domingo, 16 de septiembre de 2012

DUBLIN HALF MARATHON 2012

Dublin Half Marathon. 6583
 Hacía apenas una semana que había llegado a la capital irlandesa, pero la media maratón de Dublín era una cita a la que no podía faltar. A principio de año me mentalicé que, después de la lesión, no iba a correr ninguna larga distancia, pero tal y como había transcurrido la temporada, el cuerpo y sobretodo la mente me pedía esto. Por fin, una media maratón, la distancia más bonita y con más significado.
Momentos previos a la salida. Dublin Half Marathon
A las 10am se daba la salida en mitad del Phoenix Park, un grandísimo parque en medio de la ciudad. El Phoenix Park es el parque urbano más grande de Europa, siendo dos veces más grande que el Central Park de NY. Ambientazo previo. Yo recogí el dorsal en el Help Desk sin problemas, a pesar de que me habían mandado el número a España. Pero yo estaba aquí, yo estaba en Dublín, ante ese arco de salida ya, junto a miles de runners como yo. No me lo podía creer. Un speaker hizo un speech super motivador antes de la salida. La emoción me sobrevino y disfruté de ese momento con el que tanto había soñado. Otra vez en una media maratón.
Otra vez en una media maratón. Con la camiseta del Café Comercial.
Salida! 21,1 km por delante, algo más de 13millas. Mi objetivo era sin duda disfrutar de la carrera, intentando bajar de 1h 40min. No había hecho para nada un entrenamiento específico para esta prueba. Tan sólo contaba con el gran momento de forma con el que había acabado la temporada de triatlón. La Salcedo-Soña-Salcedo de 14km en Cantabria, me había servido para confirmarme que tenía la distancia al alcance de mi mano. Me situé cercano al globo de 1h30’. Podría salir con ello de referencia e ir perdiendo después algo de terreno. Pero poco después de salir vi como mi ritmo era cómodamente superior. El recorrido transcurría por las carreteras que atravesaban el frondoso parque, o más bien bosque. Espectacular. Las distancias no estaban marcadas por kilómetros, sino en millas. Sin duda fue de lo más duro de la carrera, porque las millas (unos 1600m cada una), se hacían eternas. Fui superando corredores y me enganché a un corredor de barba y camiseta roja con el que hice prácticamente la mitad de la carrera. Junto a él, y pasando la tercera milla pensé que quizá iba por encima de mis posibilidades. Ciertamente así era, o al menos por encima de mi objetivo inicial. Pero, ¿por qué no? me estaba encontrando cómodo y disfrutando de la carrera. En el primer paso por donde estaba la salida me solté de él y me uní a un sólido grupeto de gente veterana. Estos iban más fuerte aún, pero ya estaba metido en carrera. Todo para adelante ante los ánimos de la gente y los niños chocándote la mano.

Donde diablos está la mitad de la carrera, pregunté a mi compañero de ruta. Empecé a sufrir. Todo el trazado transcurría por un asfalto en perfecto estado. Demasiado perfecto y demasiado duro para mis pies. Además, a Irlanda no me había traído las zapatillas de correr, sino las de trekking… estaba echando a mis Asics. Por un momento me vinieron los fantasmas de la fascitis ya que empecé a tener molestias… y me vino a la cabeza que quizá no podría acabar. Y aquí fue donde entró en juego la cabeza y la pasión. No me puedo ni creer cómo conseguí tirar para adelante y durante tantos kilómetros. Los mensajes motivadores que había por toda la carrera ayudaban, y sobre todo la gente que llevaba conmigo dentro de mí. Me acordé en estos momentos de mi gente y me reenganché a mi grupo.
Increíblemente, fue a partir de aquí donde corrí más rápido. Los datos del Endomondo me confirmaron que entre el km 13 y el 16 corrí a un ritmo de 4min/km. Estaba volando. A este ritmo y tal y como iba, empecé a pensar que podía quedarme cerca de mi mejor marca en una media, que conseguí en la Bajo Pas de 2009, 1h 28’ 40’’. Siempre había dicho y comentado con mis amigos que me sería imposible regresar a esa marca… Después de este rapidísimo tramo, en el que iba cogiendo la hierba que buenamente podía junto a unos franceses, nos sacaron fuera del parque, y empezó realmente el sufrimiento. El asfalto dolía, y empecé a tener problemas para mantener el ritmo. Volvimos al parque y nos enfrentamos a una larga rampa. Crisis.

Sufrimiento, mucho sufrimiento como nunca. Perdí a mi grupeto y me empezó a pasar gente y más gente. Las piernas no podían. Aunque las plantas de los pies iban bien, el gemelo izquierdo me dolía mucho. Para colmo, el flato, que hacía siglos que no me daba. Iba roto. Ultimas millas. Ultimas e infinitas 3 millas!! Uffff iba para atrás… había bajado de un ritmo de 4min/km a más de 4,30min/km, aunque parecía que iba más lento. Pero me quedaba un as en la manga. Aunque siempre “en mi mente” durante toda la carrera y todos los días, había reservado los pensamientos en la persona que tenía ahí al otro lado para pasar los últimos kilómetros como un comodín que sabía no me fallaría. Ahí es donde te das cuenta y vuelves a confirmarte que realmente la cabeza tira muchísimo más que las piernas. Las piernas no iban, pero las ganas y el corazón iban al 200%.
Qué sufrimiento pero quedaba poco, no quedaba nada y había que dar el resto. Mi casio me decía que podía batir mi record, pero para eso no podía perder ni una zancada. Última milla y por fin pude ver entre los árboles las banderolas de meta. No tenía ni fuerzas… pero esprinté!!! Entre una multitud y con una sonrisa enorme llegué a metaaaa!!! 1h 28’ 26’’!! No me lo podía creer! Lo había conseguido… ¿Cómo lo había hecho?!!

Metaaa! Dublin Half Marathon'12. 1h 28' 26''
El entrenamiento es importantísimo… pero la cabeza es esencial. Todas y cada una de las zancadas habían valido y si no llega a ser por la cabeza hubiera sido imposible mantener ese ritmo para conseguirlo. Eché de menos a mi gente en meta, alguien con quien poder compartir estos momentos aquí en Dublin… Estaba roto, pero muy muy feliz! Y ese es el verdadero secreto. Después de todo el año pasado, este año me ha venido todo de cara, cada día es un sueño y cada momento un milagro. He vuelto a correr, he vuelto a volar. Muchas gracias a todas esas personas que lo habéis hecho posible, sobre todo a quien me llevó en volandas esas últimas tres millas y hace despertarme todas las mañanas con una sonrisa. Al fin y al cabo, eso es lo realmente importante. Graciasss!!!

1h 28’ 26’’… Increíble pero nueva Personal Best en una media maratón!
Grimpeur!

4 comentarios:

  1. Ahí estamos! Enhorabuena por el nuevo record-personal! Un abrazo desde Austria!

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  2. Eres un fiera Peibol!!!! menudo tiempazo después de la lesión y casi sin entrenar!!! Lo dicho, un FIERA!!!

    Un abrazo muy fuerte y disfruta de tu estancia por Dublin

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  3. Muy bien Pablo!! Llega un poco tarde pero a ver si para la próxima acertamos y estamos en la meta para que veas al menos gente conocida cuando llegues.

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  4. enhorabuena, en el triatlon se te ha visto fuerte y en la media lo has demostrado. yo hice la bajo pas el dia 9 e hizo un calor y humedad de muerte. no te perdiste nada. nos vemos en la linea de salida.

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