Cita
fija en el calendario, Campeonato Regional de duatlón en Polanco. Sabado por la
tarde y hubo que hacer cambios de horario en el curro para poder acudir, desde
aquí muchas gracias a mi compañera María por cambiarme lo que hizo posible
presentarme en este mítico y duro duatlón, en el que la cuestona a pie que se
sube dos veces y el bonito sector ciclista sin drafting son los auténticos
protagonistas. Distancias 6,2km a pie, 27 km en bici y 3,1 km a pie de nuevo
para acabar.
Después
de toda la mañana de sábado trabajando, las sensaciones la verdad que eran para
ir a echarse una siesta. Muy cansado pero con muchas ganas de disfrutar de lo
que más me gusta. Alta y buena participación, y con puntualidad, a las 17:30h
se dio la salida con amenaza de lluvia pero buena temperatura.
El
sector a pie, como digo, dura. Dos vueltas a pie de 3,1km cada una, con bajada
de inicio, zona sinuosa de llano y viento en contra, para encaramar la temida y
larga cuestona con las dos rampas hasta el pueblo. Como las sensaciones no eran
muy buenas, hoy el objetivo era completar el duatlón dignamente y disfrutar del
recorrido, así que me tomé con calma la primera bajada donde la carrera siempre
se estira y se lanzan como locos para abajo. No me tomé ninguna referencia y me
preocupé tan sólo de mantener un ritmo sólido que pudiera mantener hasta el
inicio de la cuesta guardando algo para apretar ahí. En cabeza, vi como mi
compañero Diego Herrrera, todo loco, se tiraba para abajo con los primeros!!
Menos mal que hoy no fui a por él como en Reinosa. En el llano, intenté
colocarme resguardado del viento detrás de algún duatleta y empezó la cuesta
donde me alcanzó Poo y su velocidad crucero seguido de un buen grupeto. Nos
echamos unas risas subiendo para aliviar el sufrimiento del rampón, y coronamos
para empezar el segundo y último de los giros.
Por
entonces, me había alcanzado un interesante grupo con gente como Loroño, Edu
del Triflavi y algún mítico más, grupo que, al fin y al cabo, era el mío. En la
bajada me empareje con Poo que llevaba un buen ritmo hasta la carretera que
llevaba a la rampa, momento en el cual nos pasó el gigantón del Bender Marsella. A por él, ya que era una espalda
perfecta en el tramo donde más pegaba el viento en contra. Dejé a Poo y alcancé
a Marsella, que a su vez apretó para alcanzar al grupo que nos precedía.
Metidos ya en el grupo, que era bueno encaramamos por última vez la cuestona.
Sufrimiento y por fin arriba, donde estaban los boxes. Al final me salió 15
segundos peor que el año pasado, habiendo apretado mucho más esa última
edición. En esta me lo tomé con más calma y guardé mucho para lo que quedaba,
que no era poco.
Cogí la
bici y para abajo la misma cuestona que habíamos subido. Una bici durilla y
bonita con 27 kms por delante en solitario. Intenté no cebarme para llegar con
fuerzas a la última subida, sin embargo, vi como fui cogiendo a gente. En la
subidilla que hay entre Polanco y Sierrapando cogí a un grupo que iba bien,
salvo, lamentablemente, un tristemente conocido duatlet del Polanco que,
descaradamente, iba metido a rueda detrás de otro, ya en el tramo de falso
llano, donde más pegaba el viento de cara. Qué rabia!! Pero por qué lo hará!?
Si iremos en mitad de carrera… Me dio tanta rabia que apreté, casi echando un
sprint, y reduje los cien metros que nos separaban para ponerme a su par y
decirle: “No seas tan descarado macho!!, que a los demás también nos cuesta!”.
No soy quién para actuar de policía y decir a cada uno lo que puede o no puede
hacer, pero me dio tanta rabia que traté de expresar lo que estoy seguro que
pensaban los cinco o seis duatletas que estaban presenciando la acción como yo.
Hice un esfuerzo grande, y estaba seguro que tras increpar a este corredor, me
pasarían él y el resto, pero sin embargo, me acoplé bien y continué manteniendo
un buen ritmo hasta Torrelavega, es más, me encontré fuerte, incluso en el
sinuoso y precioso tramo de El Mazo hasta Zurita. Fue en este tramo donde me
pasón un nutrido grupeto de duatletas, entre ellos el capitán Martín hoy con
lenticular. Le animé y saludé y me decidí a apretar, un poco más, para intentar
seguir su ritmo. Lanzados, encaramamos la recta de Zurita con viento a favor.
Como me lo paseé rodando a bloque con todo metido a cerca de 60 km/h. No perdí
de vista el grupeto que comandaba Martín, pero ya en el tramo del Paraíso del
Pas, les fui perdiendo de vista. Da igual, lo importante es no quemarse para la
ascensión al Alto de Pedroa. Disfruté muchísimo esta parte de la carrera,
incluso el sol se dejó ver. En el mítico repecho de Oruña del km 19 de la Bajo
Pas, me alcanzó otro grupillo. Sin embargo, a estos, no dejé que se me
escaparan. Incluso ya en la ascensión, con viento de cara, me encontré ligero y
con cadencia, y me puse en cabeza de grupo a mi ritmo. Mucho mejor que otros
años. Ya arriba, me emparejé, siempre guardando las distancias, con un hombre
del Colindres, Cuero, con el que completé el recorrido.
Llegada
a Polanco! Boxes y cambio de zapatillas. Justo cuando echaba a correr vi a mi
amigo Javier Lopez del Campoo. Hombreeee!! Otra vez tu!! Juntos ya terminamos
el último sector del Duatlón de Torrelavega. Entero, eché a correr para abajo.
3,1 km por delante, una vuelta al mismo circuito de antes. No iba mal, pero me
pasaron un par de ellos, uno de los cuales era Bizcarra como un tiro. ¿Pero
dónde va? Primero pensé a ver si iban a ser dos vueltas, luego imaginé que
estaría preparando alguna carrera larga y estaba prolongando el sector para
entrenar. Lamentablemente, estaba completando el duatlón e iba detrás de mí. En
bici iba el primero, pero el coche que abría carrera se equivocó y le hizo
recorrer 4 kms más que el resto. Yo seguí a lo mío, pero en seguida me alcanzó
Javi a muy buen ritmo. Con él!! Pero me llevaba con el gancho. Cómo me hizo
sufrir en el final de la bajada y en el llano. Me pequé a su espalda con más
raza que piernas. La mirada fijada en la bandera cántabra dibujada en la
espalda de su trimono y luchando por no soltarme. Qué buen sector!! En el tramo
de aproximación a la temida y última cuestona me refugié del viento aprovechándome
absolutamente de mi amigo, y ya en el inicio de la subida me tocaba ya a mí.
Subiendo me suelo encontrar a gusto, así que me puse en paralelo con Javi y
empecé a tirar yo. Cogimos a Valdecillo y para adelante. Noté que estaba
haciendo sufrir a Javi y le animé! Vamos!!! Que no queda nada!! Echando el
resto coronamos y perfilamos la última recta juntos! Qué gran sector y gracias
a Javi, porque sin él no hubiese apretado tanto. De la mano y reconociendo su
trabajo, cruzamos la línea de meta con un abrazo y una gran satisfacción.
Puesto 64º y 1h 29min, y la sensación de haber cuajado uno de los mejores y más
sólidos duatlones de Polanco que recuerdo. Tal vez, haber empezado sin muchas
expectativas agranda la buena carrera que me salió. Años anteriores empecé a
tope y pagué los esfuerzos sufriendo muchísimo en Pedroa y al final. La
diferencia con el año pasado, apenas 15 segundos y satisfacción máxima. Hay que
disfrutar!!! Y hay que hacer lo que a uno le gusta, y hacerlo con pasión, ese,
más entrenar un poquitín, es el secreto para disfrutar de cada momento. Aquí en
las carreras y en cada una de las cosas que hacemos en la vida.
Hoy era
el duatlón de Laredo, por trabajo no he podido asistir, pero habrá más! He
visto ya fotos de cómo han disfrutado mis compañeros. De momento a mí me queda
el Duatlón de Cabezón de la Sal, y ya después… triatlón!!!! De mientras, no
hemos desaprovechado la semana con un pedazo tappone con buenos amigos por los
puertos de Cantabria: Lunada, La Sía y Alisas, qué pasada!! Y hemos hecho la
primera Picota de la temporada!! Esto es un paraíso!!! QUIERO MÁS!!!
Grimpeur!!