domingo, 17 de febrero de 2013

Marcha Solidaria del Norte, Trasierra 25 km

No recuerdo bien cuando descubrí la aparición de esta carrera, pero lo que si me acuerdo es que en cuanto vi el recorrido, supe que tenía que correrla, ya que atravesaba lugares muy especiales para mi, el reto cobraba un significado aún más amplio más allá de ser la segunda carrera a pie más larga que había corrido en mi vida.

Era la primera edición con motivo de las fiestas de Santa Eulalia en Trasierra y el éxito de participación y organización fue rotundo. Desde aquí mi enhorabuena. Más de 800 participantes nos dimos cita en este pequeño pueblo del término municipal de Ruiloba situado en un bonito enclave junto a los acantilados. Unos 300 de ellos a por los 75kms de bicicleta de montaña, y más de 500 inscritos en la carrera a pie de 25kms para la cual yo estaba aquí.  Después de prácticamente un mes de mal tiempo, el sol apareció en esta mañana de sábado. Los Picos nevados se elevaban detrás Cóbreces al llegar por la carretera. Qué pedazo día.

Cóbreces con los Picos de Europa detrás
Fui con tiempo y la organización estuvo perfecta. Momentos previos a la carrera, esos que tanto enganchan, y  con puntualidad se dio la salida de la BTT a las 11am y seguidamente a los de a pie.  Mi intención era disfrutar de la carrera y de los paisajes de Ruiloba y Cóbreces yendo tranquilo. El recorrido constaba de un primer bucle por los pueblos de Ruilobuca, Ruiloba y Liandres volviendo a Trasierra, y un segundo por Cóbreces volviendo de nuevo a Trasierra para acabar. Lo único, que, aunque la carrera estaba catalogada dentro del calendario de carreras de montaña, el recorrido transcurrió por más asfalto que por monte, lo que la hizo más rápida y más dura para los pies.


Al contrario de lo planeado, como me suele ocurrir, salí muy fuerte. Los dos primeros kilómetros bajando de Trasierra a la carretera y cogiendo la carretera del monte a cerca de 4min/km hasta las primeras rampas de la cota más elevada de la carrera. El primer tramo tenia buena pinta y fue muy divertido. Monte cien por cien y bonitas vistas al mar. Pistas, caminos, prados y barro. Aquí me acorde bien de Carlos. Fuimos bajando por caminos calizos y alguna pista hasta el pueblo de Ruilobuca. Callejos y asfalto. No conocía la zona pero fue entretenida, pero veía que estaba corriendo más rápido de lo que había pensado. Nos metieron por otro camino y repecho. Los repechos eran cortitos pero muy numerosos. Habíamos tenido algo de barro pero no quedaba mucho más, ya que lo que quedaba era sobre todo por un doloroso  asfalto. El tramo entre Ruiloba y Liandres se me hizo duro por eso. Quizá fue el momento más difícil porque íbamos apenas 10 kms y pensé en lo que aún quedaba, pero sabía que tenía que seguir fuera como fuera. Eché de menos el ritmo y la conversación de Karl en la carrera de Dublin, no encontraba a nadie con mi ritmo e íbamos adelantándonos unos a otros. Repechón en Liandres y nos asomamos al Cantábrico. Aquí me cogió un grupeto majo en el que marchaba la primera chica, y paralelos a la costa, ahora sí hablando de vez en cuando, cerramos el primer bucle llegando a Trasierra.

Bajada de Trasierra  a la playa de Cóbreces o Luaña
Sólo quedaba la parte de Cóbreces. Bajamos las duras rampas hasta la playa de Cóbreces, que luego tendríamos que subir para llegar a la meta. Ese mismo tramo que hicimos aquel día de agosto en el que conocí a una persona muy muy especial. Recordando ese gran día, llegué hasta la playa. Buenos momentos en esa campa y la pasarela hacia la playa. Y subida por la carretera a Cóbreces. Había perdido al grupeto al pararme a hacer una foto de los acantilados en la bajada, no podía faltar, pero poco a poco pude superar este tramo. Carretera y callejo para arriba, para coger el ultimo camino no asfaltado hasta la carretera del monte que ya conocía, pues dos pedazo guías de Cóbreces me habían llevado por allí hacía dos semanas para enseñármelo. Las fuerzas estaban justitas desde el tramo de Liandres y me emparejé a un corredor con el que charlé poco más de un kilometro. Como yo, iba a correr la Media Maraton de Santander y esta carrera era una puesta a punto perfecta, aunque también le hubiera gustado menos asfalto en el día de hoy. Pero la conversación no duró mucho pues se tuvo que detener por calambres. Yo seguía adelante. Por esta zona de Cóbreces iba a gusto y concentrado, eso sí, habiendo bajado el ritmo. Pero era mi tramo y por el cual hoy estaba aquí, pues de aquí es la persona más importante de mi vida y significababa mucho para mí. Llegamos al pueblo y bajamos unos metros por la carretera de Novales, para coger un callejo a la derecha y cruzar la carretera para tomar la carreteruca a Bolao. No pude resitirme echar la vista a atrás y ver Cóbreces con los Picos detrás, me encanta esa imagen, además con solazo, pero sobre todo mirando hacia delante con una sonrisa, mirando hacia Bolao, un lugar super especial. Justo en el cruce que cogimos desviándonos a la izquierda, el GPS me cantó los 21 kms recorridos, la media maratón en 1h 48min. No quedaba nada. Unas pintadas de Aupa Cóbreces en la carretera y bajada otra vez a la playa para afrontar la última y durísima subida hasta Trasierra.  Con cadencia y sorprendentemente entero superé el desnivel e hice meta. Mucho más rápido de lo que había pensado, en 2h 07min.

Con 25kms. Un poco más de barro no hubiese estado mal tampoco.
Un plato de pasta y ver que no habían llegado todavía muchos atletas fue el premio a esta larga y preciosa carrera tan especial para el que escribe.  Satisfacción, felicidad y ganas, a pesar de la paliza, de afrontar el siguiente objetivo, la Media Maratón de Santander en dos semanucas. Uuuuff... me había hecho 25kms a pie y ya estaba pensando en la siguiente, eso es muy buena señal!!! 

Fotos y video de la Marcha de Trasierra

Clasificación

Grimpeur!