Sin respiro, la temporada de duatlón continúa. Esta semana, el Duatlón de Santander, que se disputará la tarde del sábado 1 de mayo en las proximidades de los Campos de Sport del Sardinero. Las distancias de carrera son 5-21-2,5km. La salida se lanzará a las 17.30h enfrente del estadio y el Palacio de los Deportes con el primer sector de carrera a pie de 5km dando dos vueltas a un circuito por la S20 y un tramo por el aparcamiento del Rácing. Serán rápidos, como toda la carrera, y sin demora se cogerá la bici para iniciar el sector de bicicleta de 21km llanos dando cinco vueltas a la S20 entre las rotonda del Peregrino y la rotonda de Monte. En este sector se va a volar y el paso de los corredores varias veces por el mismo sitio se hará más atractivo para los espectadores que se den cita. Para finalizar, 2,5km de carrera a pie por las inmediaciones del estadio concluyendo el duatlón.
El equipo de la Universidad de Cantabria contará con la presencia de nada más y nada menos que 17 duatletas que trataran de subir al podium por equipos como la semana anterior en Polanco, además, corren en casa. A parte de formar parte del circuito cántabro de duatlón, el Duatlón de Santander es también Campeonato Universitario y la inscripción está abierta para cualquier universitario sin licencia que desee participar. Esperamos que la gente se anime y, si no es a participar, se acerque a animar a todos los duatletas y disfrutar del espectáculo. Nos vemos el sábado.
El previo y los detalles de la carrera en el siguiente enlace:
http://www.fetricantabria.com/Calendario/Previos/2010/PrevioDuatlon%20Santander2010.doc
Grimpeur!
jueves, 29 de abril de 2010
martes, 27 de abril de 2010
RUTA 28: SEJOS Y LA CONCILIA desde Jaya Cruzá
· Salida-Llegada: Jaya Cruzá 650m (Carretera de Palombera)
· Tiempo: 10h 15min
· Desnivel: más de 1300m
· Cimas: Cueto de la Concilia 1975m
· Máxima cota: La Concilia 1975m
· Nivel Dificultad: Avanzado
CRÓNICA Y FOTOS
25 de abril de 2010, soleado y niebla densa en la segunda mitad del dia.
Montañeros: Carlos, Pedro, Juan, Ville, Damián y Pablo
Fauna avistada: dos grupos de varios rebecos, tres venados, anfibios, una posible víbora, pájaros, insectos y un esqueleto de rapaz, además del típico ganado caballar y bovino de Sejos.
Cascadas espectaculares, formaciones geológicas incréibles, hayas centenarias, las enigmáticas brañas de Sejos, niebla densa, una cima de casi dos mil metros, nieve en la cumbre, fauna salvaje, ríos que vadear y sobretodo la gran selva de Saja en las más de 10 horas de ruta. Rutón.
Echamos a andar pasadas las 10 de la mañana desde el enclave llamado la Jaya Cruzá, a media subida de la carretera de Palombera. El comienzo del sendero está bien señalado, y en la única bifurcación nada más comenzar tiramos a la derecha. El camino, llamado camino de Cureñas, tiene un encanto especial porque solo es posible recorrerlo a pie. Internados en el bosque desde el primer momento llegamos pronto a Tramborríos donde descubrimos las ruidosas cascadas deslizarse y saltar entre las rocas. Dos antiestéticos puentes de hormigón cruzan los dos ríos que se unen en ese punto, el río Infierno y el río Diablo a la derecha que será el que seguiremos. El sol apretaba y pensamos que sería un magnífico colofón darnos un chapuzón en uno de los pozos a la vuelta. Continuamos atravesando el bosque siguiendo el senderuco que sin pérdida, va subiendo constantemente pero sin grandes pendientes. Un par de zigzags observando las inmensas hayas, alguna de las cuales ya había empezado a sacar las hojas con un verde intenso. Fuimos dejando el caudaloso río Diablo con las aguas provenientes de Sejos abajo sin perder nunca el sonido de las cascadas. Aproximadamente a mitad de subida, aparecen los llamados Molinucos del Diablo, unas incréibles formaciones de piedra en equilibrio que se elevan varios metros en forma de columnas. Subimos bastante rápido sin parar y decidimos hacer un breve descanso encaramados a una roca y aprovechar para echarnos algo a la boca. Sin demora continuamos y poco a poco fuimos saliendo del bosque entrando en las brañas de Sejos. Justo en el punto donde había que atravesar el río nos cruzamos con Tomás y Ana (tíos de Pablo) que bajaban y llevaban consigo una numerosa excursión de vecinos del Valle de Toranzo. El paso del rio fue un momento de tensión, ya que no había ningún paso claro y las aguas bajaban con fuerza. De piedra a piedra saltando y ayudados con las varas y el bastón lo conseguimos y pusimos rumbo, ya por un terreno de escobas y escajos, a la braña donde se encuentran los Cantos de la Borrica, impresionantes bloques de conglomerado que se reparten por toda la pradería del collado de Sejos. Bajo el bloque más grande, junto al refugio construido debajo, dimos cuenta de la merecida comida que cargábamos a las espaldas y que hacia ya varios minutos que nuestros estómagos reclamaban. Llevábamos casi tres horas y media de ruta y el hambre era importante. Hasta este punto, había lucido el sol y tan sólo la cima de la Concilia había estado cubierta impidiendo verse la cumbre. Pero esas nubes que cubrían las montañas más altas bajaron mientras comíamos y en unos pocos minutos nos encontramos rodeados por una densa niebla que apenas dejaba vislumbrar los cantos más cercanos. El cansancio, la niebla y el desnivel que nos restaba hasta la Concilia hicieron aparecer alguna duda pero decidimos acercarnos al menos hasta el collado de Sejos a 1450m y poco a poco hasta el Collado Jitón donde se encuentran los menhires. Sorprendentemente, la niebla se abrió un poco, lo suficiente para identificar sin problemas por donde íbamos, hasta que de repente, como si de un coloso inexpugnable se tratara, apareció por primera vez para nuestros ojos la inmensa pared de la Concilia que se perdía en le cielo. Una imagen impactante. Llegados al Collado Jitón viramos a la derecha para comenzar la verdadera ascensión a la Concilia. Aún no veíamos donde se encontraba la cima pero la niebla parecía abrirse por momentos o se quedaba en la vertiente que bajaba a Puente Pumar. Fuimos subiendo, cada uno a su ritmo, en cabeza Pedro y Carlos que coronaron los primeros y vieron dos rebecos, seguidos de Juan y Pablo que avistaron otro grupo de rebecos diferentes y detrás Ville y Damián que lograron al final alcanzar la cumbre épicamente. Arriba, la niebla dejaba ver de vez en cuando las cimas de la sierra del Cordel enfrente, imponentes al otro lado de Sejos. Hacia el suroeste aparecian las cumbres de la Cordillera nevadas todas ellas, y al Oeste, tirando hacia el Norte, se asomaba un oscuro risco de entre las nubes que era el Cuernón de Peña Sagra. Las nubes nos impidieron ver más pero lo cierto que estar en la cima parecía como formar parte del cielo, rodeados de nubes y bancos de niebla atravesando con el viento la arista final. El último tramo conservaba un gran nevero de varios centimetros de espesor, incluso de casi un metro, acumulado por las ventiscas de la temporada. En la cima, curiosamente, se estaba fenomenal de temperatura y dedicamos un buen tiempo en disfrutar del momento y, tras depositar nuestros nombres y el título de “Expedición Inter” en el buzón alpino, comenzamos el descenso por donde habiamos subido hasta el Collado Jitón. Una vez aquí, decidimos bajar directamente siguiendo el curso del arroyo Abidul que nos ayudaria a encontrar el camino de Cureñas por el que habiamos subido y asi no tener que volver a pasar por los Cantos de la Borrica. Campo a través, sin perder nunca el rio, sorprendimos a tres venados que echaron a correr entre las escobas ladera arriba. Les vimos desde bastante cerca. La niebla densa volvió a hacer aparición hasta el punto de no ver más allá de 10 metros. Algunos de los miembros de la expedición empezaron a tener dudas de si llegaríamos a donde teníamos que llegar, pero el curso del agua nunca engaña y había seguridad de alcanzar el lugar por donde habíamos cruzado horas antes el río, y así fue, lo encontramos. Llegó el momento de cruzar el rio y hubo problemas para encontrar el mejor sitio, pues las aguas bajaban bien y no habia un paso claro. Una vez más pasamos saltando de piedra en piedra, pero esta vez por un lugar más complicado hasta el punto de que un integrante del grupo cayó y se vió con los dos pies en el agua hasta casi las rodillas. Cambio de calcetines y continuamos. Lo más dificil fue encontrar el camino una vez atravesado el rio. Mas o menos sabíamos que el camino estaba ahí, pero no se veía nada por la niebla. Subimos entre los matorrales y decicimos hacer un corte transversal para encontrar el sendero que tenia que ir paralelo a nosotros y con las indicaciones del GPS lo encontramos y comenzamos el último gran tramo de la ruta, el descenso por el camino de Cureñas hasta la carretera. Un larguisimo descenso atravesando el increíble bosque con las hayas que iban apareciendo enigmáticamente entre la espesa niebla y la penumbra del atardecer que fue cayendo hasta la hora de llegada. A las 20:35 de la tarde, despues de más de diez horas desde que salimos, llegamos a la carretera y concluímos la ruta. Devoramos la cuantiosa comida que afortunadamente nos había quedado y pusimos rumbo a casa con una buena paliza encima, pero también con la enorme satisfacción de haber realizado una grandísima ruta y haber coronado casi un dos mil.
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES
La ruta es larga. El camino de Cureñas no tiene pérdida hasta llegar a las brañas de Sejos. Una vez allí el objetivo es alcanzar el collad, tirando siempre dirección Oeste. La subida a la Concilia es agreste y la pala final hasta la antecima es bastante rocosa. Siempre se dice que en Sejos hay que tener mucho cuidado con la niebla, y es cierto, la niebla puede aparecer en pocos minutos y asi nos ocurrió a nosotros. Es recomendable fijarse bien en los detalles que podemos identificar y en los pasos para así ubicarnos. No continuar en caso de no saber bien por donde hay que ir ni conocerse el terreno. Contando con todas estas precauciones, la ruta es más que recomendable por el extenso manto boscoso caducifolio, presencia de numerosa fauna, formaciones geológicas singulares y paisajes inigualables, en definitiva, por adentrarnos en el mismísimo corazón de Cantabria.
Grimpeur!
· Tiempo: 10h 15min
· Desnivel: más de 1300m
· Cimas: Cueto de la Concilia 1975m
· Máxima cota: La Concilia 1975m
· Nivel Dificultad: Avanzado
CRÓNICA Y FOTOS
25 de abril de 2010, soleado y niebla densa en la segunda mitad del dia.
Montañeros: Carlos, Pedro, Juan, Ville, Damián y Pablo
Fauna avistada: dos grupos de varios rebecos, tres venados, anfibios, una posible víbora, pájaros, insectos y un esqueleto de rapaz, además del típico ganado caballar y bovino de Sejos.
Cascadas espectaculares, formaciones geológicas incréibles, hayas centenarias, las enigmáticas brañas de Sejos, niebla densa, una cima de casi dos mil metros, nieve en la cumbre, fauna salvaje, ríos que vadear y sobretodo la gran selva de Saja en las más de 10 horas de ruta. Rutón.
Echamos a andar pasadas las 10 de la mañana desde el enclave llamado la Jaya Cruzá, a media subida de la carretera de Palombera. El comienzo del sendero está bien señalado, y en la única bifurcación nada más comenzar tiramos a la derecha. El camino, llamado camino de Cureñas, tiene un encanto especial porque solo es posible recorrerlo a pie. Internados en el bosque desde el primer momento llegamos pronto a Tramborríos donde descubrimos las ruidosas cascadas deslizarse y saltar entre las rocas. Dos antiestéticos puentes de hormigón cruzan los dos ríos que se unen en ese punto, el río Infierno y el río Diablo a la derecha que será el que seguiremos. El sol apretaba y pensamos que sería un magnífico colofón darnos un chapuzón en uno de los pozos a la vuelta. Continuamos atravesando el bosque siguiendo el senderuco que sin pérdida, va subiendo constantemente pero sin grandes pendientes. Un par de zigzags observando las inmensas hayas, alguna de las cuales ya había empezado a sacar las hojas con un verde intenso. Fuimos dejando el caudaloso río Diablo con las aguas provenientes de Sejos abajo sin perder nunca el sonido de las cascadas. Aproximadamente a mitad de subida, aparecen los llamados Molinucos del Diablo, unas incréibles formaciones de piedra en equilibrio que se elevan varios metros en forma de columnas. Subimos bastante rápido sin parar y decidimos hacer un breve descanso encaramados a una roca y aprovechar para echarnos algo a la boca. Sin demora continuamos y poco a poco fuimos saliendo del bosque entrando en las brañas de Sejos. Justo en el punto donde había que atravesar el río nos cruzamos con Tomás y Ana (tíos de Pablo) que bajaban y llevaban consigo una numerosa excursión de vecinos del Valle de Toranzo. El paso del rio fue un momento de tensión, ya que no había ningún paso claro y las aguas bajaban con fuerza. De piedra a piedra saltando y ayudados con las varas y el bastón lo conseguimos y pusimos rumbo, ya por un terreno de escobas y escajos, a la braña donde se encuentran los Cantos de la Borrica, impresionantes bloques de conglomerado que se reparten por toda la pradería del collado de Sejos. Bajo el bloque más grande, junto al refugio construido debajo, dimos cuenta de la merecida comida que cargábamos a las espaldas y que hacia ya varios minutos que nuestros estómagos reclamaban. Llevábamos casi tres horas y media de ruta y el hambre era importante. Hasta este punto, había lucido el sol y tan sólo la cima de la Concilia había estado cubierta impidiendo verse la cumbre. Pero esas nubes que cubrían las montañas más altas bajaron mientras comíamos y en unos pocos minutos nos encontramos rodeados por una densa niebla que apenas dejaba vislumbrar los cantos más cercanos. El cansancio, la niebla y el desnivel que nos restaba hasta la Concilia hicieron aparecer alguna duda pero decidimos acercarnos al menos hasta el collado de Sejos a 1450m y poco a poco hasta el Collado Jitón donde se encuentran los menhires. Sorprendentemente, la niebla se abrió un poco, lo suficiente para identificar sin problemas por donde íbamos, hasta que de repente, como si de un coloso inexpugnable se tratara, apareció por primera vez para nuestros ojos la inmensa pared de la Concilia que se perdía en le cielo. Una imagen impactante. Llegados al Collado Jitón viramos a la derecha para comenzar la verdadera ascensión a la Concilia. Aún no veíamos donde se encontraba la cima pero la niebla parecía abrirse por momentos o se quedaba en la vertiente que bajaba a Puente Pumar. Fuimos subiendo, cada uno a su ritmo, en cabeza Pedro y Carlos que coronaron los primeros y vieron dos rebecos, seguidos de Juan y Pablo que avistaron otro grupo de rebecos diferentes y detrás Ville y Damián que lograron al final alcanzar la cumbre épicamente. Arriba, la niebla dejaba ver de vez en cuando las cimas de la sierra del Cordel enfrente, imponentes al otro lado de Sejos. Hacia el suroeste aparecian las cumbres de la Cordillera nevadas todas ellas, y al Oeste, tirando hacia el Norte, se asomaba un oscuro risco de entre las nubes que era el Cuernón de Peña Sagra. Las nubes nos impidieron ver más pero lo cierto que estar en la cima parecía como formar parte del cielo, rodeados de nubes y bancos de niebla atravesando con el viento la arista final. El último tramo conservaba un gran nevero de varios centimetros de espesor, incluso de casi un metro, acumulado por las ventiscas de la temporada. En la cima, curiosamente, se estaba fenomenal de temperatura y dedicamos un buen tiempo en disfrutar del momento y, tras depositar nuestros nombres y el título de “Expedición Inter” en el buzón alpino, comenzamos el descenso por donde habiamos subido hasta el Collado Jitón. Una vez aquí, decidimos bajar directamente siguiendo el curso del arroyo Abidul que nos ayudaria a encontrar el camino de Cureñas por el que habiamos subido y asi no tener que volver a pasar por los Cantos de la Borrica. Campo a través, sin perder nunca el rio, sorprendimos a tres venados que echaron a correr entre las escobas ladera arriba. Les vimos desde bastante cerca. La niebla densa volvió a hacer aparición hasta el punto de no ver más allá de 10 metros. Algunos de los miembros de la expedición empezaron a tener dudas de si llegaríamos a donde teníamos que llegar, pero el curso del agua nunca engaña y había seguridad de alcanzar el lugar por donde habíamos cruzado horas antes el río, y así fue, lo encontramos. Llegó el momento de cruzar el rio y hubo problemas para encontrar el mejor sitio, pues las aguas bajaban bien y no habia un paso claro. Una vez más pasamos saltando de piedra en piedra, pero esta vez por un lugar más complicado hasta el punto de que un integrante del grupo cayó y se vió con los dos pies en el agua hasta casi las rodillas. Cambio de calcetines y continuamos. Lo más dificil fue encontrar el camino una vez atravesado el rio. Mas o menos sabíamos que el camino estaba ahí, pero no se veía nada por la niebla. Subimos entre los matorrales y decicimos hacer un corte transversal para encontrar el sendero que tenia que ir paralelo a nosotros y con las indicaciones del GPS lo encontramos y comenzamos el último gran tramo de la ruta, el descenso por el camino de Cureñas hasta la carretera. Un larguisimo descenso atravesando el increíble bosque con las hayas que iban apareciendo enigmáticamente entre la espesa niebla y la penumbra del atardecer que fue cayendo hasta la hora de llegada. A las 20:35 de la tarde, despues de más de diez horas desde que salimos, llegamos a la carretera y concluímos la ruta. Devoramos la cuantiosa comida que afortunadamente nos había quedado y pusimos rumbo a casa con una buena paliza encima, pero también con la enorme satisfacción de haber realizado una grandísima ruta y haber coronado casi un dos mil.
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES
La ruta es larga. El camino de Cureñas no tiene pérdida hasta llegar a las brañas de Sejos. Una vez allí el objetivo es alcanzar el collad, tirando siempre dirección Oeste. La subida a la Concilia es agreste y la pala final hasta la antecima es bastante rocosa. Siempre se dice que en Sejos hay que tener mucho cuidado con la niebla, y es cierto, la niebla puede aparecer en pocos minutos y asi nos ocurrió a nosotros. Es recomendable fijarse bien en los detalles que podemos identificar y en los pasos para así ubicarnos. No continuar en caso de no saber bien por donde hay que ir ni conocerse el terreno. Contando con todas estas precauciones, la ruta es más que recomendable por el extenso manto boscoso caducifolio, presencia de numerosa fauna, formaciones geológicas singulares y paisajes inigualables, en definitiva, por adentrarnos en el mismísimo corazón de Cantabria.
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lunes, 19 de abril de 2010
Duatlón de Azkoitia (Pais Vasco)
Azkoitia (Guipuzcoa), 18 abril 2010
La noche del sábado fue dura. La noche del sábado no está hecha para quedarse en casa en soledad, sino para disfrutar de los buenos amigos, salir y pasarlo bien para tomar aire de cara al resto de la semana. Pero quien algo quiere, algo le cuesta y una vez más, el esfuerzo mereció la pena.
A las 8:00a.m. pusimos rumbo a Euskadi. Curiosamente este año he corrido en más carreras en el Pais Vasco que en Cantabria. La semana pasada me perdi el duatlon de Torrelavega tras pasar el fin de semana en Madrid. La UC estuvo presente en el Medio Maratón de Madrid donde se superaron las expectativas en todos los sentidos. Pero habia ganas de bici también y busqué en el calendario el duatlón más cercano, la cita era el Duatlón de Azkoitia, en Guipúzcoa de distancias 8-36-4 km.
Llegamos pronto y fuimosa recoger el dorsal a la plaza de Azkoitia dando un paseo. Sorprendentemente me pareció un pueblo muy bonito, con caserones, torres y una bonita iglesia barroca. Por mitad del pueblo, surcaba el río, que era cruzado por varios puentes por donde trasncurria la carrera a pie. Los dos únicos integrantes de la UC eramos Jesús Miguel y yo, aunque también participaba Eneko que este año ha cambiado de equipo. Un breve calentamiento y a la salida.
El primer sector de 8km, aunque probablemente no llegaba a esa distancia. Empecé fatal. Intenté progresar demasiado rápido para coger un grupillo con ritmo fuerte pero me excedí demasiado y el primer giro de 4km fue un auténtico infierno. Eterno. Ahogado, se me pasaron por la cabeza los clásicos pensamientos de “¿qué hago yo aquí corriendo?” ó ”¡uff, hoy sí que no acabo!”. Pero en la segunda vuelta me recuperé y me encontré mucho más “cómodo”. Seguí a un grupo que llevaba un ritmo un poco superior al mío, pero tenía que aguantar, aunque sabía que iba por encima de mis posibilidades. El recorrido era llano pero con un buen repecho en la parte final con su consiguiente bajada hacia boxes.
Transición rápida y pequeño resbalón con las calas. En seguida ya estaba saliendo del pueblo y pasando gente. Me habian comentado que el sector de bicicleta era llano. La mitad picando hacia arriba subiendo el curso de un río hasta el pueblo de Urretxu y la vuelta hacia abajo. En los primeros kilómetros era donde había que apretar para formar un grupeto rápido. Progresé bastante,. Pasé unos dos o tres pequeños grupos intentando encontrar colaboración pero llegó un momento en que me encontré rodando en solitario y con un pelotón a unos cien metros delante de mí. Dudé si parar y llegar haciendo relevos con los de atrás, pero decidí darme el calentón y, bien acoplado, llegar a los de adelante sólo. Suerte que por detrás me alcanzó una chica que rodaba fenomenal. Fue, a la postre, la ganadora en categoria femenina. Entre los dos contactamos, pero ahí no acabo la cosa, pues seguimos tirando del grupo. Con otro buen colaborador alcanzamos y superamos otro gran grupo. Con una veintena de corredores de lastre, intenté animar a alguien para que entre todos, con pequeños relevos, podríamos alcanzar a más, a lo cual, recibí una muy mala contestación de un corredor. Mi inocente propuesta, sin embargo, causó resultado y con un par de corredores más llegamos a un pelotón numerosímo, momento en el cual decidí pasar a ser un integrante más. Era tan sólo el kilómetro 12, y a partir de ahí a rodar y rodar sin parar. Alguna dificultad cuando el grupo se ponía en fila de a uno por la velocidad y la ligera pendiente, y a pesar de tener los gemelos muy maduros ya, aguanté sin problemas hasta el final. La bajada, a una velocidad increíble por la sinuosa carretera de la ida. Tan increíble que no había ni un segundo para perder la concentración para mirar el cuentakilómetros o beber agua, pero calculo que fueramos a unos 45-55km/h todo el rato. Y al final, la última sorpresa. Viendo los tejados de Azkoitia, con la gente desatandose ya los botines, de repente nos desviaron a la derecha hacia un repecho que había que subir y bajar, dar la vuelta y volver a subir. En ese momento creí que me iba quedar pero, metido bien en el grupo, sin quitar el plato, aguanté bien y llegué en el pelotón a boxes.
En boxes una satisfacción enorme. No recuerdo haber encontrado nunca los boxes con tan pocas bicicletas en la segunda transición. Sólo quedaba morir en los últimos kilómetros a pie. De los más de treinta integrantes de mi pelotón, se me marcharon todos. Con las piernas más que maduritas sabía que todos ellos eran de un ritmo superior al mio corriendo y me resigné a sufrir hasta la meta completamente sólo, ayudado por los ánimos de las jóvenes voluntarias de la carrera hasta superar el repecho final y entrar en la recta final en la estrecha calle central del pueblo, atestada de gente animando y aplaudiendo, los niños ofreciendote la mano para chocarte, el arco y el reloj de meta al fondo y el speaker de la prueba pronunciándo tu nombre. Exhausto y con esa sensación increíble tan difícil de describir, llegué a meta con los brazos en alto y con un gesto de rabia, orgullo y satisfacción. Carrerón. Uno de esos días que descubres que puedes correr más de lo que nunca habías imaginado.
Al final concluí el 72º de 197 que terminamos y con un gran puesto 37 en tiempos sobre la bicicleta. Reventado, con una buena palizuca encima, las miras se centran ya en la próxima carrera, el Duatlón de Polanco la semana que viene. Ya hay ganas de correr en Cantabria, aunque siempre es un lujo poder hacerlo en el Pais Vasco donde la organización es excelente y a pesar que la de prueba de Azkoitia no llegó a los niveles de organización de Basauri, esta vez contamos con chips para la toma de tiempos.
Más, más, más.
Grimpeur
La noche del sábado fue dura. La noche del sábado no está hecha para quedarse en casa en soledad, sino para disfrutar de los buenos amigos, salir y pasarlo bien para tomar aire de cara al resto de la semana. Pero quien algo quiere, algo le cuesta y una vez más, el esfuerzo mereció la pena.
A las 8:00a.m. pusimos rumbo a Euskadi. Curiosamente este año he corrido en más carreras en el Pais Vasco que en Cantabria. La semana pasada me perdi el duatlon de Torrelavega tras pasar el fin de semana en Madrid. La UC estuvo presente en el Medio Maratón de Madrid donde se superaron las expectativas en todos los sentidos. Pero habia ganas de bici también y busqué en el calendario el duatlón más cercano, la cita era el Duatlón de Azkoitia, en Guipúzcoa de distancias 8-36-4 km.
Llegamos pronto y fuimosa recoger el dorsal a la plaza de Azkoitia dando un paseo. Sorprendentemente me pareció un pueblo muy bonito, con caserones, torres y una bonita iglesia barroca. Por mitad del pueblo, surcaba el río, que era cruzado por varios puentes por donde trasncurria la carrera a pie. Los dos únicos integrantes de la UC eramos Jesús Miguel y yo, aunque también participaba Eneko que este año ha cambiado de equipo. Un breve calentamiento y a la salida.
El primer sector de 8km, aunque probablemente no llegaba a esa distancia. Empecé fatal. Intenté progresar demasiado rápido para coger un grupillo con ritmo fuerte pero me excedí demasiado y el primer giro de 4km fue un auténtico infierno. Eterno. Ahogado, se me pasaron por la cabeza los clásicos pensamientos de “¿qué hago yo aquí corriendo?” ó ”¡uff, hoy sí que no acabo!”. Pero en la segunda vuelta me recuperé y me encontré mucho más “cómodo”. Seguí a un grupo que llevaba un ritmo un poco superior al mío, pero tenía que aguantar, aunque sabía que iba por encima de mis posibilidades. El recorrido era llano pero con un buen repecho en la parte final con su consiguiente bajada hacia boxes.
Transición rápida y pequeño resbalón con las calas. En seguida ya estaba saliendo del pueblo y pasando gente. Me habian comentado que el sector de bicicleta era llano. La mitad picando hacia arriba subiendo el curso de un río hasta el pueblo de Urretxu y la vuelta hacia abajo. En los primeros kilómetros era donde había que apretar para formar un grupeto rápido. Progresé bastante,. Pasé unos dos o tres pequeños grupos intentando encontrar colaboración pero llegó un momento en que me encontré rodando en solitario y con un pelotón a unos cien metros delante de mí. Dudé si parar y llegar haciendo relevos con los de atrás, pero decidí darme el calentón y, bien acoplado, llegar a los de adelante sólo. Suerte que por detrás me alcanzó una chica que rodaba fenomenal. Fue, a la postre, la ganadora en categoria femenina. Entre los dos contactamos, pero ahí no acabo la cosa, pues seguimos tirando del grupo. Con otro buen colaborador alcanzamos y superamos otro gran grupo. Con una veintena de corredores de lastre, intenté animar a alguien para que entre todos, con pequeños relevos, podríamos alcanzar a más, a lo cual, recibí una muy mala contestación de un corredor. Mi inocente propuesta, sin embargo, causó resultado y con un par de corredores más llegamos a un pelotón numerosímo, momento en el cual decidí pasar a ser un integrante más. Era tan sólo el kilómetro 12, y a partir de ahí a rodar y rodar sin parar. Alguna dificultad cuando el grupo se ponía en fila de a uno por la velocidad y la ligera pendiente, y a pesar de tener los gemelos muy maduros ya, aguanté sin problemas hasta el final. La bajada, a una velocidad increíble por la sinuosa carretera de la ida. Tan increíble que no había ni un segundo para perder la concentración para mirar el cuentakilómetros o beber agua, pero calculo que fueramos a unos 45-55km/h todo el rato. Y al final, la última sorpresa. Viendo los tejados de Azkoitia, con la gente desatandose ya los botines, de repente nos desviaron a la derecha hacia un repecho que había que subir y bajar, dar la vuelta y volver a subir. En ese momento creí que me iba quedar pero, metido bien en el grupo, sin quitar el plato, aguanté bien y llegué en el pelotón a boxes.
En boxes una satisfacción enorme. No recuerdo haber encontrado nunca los boxes con tan pocas bicicletas en la segunda transición. Sólo quedaba morir en los últimos kilómetros a pie. De los más de treinta integrantes de mi pelotón, se me marcharon todos. Con las piernas más que maduritas sabía que todos ellos eran de un ritmo superior al mio corriendo y me resigné a sufrir hasta la meta completamente sólo, ayudado por los ánimos de las jóvenes voluntarias de la carrera hasta superar el repecho final y entrar en la recta final en la estrecha calle central del pueblo, atestada de gente animando y aplaudiendo, los niños ofreciendote la mano para chocarte, el arco y el reloj de meta al fondo y el speaker de la prueba pronunciándo tu nombre. Exhausto y con esa sensación increíble tan difícil de describir, llegué a meta con los brazos en alto y con un gesto de rabia, orgullo y satisfacción. Carrerón. Uno de esos días que descubres que puedes correr más de lo que nunca habías imaginado.
Al final concluí el 72º de 197 que terminamos y con un gran puesto 37 en tiempos sobre la bicicleta. Reventado, con una buena palizuca encima, las miras se centran ya en la próxima carrera, el Duatlón de Polanco la semana que viene. Ya hay ganas de correr en Cantabria, aunque siempre es un lujo poder hacerlo en el Pais Vasco donde la organización es excelente y a pesar que la de prueba de Azkoitia no llegó a los niveles de organización de Basauri, esta vez contamos con chips para la toma de tiempos.
Más, más, más.
Grimpeur
lunes, 12 de abril de 2010
Madrid objetivo cumplido!
Media Maratón de Madrid (21,09km), 11 de abril de 2010
Toda una experiencia y una satisfaccion imposible de describir a la llegada. A las 7.30am nos preguntabamos a donde diablos ibamos por unas calles de madrid desiertas y con bastante cansancio de los dos dias anteriores donde las cañitas y tapas, que junto a la noche del viernes madrileña, habian castigado bastante el cuerpo! Pero todo empezó a cambiar cuando entramos al metro y descubrimos que no eramos los unicos locos. Largas colas de gente dirigiendose desde todos puntos al parque del Retiro. Buena orgaizacion, la recogida de chips y el ropero muy rapidos y comodos, y a coger posiciones. Nos colocamos relativamente delante y en unos minutos nos vimos rodeados por una marea humana de 13000 atletas. Saltando intentabas ver hasta donde llegaba la gente y era imposible. Con gran puntualidad, 9:01am, el pistoletazo y los nervios que tanto enganchan hasta cruzar el arco de salida y comenzar a correr por las avenidas de Madrid.
La primera parte de la carrera la hice bastante cómodo. Entre todo el mundo, corrimos mas o menos juntos mi hermano Javi, mi primo Miguel de Madrid, y mi amigo Carlos con quien he entrenado estos ultimos meses para llegar a esta cita. Poco despues nos alcanzo Miguelin otro gran amigo quien dirigió el corto en el que me llamó para ser el protagonista, un corredor en busca de su objetivo, su sueño. Los primeros 9 km picaban hacia arriba y despues de contemplar las torres inclinadas kio de la Plaza Castilla, en ese km, decidi tirar más. Se lo dije a mi hermano que iba bastante bien hasta el momento y él decidió quedarse con la liebre de 1h40m (iba un corredor con un globo grande marcando los diferentes tiempos a seguir, 1h30, 1h 35, 1h 40...) Pase el arco de 10km con un tiempo de mas de 47minutos y de ahi a tirar tirar tirar hasta cuando pudiese! Claramente de menos a mas cogi un buen ritmo y km a km intenté aguantarlo. Bajamos toda la calle Serrano (y ni me enteraba por donde iba, mente en blanco solo pensando de kilometro en kilometro) y llegado al 15 solo quedaba dar lo ultimo... y fue lo más duro!! hasta el 18 muy bien y muy rapido, viendo ya que el objetivo inicial de bajar de 1h 40 estaba hecho pero entonces llego ese kilometro del 18 al 19! una cuesta infinita donde sufri lo inimaginable, aquello era un rosario de corredores, cada uno sufriendoa su manera, gente hasta andando, giro a la entrada del retiro y la ultima rampa infinita hasta el simbólico monumento del angel caido, un macabro monumento al diablo en el que me cagué hasta alcanzar su estatua en lo alto de la cuesta. Parecia hecho, pero los 2 ultimos kilometros se hicieron eternos y solo quedaba la raza para mover las piernas, amago de calambre pasado el 20 pero habia que dar el resto, y ya en zona vallada, atestada de gente animando, la ultima curva con la piel de gallina y el ultimo sprint de 300metros a todo lo que daba como volando llevado por toda la gente y el ambietazo de la carrera. Brazo en alto, ciego, sin ver mas q una nube borrosa, paré el cronomtero en 1h 33min 50seg!
Unos minutos deambulando, ido completamente, tras pasar los pasillos de avituallamiento me tiré en una explanada y en ese momento, senti una satisfacion y una emoción que con los ojos llorosos y la piel de gallina me temo que no voy a poder olvidar nunca! A pesar de haberme quedado a 5min de mi mejor marca, la emoción fue infinitamente mayor que mi primera media, por los dias de entreno esperando esta fecha, despues de la lesión de otoño, por las ilusiones cumplidas, por el magnifico finde en Madrid, disfrutándolo a muerte con gente que hacia mil que no veia del Erasmus, con mis amigos que me acompañaron con los que he vivido este finde mágico, con mi hermano y mi primo cerrando la promesa de correr en Cantabria y Madrid, después de todas esas cañitas y tapas, habiendo salido el viernes de fiesta con mi gente, habiendo disfrutado tanto... llegaba el colofón más grande, que no todo el mundo puede llegar entender y no puedes explicar con palabras... la emoción de haber conseguido otro sueño!
Aqui están los resultados de la media maraton:
http://www.mediomaratonmadrid.es/mmm2010/es/la-carrera/resultados/
posicion 1373 aunque en busqueda detallada aparecen los tiempos netos
Grimpeur!
Toda una experiencia y una satisfaccion imposible de describir a la llegada. A las 7.30am nos preguntabamos a donde diablos ibamos por unas calles de madrid desiertas y con bastante cansancio de los dos dias anteriores donde las cañitas y tapas, que junto a la noche del viernes madrileña, habian castigado bastante el cuerpo! Pero todo empezó a cambiar cuando entramos al metro y descubrimos que no eramos los unicos locos. Largas colas de gente dirigiendose desde todos puntos al parque del Retiro. Buena orgaizacion, la recogida de chips y el ropero muy rapidos y comodos, y a coger posiciones. Nos colocamos relativamente delante y en unos minutos nos vimos rodeados por una marea humana de 13000 atletas. Saltando intentabas ver hasta donde llegaba la gente y era imposible. Con gran puntualidad, 9:01am, el pistoletazo y los nervios que tanto enganchan hasta cruzar el arco de salida y comenzar a correr por las avenidas de Madrid.
La primera parte de la carrera la hice bastante cómodo. Entre todo el mundo, corrimos mas o menos juntos mi hermano Javi, mi primo Miguel de Madrid, y mi amigo Carlos con quien he entrenado estos ultimos meses para llegar a esta cita. Poco despues nos alcanzo Miguelin otro gran amigo quien dirigió el corto en el que me llamó para ser el protagonista, un corredor en busca de su objetivo, su sueño. Los primeros 9 km picaban hacia arriba y despues de contemplar las torres inclinadas kio de la Plaza Castilla, en ese km, decidi tirar más. Se lo dije a mi hermano que iba bastante bien hasta el momento y él decidió quedarse con la liebre de 1h40m (iba un corredor con un globo grande marcando los diferentes tiempos a seguir, 1h30, 1h 35, 1h 40...) Pase el arco de 10km con un tiempo de mas de 47minutos y de ahi a tirar tirar tirar hasta cuando pudiese! Claramente de menos a mas cogi un buen ritmo y km a km intenté aguantarlo. Bajamos toda la calle Serrano (y ni me enteraba por donde iba, mente en blanco solo pensando de kilometro en kilometro) y llegado al 15 solo quedaba dar lo ultimo... y fue lo más duro!! hasta el 18 muy bien y muy rapido, viendo ya que el objetivo inicial de bajar de 1h 40 estaba hecho pero entonces llego ese kilometro del 18 al 19! una cuesta infinita donde sufri lo inimaginable, aquello era un rosario de corredores, cada uno sufriendoa su manera, gente hasta andando, giro a la entrada del retiro y la ultima rampa infinita hasta el simbólico monumento del angel caido, un macabro monumento al diablo en el que me cagué hasta alcanzar su estatua en lo alto de la cuesta. Parecia hecho, pero los 2 ultimos kilometros se hicieron eternos y solo quedaba la raza para mover las piernas, amago de calambre pasado el 20 pero habia que dar el resto, y ya en zona vallada, atestada de gente animando, la ultima curva con la piel de gallina y el ultimo sprint de 300metros a todo lo que daba como volando llevado por toda la gente y el ambietazo de la carrera. Brazo en alto, ciego, sin ver mas q una nube borrosa, paré el cronomtero en 1h 33min 50seg!
Unos minutos deambulando, ido completamente, tras pasar los pasillos de avituallamiento me tiré en una explanada y en ese momento, senti una satisfacion y una emoción que con los ojos llorosos y la piel de gallina me temo que no voy a poder olvidar nunca! A pesar de haberme quedado a 5min de mi mejor marca, la emoción fue infinitamente mayor que mi primera media, por los dias de entreno esperando esta fecha, despues de la lesión de otoño, por las ilusiones cumplidas, por el magnifico finde en Madrid, disfrutándolo a muerte con gente que hacia mil que no veia del Erasmus, con mis amigos que me acompañaron con los que he vivido este finde mágico, con mi hermano y mi primo cerrando la promesa de correr en Cantabria y Madrid, después de todas esas cañitas y tapas, habiendo salido el viernes de fiesta con mi gente, habiendo disfrutado tanto... llegaba el colofón más grande, que no todo el mundo puede llegar entender y no puedes explicar con palabras... la emoción de haber conseguido otro sueño!
Aqui están los resultados de la media maraton:
http://www.mediomaratonmadrid.es/mmm2010/es/la-carrera/resultados/
posicion 1373 aunque en busqueda detallada aparecen los tiempos netos
Grimpeur!
miércoles, 7 de abril de 2010
RUTA 26: CUETU AGERO, JONTANIELLA Y PARIJORCAU
· Salida-Llegada: Allende (300m)
· Tiempo: 7h 15min
· Desnivel: unos 1300m de desnivel acumulado
· Cimas: Cuetu Agero 1022, Cueto de la Jontaniella 1349, Parijorcau 1379
· Máxima cota: Parijorcau 1379m
· Nivel Dificultad: Avanzado
CRÓNICA Y FOTOS
5 de abril de 2010, soleado y buena temperatura. Montañeros: Carlos, Damián, Pedro, Juan y Pablo. Fauna avistada: buitres, un alimoche y pajarillos de montaña.
Un día tan brillante como el que salió había que aprovecharlo con una buena ruta y desde hacía tiempo teníamos marcada esta marcha como la primera toma de contacto con los Picos de Europa. El conjunto de cimas que son el Cuetu Agero, el Cueto de la Jontaniella y el Parijorcau son, de hecho, las primeras cimas del Macizo Oriental junto al Desfiladero de la Hermida. Salimos desde el pueblo de Allende frente a Lebeña desde donde el Agero se veía imponente e infranqueable bien arriba, una imagen que realmente impresionaba. En mitad, la Canal del Agero, una empinada U que es la vía para llegar a la afilada cima. Saliendo del pueblo por la pista vamos ascendiendo rápidamente. Al poco de empezar la dejamos hacia la derecha y nos internamos en el bosque de encinas que crece al pie del coloso. Con un continuo zigzag vamos cogiendo altura hasta salir de los arboles y afrontar la canal, que si bien desde abajo parece casi imposile de ascender, a medida que subimos vemos que poco a poco lo vamos consiguiendo con esfuerzo pero sin muchas dificultades por una senda pedregosa. En menos de una hora alcanzamos el collado con unas vistas de la garganta increíbles con Allende debajo. Giramos a la derecha y atacamos el Cuetu Agero que tenemos a tiro. Tan solo poco más de 100m de desnivel nos separan de la cima, eso sí, ascendiendo de piedra en piedra y en ocasiones ayudándonos de las manos. Charlando y buscando cada uno la via que mejor el convenía, hicimos la primera cima del día que ya nos brindó unas vistas espectaculares asomandonos a un balcón con una caída vertical de varios cientos de metros. Sin duda la cima más aérea de la ruta. Poco más de una hora y cuarto empleamos en subir hasta allá arriba tan sólo. Tras deleitarnos bastante rato con los paisajes de la Liébana, con todas las montañas que la rodean escoltándola nevadas, reemprendimos la marcha bajando por donde habíamos subido hasta el collado para comenzar a subir la mole que se presentaba ante nosotros y donde se encontraban el Cueto de la Jontaniella y el Parijorcau. La subida, mucho más herbosa y no tan empinada como la anterior, era sin embargo muchísimo más larga, y con un sol cayendo con fuerza, se hizo bastante dura. Esta ruta la compartimos con tres amigos de Industriales, compañeros de fatiga en la biblioteca del Inter, Damián, Juan y Pedro, que ya completó con nosotros la dura y larga ruta del Embalse de Alsa (ruta19). Todos aguantamos bien intercambiando historias y experiencias durante las 7 horas que duró la ruta. Para Carlos y Pablo era el primer paso para los dosmiles de los Picos, que aguardaban aún nevados frente a nosotros. Tras alcanzar un par de neveros alcanzamos el collado entre las dos cimas que después coronariamos. Hasta aquí llevabamos poco más de 3 horas de ruta. En la cumbre de la Jontaniella, donde hay un mojón del IGN, comimos con todas las vistas que se veían desde arriba. Desde el Este, un 360 con el Cuetu Agero que acabamos de coronar ahí abajo, con la Peña Ventosa y Peña Sagra detrás, las cumbres nevadas de Alto Campoo, el Tres Mares, más al Oeste la Cordillera, con el Bistruey, Curavacas, Peña Prieta y el Tres Provincias, el Coriscau y frente a nosotros las rocas del Macizo Oriental con el Samelar arriba que no nos dejaban avistar más. Abajo todo el valle de Liébana con la última parte del desfiladero desde Lebeña. Prácticamente una hora estuvimos sentados comiendo y de “sobremesa” sin nada de viento y con un sol más propio de días de verano. No había quien se moviese ante ese paraíso, pero llegó el momento de continuar. Descendimos de nuevo al collado para volver a empezar a subir, esta vez el Parijorcau que constaba de una sucesión de cimas, la más alta de todas coronada con un jito de piedras. Vistas al mar y a parte del desfiladero ya con la brisilla proveniente del norte marítimo. Descendiendo de nuevo al collado, un alimoche se dejó ver un momento entre las cumbres, pero tan brevemente que no pudimos fotografiarlo. Los buitres, sin embargo, nos habían acompañado durante todo el camino. Encontramos un gran cráneo de caballo, en muy buen estado y limpio completamente, lo que aprovechó Damián para llevarlo como presente a casa. Y tras la última divisoria, comenzamos la bajada más larga. Una bajada, empinadísima al principio, que se hizo muy larga y posiblemente lo más duro de la ruta. Realmente parecía que no acaba nunca. Con la pista abajo del Collado Pelea que va desde Bejes a Cabañes y Allende como referencia descendimos durante un largo rato por la ladera herbosa pero con alguna piedra suelta. Alcanzamos por fin una pradería y tiramos hacia la izquierda, rodeando la montaña que acababamos de subir. Tan a la izquierda como pudimos por el prado, levantado por jabalíes, comenzamos la bajada de otra pequeña canal por caminos de cabras hasta coger la pista que se dirigía a Allende. Un buen rato más por el camino que atravesaba el encinan, ya con los pies reventados por la bajada, siete horas despues de haber emprendido la marcha rumbo a la Canal del Agero que teníamos encima, llegamos por fin al pueblo y concluímos la ruta asombrándos y sin poder dejar de admirar lo que habíamos subido. Espectacular.
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES
La ruta es dura, asi que sólo es recomendable para gente acostubrada a andar por la montaña. El desnivel a salvar es importante pero lo que más impacta es la primera impresiós desde el pueblo de Allende, pero con la buena predisposición a subir, realmente la subida no es tan dura como parece y se sube bien. Alcanzar la cima del Cuetu Agero requiere algo de trepada y avanzar de roca en roca, pero no supone ninguna dificultad destacable tampoco. Ciertamente, larguísima bajada desde Jontaniella/Parijorcau es lo más duro y sólo hay que armarse con un poco de paciencia y ritmo para llegar y cerrar el circuito. Lo mejor las grandes vistas desde unas cimas que tampoco son de mucha altitud pero que podemos catalogar de espectaculares, tanto por su ascensión como por su situeción aérea en lo alto de grandes caídas verticales, sobretodo el Cuetu Agero.
GALERIA DE FOTOS DE LA RUTA 26
Grimpeur!
· Tiempo: 7h 15min
· Desnivel: unos 1300m de desnivel acumulado
· Cimas: Cuetu Agero 1022, Cueto de la Jontaniella 1349, Parijorcau 1379
· Máxima cota: Parijorcau 1379m
· Nivel Dificultad: Avanzado
CRÓNICA Y FOTOS
5 de abril de 2010, soleado y buena temperatura. Montañeros: Carlos, Damián, Pedro, Juan y Pablo. Fauna avistada: buitres, un alimoche y pajarillos de montaña.
Un día tan brillante como el que salió había que aprovecharlo con una buena ruta y desde hacía tiempo teníamos marcada esta marcha como la primera toma de contacto con los Picos de Europa. El conjunto de cimas que son el Cuetu Agero, el Cueto de la Jontaniella y el Parijorcau son, de hecho, las primeras cimas del Macizo Oriental junto al Desfiladero de la Hermida. Salimos desde el pueblo de Allende frente a Lebeña desde donde el Agero se veía imponente e infranqueable bien arriba, una imagen que realmente impresionaba. En mitad, la Canal del Agero, una empinada U que es la vía para llegar a la afilada cima. Saliendo del pueblo por la pista vamos ascendiendo rápidamente. Al poco de empezar la dejamos hacia la derecha y nos internamos en el bosque de encinas que crece al pie del coloso. Con un continuo zigzag vamos cogiendo altura hasta salir de los arboles y afrontar la canal, que si bien desde abajo parece casi imposile de ascender, a medida que subimos vemos que poco a poco lo vamos consiguiendo con esfuerzo pero sin muchas dificultades por una senda pedregosa. En menos de una hora alcanzamos el collado con unas vistas de la garganta increíbles con Allende debajo. Giramos a la derecha y atacamos el Cuetu Agero que tenemos a tiro. Tan solo poco más de 100m de desnivel nos separan de la cima, eso sí, ascendiendo de piedra en piedra y en ocasiones ayudándonos de las manos. Charlando y buscando cada uno la via que mejor el convenía, hicimos la primera cima del día que ya nos brindó unas vistas espectaculares asomandonos a un balcón con una caída vertical de varios cientos de metros. Sin duda la cima más aérea de la ruta. Poco más de una hora y cuarto empleamos en subir hasta allá arriba tan sólo. Tras deleitarnos bastante rato con los paisajes de la Liébana, con todas las montañas que la rodean escoltándola nevadas, reemprendimos la marcha bajando por donde habíamos subido hasta el collado para comenzar a subir la mole que se presentaba ante nosotros y donde se encontraban el Cueto de la Jontaniella y el Parijorcau. La subida, mucho más herbosa y no tan empinada como la anterior, era sin embargo muchísimo más larga, y con un sol cayendo con fuerza, se hizo bastante dura. Esta ruta la compartimos con tres amigos de Industriales, compañeros de fatiga en la biblioteca del Inter, Damián, Juan y Pedro, que ya completó con nosotros la dura y larga ruta del Embalse de Alsa (ruta19). Todos aguantamos bien intercambiando historias y experiencias durante las 7 horas que duró la ruta. Para Carlos y Pablo era el primer paso para los dosmiles de los Picos, que aguardaban aún nevados frente a nosotros. Tras alcanzar un par de neveros alcanzamos el collado entre las dos cimas que después coronariamos. Hasta aquí llevabamos poco más de 3 horas de ruta. En la cumbre de la Jontaniella, donde hay un mojón del IGN, comimos con todas las vistas que se veían desde arriba. Desde el Este, un 360 con el Cuetu Agero que acabamos de coronar ahí abajo, con la Peña Ventosa y Peña Sagra detrás, las cumbres nevadas de Alto Campoo, el Tres Mares, más al Oeste la Cordillera, con el Bistruey, Curavacas, Peña Prieta y el Tres Provincias, el Coriscau y frente a nosotros las rocas del Macizo Oriental con el Samelar arriba que no nos dejaban avistar más. Abajo todo el valle de Liébana con la última parte del desfiladero desde Lebeña. Prácticamente una hora estuvimos sentados comiendo y de “sobremesa” sin nada de viento y con un sol más propio de días de verano. No había quien se moviese ante ese paraíso, pero llegó el momento de continuar. Descendimos de nuevo al collado para volver a empezar a subir, esta vez el Parijorcau que constaba de una sucesión de cimas, la más alta de todas coronada con un jito de piedras. Vistas al mar y a parte del desfiladero ya con la brisilla proveniente del norte marítimo. Descendiendo de nuevo al collado, un alimoche se dejó ver un momento entre las cumbres, pero tan brevemente que no pudimos fotografiarlo. Los buitres, sin embargo, nos habían acompañado durante todo el camino. Encontramos un gran cráneo de caballo, en muy buen estado y limpio completamente, lo que aprovechó Damián para llevarlo como presente a casa. Y tras la última divisoria, comenzamos la bajada más larga. Una bajada, empinadísima al principio, que se hizo muy larga y posiblemente lo más duro de la ruta. Realmente parecía que no acaba nunca. Con la pista abajo del Collado Pelea que va desde Bejes a Cabañes y Allende como referencia descendimos durante un largo rato por la ladera herbosa pero con alguna piedra suelta. Alcanzamos por fin una pradería y tiramos hacia la izquierda, rodeando la montaña que acababamos de subir. Tan a la izquierda como pudimos por el prado, levantado por jabalíes, comenzamos la bajada de otra pequeña canal por caminos de cabras hasta coger la pista que se dirigía a Allende. Un buen rato más por el camino que atravesaba el encinan, ya con los pies reventados por la bajada, siete horas despues de haber emprendido la marcha rumbo a la Canal del Agero que teníamos encima, llegamos por fin al pueblo y concluímos la ruta asombrándos y sin poder dejar de admirar lo que habíamos subido. Espectacular.
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES
La ruta es dura, asi que sólo es recomendable para gente acostubrada a andar por la montaña. El desnivel a salvar es importante pero lo que más impacta es la primera impresiós desde el pueblo de Allende, pero con la buena predisposición a subir, realmente la subida no es tan dura como parece y se sube bien. Alcanzar la cima del Cuetu Agero requiere algo de trepada y avanzar de roca en roca, pero no supone ninguna dificultad destacable tampoco. Ciertamente, larguísima bajada desde Jontaniella/Parijorcau es lo más duro y sólo hay que armarse con un poco de paciencia y ritmo para llegar y cerrar el circuito. Lo mejor las grandes vistas desde unas cimas que tampoco son de mucha altitud pero que podemos catalogar de espectaculares, tanto por su ascensión como por su situeción aérea en lo alto de grandes caídas verticales, sobretodo el Cuetu Agero.
GALERIA DE FOTOS DE LA RUTA 26
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