El fin de semana del 27 y 28 de septiembre,
llegaba a la ciudad de Santander el Campeonato de España de Triatlón por
Clubes, un gran evento triatlético en la que el Ayuntamiento y la firma Austral
aunaron esfuerzos y se implicaron para conseguir un triatlón de ensueño bajo la
organización de Pablo Gutiérrez, al que hay que agradecer y dar la enhorabuena
por haber conseguido preparar una competición con unos recorridos tan
espectaculares.
Con distancias sprint, 750m+20km+5km, la
natación sería de la playa de los Peligros a la explanada del Mundial de Vela
donde estarían situados los boxes, y una vez allí empezaría una bicicleta
preciosa y exigente y por lugares tan emblemáticos y especiales como la Avda de
Reina Victoria, la Península de la Magdalena con subida incluida al Palacio y
el Sardinero, todo ello con el tráfico cerrado y sin ni un coche en las
cunetas. Finalmente, el Museo Marítimo y su avenida hacia los Peligros serían
testigos del desenlace a pie de todas las competiciones. Y es que había muchas
carreras, Promoción femenina (donde competían nuestras chicas del
Camargo-Astillero), promoción masculina (donde corrían los chicos del T.
Santander) y para completar la tarde del sábado se había organizado un triatlón
popular, donde correríamos nosotros, llamado de los Históricos, pues estaban
llamados a darse cita algunos de los pioneros de este deporte que compitieron
en aquella primera liga Austral allá por 1986, cuya primera carrera fue en
Santander, el primer triatlón de España!! Ya el domingo corrían la primera y
segunda división masculina y femenina, los pros de la materia.
Pero vamos a nuestra carrera, las 17.30 era
la hora estipulada, perfecto, pues me dio tiempo a cambiar de turno, trabajar
por la mañana, comer, y presentarme con la bici en el Dique de Gamazo donde una
larga fila de compañeros, junto con un montón de triatletas de otras
comunidades aguardaba ya la entrada a boxes mientras corrían los chicos de
categoría de promoción. Qué alegría ver a tantos compañeros y amigos, gente del
equipo y los naranjas del Costa Quebrada haciendo piña, Oli, César y Calon con
el que volvía correr después de más de dos años! Con el dorsal ya recogido me
situé en la fila con Juan Espino y no paramos de hablar y contar batallitas de
nuestra temporada a un chico vasco que venía a disfrutar como nosotros.
Repasamos el recorrido en bici, creo que se me notaba la emoción de competir
por esos repechos tan cercanos a casa. Cuando sólo disponía de media horuca,
recuerdo que sacaba la bici y me hacía la vuelta de los Muros, así la llamaba
yo, e iba hasta los Peligros desde casa, me subía la subidita del Palacio de
Festivales, que hoy subiríamos, luego me subía el Gurugú para bajar de nuevo a
Reina Victoria y adentrarme en la Península para subir el Palacio. Qué muro, y
siempre imaginaba lo guapo que sería hacer una carrera ciclista por allí. Luego
volvía, bajaba el Sardi y me subía al Alto Miranda por La Cañia… Siempre me gustaron
los repechones!! Hoy se cumplía el sueño.
Un tri de ensueño!! |
El día acompañaba, vaya pedazo día!! Después
de dejar todo en boxes, donde vi ya en el vallado a mi fiel afición, fuimos
caminando a la playa de Los Peligros conversando con Manu Diaz, ex UC, el
Tiburón de Colindres le llamaban, y con César al que recordé que me incluyera
en su crónica ;), y enfundados en nuestros trajes negros nos alineamos en la
orilla frente de Peña Cabarga. Comenté la estrategia a seguir en el agua con
Fer y Bauti, colocados en el extremo derecho de los más de 180 triatletas. La
primera y única boya estaba situada a unos 200m bahía adentro perpendicular a
la playa, ya cerca de La Canal, y allí las corrientes eran la mayor
preocupación. Por fortuna, la hora coincidía prácticamente con la pleamar, si
llega a estar bajando ya, el recorrido, hacía el Dique de Gamazo podría haberse
convertido en una pequeña odisea. Nervios y pitido!! Había mucha gente y se
preveía caos en el agua. Sorprendentemente tuve una natación muy cómoda hasta
la boya, sin apreturas, salvo a unos 30m del giro donde nos empezamos a
arrejuntar y la gente de detrás de mí aceleró para atacar la boya. Entré por
dentro y sin incidencias y con el sol de cara, el objetivo ahora era el Museo
Marítimo. Se podía ir más directo a la rampa del submarino, pero yo decidí
cerrarme hacia el muro de Las Cuartas y alineado al muelle encarar el último
tramo. Y fue aquí donde, emparejado con otro triatleta, experimenté la
sensación que jamás en mis años en el triatlón he vivido. La sensación de
adelantar a muuucha gente nadando! Pegados al muelle adelantamos como a unos 15
o 20 nadadores, íbamos como motoras! Lógicamente no sólo se debía a mis limitadas
dotes como nadador, sino que los que iban más adentro no estaban gozando de la
corriente que nosotros cogimos. Disfruté!!
T1 |
Salida a boxes! Muchísima gente y una
transición muy larga en la que vi a Luis saliendo con la bici ya. Mi afición estaba
frente a mi bici, saludando, me cambié rápido y corrí con la bici en la mano
hasta la carretera, donde empezaba lo realmente bueno!! Tres vueltas al
circuito de bici!! Un pasillo de gente nos llevaba hasta la primera ascensión,
la calle que sube a Reina Victoria, primera rampa, giro a la derecha, giro a la
izquierda y ultima cuesta atestada de público animando! Qué bonito!! En este
primer tramo apreté, había que coger un buen grupo. Animé a mi compañero Ponce
a que hiciéramos como en San Vicente. Sin un grupo definido llegamos a la
bajada a la Puerta de la Magdalena, punto delicado ya que nos cruzábamos con
los que salían. Bien señalizado y con cautela no hubo ningún problema y dejando
a un lado la campa y al otro las Caballerizas, nos adentramos en el corazón de
la Península para iniciar la ascensión. Iba picando un poco para arriba, pero
lo serio era cuando encarábamos el Palacio. Rampón al puro estilo clásicas de
primavera. Qué bonito y cuantas veces la había subido, pero esta vez era
diferente, esta vez era en carrera!! Mucha gente animando y cómo me quemaban
las piernas en esta primera subida. Recuerdo que pensé, si me duelen ahora,
como me dolerán en la última vuelta!! En cabeza de un grupeto, atacando,
llegamos a la explanada del Palacio con el Mar Cantábrico como testigo e
iniciamos la bajada mirando al Sardinero! Qué guapo!! He de reconocer que me
emocioné!! Sin duda fue el momento del día, el colofón a tantos años
compitiendo, correr en casa y de esta manera!
Atacando en La Magdalena, primera vuelta |
En la bajada y posterior ascensión de salida
de la Península, se me escapó unos metros Ponce, y no pude seguirle. En la
curva, estaba de voluntaria Cris Ruiz que me animó. Gracias también a esos
voluntarios que hicieron posible la celebración de esta prueba tan compleja. En
este punto formé el grupo que me acompañaría el resto del sector. Iba cambiando
a medida que cogíamos gente, pero básicamente éramos tres, un hombre del Piloña
asturiano, otro que ponía Trias (tri asturiano me imagino, iba de azulito,
blanco y gris) y yo. Y colaborando en Reina Victoria, bajamos la cuesta del
Gas, el tramo de adoquín del Palacio de Festivales y a por la siguiente vuelta.
Yo apretaba en los repechos, jeje, me encanta, y con la gente animando más, y me apoyaba en ellos
en el llano. Sólo no iba a ninguna parte, y los del grupo de delante no eran
cojos como para cogerles sólo (Luis, Jandro, Cifrián, Oli…). Otra vuelta más,
otra ascensión a la Magdalena, esta segunda vez con más cabeza, porque la
tercera, me pudo el ímpetu, y a pesar de haber quedado con mis compañeros de
grupo en ir juntos, no pude, y les saqué un montón. Respirando, les esperé,
pero no me alcanzaron hasta casi el giro del Sardinero. Hasta que me cogieron
aproveché para respirar, me vino muy bien, para ya después dar el resto en el
tramo final de Reina Victoria, coger a otro grupillo y sacar los pies de los
botines para saltar de la bici.
Paso frente al Palacio de Festivales |
Transición bastante rápida, y con punch,
empecé a correr buscando con la mirada a los míos entre la multitud… qué pila
gente. Mi amigo Jose había venido a animarme en la bici y ni le vi, pero desde
aquí se lo agradezco y me alegro que lo pasara bien, porque lo de hoy era todo
un espectáculo! Con brío empecé la primera vuelta muy bien y a muy buen ritmo.
Hoy no había objetivos, tan sólo pasarlo bien, pero siempre gusta darlo todo y
quedar lo mejor posible. Al cruzarnos, vi que delante de mí iban Jandro y Luis
encendidos y picados el uno con el otro… vaya dos galgos!! Por detrás Cifrián y
Oli el que parecía no ir del todo bien… a por ellos. A Oli le van más las
distancias largas, le cogí y le animé! Una alegría siempre correr con mi
compañero de tappones! Siguiente objetivo Cifrián, le tenía cerca pero no podía
con él, que tipo más duro. Me cogió por detrás Inma Pereiro, que había salido
un minuto más tarde. Con ella, por qué no! Hice con ella media vuelta, pero
Inma es mucha Inma y me dejo al paso por contrameta. Dos vueltas quedaban. La
segunda fue la peor vuelta, pagué los excesos de haber querido seguir a
Pereiro. Una vuelta menos por Los Peligros y alrededor del Museo, bajadina a la
explanada del Mundial de Vela con el muro abarrotadísimo de gente y a por la
última vuelta. Venga va! Vamos a apretar! Para nada notaba el cansancio de todo
el día, es más tenía un subidón de adrenalina! Iba encantado disfrutando como
hacía tiempo, y eso que yo siempre disfruto de cada carrera a tope, quedándome
con cada instante, con cada fotografía y sensación en la memoria. Acabé fuerte,
esprintando incluso desde el último giro y pasando a un par de ellos más entré
en meta en el puesto 42º. Puesto que es lo de menos, pero hacer un 42º de 170
pues no está nada nada mal y habiendo marcado el 33º mejor tiempo en bici y el
36º corriendo… qué bien!!
Disfrutando sufriendo a pie |
Equipoooooo!! |
Con un subidón increíble fui saludando a
todos los compañeros, Juanillo me decía que estaba como un niño pequeño el día
de Reyes, y es verdad estaba encantado. Me recibió mi afición y con una tarde
preciosa fui recogiendo todo y despidiéndome de todos en un día mágico. Con la
bici en la mano, paseando con los míos fuimos yendo hacia el centro con el sol
cayendo en Puerto Chico. Qué gran día!! Esperemos que este triatlón se pueda
mantener en el tiempo, porque merece la pena!
Atardecer en Puerto Chico |
Y no paramos, porque esta misma semana
cerraré mi temporada de triatlón, aquí en Santander de nuevo, toca el triatlón
del Sardi, último del circuito cántabro y donde volveremos a darnos cita para
disfrutar de nuestro deporte, este que tanto nos da. La semana siguiente yo no
estaré, de ahí que cierre la campaña este domingo, pero se celebrará el último
tri, el Bansander, pero este ya le dejaremos para el pequeño de la saga Martín
Sarobe que reaparecerá dispuesto a dar guerra a los más fuertes y donde puede
saltar la sorpresa.
Un saludo a todos y muchos tris más!!
pd. Muchas gracias a los fotógrafos, sobretodo a aquella que nunca me falla ;)
No hay comentarios:
Publicar un comentario