martes, 29 de abril de 2014

Duatlón de Polanco 2014. Reencuentros en el Cto. Regional

26 de abril, sábado por la tarde y campeonato regional de duatlón en Polanco. Duatlón mítico y duro. Algunas bajas por el temido perfil del circuito a pie y el exigente circuito en bici a las que se sumaron alguna otra baja de última hora por el día lluvioso que amaneció, lo cual se preveía se mantendría durante toda la tarde. Este es un duatlón que me encanta: es larguillo, duro y el circuito en bici tiene de todo, un clásico en mi calendario siempre que he podido correrlo y este año llegaba muy bien. Está siendo una temporada muy completa y era la octava prueba del año y sexto duatlón. Ojalá podamos seguir este buen ritmo de carreras.

Con bastante tiempo nos presentamos en Polanco Ibarguren y yo y aparcamos sin problemas. Pronto vimos que los boxes cambiaban de ubicación. Se quedaban pequeños los habituales boxes junto al ayuntamiento. Había dejado de llover y, animados, departimos con los amigos del triatlón, buena gente y buen ambiente como siempre, y nos reencontramos con un mítico de aquel Dream Team de la Universidad de Cantabria con el que empecé en esta aventura. Dani Lanza que vestía nuevos colores, los del madrileño Aguaverde. Qué ilusión volver a compartir carreras. Aquel mítico Dream Team de la UC merece una entrada a parte. Nombres como Hugo Cagigas, Juanjo, Iñaki, Manu Díaz, Iriondo, Dani Lanza, Alex Flores, mis hermanos Andrés, Javier y Juan, yo… todos iniciamos nuestra andadura de la mano de Pablín Ibarguren quien nos descubrió esto. Un equipo que vio aparecer a grandes nombres del triatlón cántabro que copan ahora los primeros puestos de la clasificación, nombres como Esteban Cerro, Marcos Bardón, Iván Cazorla, Pelayo Menéndez o Felipe Santamaría vistieron los colores de la UC. Hoy, aunque defendemos distintos colores, mantenemos una bonita relación y un espíritu que nos une y que nació bajo ese trimono rojo y azul de la cantera de la UC. En la actualidad, la UC se ha regenerado y de los míticos de aquel Dream Team no queda nadie, salvo Cobo e Iñigo y Galilea que empezaron más tarde, pero estoy seguro que seguirá dando nombres de cara al futuro, pues la gente que conozco y que forma parte del equipo tiene ilusión y ganas de competir. Sólo falta que no sigan recortando el apoyo que esta institución pública estaba dando a un deporte tan bonito y que aporta tanto como este.

Reencuentro del Dream Team. Ibarguren, Dani Lanza y yo. Foto: Dani Lanza

Pese a ir con mucho tiempo, nos entretuvimos entre charla y charla y metimos el material a boxes de los últimos y calentamos brevemente, pues la carrera saldría con puntualidad. No tantos como en otros duatlones, 122 corredores, pero no faltaba prácticamente ninguno de los favoritos para disputarse el Campeonato Regional. El cielo respetaba y aunque completamente nublado, la temperatura no era mala. Por delante 6,4 kms a pie, 27 kms en bici (drafting no permitido) y 3,2 km para acabar de nuevo a pie.

Salida! El temido circuito a pie, como siempre, consistía en dos exigentes vueltas de 3,2 km, iniciando el giro en una bajada, serpenteando por una zona sinuosa y arbolada de captaciones de la Solvay y tomar la carretera de vuelta al pueblo que ascendía mediante dos repechones por la amplia calzada que hacía infinita la subida. Ya son muchas veces las que he sufrido aquí y me sé el camino de memoria. Durante la semana, durante los entrenos en bici por la zona, había comentado con mi compañero Martín la estrategia a seguir. El año pasado, llegando en un gran momento a pie también, opté por tirar a muerte en este primer sector, cosa que pagué luego en bici. Hoy, trataría de reservar algo más durante los 6,4 kms iniciales y llegar con más fuerzas para los siguientes sectores. Sin embargo, con esa bajada inicial era difícil reservar. Piummm! Como locos para abajo! Me posicioné demasiado atrás en la salida y en la bajada decidí recuperar puestos. En la zona llana estabilicé y en la subida me vi subiendo con mis compañeros Cifrián y Poo, fondista nato, que llevaba un ritmito buenísimo y con el que subí toda la cuestona intentando no gastar de más. En el pueblo me pasó Grijuela, que iba de menos a más. Seguí a mi ritmo ‘reservando’, colocándome detrás de un duatleta del Campoo-Reinosa que me defendió del aire que soplaba gallego de cara antes de la segunda subida. Sólo faltaba la ascensión final repartida en los dos repechones. Tenía fuerzas y apreté. Agradecí el trabajo al del Campoo animándole y recuperé algunos puestos antes de llegar a boxes sobrepasando a Cifrián y Poo y cogiendo la bicicleta el quinto del equipo tras Pelayo, Chisco, Javi Bravo y Grijuela.

Rampona del primer sector a pie con buena cara y con Poo. Foto: Pablo Gutiérrez

Los boxes, bien montados para igualar las transiciones, se hicieron kilométricos, y la transición fue larga. Cogí la bici con ganas comentándolo con César Herrera que hoy actuaba de juez: “¡¡Ahora empieza lo bueno!!”. Ufff… pese a no haber forzado mucho corriendo, cómo me pesaban las piernas! Máss de lo habitual, y me quemaban en las primeras pedaladas fuertes tras la bajada que coincidía con el repechón de subida a pie. Pronto vi a mi compañero Martín con la cabra que me alcanzó antes del primer repecho camino a Sierrapando. Ahí superamos a Grijuela que parecía que le costaba coger ritmo. Le animé y le dije que quedaba mucho, que las piernas le responderían. Yo me iba encontrando mejor y en Torrelavega cacé a Javi Bravo. Me había superado alguno pero estaba recuperando puestos. Pero cada vez era más difícil. Tramo de curvas hacia Zurita, bajadilla y larguísima recta de Zurita con viento a favor. Grijuela me había superado y le volví a pasar todo lo acoplado que podía y con prácticamente todo metido rodando a unos 45-50 km/h por la recta. Cruce a la izquierda para tomar la carretera del Paraíso del Pas por Salcedo, y fue en Salcedo cuando me atrapó un “grupo” de unos 6-7 corredores. No iban a rueda, pues el drafting no estaba permitido, pero se iban siguiendo la estela y al mismo ritmo, con Bauti tirando como loco a la cabeza. Javi me pasó pero le volví a pasar antes del Paraíso del Pas. Repechín de la Bajo Pas en Oruña y tras bajar, cogimos la carretera de Torrelavega para afrontar el Alto de Pedroa… con el viento en contra ahora. Se hizo duro, pero conseguí mantener un buen ritmo. De repente, me pasó por la izquierda una bala verde, era Dani Lanza! Ese Dani!! Grité! Qué bien iba! No pude mantener su ritmo y seguí al mío dejando atrás a varios integrantes del grupillo. Este año si que iba bien, no como el año pasado, cuando aquí se me subieron las bolas de los muslos por el esfuerzo, aunque echaba de menos algo más de chispa en las piernas. Dani y Grijuela, que iba a más se fueron, y este último alcanzó a Martín al cual veía en la lejanía. El viento pegaba, pero pegaba para todos. Costó pero ya estaba arriba no muy lejos de Dani. En la rápida bajada, a pesar de ir a tope, me alcanzó el grupillo con bicis que parecían aviones, por primera vez me vi en inferioridad ante esos pepinos. Yo sigo contento con mi Orbea Gavia de aluminio, pero en estos tramos, esas maquinotas con esas ruedas de perfil se ve que van mucho más rápido que la mía, como la de mi compañero Carrera que me pasó acoplado como una moto. Pero todavía tenía piernas. Últimos repechos junto a la autovía con el viento como enemigo más que la pendiente, giro a la izquierda y último tramo ascendente con el asfalto roto hasta Polanco junto al sub23 del Campoo Carlos García. Por tercera vez se me salió la cala… toca cambiar y más aún con lo que me pasaría al entrar a boxes. Alcancé a Dani e hice el último esfuerzo para llegar con él a los boxes y sacar así alguna buena foto que inmortalizara el reencuentro en carrera, como así fue. 

Llegando a boxes junto a Dani. Foto: Dani Lanza

Pero al bajarme de la bici, habiendo sacado los pies de los botines con tiempo,  uno de ellos, el izquierdo que se me había salido anteriormente, se desprendió del pedales en el momento de empezar a correr con la bici en la mano. Vaya… nunca me había pasado. Vi mi botín en el suelo y nada… sólo quedaba dar la vuelta y cogerlo. Perdí unos segundos preciosos, además llegábamos muchos duatletas a la vez. Con resignación, lo cogí y realicé la transición como si no me hubiera pasado nada. En boxes vi a Dani buscar como loco su sitio por lo que salió detrás mio. Dos incidencias que nos hizo a ambos perder bastante tiempo.

Empecé a correr, un poquitín desanimado. Mi compañero de equipo Carrera era mi objetivo, pero ya estaba muy muy lejos, además le ví con un ritmo muy sólido y en vez de recortar, parecía que me iba sacando metros. Una breve mirada atrás me permitió ver no muy lejos de mi el trimono verde de Dani. Reestructuré mis objetivos, ya que acabar entre los cuatro primeros de mi equipo era ya imposible con Pelayo y Chisco disputando los primeros puestos de la clasificación y Grijuela y Martín ya inalcanzables y sin ni siquiera a la vista. Sólo Carrera, quinto, podría estar al alcance, pero mis esfuerzos se centraron en controlar a Dani y si me cogiera y fuera posible, entrar juntos a meta. Centrado en mantener un ritmo y sin mirar atrás fui tirando para adelante guardándome algo. Sólo cuando llegó el momento de afrontar el último de los repechones, miré atrás y vi que Dani había desaparecido. Sin nadie próximo delante y sin nadie detrás, me dejé llevar y encaré la dura subida muy tranquilo y disfrutando. Aunque la verdad como más disfruto es llegando con alguien y disputando de verdad la llegada. Entero y con una sonrisa saludando a la cámara de la hoy fotógrafa Cris Ruiz, finalicé el Duatlón de Polanco 2014 en 1 h 28’ 40’’, entrando el 59º de 122, y sexto del Camargo Astillero que finalizó por equipos en quinta posición por apenas 3 segundos sobre el Campoo-Reinosa. Bien luchada cada zancada y pedalada equipo porque valió más que nunca!!!

Llegada disfrutando y saludando a la cámara. Foto: Cris Ruiz

Triplete del Santander con Pando, Jubera y Gutierrez copando el podium, cuarto fue Felipe y noveno entró nuestro Pelayo cuajando una gran carrera en un duatlón que no le favorecía tanto. Sin embargo, no hay quién le saque del top10! Alles, incombustible, ganó en féminas.


Con una ligera sensación de haber hecho buena carrera pero de no haber tenido que dar todo lo que podía dar, el cuerpo y la mente me pide más. Una sensación rara porque, pese a haber llegado muy entero, no estoy del todo satisfecho. Corrí controlando muy bien el primer sector, en bici fui a todo lo que daba, un poco de mala suerte en la T2 y sí que es cierto que en el último sector me dejé llevar un poco, pero realmente no me jugaba ya mucho. Pero bueno, estoy haciendo bien los deberes, a pie estoy fuerte y sólido sobre todo, en bici estoy acumulando muchos kilómetros disfrutando de las carreteras de Cantabria un montón con buenos etapones y en las carreras estoy cumpliendo y compitiendo bien! Pero me falta un puntín más para conseguir hacer algún puesto o para cumplir el objetivo de puntuar para el equipo! Ganas de conseguirlo no me faltan y esperemos seguir ahi para dejar de rozar el palo y marcar por fin en los dos bonitos duatlones que restan para cerrar la temporada, Cabezón y Ribamontán al Monte! Aparte, hay ganas ya de tri, esta semana pasada nos estrenamos en el mar, el agua fría, pero no tanto para ser aún abril, y a falta de poco más de un mes para dar comienzo a la temporada, habrá que centrar esfuerzos en mejorar lo que se pueda la natación. Esto no para!!

Grimpeur!!

miércoles, 16 de abril de 2014

Duatlón de Santander 2014, a todo tren!!

Sexta semana seguida de competición con el Duatlón de Santander. Como se nota el puntito que te dan las carreras. Creo que nunca he corrido tanto y tan rápido. Está siendo por el momento una temporada muy buena y estoy disfrutando mucho de cada carrera (como siempre jeje), pero además me estoy encontrando muy bien y estoy sacando unos ritmos que en la vida había conseguido. 

Llegaba el duatlón de casa, a priori el más fácil y "aburrido", corto y completamente llano por las inmediaciones del Campo del Racing y la S-20. Sin embargo, cómo nos lo pasamos! estuvo super divertido. Las distancias, según el gps de compañeros, fueron 4,35 km a pie, 22,1 km en bici y unos 2,25 km a pie de nuevo para acabar. Sábado por la tarde, y tras una copiosa familiar en casa, me bajaba en bici a los aledaños del estadio. Tarde nublada y gris, pero ambientazo en salida con prácticamente 175 duatletas dispuestos a correr a todo lo que daban. La estrategia, con estas distancias, no tenía otra, ir a tope.

Equipo Camargo Astillero, tan sólo faltan las chicas. Foto: Cris Ruiz
Buenos momentos saludando a la gente de nuestro mundillo en la previa y unos minutines para calentar, pero entre charla y charla, no pude calentar todo lo que hubiese querido para este día. No soy muy dado a calentar, ya que ya hay tiempo para calentadas en carrera, pero hoy era diferente porque sabía que se iba a salir a 120 por hora desde la salida. La gente en la línea de salida lo intuía y se notaba nerviosa. Y como era de esperar así fue. Salida.

Nos colocamos relativamente adelante, tomamos la primera rotonda y en la primera "rampita" de la S20 se empezo a estirar el grupo. En nada llegamos al giro por un semáforo y no recuerdo con quién lo comenté pero me salió un: "pero si vamos alante!!" al ver como giraban los cuatro de cabeza que ya comandaban la carrera, Pando, Pelayo, Manu Vega y Sergio Santiago. Yo iba a lo mío pero delante veía a gente de la talla de Chano o Miguel Ruiz, muy superiores a mí. Sin embargo fui encontrandome cada vez mejor. Primera vuelta estirándose ya mucho el grupo y habiendo cortes. En la segunda vuelta, no recuerdo bien, se fragmentó el grupo en el que iba incrustado y tiré para adelante. Sorprendentemente me encontré mucho más cómodo en esta segunda vuelta. Seguíamos yendo a tope. Antes del giro cacé a mi compañero Grijuela, al que animé a que me siguiera. Había que formar grupo. Seguí fuerte. Veía a gente como César Herrera que podría ser un buen aliado en bici y que corre a pie muy rápido. Y para sorpresa mía alcancé a mi otro compañero Juanillo que está cuajando una gran temporada en su primer año, como yo, en el Camargo Astillero. Con sus ánimos y también sus consejos de "calma", juntos completamos la semi vuelta por la zona del estadio y me hizo llegar a boxes con las fuerzas a tope para empezar el sector ciclista. Qué bien había corrido, como nunca y lo mejor que me encontré "cómodo" y fuerte sacando unos ritmos inimaginables para mí acercándonos a los 3'30''/km los 4,35 km.

1er sector a pie. Foto: Cris Ruiz
Transición algo trabada, sobre todo al montarme en la bici, donde no acertaba a meter la cala. Aún tengo que perfeccionar la primera transición. Pese a ello tampoco fue excesivamente mala. Objetivo nada más salir, encontrar y formar un buen grupo para rodar y rodar por la amplia avenida S-20. Pronto, Juan y yo cogimos a nuestro compañero Chus Alvarez Cagigas. Delante nuestro había un grupo, un grupo de nivel, pero no pudimos alcanzarlo. Una lástima porque se trataba del segundo pelotón, tras el de los favoritos, y del que nos separó tan sólo unos pocos segundos. Lo había dado todo, había corrido como nunca, y quería más. Pero que poco faltó. Antes de llegar al primer giro, optamos por no quemarnos y esperar a un tercer grupo en el que venían otros tres integrantes del equipo, Luis López, Jandro y Jose Manuel Grijuela. Y tirando, como en Reinosa, la locomotora Loroño. Buen grupo, seis integrantes del equipo y gente fuerte como Loroño con su brutal pedalada en el llano. La primera de las cuatro vueltas la completé en cabeza tirando del grupo, me encontraba fuerte. 

Completando la primera vuelta en bici. Foto: Cris Ruiz
Junto a Loroño y un par de corredores del Colindres fuimos intentando relevar, aunque con la manera de rodar de Javi Loroño era difícil dar un relevo. Me mantuve en todo el sector en la parte delantera del grupo que se conformaría por unos 12-15 duatletas, entrando bien colocado en los giros sin excesivas apreturas y ningún susto, pese a la gravilla que había en el giro de Monte. Viendo la gente que venía conmigo del equipo, pensé que alguno de ellos, si no todos, serían más rápidos que yo en el último sector a pie, por lo que creí oportuno que yo podría colaborar en bici para que ellos rematasen. Grijuela dio un relevo pero le dije que se guardase, a pesar que me comentó que aún era bastante lento en las transiciones. Pero con él acabé el Du de Torrelavega y pude ver que acabó con gran fuerza ese último sector. También confiaba en Juanillo, Luis y Jandro, rapidísimos a pie y en Chus A. Cagigas que había sido el más rápido de todos en el primer sector. Y además, que me apetecía tirar y disfrutar de lo que más me gusta, la bici!! a pesar de los consejos de Juanillo que me pedía cabeza jeje. No pude, sin embargo, dar muchos relevos, ya que Javi Loroño con gran generosidad tiraba a saco y cuando intentábamos organizarnos un poquitín a su rueda, venía otro por detrás e iniciaba un nuevo relevo desorganizando un poco el "treno". Con un poquitín más de organización, podríamos haber rodado más rápido todavía. Pero vamos, lentos no fuimos!

Sector en bici Duatlón de Santander. Foto: Triatlón Colindres
39 y pico de media!! piiiiiuumm!! La media más alta que he hecho nunca y entrada a boxes con los nervios a flor de piel. Quedaba lo último y había que darlo todo. Al menos dos de los seis del equipo éramos los encargados de puntuar. Al final fuimos tres debido a la avería mecánica de Chisco A. Cagigas por delante. 

Transición perfecta, Duatlón de Santander. Foto: Cris Ruiz
Con una transición rapidísima, salí el segundo del grupo, y sin mirar atrás comencé a correr a todo lo que daba. Las piernas respondían! Poco a poco fui superado, uno a uno, por todos mis compañeros, pero sin perder ritmo. Juan me decía, hoy si Martin, hoy puntuas, Luis también me animó! Fue precioso ver la fila de a uno de los cinco Camargo-Astillero delante de mí. Yo estaba yendo a tope y simplemente lo que ocuría era que ellos estaban corriendo más rápido que yo. Tan sólo tuve un momentín de "relajación" en la segunda y última vuelta, cuando mi cabeza me dijo, pero para qué sufres si el trabajo está hecho, pero tras el último giro, tuve hasta fuerzas para hacer un último cambio de ritmo y alcanzar y superar a Chus, con el que finalmente entre de la mano. Qué manera de correr compañeros, y cómo nos lo pasamos! Las caras de euforia y subidón en meta abarzandonos fueron lo mejor de la carrera!!

Último sector Duatlón de Santander. Foto: Triatlón Colindres
Pelayo, con una grandísima carrera, entró quinto, y después los que puntuaron fueron Luis, Jandro y Grijuela. Por detrás Juanillo y Chus y yo, en puesto 59º de 172 (y ha sido una de mis mejores carreras... ufff cómo va la gente de delante) y poco a poco el resto del numeroso equipo del Camargo Astillero, que una vez más pisó podios, con especial importancia el equipo femenino, Patri Corral, Sandra Garrido, Nuria Aja y Silvia Félix, vencedoras por equipos. Nos lo pasamos bomba!  

Caras de satisfacción, con Pelayo, Jandro y Capitán Martín
CLASIFICACIONES DUATLÓN DE SANTANDER 2014

Manu Vega fue el vencedor, flanqueado por Sergio Santiago y Esteban Cerro que sorprendió a todos, pero que sacó la clase en un terreno que no es el suyo, como es el de los duatlones. La próxima cita, el Duatlon de Polanco, el Regional, con el que, tras el tríptico de duatlones con drafting en los que me lo he pasado super bien, vuelven las carreras de tu a tu y vuelven los repechones a pie y en bici, vuelve la dureza. Esta semana toca "descanso", tan sólo etapones en bici, ayer vuelta a los Puertos con Oli y Grijuela, mañana jueves a por alguno de los puertos pasiegos con mis hermanos. Kilómetros y kilómetros.

A seguir disfrutando de este mundillo y a seguir disfrutando de Cantabria!

Grimpeur!

pd. Gracias por las fotos al Triatlón Colindres y como siempre a Cris Ruiz, enhorabuena por la carrera!! así como al resto que supo disfrutar de otro Duatlón de Santander!!

viernes, 11 de abril de 2014

El Camargo-Astillero en el Campeonato de España de Duatlón. Avilés 2014

El sol brillaba el doble en la blanca explanada del Centro Niemeyer de Avilés, apretaba de lo lindo en los momentos previos a nuestra carrera, la de distancia corta, pero mientras tanto, se disputaba la distancia sprint. De repente, de la rampa de acceso apareció el cántabro Sergio Correa encaramando la recta de contrameta, pero inmediatamente después, surgió la espigada figura de Pelayo Menéndez con los colores del Triatlón Camargo Astillero blanco verde y rosa brillando más que nunca. Vaya cambio de ritmo! Con una espectacular fuerza que dejó a Correa con una mueca de esfuerzo e impotencia ante el final de nuestro asturianín que corría en casa. Desde la valla no dábamos crédito a lo que estábamos viviendo mientras nos dejábamos la voz gritando y animando como locos y, con los pelos de punta, Pelayo, con un segundo cambio de ritmo, cruzaba el arco de meta con los brazos al cielo. Tercero de España en 20-24 años. Los abrazos y saltos que dimos unos encima de otros en ese instante es lo que mejor resume este Campeonato de España de Duatlon. Menuda experiencia más bonita!

Momento crucial de la carrera de Pelayo. Foto: Alberto de Pablo
Recuerdo la lluviosa tarde de invierno en que nos embarcamos en esta aventura. Sin poder entrenar, el wassapp del equipo echaba humo y entonces se fraguó la propuesta de Juanillo. El 4 de abril correríamos el Campeonato de España. 11 fuimos los integrantes del equipo que nos dimos cita en la industrial Avilés, que cuenta desde hace poco con el Centro Niemeyer como edificio singular en un intento de recuperar zonas degradadas de la ría. Exactamente no tengo muy claro el uso de este complejo, pero para la organización de un duatlón resultaba espectacular al menos, compartiendo experiencia con prácticamente un millar de duatletas venidos de toda España. Nuestro equipo formaba con Patri Corral, Rolando y Pelayo que corrían el sprint (5+20+2,5 km) y Poo, Manolo Ramos, Alberto de Pablo, Javi Bravo, Juan Espino, Nanduco y yo, que nos atrevíamos con el distancia corta (10+36+5). Equipazo y por fin, completamente uniformados.

Triatlón Camargo Astillero en Avilés
Primero se corrió el sprint con la ya narrada hazaña de nuestra punta de lanza, Pelayo, que se trajo ese bronce de ensueño. Patri y Rolando completaron, con sólidas carreras, la actuación del equipo donde el resto estuvimos animando y dejándonos literalmente la voz desde la barrera. A las 17.45 era nuestro turno, con el distancia corta, una distancia nueva para mí y muy bonita. Más larga y donde el fondo jugaba un papel con más peso que la velocidad del sprint, o al menos eso pensaba yo, porque al final a mí me salieron ritmos incluso más altos que en un sprint cualquiera. Pero hoy no era un día cualquiera.

La salida, en dos tandas, fue rapidísima, y aunque había planeado salir tranquilo y confiar en un ritmo solvente y tranquilo, aquí fue imposible. Salí muy fuerte. Midiendo, pero más fuerte de lo planeado sin duda, rodando la primera de las cuatro vueltas a un ritmo endiablado muy por debajo de 4’/km que era mi objetivo inicial. El día era luminoso, y el entorno de la ría por donde se transcurría era bonito y agradable. La ida por un lado, cruzábamos un puente y vuelta por la otra, para cruzar de nuevo de orilla por un abarrotadísimo puente de colores donde oías gritar tu nombre entre la multitud. Era la afición del equipo. Desde aquí las gracias porque ayudaban y mucho. Segunda vuelta, queda mucho, y fue sin duda la más dura, perdiendo contacto con el grupo en el que iba incrustado, muy superior a mí, pero, manteniendo la compostura, pude mantener un ritmo constante sin bajones. Casi en solitario, seguí rodando y cuajando un 10.000 super bueno. Tercera vuelta y cuarta incluso pudiendo apretar en la última semi vuelta. Increíble, nunca pensé correr tanto y menos en un duatlón en el que hay que medir fuerzas, pero al final marcaba un tiempo de 37’55’’ en el primer 10.000, mi mejor tiempo en esta distancia.
Gran primer sector a pie. Foto: Patri Corral
Tras una interminable transición cogíamos la bici bajando la rampa de acceso al Centro Niemeyer. Apreté los primeros dos kilómetros, era el momento de coger un buen grupo pues los 36 km de sector eran completamente llanos. Coger un buen grupo era esencial. Pronto se formó un pelotón importante que fue creciendo a medida que alcanzábamos a gente. Ante el grueso del grupo, yo me limité a rodar dentro del pelotón que calculo que fuera de más de 40 corredores y donde había gente que rodaba muy bien y que nos llevó rapidísmo durante los 36 kilómetros. Una larga avenida junto a la ría nos llevaba hasta la zona portuaria, parte más complicada del recorrido. Una auténtica ratonera con varias curvas de 90 grados e incluso una especie de estrecha chicán para salvar la entrada al puerto donde el grupo tenía que ponerse en fila de uno. Unas cuantas curvas más y giro de 180 grados en un cono para volver por el mismo recorrido. Como podéis imaginaros, el látigo a la salida de las curvas era brutal y la gente peleaba muchísimo la posición para no quedarse cortado. Sinceramente pasé miedo, teniendo la sensación de que era inevitable irnos en algún momento al suelo. Pero por fortuna no hubo sustos, salvo un afilador de un corredor en uno de los giros que le obligó a hacer un recto que salvaron milagrosamente los que iban con él. Tensión. Tensión y velocidad, porque vaya manera de rodar. El momento más duro era la salida de las zonas de curvas, cuando se enfilaba de nuevo la avenida. Había que apretar muchísimo pero en todo momento conseguí continuar en el grupo con fuerza en las piernas. Fueron cayendo los kilómetros repartidos en 4 vueltas también y en menos de una hora, llegábamos de nuevo a boxes en 57 minutos… 38 km/h de velocidad media. En la vida había hecho estas medias.

Sector de bici, Avilés 2014
Juanillo y Bravo rodaban en el grupo que precedía al mío, pero Javi, tras problemas musculares perdió rueda y fue absorbido por mi grupo en la última vuelta. Tuve la oportunidad de saludarle y animarle en boxes, pero fue la última vez que le ví, pues salió a correr más rápido que yo, y aunque pude mantener referencia visual con él, nunca llegué a acercarme. Además la primera media vuelta, me dio el flato, hacía siglos que no me daba. Pero las piernas iban bien y enteras. Dos vueltas restaban para acabar el duatlón y he de reconocer que, aunque pude apretar, me dejé llevar un poco pensando en el viaje de vuelta y en que el trabajo estaba hecho con el brillante primer sector y el increíble sector en bici. Pude apretar, sí, pero esta vez opté por disfrutar del momento y llegar sonriendo. En el puente antes de ascender la última rampa me pasó un chico, si llego a saber que era de mi grupo de edad le hubiera disputado y le hubiera, sin duda, ganado, pues en contrameta y meta sprinté y casi le rebaso, pero me vio llegar y pudo apretar los últimos metros. Al final el 17º de mi grupo de edad, 25-29. La posición lo de menos. Me quedo con ese puente de colores, esos ánimos de mis compañeros desde la bici mientras yo ya corría, la mano que choqué con la madre de Pelayo, llegando con la cara muy diferente a con la que llegué el día que me conoció en aquel medio ironman de Buelna de 2010, los apalusos de la gente, la gente llamándome Martín, como reza mi trimono, y me quedo con esa satisfacción de haber completado todo un Cto. De España, sabiendo competir y sabiendo sobre todo disfrutar. Y disfruté con mis compañeros. Enhorabuena a todos!
Nos volvimos con dos medallas, el bronce de Pelayo y la plata de Cifrian en 55-59. La amplia sonrisa de Pelayo en el pódium nocturno en el Centro Niemeyer brillaba más aún que el sol a mediodía en ese mismo lugar. El abrazo con el que comencé la crónica lo resume todo y la experiencia vivida este día fue de esas de las que tengo la sensación, recordaré toda la vida.

Grimpeur!

Pd. Gracias a mi compañera de viaje Patri que me dio gran conversación tanto en el viaje de ida como en el de vuelta ya de noche con todo el cansancio del día. Gran día!! Y este sábado Duatlón de Santander!!


miércoles, 2 de abril de 2014

Duatlón de Reinosa 2014. Volando por Campoo

Hace dos años reaparecía en Reinosa tras más de 15 meses sin correr. Fue un momento super especial y aquel día sentí volar. Este domingo también volamos, pero casi literalmente. Vaya carrerón me salió. Este duatlón de Reinosa 2014 también tenía un gran significado, ya que coincidíamos por primera vez esta temporada los tres amigos, Luis, Pablín y yo, y además bajo la misma bandera de equipo aunque sin poder vestir aún los colores verdi rosas. El resto del equipo del Camargo-Astillero también estaba preparado para disfrutar.

Reinosa siempre se vuelca con las carreras y da gusto competir con toda la calle llena de gente animando… a pesar del frío. Casi nos helamos en la larga espera para entrar a boxes. La temperatura tampoco era excesivamente baja, pero el día era bastante desapacible con nubarrones, llovizna y viento gélido. La gente en la previa trasmitía desgana y frío. Luego, claro está, todo el mundo salió a tope!

Gran sector a pie. Duatlón de Reinosa 2014

Vaya salida! El duatlón constaba de 5,1 kms a pie, dando tres vueltas a un circuito urbano y lineal por Reinosa, después unos 23 kms en bici por Campoo, atravesando Nestares, Villacantid y subiendo un tramo de la carretera a Brañosera para dar allí la media vuelta. Para acabar restaban 2,4 kms a pie hasta cruzar el arco de meta. Un duatlón rápido y que estuvo precioso. El grupo se estiró raudo por la calle central, con Pepín Fuentes-Pila tensando y tras él Manu Vega y Correa. Poco después el grupo con el gran elenco de favoritos con nombres fuertes, a pesar de las ausencias de Pando y Lastra, como García Aja, Pelayo, Aitor Gutiérrez, Felipe, Toñin…. La carrera estaba muy abierta. A título personal había sentido fatiga a lo largo de toda la semana tras el Trail de Castillo-Pedroso de la semana pasada y no acudía con las mejores sensaciones de estar al 100%, pero sí con muchas ganas de compartir carrera con mis amigos, Pablín y Luis sobre todo. Hablamos de salir e intentar ir juntos los tres, pero he de reconocer que incumplí mi palabra. Luis se colocó demasiado adelante, veíamos hasta a Pelayo! Y ya se sabe cómo salen los de delante. Al intentar defender la posición en la estrecha calle, sin querer, ya estaba lanzado en carrera. En la avenida, con viento en contra, me enganché para protegerme del aire a un grupo que rodaba rápido. Ya no había vuelta atrás, lo había vuelto a hacer, de nuevo salía a tope. Había que dar tres vueltas, y la primera la completé bastante fresco. Sabía que iba por encima de mis ritmos, pero me estaba encontrando bien. Ni siquiera miré para atrás para ver donde estaban mis amigos. No recuerdo bien con quién iba corriendo, tan sólo a Fernández del Bender, que con lo grande que es, era un buen parapeto contra el aire. Segunda vuelta y, a pesar de perder la estela del grupo, encabezaba a buen ritmo otra grupeta. Me defendí del viento colocándome tras las espaldas más amplias y alcanzábamos la mitad de recorrido. Luis rodaba rápido cerca de mí y Pablín iba después no mucho más rezagado. Estabamos volando. ¿Aguantaría este ritmo? Para nada se me estaban resintiendo las patas con agujetas aún del domingo pasado, sobre todo los isquios del muslo izquierdo, ni las molestias en la cadera derecha. Sin duda estoy en un gran momento de forma y lo estaba constatando aquí en Reinosa. Última vuelta. Me pegué a la gran corredora Cristina Alles, un seguro a pie. Y en la última media vuelta ví delante de mí al duatleta del Santander Javier Loroño. Ese es el hombre a seguir en bici pensé. Y justo en el momento que me alcanzaba Luis por detrás hice un cambio de ritmo para pegarme a Loroño con relativa facilidad, me sorprendió como estaban respondiendo las piernas y completé los 5,1 kms en 19' a un ritmo de 3' 44'' el kilómetro. Antes de llegar a boxes me puse los guantes para ahorrar tiempo, aunque quizá lo perdí al ser más complicado atarme el casco y calzarme los botines con ellos puestos. A correr con la bici en la mano, subir la rampita y montarse en la bici. Empieza la guerra.

Saliendo de Reinosa con muchos duatletas me puse a rueda de un duatleta del Santander, Galdona, tenía pinta de no ir mal. En este duatlón se podía ir a rueda, era el primero de un tríptico de tres duatlones que haré estas tres semanas con drafting, por lo que la estrategia contaba mucho. Subimos el primer repecho de Nestares sin que nos pasase gente hasta que se pusieron a tirar dos hombres del Campoo. Teniendo a Luis y Pablín por detrás y siendo, en ese momento el sexto integrante del Camargo-Astillero, sabía que lo que tenía que hacer era quedarme a rueda. La carretera picaba para arriba y el viento soplaba fronto lateral. Entonces llegó Loroño por detrás y se puso a tirar como tira él en el llano, dirección las nevadas montañas de Campoo. Precioso! Con el día gris que hacía, el blanco de la nieve parecía que brillaba en las laderas del Liguardi y resto de cumbres de la Sierra del Cordel y del Hijar que estaban bien cargadas hasta abajo. Rodando cerca de la línea lateral de la cuneta y pegando el viento de cara y de lado, los de detrás suyo íbamos por la misma cuneta. No tuve tiempo ni para mirar para atrás atento a la rueda del de adelante. Quise mantener una posición delantera para evitar cortes, con Loroño ahí había que aguantar como fuera en ese grupo que era buenísimo. Fuimos alcanzando grupos. Creo que llegamos a ser en el pelotón unos treinta o cuarenta según me dijeron. Yo sólo miraba para adelante.

Precioso sector de bici por Campoo. Foto: www.vivecampoo.es
Llegó un momento en que Loroño se paró, y se puso a charlar con uno del Campoo como si nada. Con el viento que hacía era una locura ponerse a tirar o intentar escaparse y aguardé paciente a algún movimiento o más bien, guardé fuerzas para la subida de mitad de recorrido. Nunca he sido tan táctico, siempre me ha podido la sangre y me he puesto a tirar como loco o he intentado escaparme o tensar, pero esta vez hice lo correcto, porque faltaba el tramo de subida que se hizo durísimo. Viento en contra y subida, parecía que ibas con el freno rozando la rueda, qué duro. Se puso a tirar de nuevo Loroño, pero poco a poco. Parecía que íbamos despacio pero en realidad es que se estaba haciendo durísima la subida. Tardamos en cruzarnos con los primeros, ni me fijé, como otras ocasiones, quiénes iban delante. ¿Cuánto faltaba?!! Estuve a punto de cortarme, de hecho lo hice tras cortarse el de delante de mí, pero estuve rápido y pude reaccionar aunque me costó lo mío. Por fin el cono. Y allí vi que, del pelotón tan numeroso que íbamos, sólo quedábamos seis!!! Qué subidón… y qué hachazo pegó Loroño tras el giro. Se marchó con Geovanis Lobo y quedamos cuatro, un burgalés del Uno Publicidad, uno del Campoo, otro inidentificable como yo y yo, que bajamos como tiros. 85,3 km/h me marcó de máxima el cuentakilómetros. Ya en el llano colaboramos muy bien y fuimos rapidísimos. No cogimos a la pareja de delante pero a ese ritmo no nos cogerían por detrás. Tras buenos relevos de los cuatro, volando llegábamos a Reinosa de nuevo. A 35 km/h de media, hice el 38º mejor parcial en bici de los 154 duatletas.

Salí de boxes como un tiro, tan rápido que pasé a Felipe y a Pepín Fuentes-Pila que iniciaban su segunda vuelta ya. Esto no es normal, cómo voy!! A media recta, como era lógico, me volvieron a superar, pero continué a un gran ritmo. Dos vueltas a tope y con cambio de ritmo incluido al entrar en el adoquinado de la calle mayor de Reinosa por contrameta. Satisfacción y fuerza al cruzar la meta en 1h 09' 33'', el 44º de 150 que acabaron, carrerón personal de principio a fin. Contentísimo del duatlón que me había salido. Poco después entró Pablín y al poco Luis, siendo quinto, sexto y séptimo del equipo, y cerca de Javi Bravo y Juanillo, tercero y cuarto puntuando para la clasificación por equipos en la que ocupamos la quinta posición, con Chisco A. Cagigas segundo y como líder incontestable de la escuadra verdi rosa el gran Pelayo que consiguió alzarse al tercer cajón del podio absoluto en un precioso final de carrera a pie donde se decidieron los quince primeros puestos del duatlón. García Aja fue el vencedor seguido de Sergio Correa y Pelayo Menéndez. Enhorabuena!!!

CLASIFICACIONES DUATLÓN DE REINOSA 2014

Al final ni frío, ni agua, ni nada… sólo una motivada máxima y caras de satisfacción. Deseando que llegue la próxima carrera que no es otra que el Campeonato de España de Grupos de Edad de Duatlón en Avilés, en la modalidad de distancia corta, 10-40-5 km del próximo sábado, una nueva distancia para mí, la que creo que me puede ir muy bien llegando en un gran momento y sobre todo una nueva experiencia con los compañeros de mi equipo. Qué ganas!!!

Grimpeur!