Tres años hace ya de la llegada de la crisis. Tras los buenos años de la última década y la postura del gobierno de evitar un clima de miedo y desconfianza negando la situación, la crisis pareció no golpear muy duramente a la sociedad, a excepción del sector de la construcción, donde el parón fue repentino y brutal. Una serie de políticas de dudosa eficiencia como el plan E, ayudaron a amortiguar la crisis y que miles empresas constructoras aguantasen a sus empleados al menos durante unos meses. Pero en cuanto se acabó el dinero, el ajuste fue inevitable y la realidad sobrevino sin contemplaciones.
En la sociedad general parecía como si no pasara casi nada. Pero a lo largo de los meses se fue descubriendo la gravedad de la situación. Hasta que la crisis no tocó de cerca, la sociedad no se dio cuenta que ya no estábamos en la gran época de la década pasada. Ya en 2010 se vio la realidad. Medidas del gobierno como el incremento del IVA en 2 puntos, no en el momento más oportuno, o el ya comentado Plan E, no evitaron el colapso. Políticas de emergencia como estas o como la reforma del mercado laboral, no parecen que hayan dado los resultados deseados. El gobierno agotado desde hace ya año y medio, tan sólo ha podido llevar a cabo, no sin reticencias, medidas de ajuste presupuestario de cara a Europa y a los problemas de la deuda, con recortes en el Sector Público o retirando muchas de las medidas sociales que había puesto en marcha con anterioridad, que están manteniendo, o más bien evitando que la desconfianza de los mercados se cebe con nuestra economía. Una economía cuyos datos son algo más que bastante preocupantes.
El crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2006 era de un gran 4% mientras que en 2009 se hundió hasta los -3,70% negativos. Entramos en recesión. En 2010 se consiguió volver ligerísimamente al crecimiento positivo con un 0,1% dando algo de esperanza a que se volverían a alcanzar datos de crecimiento en los próximos años, pero en este 2011 los nubarrones de pesimismo vuelven a rondar en la economía española, que trimestre a trimestre ha ido desacelerándose. Con un 0,4% el primer trimestre se pasó a un 0,2% en el segundo, y la mala noticia ha llegado con los datos del tercer trimestre del año que dan un crecimiento nulo de la economía española, es decir, un 0,0%. Parece que nos adentramos de nuevo en datos de recesión ya que las previsiones dicen que terminaremos el año con -0,1% de crecimiento intertrimestral. Los datos interanuales para todo el 2011, según Ernst-Young, dan un pobre 0,7% pero a lo que hemos de mirar con la perspectiva decreciente de los distintos trimestres. Las previsiones para el 2012 daban un crecimiento de 1,2% pero a saber ahora si estos pronósticos acertarán. La crisis de la deuda, los ajustes del Sector Público o el proceso de desendeudamiento de empresas y familias pueden ser algunos de los factores a los que podemos achacar estos datos tan pobres. En todo caso lo que si podemos afirmar es que estamos metidos de lleno en una época de estancamiento casi absoluto y donde los grandes damnificados y en donde se representa la crisis es en cada una de las personas y familias que componen la sociedad española.
Acabamos de conocer los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA). Realmente son dramáticos y terribles. La EPA sitúa la tasa de paro en el 21,52% e incluso el EUROSTAT la considera mayor con un 22,6%. Una tasa realmente brutal que deja como de otro mundo la tasa de hace apenas 4 años cuando se encontraba en un ahora espectacular 8,3% de tasa de desempleo. Hoy más de 5 millones de españoles se encuentran en paro. Poco más se puede comentar ante estos datos y todo calificativo se queda corto. La manera en que sigue aumentando el paro no es lo peor, sino que lo más preocupante es que no hay visos de mejora. El desempleo juvenil, de gente preparada y con ganas de emprender sus carreras profesionales, trunca casi toda opción. La gente no se está quedando quieta y están continuando su formación académica o de idiomas, pero lo que le faltará a esta generación será una experiencia profesional para llevar a cabo bien un trabajo en el futuro. Por ello, la emigración empieza a estar en boca de muchos, con la consecuente fuga de cerebros que puede llevar al país a la pérdida de parte de toda una generación de jóvenes. Tras ellos, está la historia de cada vez más familias que se encuentran con la imposibilidad de hacer frente a sus cuentas. En Europa, España es el país con mayor tasa de desempleo, seguido de Irlanda con 14,2%, Eslovaquia con 13,4% y Portugal con 12,5%. Uno se hace la pregunta de en dónde estará el secreto para que países como Austria, que tiene la menor tasa, alcance tan sólo el 3,9%. El desempleo es el mayor problema que sufre ahora mismo España.
Y sin empleo, no hay ingresos para el estado. Entra entonces el problema del que tanto llevamos oyendo los últimos meses: la deuda, que está arrastrando como un ancla a la economía española en términos de confianza y crédito . Aunque grande, España en comparación con otros países como Italia por ejemplo con más del 100% de deuda, no tenía una excesiva deuda pública con un 68% (El límite impuesto por la zona euro es 60%). El problema viene cuando el denominador de la relación, que es el PIB, empieza a disminuir aunque lo que se deba siga siendo parecido. Automáticamente la ratio de deuda se dispara hacia arriba. Las políticas llevadas a cabo para mitigar este efecto están tratando, mediante la reducción del gasto público, que no ocurra lo que está ocurriendo a Grecia, con una estratosférica deuda del 158%, donde simplemente no llega el dinero ni para pagar los sueldos del funcionariado. Pero la real solución a esto no es otra que se vuelva a crear empleo y que los ciudadanos, con sus impuestos y cotizaciones, sustenten el sistema. La gran pregunta es ¿y cómo creamos empleo y salimos de esta pescadilla que se muerde la cola?
Hay que recuperar el crédito, perdido tras los colapsos financieros, y hay que recuperar la confianza que trasmitía este país cuando las cosas iban bien. En ello están los recientes ajustes presupuestarios y los que seguro vendrán. El gobierno que entra tiene una muy difícil misión. Tendrá que ser valiente para tomar decisiones duras que seguro le provocarán más de un revés. Por una vez esperemos que se antepongan las necesidades generales a los beneficios políticos y demos, por el bien de todos, la vuelta a la tortilla. Está claro que no sólo va a depender de nosotros, pero su misión será convencer de que se puede salir de esta y por ello, aunque estemos de acuerdo o en desacuerdo con el partido entrante, deberemos aunar esfuerzos y sobre todo mentalidades para pensar que este cambio de gobierno pueda suponer el rayo de luz que necesita la economía española para salir adelante, o al menos, que así lo vean Europa, los prestadores y grandes capitales para volver a nuestro país. Esperemos que así sea.
Pablo Martín Sarobe. Licenciado en Economía
Muy bueno Pablo! A ver si dejan a un lado sus propios intereses y actuan de forma que todos prosperemos.
ResponderEliminarY lo de la fuga de cerebros, triste pero cierto!
Un besin!
Alicia M.
Mireia:
ResponderEliminar(APLAUSOS, Muchos aplausos)
Tarea difícil tenemos todos por delante.
ResponderEliminarLevantarnos TODOS (políticos, estudiantes, empresarios, trabajadores...)con la única intención de hacer las cosas un poco mejor cada día, de aportar un punto más de esfuerzo individual que redunde en lo colectivo y dejarnos de culpar siempre a otros, es nuestra única salida.
Me ha gustado tu escrito, y coincido con la parte final del mismo. Apunto y reitero que el compromiso debemos empezar por exigirnoslo a nosotros mismos y luego a los que nos rodean.
Un abrazo,
Roberto García Torre
Muy buen artículo y muy buen blog Pablo!!! a partir de ahora te seguiré puntualmente.
ResponderEliminarUn abrazo y sigue así
César García
Tristemente creo que ningun politico nos va a sacar de esta crisis en la que ellos nos han metido,indiferentemente de que partido gane las elecciones el proximo domingo,tienen sus propios intereses.
ResponderEliminarDe esta crisis tenemos que salir nosotros solos. Para crear empleo hace falta meter dinero en el sistema, para eso es necesario recuperar la confianza que se tarda mucho en recuperar pero muy poco en perderla.
Tiempos dificiles para los jovenes y aunque sea triste, lo mas probable es que ante la falta de oportunidades en España, el emigrar sea nuestra unica salida para progresar profesionalmente.
El texto impecable, una vez mas.
Grande Pey,
ResponderEliminarComo colega tuyo economista, me ha gustado mucho y es dificil resumir tantos aspectos en un articulo. Está muy bien, enhorabuena!
Ramon
Me gusta...
ResponderEliminarme ha gustado mucho este paseo informativo,pero siempre me preguntaré si habiendo soluciones gusten o no gusten y todos sabemos de muchas que son necesarias por insostenibles porque no podemos seguir sin afrontar la realidad.
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