De forma vertiginosa pasaron los primeros días
de primavera en los que tenia que haber empezado a hacer kilómetros y
kilómetros. Pero por el contrario, llegaron las merecidas vacaciones en las
que, a pesar de cargar las zapas en la maleta, ni las toque entre comilonas,
homenajes y cañas por media España. Qué bien me lo pasé, y nada más llegar de
las vacaciones… Duatlón de Reinosa.
Me encanta este duatlón por el ambiente y el
recorrido. Siempre se me ha dado bien y este año además tenía afición siguiéndome.
Mis compis del curro se acercaron a la carrera para después irnos de comida por
la capital campurriana. El día amaneció muy ventoso. Sur, que en Santander es
cálido, en Reinosa era gélido. Mucho viento. Dudas en la elección de la ropa a
llevar, pero al final bastó una térmica y maillot para situarnos tras un breve
calentamiento charlando con los amigos bajo el ficticio arco de meta que hoy no
se pudo montar por el viento.
Salida! Muy atrás, fui recuperando
posiciones, corriendo con cabeza, como siempre me dice Juanillo. Hoy no tenía
referencia a seguir pero cogí un ritmo bueno y cómodo. Primera vuelta y por el
paso por contrameta vi a mis amigas! En la segunda vuelta, al contrario que en
otros años en los que me quemé en la primera vuelta, me encontré con fuerzas y
me atreví incluso a ponerme al frente de mi grupeta con el viento en contra,
invitando a relevar, como si fuéramos en bici. Pero vi que me iba. La gente que
tenía delante sabía que era mucho para mí luego en bici (Dieguito Herrera) y vi
que la gente con la que suelo ir en bici iba detrás mio. Iba bien! Tercera
vuelta con margen y a por la bici!
Transición y salida en bici controlando a la
gente. Rápido se formó un grupo bueno y cogimos la carretera de Villacantid,
este año por unas callejas diferentes. Muchisimo viento fronto lateral. Debido
a las rachas, habían decidido quitar la subida a mitad de recorrido, asi que el
sector iba a ser más corto. Iba en un buen grupo, pero lo que parecía que iba a
ser un cómodo sector para mi, resultó ser uno de los duatlones en los que más
he sufrido. En el primer repechín decidí adelantar posiciones del ya numeroso
grupo para evitar cortes, y me coloqué el sexto o séptimo del grupo. El viento
soplaba fortísimo y los chicos del Campoo tiraban generosos. Poco a poco nos
fuimos colocando uno detrás de otro por el lateral, pero hubo un momento en que
se cerraron un poco y ya no cabía nadie más en la cuneta. Abanico de libro como
si estuviera en el Tour de Francia. Y el que no cabía era yo. Luché, luché y
luché detrás de Bolívar creo que era, pero era imposible seguirles y ocurrió lo
inevitable. Me corté. Y lo peor de todo me había quemado. Me fue pasando uno a
uno todos los del pelotón, en fila de uno, y el grupo se rompió en mil pedazos.
Yo iba tan mal que me quedé hasta del último de ellos, y me quedé solo. Se
acabó, no hay nada que hacer, además no venía nadie detrás, asi que me limité a
llegar al giro dignamente. Lo peor fue la sensación de haber sido yo el que
rompiera el grupo. Madre mía qué mal.
Giro en la rotonda y para abajo, con el
viento ahora lateral pero a favor. Pero iba tan mal que ni siquiera pude seguir
a dos parejas que me pasaron. Sólo, llegué a boxes en tierra de nadie. Bueno, a
ver si por lo menos corremos bien, pero nada, no me iban las piernas y no pude
más que acabar las dos vueltas intentando que nadie me cogiera. Y nadie me
cogió salvo mi compañero Pedro Luis Velez con el que entre a meta de la mano.
Sin duda lo mejor de la carrera. Eso y los ánimos de mis compañeras, que me
vinieron a ver el día que peor he corrido jeje. Sin embargo, a pesar del mal
sabor de boca, el día acabó super bien con un cocidaco, charlas y risas, muchas
gracias por el día!!
Tercera para el zurrón y una conclusión: hay
que entrenar, entrenar y entrenar!! Que queda poco más de un mes para el segundo
objetivo de la temporada. Abril sería el mes del punto de inflexión en bici.
Grimpeur!!
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