Llegó el debut en mi temporada. Duatlón de
Galizano. El día primaveral, sol, buena temperatura, casi hasta calor y, aunque
al despertar parecía que soplaba el viento, en la recta de Galizano había sólo
una ligera brisa. Condiciones perfectas y reencuentros esperados. Además era el
día de mi cumpleaños, una perfecta manera de celebrarlo.
La carrera, a la que hacía bastante que no
acudía por diversos motivos, constaba de 6km a pie, 29 km en bici con la
ascensión al Alto de Ajo y 3 km a pie de nuevo para finalizar. Mi preparación,
aunque tardía, no iba por mal camino durante el mes de enero, pero un virus
estomacal que me tuvo parado 12 días en febrero me había dejado un poco tocado.
La misma semana de la carrera me había recuperado aunque los días que salí a
correr me ví un poco débil. “Piano, piano -me decía mi amigo y compañero
Nanduco-, además tu compites que da gusto”. Las ganas eran inmensas, ganas de
querer hacer buen papel para mi nuevo equipo el Camargo-Astillero, y sobre toda
ganas de competir y disfrutar del día de mi cumpleaños. Con esas ganas y con
quizá demasiada confianza llegaba a la primera línea de salida del año.
Foto de equipo: Triatlón Camargo-Astillero. Foto: Munguía |
Foto de equipo aunque aún no tenga la equipacíon, así da gusto con tan buen ambiente y tantos compañeros, y con pocos
minutos de retraso salida!!! Empecé a mitad de grupo. El primer sector constaba
de dos vueltas a un circuito de unos 3
km con un primer tramo por el pueblo llano y un par de repechos con sus
correspondientes bajadas yendo hacia el camino de la playa. En la primera parte
de la primera vuelta recuerdo ir muy cómodo, incluso progresando bastante.
Pablo, quizás vas un poco rápido, pero tenías ganas de probar. Primero con la
referencia de mi compañero Bravo, demasiado para mí, luego con la de Alles y
finalmente la de Poo, un valor seguro.
Primera vuelta a pie. Foto: Cris Ruiz. |
Primera vuelta bien, en unos 10 minutos,
la segunda, me puso en mi sitio… Vaya bajón… me empezó a pasar gente y cada vez
veía más lejos la gorra de Poo. Exceso de confianza sin duda, por mis ritmos
debería haber aguantado sin problemas allí, pero la pérdida de fondo las
semanas anteriores se hizo patente en carrera. Me falta mucho. En los repechos
iba ya bastante hundidillo y en el segundo me pasó mi amigo y mentor Ibarguren
con su zancada siempre sólida yendo de menos a más. Ni pude seguirle. Quizá
debería haberme esforzado más pero iba tocado mentalmente también. Mítico
momento de “quién me manda a mí sufrir así”. Bueno, llegamos ya a la
transición.
Pocos kilómetros de entrenamiento, pero con
la bici siempre me crezco. Vamos allá. No lo había planeado pero como si en mi
mente estuviera grabado, recorrí corriendo con la bici en la mano el tramo en
subida a la salida de boxes adelantando a varios duatletas. Salimos a la rectona
y a ver cómo se comportan las piernas. Empecé yo creo que bien. Los acoples
imprescindibles recuperando algunos puestos, pero a medida que caían los
kilómetros me daba cuenta que cada vez era más difícil atrapar a la gente
aunque la larga fila de corredores era interminable en la recta. Cuanta gente
madre mía. Carrera, de mi equipo con buena postura me dejó, a Ibarguren no llegué
nunca a acercarme pero superé a otros de mis compañeros como a Poo que
estrenaba acoples. Aunque también era superado por otros duatletas con poderosa
pedalada como Bauti seguido a rueda descaradamente
por una rémora. Antes de empezar la subida alcancé a un numeroso grupo y a
ritmo constante, sin cebarme, adelanté a unos cuantos hasta estabilizar la
posición, empecé bien, una pena no haber podido mantener ese ritmo hasta
arriba. La mitad de la subida hasta la cima me entretuve contando los duatletas
que me cruzaba llegando yo al cono alrededor de la posición setenta y pico.
Bajada en la que fui superado por un par de aviones y la más completa soledad
me esperaba en la recta de Galizano, tanto en la ida hasta Somo como en la
vuelta. Sólo. Con una pequeña referencia a unos 15 segundos de mí y sin nadie
próximo por detrás. Las sensaciones en bici fueron medianamente buenas, estoy
contento, aunque fueron muchos los que lo hicieron mejor que yo. Era un
circuito largo, casi treinta kilómetros, y en la eterna recta había que darle
bien, y conseguí mantener un ritmo alto, con la lógica falta de fuerza propia
de un invierno con pocos kilómetros. En primavera y sobre todo en verano se
nota que las piernas van mucho más, pero bueno, acabé la bici contento, a la
par que reventado todo sea dicho.
Sector de bici en la rotonda de Galizano. Foto: Cris Ruiz |
Sólo quedaba el último sector, qué
sufrimiento, me canso sólo al recordarlo e intentar plasmarlo con palabras. Dos
o tres duatletas me alcanzaron al entrar en boxes a donde entré sin quitarme
las zapas, no lo pensé bien, y no me dio tiempo. El cansancio se notaba en la
cabeza también. Cambio de zapatillas y a correr. Mi compañero Manu Sigler me
pasó en los primeros metros animándome a seguirle, pero no pude, no iba nada a
pie… Me pasó otro y ya pensaba, venga va, un puro trámite, unos minutos más y
se acaba. Pero tampoco quería hundirme más en la clasificación ni quedar más
allá del 100. Suerte que no había mucha gente cerca detrás de mí. Recuerdo
pensar en el primer tramo, en la crónica tengo que describir mi ritmo como
deplorable, y así mismo era jeje. Último repecho y el orgullo me hizo intentar
apretar un poco, no quedaba nada, ¿no podría acabar acercándome un poco a mi
ritmo? Y ligeramente me recuperé. Me alcanzó un tipo de rojo que iba bastante
bien aunque le oía jadear demasiado. Se debió quedar un poco flipado porque
nada más cogerme hice un cambio de ritmo fuerte (para aquel entonces y tal y
como iban las patas me pareció fortísimo, jeje, seguramente daría un poco de
pena, pero en esos instantes parece otra cosa!!). Puro orgullo pues iba
bastante vacío. Noté que se daba por vencido pero yo ya no podía parar y ví que
me acercaba a Arruza que me había pasado al principio. En esos momentos recordé
aquel mítico sprint que disputé a mi compañero Dani Lanza en uno de nuestros
primeros duatlones en el mismo lugar y parecidas circunstancias. Aquel día Dani
me fundió, pero hoy, por lo menos quería acabar el día no sólo manteniendo la
posición, sino que si podía recuperar una más pues mejor. Antes de entrar al
pueblo alcancé a Arruza y quizá un poco pronto le rebasé y lancé el sprint, oía
en sus pisadas que quería engancharse pero ya no le iba a dejar aunque en las
curvas antes de meta noté mis bíceps femorales bailar y a punto estuvieron de
subirse. No lo hicieron y entré a meta medio entero tras hora y media de
carrera sin parar justo detrás de Sigler al que logré acercarme tras el cambio
de ritmo final. Machacado, acabé el primer duatlón de la temporada. Puesto
final el 81 de 149, siendo el séptimo integrante de mi equipo. En un bonito
final ganó Aitor Gutierrez sobre Lastra, tras ellos, Jubera, Manu Vega y
Felipe.
CLASIFICACIÓN DUATLÓN DE GALIZANO 2104
CLASIFICACIÓN DUATLÓN DE GALIZANO 2104
Entrada a meta. Foto Cris Ruiz |
No acabé nada satisfecho con mi carrera.
Siento que mi posición está un tanto más arriba. Con mi exceso de
confianza inicial, había marcado mi
objetivo en entrar entre los 50 primeros, pero lo vi lejísimos. La gente va
mucho, corriendo muy rápido y veo que la gente no pincha en bici como se veía
antes. Vale que no llegué en la mejores condiciones pero una cosa saqué en
claro de este Galizano: HAY QUE ENTRENAR!
Fríamente y a toro pasado, estoy más
contento. Era la primera del año, apenas 6 días antes estaba malísimo y hay un
gran margen de mejora. Estoy seguro que quedaré más adelante en la próxima, eso
sí, si entreno! Además la siguiente es el Duatlón de Torrelavega con su bonito
y exigente perfil ciclista que me encanta y sé que puedo correr a pie más
rápido. Hasta el 16 de marzo hay tiempo... y muchas ganas de duatlón de nuevo.
Buen cumpleaños, empezó bien volviendo a las
carreras y acabó mejor aún con comilona y risas con los míos. Gracias por todas
las felicitaciones y las muestras de afecto.
Y ahora, con un año más a las espaldas… a entrenar!!!!!!!
Grimpeur!
pd. Gracias como siempre a Cris Ruiz y su familia por las fotos!