martes, 10 de junio de 2014

Triatlón de Suances, empieza la fiesta!!


Sin duda es mi triatlón favorito. El más bonito de todos los que he corrido y de los más duros, quizá por eso me gusta tanto, y además es el triatlón en el que debuté allá en 2008. El triatlón de Suances tradicionalmente abre la temporada de triatlones en Cantabria y, este año 2014, el 8 de junio era la fecha para estrenarnos con las distancias habituales de 1200m nadando, 33 km en bici y 8 km a pie.

El día amaneció fantástico, solazo y se preveía calor. Una brizna de viento a primera hora y el agua de la playa de los Locos en relativa calma. Antes de las 9am, ya se había formado una larga cola de más de un centenar de triatletas para recoger dorsales. La cosa se demoró en demasía y la salida, prevista para las 10 am, se retrasó casi una hora. Y en esa hora, mientras aguantábamos la cola con una amena charla con mi compañero Alberto De Pablo, las condiciones cambiaron. Debido al retraso todo fue con prisas. Cogí el dorsal de los últimos, y ya corriendo, sin parar a por el material al coche y de ahí a boxes. Prisas en boxes, ruedas sin meter presión, presión, esa sí, de los jueces por bajar, y sin fijarme siquiera en el estado de la mar, allí me vi metido, en el pelotón de hombres de negro a orillas del Cantábrico escuchando las explicaciones de Fede. Ni calentamiento, ni probar el agua ni nada… allí estábamos prácticamente los de siempre, más algún debutante, como nuestro compañero Grijuela. Para mí esta es una fecha señalada, Suances es como mi cumpleaños. Aquí nací como triatleta de la mano de Pablo Ibarguren que nos engañó a unos cuantos para probar esto del triatlón. Y aquí empecé a vivir triatléticamente hablando, y de una forma muy significativa, también cambió mi vida, mi manera de ver y afrontar las cosas y de disfrutar de cada escalón cuesta arriba hasta llegar al siguiente etapa o sector que nos espera.

Aquí estábamos de nuevo y feliz, disfrutando, llegó el momento de mirar mar adentro. Vaya… parece que hay más olas de lo que parecía. El hijo de fede me había comentado que la salida se daría esperando que pasase la serie de olas en el caso que coincidiera. Pero justamente durante la serie más gorda de la mañana, o al menos la que yo hubiera observado, la gente comenzó a tomar posiciones y a avanzar pasito a pasito sobre la orilla. La salida iba a ser inminente, esto no hay quien lo pare. Atento a la mítica salida al despiste, cogí posiciones y esta vez no me pilló desprevenido. En segunda línea y por el flanco derecho del pelotón como siempre en esta playa, sonó el pitido de salida justo en el momento en que todo el espumón teñia de blanco el agua que ya nos llegaba por las rodillas. Empieza el espectáculo.

La salida fue tranquila, desde el punto de vista de las apreturas, pero lo duro fueron los espumones. Vaya paredes de espuma. Comencé a nadar, mientras otros preferían seguir erguidos, y comencé a atravesar las olas por abajo. Creo que hice lo correcto. Costaba avanzar pero al menos no retrocedía. Llegó el momento de la zona donde las olas rompían, el primero de los importantes objetivos a superar. Alguno de los barrotes tomaban una altura sencillamente espectacular desde ahí abajo. Pese a la extrema dureza, conseguí guardar en la memoria alguna imagen preciosa como la de ver bajo el agua como las olas se introducían en el agua llegando casi hasta el fondo. Era difícil esquivar por abajo la corriente. Una de ellas me alcanzó y me arrastró, pero el resto las superé hasta llegar al punto de salvación. Buaaahh!! Esto va a ser épico! Y eran dos vueltas! Este año el circuito de boyas era más pequeño y  había salida a playa para volver a entrar y completar la última vuelta.

Hasta la primera boya no logré en ningún momento encontrar ritmo. Los esfuerzos se habían centrado en superar las olas. El ritmo, la posición en la que iría y lo que es en sí la competición ante el resto, habían perdido toda importancia. El objetivo era ahora salir del agua. El largo paralelo a la playa, que era el más corto, fue el más cómodo y nadé inmerso en un grupo, boya hombro izquierdo y a la playa, a contraluz. El sol impedía ver nada, pero me orienté bien. La gente tomaba una ligera diagonal hasta la bandera, pero yo opté más por tomar la dirección de las olas y entrar perpendicular a la playa. El plan era, coger las olas que pudiera y ya en la orilla, acercarme a la bandera corriendo. El plan era muy bonito, la realidad fue terrorífica. A medida que nos acercábamos a la orilla, las olas nos iban elevando más y más! Que vértigo! Hasta alcanzar el punto fatídico!! El punto en que rompían. Desestimé la idea de intentar coger alguna ola, debido a la altura de las mismas. Y me centré en sobrevivir y avanzar. Y llegó la serie. Madre mía… qué infierno! Los triatletas desperdigados por todos lados, nada de la característica fila de nadadores. Había gente por todos lados y llegaron los olones. Recuerdo un par de revolcones. Una ola me sumergió bastante hasta el fondo, mantuve la calma, y me dirigí, aguantando la respiración hacia la luz del sol. Cogí aire esperando la siguiente, y llegó la más gorda. Por suerte la vi llegar y prepare el impacto, ni sé cómo, pero salí bien parado. Al alzar la vista, la imagen fue desoladora, triatletas desorientados, sin gafas, e incluso hasta sin gorro, arrancados ambos elementos de cuajo por la fuerza de las olas. A mi izquierda identifiqué a mi amigo Iñaki Galilea, mirando para todos lados buscando sus gafas, imagen que me trasladó al Desembarco de Normandía como si fuera un aturdido soldado americano  buscando su fusil. Pese a lo extremo de la situación, yo estaba entero y, tras coger una orillera, ya estaba fuera! Con el agua por las rodillas, me dirigí a la bandera, “disfrutando” del momento, y vuelta para dentro.

La segunda vuelta, fue algo mejor. La entrada al mar fue difícil de nuevo, el cansancio se sumaba a la corriente. Pensando en que iría super retrasado, no me preocupé, la verdad, en forzar mucho, y me limité a llevar una brazada cómoda y suave. Mantuve un rimo constante y la salida a playa no fue tan dramática por fortuna. Ya estábamos fuera, lo difícil había pasado, ahora tocaba ver con quién salía del agua. Tras disfrutar de los míticos y duros escalones de subida, los cuales hice en gran parte corriendo encontrándome sorprendentemente muy bien, entré en la transición y la primera imagen fue ver unos boxes repletos de bicis! Qué de bicis todavía!! Me sorprendió muchísimo. Al final había hecho una muy buena natación (el 49º mejor tiempo de 109) mejor que la mitad! Y empecé a ver rostros conocidos! Chano (como siempre en los tris jeje), mis compañeros Alberto y Martín, a mi lado Pablo Martínez! Vamos que vamos muy bien, mira que pila bicis! le animé. Me quité como pude el traje, me puse el dorsal, el casco, calcetines (siempre me gusta ponérmelos en los primeros y en los más largos para evitar ampollas) los botines y a correr con la bici en la mano. Esto no se olvida, ya lo tengo metido en el cerebelo y las transiciones son como andar en bici.

Comienza lo que más me gusta. Motivado, apreté al inició detrás de Berto y Chano. Desafortunadamente Chano sufrió una caída en el mítico cruce y le vi en la cuneta intentando arreglar el pedal o la cala. Mala suerte, ya habrá más!! Cacé a Berto y puse rumbo al oeste por los acantilados de La Tablía y Los Picos de Europa con neveros aún, en el horizonte. Repecho tras repecho me fui encontrando bastante bien. La cadena y el cambio me daban de vez en cuando trompicones, toda cambiar el grupo me temo, pero esto pasa por apurar, entraba dentro del guión. Pero yo iba bien. Antes de entrar en Tagle me pasó Lastra, con el que pasé, por cierto, por la bandera de la primera vuelta a nado. Iba como un avión. Poco después me alcanzó mi compañero Martín, da gusto verle rodar! A este si que le tengo que aguantar, pensé a nuestro paso por Ubiarco, y al iniciar la subida al alto, incluso le superé. Subí super ágil. Ya había pasado a bastantes y, durante la ascensión, fue toda una persecución atrapando triatletas. Buena subida. Martín me superó antes de coronar de nuevo y comenzó la bajada. Este iba a ser terreno para él.

Yo me limité a ir a todo lo que daba, pero una vez más me vi inferior a las cabras, aunque no me quejo. Los trompicones con el más pequeño de los piñones me impidió seguir al ritmo de Martín pero mantuve una velocidad alta, curiosamente alcanzando las velocidades más elevadas cuando no pedaleaba e intentaba mantener una posición lo más aerodinámica posible. Y a la altura de Queveda me comencé a cruzar con los primeros. Felipe, Correa, Bizcarra y Ruiz Incera muy destacados del resto. Me entretuve contando las posiciones y se me hizo corto llegar hasta el cono en Viveda. Pelayo iba adelante, pero yo no tenía muy lejos a Grijuela y Luis que rodaban juntos en ese momento, y a Martín que acababa de dar el giro. Yo iba por la posición cuarenta y pocos según mis cuentas, algo mejor quizá ya. Y detrás de mí venían Javi Bravo, Cifrián, Carrera, Manolo, Alvaro Fernandez, Alberto y Juan Aja.

Tocaba terreno ascendente. Duro, pues es de esos terrenos que no sabes si es mejor ir a plato o no. Yo preferí llevar más cadencia y cuidar las piernas y no fui mal, pero mi Javi Bravo me pasó. Bueno, queda poco, hay que aguantar como sea! Desde ese momento hasta llegar a boxes no perdí de vista a mi compañero. La ascensión de la variante de Santillana a Suances la hice muy bien y recorte terreno con Javi. Me vi rodando con Gorgonio, Javi y otro triatleta, gente que va muy bien en bici. Lo que restaba hasta el final, el paso por las rotondas, por Tagle y el tramo final fue un espectáculo. Cómo fuimos y cómo me lo pasé! 37º mejor tiempo.

Con unos metros perdidos detrás de Javi entré a boxes pasando a un corredor al bajarme de la bici. Me vi bastante hábil y espabilado. Hice un cambio rápido y salí con fuerza. 8 kms por delante y de los durillos con subibajas constantes. Al acercarnos al faro de Suances por La Tablía, una densa nube estaba entrando del mar por los acantilados. Refrescó algo la calurosa mañana y daba un toque de épica al ya de por sí heroico triatlón. Corriendo se agradeció, ya que las condiciones eran perfectas. Me encontré super ligero. Cogí un buen ritmo y me dediqué a mantenerlo mientras animaba y saludaba a mis compañeros triatletas! Animaba hasta a los que ni siquiera he cruzado una palabra, pero que nos conocemos de las carreras. Aunque a mis amigos lo hacía, como no, con más ahinco. Pelayo, Cazorla, César, los míos Grijuela, Luis, Martín, Javi, Manolo y Berto, Pablo Martínez, mis compis de la UC… todos!! Más los ánimos de Marcos, la madre de Pelayo y demás y los fotógrafos, padres de Cris que hacen una labor impagable con sus reportajes, desde aquí mi agradecimiento. Me lo pasé realmente bien, cuando lo normal en este sector es sufrir de lo lindo. Pero no, mantuve un ritmo bueno de principio a fin. Quizá fui un poco reservón, sinceramente no pensé que me encontrara tan bien, pero me alegro de haber disfrutado tanto de esos momentos. Por delante Luis y Grijuela me sacaban unos dos minutos, con lo que corren, imposible recortar tanto. Martín se le veía muy sólido, y Javi… Javi literalmente estaba volando. Al final logró pasar a Martín e incluso a Luis. Qué bien corrieron mis compañeros! Ya de Pelayo ni hablo! Con los de delante de todo inalcanzables, fue el mejor de los siguientes acabando 5º con un sector a pie de los suyos. Yo hice el 30º mejor tiempo, muy bien, y con un crono prácticamente igual a los marcados por Grijuela, Luis, Martín y Cifrián. Pelayo, Grijuela, Javi Bravo y Luis fueron quienes puntuaron para el equipo y este equipo del Triatlón Camargo Astillero logró el tercer cajón del PODIUM POR EQUIPOS!! Lo merecemos equipo y me enorgullece saber, que si cualquiera de ellos hubiera fallado, allí habríamos estado tanto Martín como yo como sólidas balas en la recámara!! Con nuestros tiempos también hubiésemos logrado ese tercer puesto! Hay equipo chavales y esto no ha hecho más que empezar!!Gorka Bizkarra ganó el triatlón por delante de Felipe Santamaría y Sergio Correa.

Posición final personal el 34º, de los 109 que consiguieron acabar, porque hubo más retirados que nunca: Barroso decidió salirse del agua, Miguel Ruiz salió pero con tres puntos en la barbilla, Chano no pudo casi ni empezar la bici por la caída y seguro que muchos más que abandonaron en un sector de natación del que nos acordaremos en años venideros. Por eso, todos aquellos que acabaron pueden estar muy orgullosos de haber completado el más duro de los Suances que yo he corrido (por “suerte” me libré de aquel 2011 de las corrientes en La Arena… jeje). Gente como Cris Ruiz, con la lección que dio, enarbola ese coraje que tiene en sus adentros, no todo triatleta, pero que nos hace a muchos continuar y conseguir cosas que ni creíamos que podríamos lograr! Enhorabuena a todos!!!!

Esto es lo que me gusta, esta semana no estoy ni cansando. Una buena tarde de playa en el paraíso completó un día perfecto, y ante la noticia de la suspensión de San Vicente, la próxima cita será el Triatlón Olímpico de Laredo el sábado 21 de junio. Laredo, lugar donde trabajo actualmente y que cobra un significado más amplio por ello. Y el problema es paradójicamente ese, ese día trabajo en Laredo por lo que trataré de hacer lo posible para cambiar turnos y poder correr allí nada más salir de currar. Esperemos que sí porque no me lo puedo perder!!

A seguir disfrutando, que esto no ha hecho más que empezar!!
Grimpeur!

miércoles, 4 de junio de 2014

RESUMEN DE MI TEMPORADA DE DUATLÓN 2014

La temporada 2014 comenzó con el cambio de ciclo que supuso el cambio de colores y de equipo. Una nueva etapa en el conjunto Triatlón Camargo Astillero tras varios años, desde mis inicios en 2008, en el Triatlón Universidad de Cantabria. Hacía ya unos años de la finalización de mis estudios y el cuerpo y la cabeza me pedían un cambio de aires. Y no me equivoqué en la elección de la escuadra verdi-rosa. Conocía a bastantes compañeros de antemano, Ibarguren, Nanduco, Fdez-Dívar, Patri, Pelayo… y conmigo llegaban buenos amigos como Luis Lopez,  Juan Espino o Sandra Garrido. Pero ahora cuento con muchos amigos más!! Después de esta primera parte de la temporada con buenas carreras, puedo decir que el equipo ha sido sin duda lo mejor de lo que llevamos de año!!!
Primera foto con el nuevo equipo Triatlón Camargo Astillero

2014 comenzó con desempleo, mala suerte, pero, mirándolo por el lado bueno, “buena” suerte para entrenar. Y con esa filosofía de intentar sacar la nota positiva, aproveché el mes con largas tiradas semanales por el monte con mi amigo y Soplao-finisher en la maratón, Carlos! Enhorabuena desde aquí! Vaya entrenos buenos hicimos, lo que me ayudó a acumular un buen fondo, además de disfrutar de Cantabria en las tardes de invierno.


Disfrutando las tardes de invierno, Braña de las Tiesas, Cantabria

El duatlón de Galizano sería para mí el estreno, e iba a haber llegado bastante bien, si no hubiera sido por un virus intestinal que me afectó durante doce días y realmente me dejó baldao. El día de mi cumpleaños disputé la primera carrera como espartano. Y la carrera no fue tal y cómo deseaba. Me quemé en la primera carrera a pie y en bici no llegué a encontrar un ritmo bueno y fuerte nunca. En el último sector simplemente me arrastré y acusé la fatiga que me provocó el virus. No acabé nada satisfecho y en una clasificación que para nada sentía como mi sitio, el 81º, y así era, pues desde aquí todo fue para arriba!!
Primeros metros del año en Galizano. Foto Cris Ruiz
A pesar de no tenerlo planeado inicialmente, corrí un par de semanas después la media maratón de Santander por segundo año consecutivo, y esta vez lo hice al lado de mi amigo Pablín Ibarguren. Para nada tenía pensado ni siquiera acercarme a mi marca personal obtenida el pasado año con 1h 27’ 40’’, pero sin obsesionarnos con el crono, Pablín y yo cabalgamos por las calles de la capital cántabra encontrándonos a cada kilómetro mejor y manteniendo un gran ritmo, sobre todo por la S20. Juntos cruzamos la línea de meta con una gran sonrisa en un gran día soleado, haciendo 1h 28’ 37’’ y cuajando la media maratón más sólida de todas las que he corrido nunca de principio a fin, a pesar de no haber batido record. Las piernas iban!!


Ultimos metros de la media maratón de Santander con Pablín Ibarguren
Semana siguiente, duatlón de Torrelavega, con la confianza de que a pie iba ya muy bien a estas alturas. Primer sector muy bueno y una bici divertidísima, rodando junto a Pablín de nuevo, y el nuevo fichaje del equipo como yo, Jose Manuel Grijuela, gran descubrimiento, y con el que he compartido gran parte de los momentos en carrera este año en los duatlones. Nos lo pasamos pipa yendo a todo lo que íbamos en bici, ascendiendo La Montaña y haciendo un grandísimo tercer sector pensando en que éramos el cuarto integrante del equipo. Al final no lo fuimos, ya que por delante nuestro entraban Pelayo, Chisco Cagigas, Juanillo y Javi Bravo. Llegar a ser uno de los cuatro integrantes que puntuaban por equipos ha sido el principal objetivo personal durante todo el circuito. Bonita carrera en Torrelavega, aunque quizá me faltaba algo más en bici.
Fuerte último sector con Grijuela en Torrelavega
Y para ello sólo quedaba entrenar, y aún seguía teniendo todo el tiempo del mundo. Por eso aproveché cada tarde o cada mañana que coincidíamos para salir con mi buen amigo Oli, con el que he hecho cientos de kilómetros este año sobre la burra por Cantabria. Cómo hemos disfrutado durante los meses de marzo y abril sobre todo.
Pero antes de finalizar marzo, tenía marcado en el calendario desde hacía tiempo, una cita a la que no podía faltar: el ITrail Castillo Pedroso. 23km por montaña sobre el Valle de Toranzo junto a Carlos y mis primos Isabel, Fonso y Luis. También acudió mi compañero de equipo Nanduco, en una mañana que parecía que se iba a acabar el mundo. La noche anterior había nevado hasta la cota 700 pero a lo largo de la mañana, mientras corríamos, se arregló el día y dejó unos paisajes espectaculares bajo el Cildad nevado y mucho barro sobre el que nos lo pasamos bomba Carlos y yo, que fuimos juntos disfrutando de la prueba juntos, salvo los, literalmente, duros últimos kilómetros sobre pista y asfalto. Bonito día y buenas agujetas durante la semana, pero que merecieron la pena, al compartir evento junto a mis primos y Carlos.


Como nos lo pasamos en Castillo-Pedroso Carlos y yo
Una semana después, sin descanso, era turno de nuevo para el duatlón. Decidí dejar a un lado las pretensiones iniciales de la temporada de compaginar duatlones y carreras de montaña, dejando estas últimas para otro año. Tenía muchos duatlones y las sensaciones en esta disciplina estaban siendo fantásticas, como se demostró en el duatlón deReinosa. Mañana gélida y nieve en la Sierra del Cordel. Abrigado, conseguí cuajar una gran primera carrera a pie, entrando en la bici, en el grupo de la locomotora Loroño. Qué gran bici! Cómo me lo pasé. Loroño formó un gran pelotón como de 30 del que sólo quedamos seis en el alto donde se giraba el cono. Increíble. Me corté de Loroño y Lobo en el giro, pero los cuatro que quedamos hicimos unos grandes relevos y el último sector me salió espectacular también logrando ganar a un muy buen Luis que corría en casa. Muy buena carrera entrando en el top50 en un año con una participación explosiva. Como anda la gente. Acabé muy contento, y la cita más importante llegaba la semana siguiente.
Una lluviosa tarde de febrero, sin poder entrenar, el wathsapp del equipo echaba humo. De repente salió la idea de correr el Campeonato de España de Duatlón que se disputaba en Avilés, Asturias. De calentada, unos cuantos nos apuntamos de locura. Desde ese día hasta el día de la carrera, la motivada fue máxima, y el 4 de abril allí nos presentamos once duatletas locos del Camargo Astillero que seguro que fuimos a los que más se nos oyeron, en aquel momento mágico del sprint de Pelayo que consiguió la medalla de bronce en su categoría. Aquel equipo formado por Pelayo, Patri, Rolando, Poo, Cifrián, Manolo Ramos, Alberto de Pablo, Javi Bravo, Nanduco, Juanillo y yo quedara para la posteridad. El viaje hasta allá, los momentos previos en el Centro Niemeyer, el arroz con leche de la madre de Poo, la foto todos uniformados, duatletas venidos de toda España, la carrera, los ánmos, el momento pódium… simplemente brutal! Qué bien lo pasamos y menuda experiencia!


Camargo Astillero. Equipo de leyenda en Avilés

A título personal mi carrera, la de distancia corta (10+40+5 km) fue fantástica. Nunca había corrido esa distancia y corrí fenomenal bajando de 38’ en el primer diez mil (marca personal… y eso metidos en un duatlón) y luego rodando a más de 38 km/h durante toda la bici. El último sector me limité a disfrutar del momento y entré el 17º de España en mi categoría de 25-29 años.

Marca personal en el 10 mil durante el Cto.España en Avilés. Foto: Patri Corral
Con la moral por las nubes después de Avilés, la semana siguiente nos presentamos en el mítico duatlón de Santander de la S20. Corto, llano y con drafting… es decir… a fuego! Fue rapidísimo y divertidísimo! Gran primer sector a pie alcanzando a Juanillo incluso, y formando un grupo en bici que también fue antológico, con Loroño tirando y hasta seis integrantes del Camargo Astillero!! Qué gozada! Chus Cagigas, Luis López, Jandro, Grijuela, Juanillo y yo! Loroño tiró como un animal y yo, al ser tantos del equipo decidí colaborar… lo que pude! Volamos! Pero lo mejor estaba por llegar! Nos bajamos rapidísimos de la bici en la transición, yo salí el primero y por detrás todos mis compañeros como tiros! Yo iba a tope y ellos también. Me fueron pasando uno a uno hasta formar una fila india de seis duatletas del Camargo-Astillero corriendo a todo lo que daban. Fue precioso, de esos momentos para enmarcar. El abrazo y la euforia en la llegada lo decían todo, y eso que entramos en meta entre el 50º y 60º de la clasificación en un numerosísimo duatlón.
Satisfacción al acabar Santander
Después de seis fines de semana consecutivos de competición tocaba descanso en Semana Santa. Días de descanso de carreras pero no de bici teniendo una semana fantástica sobre las dos ruedas con etapones con Oli, mis hermanos y Juan, que vino de Salamanca unos días. Puertos, una vez más, disfrutando y de qué manera de la Tierruca!!


Disfrutando como Poo en las cuestas de Polanco. Foto: Pablo Gutiérrez
Mis mejores momentos de la temporada habían pasado, porque ya en Polanco, en un duatlón que me encanta por su dureza, ya sentí algo de fatiga, me sentí algo más falto de chispa. No fue mala carrera, disfrutando del primer sector y rodando fuerte en la bici. Además se produjo el reencuentro de parte de aquel mítico Dream Team de la UC corriendo con Dani Lanza. Ya poco a poco empezaba a haber ganas de tri, con un pequeño cambio de mentalidad.


Reencuentro de parte del Dream Team en el Du de Polanco
Por fortuna comencé a trabajar por fin en mayo, por lo que los entrenos con Oli en bici los sustituí por piscina y más piscina antes de ir a trabajar. Pero aún quedaban dos duatlones, y por qué no, había que correrlos! Duatlón de Cabezón, nuevo para mí, y en donde hice una gran carrera a pie por delante de Juanillo, Martín o Grijuela y hasta acercándome a Javi Bravo. Muy bien! La bici, que era llana, logré mantener un muy buen ritmo, aunque algo inferior que el de mis compañeros. Sin embargo acabé muy contento y finalicé el duatlón super fuerte y logrando la mejor clasificación hasta la fecha este año, un 30º puesto.


Gran primer sector a pie en Cabezón
Una semana después se cerraba el circuito con el Duatlón de Ribamontán al Monte en Villaverde de Pontones con un fuerte calor que olía ya a tri. Aquí, después de todas las buenas carreras del año, quise probarme y arriesgar dando un puntito más. No salió bien el experimento y me quemé, pero bueno, tenía que intentarlo. La carrera a pie me dejó muy tocado y en bici no me encontré nunca cómodo y con fuerzas. Cumplí y fui algo mejor en el último sector entrando en el puesto 45º. En casa me “exigieron” a principio de temporada quedar entre los 50 primeros, y en Torrelavega, Reinosa, Cabezón y Villaverde lo había conseguido ;)
Primer sector a pie de Ribamontan al Monte con Juanillo
Al final, 10 pruebas, ocho duatlones, un media maratón y una carrera de montaña de 23kms, sin duda el mejor comienzo de año desde que compito y haciendo los mejores duatlones de mi vida. Jamás llegué a pensar que correría tan rápido, bastante por debajo de 4’/km!! Y grandes medias en bici a treinta y pico de media… Increíble! 33º clasificado en el circuito cántabro de duatlón final. Las posiciones me importan bien poco! Ahora la gente corre mucho más, yo también corro mucho más que antes y me quedo con esa gran sensación y satisfacción que tengo, y sobre todo, con ganas y capacidad para seguir mejorando!
La bici, lo que más me gusta!!! Polanco 2014

RESULTADOS:

                Duatlón de Galizano (81º/149)

                Duatlón de Torrelavega (49º/132)

                Duatlón de Reinosa (44º/150)

    Cto. España Duatlón Distancia Corta GG.EE. 25-29 (17º)

                Duatlón de Santander (59º/170)

                Duatlón de Polanco (59º/122)  

                Duatlón de Cabezón de la Sal (30º/ 93)

                Duatlón de Ribamontán al Monte (45º/101)

               

    Media Maratón de Santander 1h 28' 37''                                            

                Trail Castillo Pedroso 23 km (123º/270)


Como carrera perfecta me quedaría con el primer sector a pie de Cabezón, la bici de Reinosa y el último sector de Santander! Buahh!! Como carrera global, sin duda el día fue el de Avilés, vaya carrera más sólida me salió, ese día sí que sentí las piernas fuertes de principio a fin! Pero más importante que todo esto, me quedo con la infinidad de momentos que nos deja esta temporada de duatlón 2014, el nuevo equipo, las quedadas en bici, los etapones, la bici de Torre con Grijuela y Pablín, el primer sector de Reinosa con Pablín y Luis, el día entero de Avilés, la fila india de los seis espartanos en el último sector de Santander, los ánimos de Juanillo en carrera, la rampa de Polanco subiendo con Poo, el frescor de Cabezón rodando por Cabuérniga, las ganas de tri en Villaverde llegando a boxes con Martín, todos los top ten de Pelayo, la manera de correr de Javi, el positivismo de Berto y Manolo, bueno y de Patri, Nanduco y el resto del equipo y demás amigos de otras escuadras…, las charlas con mi gente del tri en las previas y las muestras de apoyo e interés de aquellos que me seguís leyendo mis crónicas y como no, las que me aguantáis las historietas y los domingos de carrera en casa! Pero sobre todo se me ha quedado guardado en la memoria, y sigo teniendo muy presente, aquellos saltos, gritos y abrazos tras presenciar aquel histórico sprint de Pelayo en el Centro Niemeyer!! Ese sentimiento es el sentimiento de equipo de todos los que formamos el Camargo Astillero (5º por equipos en el circuito por cierto), y que, aunque no pueda llegar a nombrar a todos, entran y forman parte de esta nueva, ilusionante y gran etapa para mí!


Acabando el circuito de duatlón en Villaverde de Pontones, y ahora... al agua!!!
Y ahora, por fin, llega el TRIATLÓN!! El 8 de junio empieza la fiesta en las escaleras de Los Locos, seguiremos escribiendo crónicas, seguiremos disfrutando y seguiremos acumulando momentos, emociones y experiencias, porque este deporte, en el que se junta naturaleza, esfuerzo y compañerismo es precioso!!
Grimpeur!!

Pd. Y después de haber escrito estas líneas resumiendo la temporada de duatlón, me llegaron las noticias desde Pontevedra en donde nuestro Pelayo Menéndez se había proclamado SUBCAMPEÓN DEL MUNDO de duatlón en su grupo de edad!! Increíble y sensacional broche final a la temporada de du. Me alegro por Pelayo y me siento orgulloso por él y por haber sido uno de los culpables de haberle metido en este mundillo hace unos pocos años! Eres un grande!!!  Aupa este equipo del Camargo-Astillero!! Ahuuuu!