martes, 25 de febrero de 2014

Duatlon de Galizano 2014

Llegó el debut en mi temporada. Duatlón de Galizano. El día primaveral, sol, buena temperatura, casi hasta calor y, aunque al despertar parecía que soplaba el viento, en la recta de Galizano había sólo una ligera brisa. Condiciones perfectas y reencuentros esperados. Además era el día de mi cumpleaños, una perfecta manera de celebrarlo.

La carrera, a la que hacía bastante que no acudía por diversos motivos, constaba de 6km a pie, 29 km en bici con la ascensión al Alto de Ajo y 3 km a pie de nuevo para finalizar. Mi preparación, aunque tardía, no iba por mal camino durante el mes de enero, pero un virus estomacal que me tuvo parado 12 días en febrero me había dejado un poco tocado. La misma semana de la carrera me había recuperado aunque los días que salí a correr me ví un poco débil. “Piano, piano -me decía mi amigo y compañero Nanduco-, además tu compites que da gusto”. Las ganas eran inmensas, ganas de querer hacer buen papel para mi nuevo equipo el Camargo-Astillero, y sobre toda ganas de competir y disfrutar del día de mi cumpleaños. Con esas ganas y con quizá demasiada confianza llegaba a la primera línea de salida del año.

Foto de equipo: Triatlón Camargo-Astillero. Foto: Munguía
Foto de equipo aunque aún no tenga la equipacíon, así da gusto con tan buen ambiente y tantos compañeros, y con pocos minutos de retraso salida!!! Empecé a mitad de grupo. El primer sector constaba de  dos vueltas a un circuito de unos 3 km con un primer tramo por el pueblo llano y un par de repechos con sus correspondientes bajadas yendo hacia el camino de la playa. En la primera parte de la primera vuelta recuerdo ir muy cómodo, incluso progresando bastante. Pablo, quizás vas un poco rápido, pero tenías ganas de probar. Primero con la referencia de mi compañero Bravo, demasiado para mí, luego con la de Alles y finalmente la de Poo, un valor seguro. 

Primera vuelta a pie. Foto: Cris Ruiz.

Primera vuelta bien, en unos 10 minutos, la segunda, me puso en mi sitio… Vaya bajón… me empezó a pasar gente y cada vez veía más lejos la gorra de Poo. Exceso de confianza sin duda, por mis ritmos debería haber aguantado sin problemas allí, pero la pérdida de fondo las semanas anteriores se hizo patente en carrera. Me falta mucho. En los repechos iba ya bastante hundidillo y en el segundo me pasó mi amigo y mentor Ibarguren con su zancada siempre sólida yendo de menos a más. Ni pude seguirle. Quizá debería haberme esforzado más pero iba tocado mentalmente también. Mítico momento de “quién me manda a mí sufrir así”. Bueno, llegamos ya a la transición.

Pocos kilómetros de entrenamiento, pero con la bici siempre me crezco. Vamos allá. No lo había planeado pero como si en mi mente estuviera grabado, recorrí corriendo con la bici en la mano el tramo en subida a la salida de boxes adelantando a varios duatletas. Salimos a la rectona y a ver cómo se comportan las piernas. Empecé yo creo que bien. Los acoples imprescindibles recuperando algunos puestos, pero a medida que caían los kilómetros me daba cuenta que cada vez era más difícil atrapar a la gente aunque la larga fila de corredores era interminable en la recta. Cuanta gente madre mía. Carrera, de mi equipo con buena postura me dejó, a Ibarguren no llegué nunca a acercarme pero superé a otros de mis compañeros como a Poo que estrenaba acoples. Aunque también era superado por otros duatletas con poderosa pedalada  como Bauti seguido a rueda descaradamente por una rémora. Antes de empezar la subida alcancé a un numeroso grupo y a ritmo constante, sin cebarme, adelanté a unos cuantos hasta estabilizar la posición, empecé bien, una pena no haber podido mantener ese ritmo hasta arriba. La mitad de la subida hasta la cima me entretuve contando los duatletas que me cruzaba llegando yo al cono alrededor de la posición setenta y pico. Bajada en la que fui superado por un par de aviones y la más completa soledad me esperaba en la recta de Galizano, tanto en la ida hasta Somo como en la vuelta. Sólo. Con una pequeña referencia a unos 15 segundos de mí y sin nadie próximo por detrás. Las sensaciones en bici fueron medianamente buenas, estoy contento, aunque fueron muchos los que lo hicieron mejor que yo. Era un circuito largo, casi treinta kilómetros, y en la eterna recta había que darle bien, y conseguí mantener un ritmo alto, con la lógica falta de fuerza propia de un invierno con pocos kilómetros. En primavera y sobre todo en verano se nota que las piernas van mucho más, pero bueno, acabé la bici contento, a la par que reventado todo sea dicho.

Sector de bici en la rotonda de Galizano. Foto: Cris Ruiz
Sólo quedaba el último sector, qué sufrimiento, me canso sólo al recordarlo e intentar plasmarlo con palabras. Dos o tres duatletas me alcanzaron al entrar en boxes a donde entré sin quitarme las zapas, no lo pensé bien, y no me dio tiempo. El cansancio se notaba en la cabeza también. Cambio de zapatillas y a correr. Mi compañero Manu Sigler me pasó en los primeros metros animándome a seguirle, pero no pude, no iba nada a pie… Me pasó otro y ya pensaba, venga va, un puro trámite, unos minutos más y se acaba. Pero tampoco quería hundirme más en la clasificación ni quedar más allá del 100. Suerte que no había mucha gente cerca detrás de mí. Recuerdo pensar en el primer tramo, en la crónica tengo que describir mi ritmo como deplorable, y así mismo era jeje. Último repecho y el orgullo me hizo intentar apretar un poco, no quedaba nada, ¿no podría acabar acercándome un poco a mi ritmo? Y ligeramente me recuperé. Me alcanzó un tipo de rojo que iba bastante bien aunque le oía jadear demasiado. Se debió quedar un poco flipado porque nada más cogerme hice un cambio de ritmo fuerte (para aquel entonces y tal y como iban las patas me pareció fortísimo, jeje, seguramente daría un poco de pena, pero en esos instantes parece otra cosa!!). Puro orgullo pues iba bastante vacío. Noté que se daba por vencido pero yo ya no podía parar y ví que me acercaba a Arruza que me había pasado al principio. En esos momentos recordé aquel mítico sprint que disputé a mi compañero Dani Lanza en uno de nuestros primeros duatlones en el mismo lugar y parecidas circunstancias. Aquel día Dani me fundió, pero hoy, por lo menos quería acabar el día no sólo manteniendo la posición, sino que si podía recuperar una más pues mejor. Antes de entrar al pueblo alcancé a Arruza y quizá un poco pronto le rebasé y lancé el sprint, oía en sus pisadas que quería engancharse pero ya no le iba a dejar aunque en las curvas antes de meta noté mis bíceps femorales bailar y a punto estuvieron de subirse. No lo hicieron y entré a meta medio entero tras hora y media de carrera sin parar justo detrás de Sigler al que logré acercarme tras el cambio de ritmo final. Machacado, acabé el primer duatlón de la temporada. Puesto final el 81 de 149, siendo el séptimo integrante de mi equipo. En un bonito final ganó Aitor Gutierrez sobre Lastra, tras ellos, Jubera, Manu Vega y Felipe.

CLASIFICACIÓN DUATLÓN DE GALIZANO 2104

Entrada a meta. Foto Cris Ruiz
No acabé nada satisfecho con mi carrera. Siento que mi posición está un tanto más arriba. Con mi exceso de confianza  inicial, había marcado mi objetivo en entrar entre los 50 primeros, pero lo vi lejísimos. La gente va mucho, corriendo muy rápido y veo que la gente no pincha en bici como se veía antes. Vale que no llegué en la mejores condiciones pero una cosa saqué en claro de este Galizano: HAY QUE ENTRENAR!

Fríamente y a toro pasado, estoy más contento. Era la primera del año, apenas 6 días antes estaba malísimo y hay un gran margen de mejora. Estoy seguro que quedaré más adelante en la próxima, eso sí, si entreno! Además la siguiente es el Duatlón de Torrelavega con su bonito y exigente perfil ciclista que me encanta y sé que puedo correr a pie más rápido. Hasta el 16 de marzo hay tiempo... y muchas ganas de duatlón de nuevo.


Buen cumpleaños, empezó bien volviendo a las carreras y acabó mejor aún con comilona y risas con los míos. Gracias por todas las felicitaciones y las muestras de afecto.  Y ahora, con un año más a las espaldas… a entrenar!!!!!!!

Grimpeur!

 pd. Gracias como siempre a Cris Ruiz y su familia por las fotos!

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