptal. Charlando tranquilamente fuimos ganando altura con rapidez contemplando las vistas sobre la ciudad de Torrelavega. Saliendo poco a poco de los eucaliptos, entre los cuales subsistían otras especies autóctonas, continuamos por la pista entre fincas de ganado bovino, porcino y caballar. Con el pico de la Capía ya como referencia nos dirigimos hacia él sin pérdida alguna. El Monte Dobra es un macizo kárstico y en la parte de arriba el terreno está completamente horadado por gran cantidad de dolinas, sobre todo en la zona Sur, aparentando ser una zona que hubiera sido bombardeada.

Dolinas en el Monte Dobra y las vistas hacia el SO

Ya sólo quedaba la parte final campo a través hacia el pico siguiendo la senda que ha dibujado la popularidad de esta excursión. Estaba algo embarrada pero no supuso ninguna dificultad. Para alcanzar la cima del Dobra o La Capía sólo restaba subir al peñasco que domina todo el monte. Ayudándonos un poco de las manos, trapamos entre dos rocas y aparecimos en la cumbre donde hay un vértice geodésico, un buzón y una cruz. Las vistas son buenísimas y además el día era perfecto. Sol radiante y calridad absoluta. Torrelavega y la costa de Suances y Miengo al Norte, y a partir de ahí 360º del paisaje de Cantabria. Santander, la Bahía, Peña Cabarga, y debajo de nuestra posición Renedo, Vargas y el Valle de Cayón hacia el Este. Después el Alto San Martín y los montes que dominan el Valle de Toranzo, que a partir de la altitud del Tablau estaban todos nevados. Detrás de este aparecían los montes del Valle de Carriedo y encima el Porracolina, el Picón del Fraile, el Castro Valnera y el resto de montañas de este sistema completamente blancos. Mirando ya al sur teníamos el Monte Tejas sobre Los Corrales y siguiendo nuestro repaso, los montes de la Reserva del Saja, con sus innumerables valles y vallejos que hacían difícil identificar las cumbres. Las que eran inconfundibles, como siempre, eran las cimas de la Sierra del Cordel y Tres Mares. Delante la Concilia, y más a la derecha la imponente Peña Sagra. Ya más al Oeste los Picos de Europa y delante de ellos se alcanzaba ver la vecina Asturias con la Pica de Peñamellera y la Sierra del Cuera sobre el Cantábrico con toda la cresta blanqueada.
Peña Sagra y Los Picos de Europa desde el Dobra
Unas vistas preciosas lo que hace merecer muchísimo la pena afrontar esta fácil ascensión en poco más de una hora de tranquila caminata. Perfecta para una fría mañana de invierno como esta. La bajada muy rápida y además muy amena con la conversación que te da un buen amigo cuando se camina a la par por el monte. Y sin necesidad de haber madrugado mucho, concluímos la ruta llegando a casa antes de la hora de comer con la buena sensación de haber aprovechado la mañana.
Grimpeur!

miércoles, 15 de diciembre de 2010

RUTA 43: LA BRAGUÍA – RASILLO. Travesía por Berana y Tablau

· Salida-Llegada: Alto de La Braguía 750m, Rasillo 260m
· Tiempo: 4h 25min
· Desnivel: poco más de 100m de subida y 600 de bajada
· Cimas: Coronilla 824, Cotera Los Lobos 861, Tablau 846
· Máxima cota: Cotera Los Lobos 861
· Nivel Dificultad: Intermedio

CRÓNICA Y FOTOS

12 de dicembre de 2010, nubes y claros y calor. Montañeros: Ana, Tomás, Pablo y los amigos de la asociación de Villegar.
Fauna avistada: Una liebre y un corzo, además de rastros del jabalí y el zorro.

A las 9 de la mañana comenzamos la travesía después de que nos hubieran subido por la bonita y desconocida carretera de Guzparras al alto de la Braguía. El día con nubes y claros parecía que nos iba a dar calor durante la caminata y asi fue, con una temperatura poco habitual para una mañana de diciembre. Comenzamos a andar con el valle de Carriedo a un lado y al otro los montes de Pas. El sol, apareciendo tras el Castro Valnera, producía un contraste de luz y sombras precioso en los valles que forman los afluentes del Pas, todos ellos paralelos bajando al curso del rio pricipal bajo nosotros. El día nos iba a brindar unas vistas espectaculares a pesar de la ligera bruma.

La ruta transcurria por todo el cordal que separa los valles del Pas y el Pisueña, cumbreando por la divisoria manteniendo más o menos la altitud lo que favorecía la caminata. Con orientación Oeste primero, llegamos a la altura del Berana, que no ascendimos, y rodeándolo por la derecha cambiamos la orientación a Norte hasta el final de la ruta. A partir de aquí teníamos el Valle de Toranzo a nuestra izquierda y el Valle de Carriedo a nuestra derecha. Ascendimos un pequeño repecho para superar la Coronilla y tras descender un poco atacamos la cima del Cotero de los Lobos donde se podían disfrutar de unas vistas inigualales por los 360º. Cumpliéndose las dos primeras horas de travesía, allí comimos deleitándonos con las vistas. Encima de Toranzo se descubrían la cima del Cildad y la Espina del Gallego enfrente y detrás los montes de la reserva del Saja y las cimas de la Sierra del Cordel, la Concilia y Peña Sagra con algo de nieve todavía. Más a la derecha teníamos el Pico Ibio y La Capía, el monte Dobra. Justo al Norte la cumbre del Tablau que alcanzaríamos luego y el Monte Caballar, detrás del cual aparecía la Bahía y la ciudad de Santander con la Peña Cabarga delante. Al otro lado teníamos el macizo de las Esguinzas y los Picones de Sopeña sobre el bonito Valle de Carriedo y detrás las cumbres más elevadas del Porracolina, Picón del Fraile y Castro Valnera. Se podrían llenar hojas y hojas con la descripción de estas vistas de Cantabria.

Continuamos la ruta alcanzando el Tablau desde donde pudimos ver la parte más baja del Valle de Toranzo con los pueblos de Corvera, Villasevil, Soto-Iruz… y a partir de aquí comenzaba la bajada directa hasta el pueblo de Rasillo. La primera parte del descenso era directamente por un cortafuegos que bajaba con gran pendiente y piedra suelta que resultaba bastante incómoda, por lo cual nos salimos de él y descendimos por el lateral sobre las garabitas, los restos resecos de los escajos que abundaban por todo el monte. De repente pisando junto a uno de estos matorrales saltó una liebre que había aguantado inmóvil hasta que casi la piso, y salió rapidísima monte arriba. Un buen macho de liebre según me aleccionó mi tío Tomás. Preciosa y bastante grande. Ya habíamos visto huellas de liebre más arriba junto con otros rastros de jabalí, zorro y corzo, pero nunca imaginé poder ver una tan cerca por estos montes.

Salimos del cortafuegos y tras pasar por la finca del Troncal, nos internamos en el último tramo, un camino que atravesaba el Hayal de Rasillo, un bosque muy muy bonito. Nada más entrar, Tomás escuchó el ladrido de perros de caza subiendo por el bosque y rápidamente identificó que se trataba de una jauría siguiendo el rastro de un corzo. Y en efecto el corzo apareció a lo lejos entre los árboles corriendo monte arriba hacia nosotros. Nos quedamos quietos y el corzo siguió su trayectoria hacia nosotros sin vernos, pendiente sólo de escapar de los perros y esquivando todos los obstáculos con buenos brincos. No fue hasta situarse a unos tres metros de nosotros cuando ya hizo un quiebro y cambió de camino. Una escena realmente preciosa. Pudimos observar al joven corzo con dos bultos aterciopelados saliendole de la cabeza y con la boca jadeante de tanto huir de los perros. El perro le pisaba los talones y a menos de un minuto le vimos aparecer. Intentamos desviarle pues está prohibida la caza del corzo, excepto en rececho, pero el perro nos engaño y continuó. La huida del corzo suele ser dando vueltas, subiendo y bajando el monte para intentar desorientar a los perros pero su rastro fácil le delata y este lo tenía difícil puesto que se le veía muy cansado y tenía encima al perro. Continuamos bajando y al rato volvimos a oír los ladridos, esta vez descendiendo, corrimos para volver a ver al corzo pero de repente sonó un disparo a apenas dos cientos metros de nosotros. Tras una curva sorprendimos al cazador furtivo que tras vernos salió corriendo y huyó pista abajo en su Golf blanco. No sabemos si el pobre corzo fue alcanzado, pero una sensación difícil de explicar recorrió mi cuerpo. No sabíamos qué habría sido del precioso corzo que hacía unos minutos habíamos visto brincar tan bonito entre los robles y hayas un poco más arriba. Pero por suerte, al cabo de un rato volvimos a oir ladrar al perro monte arriba de nuevo. Eso quería decir que afortunadamente el animal seguía huyendo, al menos vivo, cosa que quiero seguir creyendo.

Estábamos casi al final de la ruta, en las cercanías de Rasillo. Salimos del hayal y tras atravesar unas fincas llegamos al pueblo donde concluímos con una buena caña y unos mejillones de aperitivo. Desde la ventana del bar volvimos a ver al Golf blanco del furtivo volver a subir monte arriba, quizá para recoger su “trofeo”, o quizás para seguir intentando violar la ley y sobretodo seguir intentando atacar la naturaleza de una manera tan vil y cobarde. No sé si mi corzo seguirá con vida, pero lo que sé es que esa pequeña carita con la boca abierta y la lengua fuera desesperada con los pequeños cuernos aún con su terciopelo recubriendolos suavemente nunca se me olvidará, al igual que ese maldito Golf blanco.
Grimpeur!

jueves, 9 de diciembre de 2010

RUTA 42: CORDAL DEL TAMBUEY Y SOBRECOMILLAS

· Salida-Llegada: Ozcaba 1058m, Palombera
· Tiempo: 4h 15min
· Desnivel: 250m
· Cimas: Tambuey 1248, Sobrecomillas 1276, Campucas 1218
· Máxima cota: Sobrecomillas 1276
· Nivel Dificultad: Intermedio

CRÓNICA Y FOTOS

8 de diciembre de 2010, nubes y claros y rachas de viento. Montañeros: Jose y Pablo. Fauna avistada: 13 ciervos y un corzo.

El mal tiempo de otoño había impedido subir más al monte, pero por fin volvimos a hacer una ruta: el cordal del Tambuey, una muy bonita ruta con buenas vistas hacia los bosques de la Reserva del Saja y las montañas de Cantabria. Además, el desnivel reducido y una distancia aceptable la conviertieron en una ruta muy cómoda, agradable y apta para toda clase de senderista.

La caminata comenzó a las 9:30 de la mañana desde el enclave conocido como Ozcaba, donde sale una pista del Puerto de Palombera, entre el Mirador de la Cardosa y la Venta del Tajahierro. La pista con muy buen firme se dirigía hacia todo el cordal con el Tambuey como referencia. Ya en los primeros metros sorprendimos a un par de venados que salieron de entre los acebales que poblaban las brañas. Para coronar el Tambuey nos salimos del camino y avanzamos campo a través por la divisoria asomándonos al otro lado del cordal, hacia el boscoso valle del río Queriendo que baja a Bárcena Mayor. Enseguida volvimos a avistar a otros dos ciervos y un poco más adelante otro numeroso grupo que avanzaba entre los tojos para refugiarse en la masa boscosa de hayas. Sin mucha dificultad coronamos el Tambuey, con unas buenas vistas de todo el bosque de Palombera y las montañas aún nevadas de la Sierra del Cordel, la Concilia y Peña Sagra detrás, imponentes entre la amenazante niebla. Cayeron unas poquitas gotas pero el tiempo aguantaría hasta la tarde y salió el sol, lo que hizo aparecer al arcoiris brindando una imagen preciosa de la Reserva.

Arcoiris entre la Concilia y Peña Sagra desde el Tambuey y las brañas de su cordal


Del Tambuey sale otro cordal que se dirige hacia el Este con el Mediajo Buelna como cumbre más reseñable y va hacia Bárcena Mayor separándo le valle del río Queriendo del Valnerías, poblado de un gran manto de hayas también. Nosotros continuamos por el cordal que llevábamos siguiendo hacia el Sobrecomillas atravesando unas bonitas brañas. De repente, justo delante de nosotros de entre unos arbustos nos salió un confiado corzo a apenas 25metros de nosotros. Se nos quedó mirando un buen rato y poco después decidió bajarse saltando hacia los árboles. Muy bonito, y muy confiado.

Alcanzamos los restos de la Venta Vieja. Hasta hace poco más de un siglo, éste era el camino del mar a Reinosa por donde pasaría Carlso V en uno de sus viajes. El camino viejo subía por Los Tojos hasta Palombera por el recorrido que estábamos haciendo, existiendo varias ventas para el descanso de los viajeros. Hoy en día solo se conserva en pie la Venta del Tajahierro. En la Venta Vieja cruzamos la pista que se dirige a Los Tojos y que habíamos dejado a un lado para cumbrear por el Tambuey. Directamente atacamos la cima del Sobrecomillas, algo más empinada y elevada que la anterior pero sin mayor dificultades tampoco.

Cima del Sobrecomillas 1276m

En 1h 45minutos habíamos llegado al vértice geodésico que marcaba la cumbre, pero como las vistas no eran del todo buenas decidimos alcanzar una antecima más al norte que se asomaba al valle de Cabuérniga, el Campucas. Un tentenpié apostados en una roca e iniciamos el regreso por otro sendero que discurría por la ladera oeste del cordal, para completar así el circuito. Hasta la altura de la Venta Vieja seguimos un senderuco y de allí tiramos para abajo campo a través por una braña de tojos para alcanzar otra cambera, esta mucho más embarrada y llena de rastros de animales y de jabalí, que nos llevaría sorteando los vallejos y atravesando bonitos barrancos entre hayas y acebos hasta Braña Espinas y de allí a Ozcaba.

Después de algo más de 4 horas cerramos el circuito y completamos la ruta. A las 14:00, hambrientos, ya estábamos bajando en el coche y completamos este buen día con una gran comida en El Manco en compañía de nuestros amigos.

Grimpeur!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Llega el Puente

Casi sin darme cuenta, voy a alcanzar los primeros tres meses trabajando. Tras la salida de la Universidad en la que el mayor miedo era no poder estar haciendo nada, afortunadamente estoy teniendo la oportunidad de estar ocupado y sin parar de ver cosas nuevas cada día y poco a poco habituándome a lo que será la vida laboral. Se acabaron esas vacaciones de estudiante, se acabaron esos periodos durante el curso entre épocas de exámenes que permitía una flexibilidad de horarios, que salvo un par de meses al año, te dejaba hacer planes y disfrutar de viajes y salidas. O esos fin de semana de estudiante donde el fin de semana duraba más que la semana de labor cuando el jueves ya era fin de semana. Ahora hay que estar cinco días al pie del cañón, no hay quién se escape, lo que concentra el tiempo libre y limita los planes de fin de semana en fin de semana. Poco a poco se van comprendiendo cosas. Los lunes. Ahora los lunes son lunes de verdad. Los excesos del fin de semana se pagan los lunes y ya no te puedes quedar durmiendo en la cama el primer día de la semana. Entras cansado y no hay quien recupere durante la semana. Pero no sé por qué será, desde el mismo lunes ya piensas en lo que vas a hacer el finde que viene, que será todo menos descansar. A medida que pasan los días vas viendo como se acerca la gloria del viernes y llegado el finde lo que se hace es intentar aprovechar al máximo todo lo que entre semana no podrás hacer, con lo cual, el lunes llegas de nuevo reventado. Y se repite la historia. Vida del currante, semana a semana.

Esta semana llega el Puente de la Constitución y la Inmaculada, ¡cuatro días de fiesta! Por fin hay tiempo para todo. Montaña, fiesta, etapa en bici, amigos, pueblo, familia… ¡qué corto se va a quedar! La ruta al monte es imprescindible. Después de este otoño tan lluvioso (durante todos los fines de semana) las ganas de ruta son increíbles, y tras las nevadas de esta semana esperamos encontrar esos paisajes que La Montaña nos suele brindar. Los posibles objetivos pueden ser la Reserva por la zona de Bárcena Mayor, Tambuey y Sobrecomillas o incluso una incursión por los montes de San Pedro del Romeral a la caza de la liebre… la climatología nos dirá el día. Se aceptan sugerencias.

La etapa en bici tampoco faltará. Poco a poco se acercan las primeras pruebas invernales, y este año por fin, parece que llegaremos a punto. El objetivo en este caso pinta en blanco a lo cual habrá que ir preparando la primera toma de contacto con esos nuevos amigos llamados esquís de travesía para calzarlos tras las zapatillas de correr y los botines de la bici en Reinosa el próximo enero. Pero como no, este finde habrá que aprovechar para salir al disponer tantos días “para descansar”. Un buen rato en buena compañía con tu gente es realmente inigualable. Pero a esto tendremos que añadir a una larga tradición familiar que se remonta tantos años como cuenta el que escribe y recuerda. Se acerca la Navidad y habrá que subir al monte con la familia, padres, hermanos y sobrinucos recogiendo el húmedo musgo para el Nacimiento.

Tantas cosas y tan poco tiempo. Muchas veces me siento afortunado por tener esta sensación y no al revés. No sé si dará tiempo a todo, pero se haga lo que se haga, con felicidad y ganas, estos días se disfrutarán auténticamente como lo que son y serán, como unos momentos únicos e irrepetibles.

¡Que paséis un buen puente!

Grimpeur!