Esta edición del Giro 2011 se presenta como una de las más duras y espectaculares de los últimos años. Sin duda, la montaña será la gran protagonista ante la ausencia de grandes cronos, tan sólo dos y una de ellas cronoescalada. Sólo hay que echar un vistazo a los perfiles y fijarse en el numero de etapas con llegada en alto: 11 ni más ni menos, de las cuales 7 serán en puertos de mucha entidad, además de los colosos que tendrán que superar en las larguísimas jornadas de más de 200km. Etapas durísimas, como queriendo evocar a ese ciclismo de antaño, y concentradas sobre todo a partir de la segunda semana de carrera, los últimos 10 días serán infernales. El recorrido será precioso comenzando en Turín, atravesando toda la península hacia el sur hasta subir el Etna en Sicilia y volver a subir al norte directos a los Dolomitas donde se decidirá la carrera junto con la penúltima gran etapa en los Alpes Occidentales ascendiendo el esperado Colle delle Finestre y Sestrière. Para asustarse, y sobre todo, disfrutar desde el sofá o a pie de carretera, porque los ciclistas tendrán 21 etapas sin un momento de tregua..
El Giro siempre depara sorpresas y encerronas en los finales, hasta en las jornadas aparentemente sencillas, lo que mantiene la emoción y la atención en todas las etapas. Finales polémicos, peligrosos y difíciles de controlar como los finales ya vividos de Rapallo (donde la fatalidad sobrevino al joven Wouter Weylandt, que en paz descanse) y Orvietto con tramos y descensos por sterrato, simplemente tierra. Etapas que te pegan al televisor y te hacen preguntarte “pero, ¿están locos estos italianos?
La primera llegada en alto aparece ya la primera semana, el viernes 13 de mayo en la 7ªetapa. Primer test donde se verá como llega cada uno. Un puerto, el de Montevergine di Mercogliano, muy largo y no con mucha pendiente en una etapa en que se volará debido a su reducida distancia. Y el domingo 15, el primer gran plato fuerte de verdad con la doble ascensión al Etna, en Sicilia, de más de 17km de subida con pendiente media del 7%. Terreno del Squalo siciliano Nibali. Los grandes se quedarán adelante en el volcán, ya en la lucha por la maglia si el volcán y las cenizas del Etna, que ha entrado en erupción, lo permite.
La segunda semana comenzará el camino de regreso al norte con las últimas de las pocas oportunidades para los sprinters y alguna etapa difícil con rumbo directo a los Dolomitas. Nos espera un fin de semana brutal de ciclismo con una terna de etapas de auténtico infarto. Tres llegadas en alto consecutivas empezando con el Glossglockner en Austria el viernes, que aunque tiene un descansillo de dos kilómetros, los 14km de puerto gozan de pendientes superiores al 10%. Contador, Scarponi, Nibali, Menchov, Antón… tienen que empezar la lucha, porque el sábado llega la que dicen es la etapa reina, aunque en este Giro es difícil escoger una. Final en el Zoncolan previo paso por el polémico Monte Crostis, que está dando mucho que hablar por su peligrosísimo descenso, que para hombres poco bajadores como el ruso Denis Menchov puede resultar muy negativo para sus aspiraciones, al contrario que para gente como Nibali, que baja como un tiro. Luego, ni más ni menos el Zoncolan, más de 10km con desnivel medio del 11,8% y kilómetros al 16%. Sobran las palabras para describir este coloso mundial. Y si no fuera poco, queda lo del domingo. Un auténtico tappone con 5 puertos, y que será la oportunidad para los hombres que hayan perdido minutos de cara al podium para intentar la épica y probarlo desde lejos subiendo el Passo Giau que será la Cima Coppi (la más alta del Giro con 2236m), el Passo Fedaia y el final en Val di Fassa de menos de 7km pero pendiente media de 9,2%. Tappone.
El lunes 22 será un merecido día de descanso, pero el martes seguirá la guerra con la cronoescalada de Belluno a Nevegal de sólo 12km con 7km de ellos de subida, y los ciclistas que sigan con fuerzas afrontarán la última y decisiva semana con tres etapas rompepiernas, ideales para las escapadas, por qué no, de gente de la general, y donde el líder necesitará tener un equipo sólido y con gas. A priori Nibali y Scarponi son los dos hombres con más equipo de los que estarán adelante con sus Liquigas (Agnoli, Capecchi, Szymd, Vanotti…) y Lampre (Marzano, Righi, Spilak…) respectivamente, además del Katusha de Purito (con Di Luca, Caruso, Dani Moreno…) y el Geox de Menchov que ha traído a su nueve de gala ante su no invitación al Tour (Sastre, Fabio Duarte, Rafa Valls, David Blanco, Cheula…) . Habrá que ver cómo se comporta el Saxo Bank de Alberto Contador (con Navarro, Hernández, Gustov, Porte, Tossato…) y seguro que equipos como el Movistar o el italiano Androni-Gioccatoli darán guerra con sus experimentados corredores.
Por fin el sábado 29, en la penúltima etapa de esta edición de la ronda italiana, llegará el último gran día. Final en Sestriere con la ascensión previa al gran Colle delle Finestre de 2178m de altitud y de más de 18km de subida al 9,2% de pendiente media, 8 de esos kilómetros, los finales, sin pavimentar. Será una jornada épica de 242km donde se jugarán las últimas bazas los hombres que quieran asaltar el rosa, teniendo que atacar desde abajo, y donde si no ocurren imprevistos, la gente de seisymedio presenciaremos in-situ como unos tiffosi más el paso de los corredores en lo alto del Finestre. Ultimo etapón antes de la única crono individual llana de la carrera. 31,5km por Milan para cerrar la corsa rosa en donde los escaladores puros tendrán que haber abierto hueco a hombres como Menchov, Kreuziger o el propio Contador si quieren ganar la carrera, aunque la gente que ocupe los puestos cabeceros de la clasificación, serán los que habrán llegado con fuerzas al final de esta trepidante y agónica edición.
Cansa sólo de leerlo. Esto es el Giro.
El Giro siempre depara sorpresas y encerronas en los finales, hasta en las jornadas aparentemente sencillas, lo que mantiene la emoción y la atención en todas las etapas. Finales polémicos, peligrosos y difíciles de controlar como los finales ya vividos de Rapallo (donde la fatalidad sobrevino al joven Wouter Weylandt, que en paz descanse) y Orvietto con tramos y descensos por sterrato, simplemente tierra. Etapas que te pegan al televisor y te hacen preguntarte “pero, ¿están locos estos italianos?
La primera llegada en alto aparece ya la primera semana, el viernes 13 de mayo en la 7ªetapa. Primer test donde se verá como llega cada uno. Un puerto, el de Montevergine di Mercogliano, muy largo y no con mucha pendiente en una etapa en que se volará debido a su reducida distancia. Y el domingo 15, el primer gran plato fuerte de verdad con la doble ascensión al Etna, en Sicilia, de más de 17km de subida con pendiente media del 7%. Terreno del Squalo siciliano Nibali. Los grandes se quedarán adelante en el volcán, ya en la lucha por la maglia si el volcán y las cenizas del Etna, que ha entrado en erupción, lo permite.
La segunda semana comenzará el camino de regreso al norte con las últimas de las pocas oportunidades para los sprinters y alguna etapa difícil con rumbo directo a los Dolomitas. Nos espera un fin de semana brutal de ciclismo con una terna de etapas de auténtico infarto. Tres llegadas en alto consecutivas empezando con el Glossglockner en Austria el viernes, que aunque tiene un descansillo de dos kilómetros, los 14km de puerto gozan de pendientes superiores al 10%. Contador, Scarponi, Nibali, Menchov, Antón… tienen que empezar la lucha, porque el sábado llega la que dicen es la etapa reina, aunque en este Giro es difícil escoger una. Final en el Zoncolan previo paso por el polémico Monte Crostis, que está dando mucho que hablar por su peligrosísimo descenso, que para hombres poco bajadores como el ruso Denis Menchov puede resultar muy negativo para sus aspiraciones, al contrario que para gente como Nibali, que baja como un tiro. Luego, ni más ni menos el Zoncolan, más de 10km con desnivel medio del 11,8% y kilómetros al 16%. Sobran las palabras para describir este coloso mundial. Y si no fuera poco, queda lo del domingo. Un auténtico tappone con 5 puertos, y que será la oportunidad para los hombres que hayan perdido minutos de cara al podium para intentar la épica y probarlo desde lejos subiendo el Passo Giau que será la Cima Coppi (la más alta del Giro con 2236m), el Passo Fedaia y el final en Val di Fassa de menos de 7km pero pendiente media de 9,2%. Tappone.
El lunes 22 será un merecido día de descanso, pero el martes seguirá la guerra con la cronoescalada de Belluno a Nevegal de sólo 12km con 7km de ellos de subida, y los ciclistas que sigan con fuerzas afrontarán la última y decisiva semana con tres etapas rompepiernas, ideales para las escapadas, por qué no, de gente de la general, y donde el líder necesitará tener un equipo sólido y con gas. A priori Nibali y Scarponi son los dos hombres con más equipo de los que estarán adelante con sus Liquigas (Agnoli, Capecchi, Szymd, Vanotti…) y Lampre (Marzano, Righi, Spilak…) respectivamente, además del Katusha de Purito (con Di Luca, Caruso, Dani Moreno…) y el Geox de Menchov que ha traído a su nueve de gala ante su no invitación al Tour (Sastre, Fabio Duarte, Rafa Valls, David Blanco, Cheula…) . Habrá que ver cómo se comporta el Saxo Bank de Alberto Contador (con Navarro, Hernández, Gustov, Porte, Tossato…) y seguro que equipos como el Movistar o el italiano Androni-Gioccatoli darán guerra con sus experimentados corredores.
Por fin el sábado 29, en la penúltima etapa de esta edición de la ronda italiana, llegará el último gran día. Final en Sestriere con la ascensión previa al gran Colle delle Finestre de 2178m de altitud y de más de 18km de subida al 9,2% de pendiente media, 8 de esos kilómetros, los finales, sin pavimentar. Será una jornada épica de 242km donde se jugarán las últimas bazas los hombres que quieran asaltar el rosa, teniendo que atacar desde abajo, y donde si no ocurren imprevistos, la gente de seisymedio presenciaremos in-situ como unos tiffosi más el paso de los corredores en lo alto del Finestre. Ultimo etapón antes de la única crono individual llana de la carrera. 31,5km por Milan para cerrar la corsa rosa en donde los escaladores puros tendrán que haber abierto hueco a hombres como Menchov, Kreuziger o el propio Contador si quieren ganar la carrera, aunque la gente que ocupe los puestos cabeceros de la clasificación, serán los que habrán llegado con fuerzas al final de esta trepidante y agónica edición.
Cansa sólo de leerlo. Esto es el Giro.
Grimpeur!
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