Acabando un ciclo

No sabes exactamente el tiempo que llevas aquí, tienes que pararte a pensar y contar: uno, dos, tres, cuatro… una buena parte de tus años son los que has dedicado a esta etapa, a esta etapa crucial de la vida. Pero como toda etapa, al igual que empieza, acaba. Y es lo que toca, terminar, acabar y saltar al vacío pero con un buen saco de experiencias, conocimientos, personas y vivencias a la espalda.

Echando una mirada atrás, puedes ahora recordar los pequeños pasos de ciclo que has vivido. Desde el paso de primaria a la ESO, o como aquel salto de futbito a futbol7. Parecía un mundo. Los años locos de la adolescencia donde cada mes era una etapa. Después, poco a poco, el bachillerato, nos iban preparando para el gran salto, la gran meta: la entrada a la Universidad. Todo bien preparado, la vida bien proyectada, todo maravilloso, pero, por suerte, el primer gran revés. Y digo por suerte porque gracias a todos los reveses que te ha dado la vida, estás hoy aquí. Gracias a ellos esres como hoy eres. Todo el mundo decía que los años de Universidad eran los mejores, pero, como todo gran aprendizaje, el principio no fue tan fácil y bonito. Sin embargo, después de todos estos años, ahora, cuando estás al final del trayecto haces un pequeño balance y te confirmas que, en efecto, han sido los mejores. Los años más grandes. Al entrar, siendo aún un niño, imaginabas cómo iban a ser estos años, pero nunca podrías haber llegado a imaginarte todo lo que realmente ibas a vivir en esta etapa. Una vida completamente diferente, en otra carrera, con otra vida, habiéndo crecido, el mismo que comenzó hace esos cuantos años, pero otra persona, siendo persona. Sueños frustrados, pero miles de sueños cumplidos. Suspensos, septiembres, esos cinco punto cero, ¡esos gloriosos 5.0!, horas y horas de biblioteca, horas y horas de charlas infinitas, cientos de planes surgiendo del “cautiverio” intentándo escapar, pensando en el final. Los viajes. La gente por los pasillos, las personas que, aunque nunca os habéis saludado, empezarás a echar de menos pues os cruzáis todos los días. Los partidos del Torneo Rector, las (escasas) fiestas universitarias, los findes y findes, los larguísimos findes, el privilegio de disfrutar del deporte universitario con el equipo de la Uni, empezando a sentir los colores de tu Universidad. Y luego, luego la gran suerte de haber vivido la increíble experiencia Erasmus, un año entero en el extranjero. Si es que ya eres todo un veterano, un veterano que sabe y no quiere dejar de aprender. Un mítico del inter. Todo un mítico del inter, y aquí, en el inter te encuentras ante los últimos examenes de tu carrera, las últimas clases de tu vida y los últimos pasos de tu etapa universitaria.

¿Qué tocará mañana? No está nada claro. A partir de ahora nadie lo sabe. A partir de ahora ya no existen guias curriculares, cursos ni un camino definido que seguir casi sin pensar. Ahora sí que es el momento de abrir tu propio sendero hacia delante. Una vía que aún no se ha abierto y que sólo tu podrás iniciar. Una gran etapa acaba, pero acaba para empezar otra mejor si cabe. ¿Qué es lo que no deparará la vida? No trates de imaginartela, sólo vívela. Cuando vuelvas a cambiar de ciclo te volverás a sorprender de donde empezaste al dejar la Universidad y a donde has conseguido llegar, a donde la vida te ha llevado. Y volverás a tener esa sensación de… “es verdad, han sido los mejores años”.

Grimpeur!