jueves, 19 de enero de 2017

Trail Ribamontán al Mar 2017

Pues tocaba comenzar la temporada. Primera del año, y nada más y nada menos que 26 kms de trail, el objetivo, acumular kilómetros y disfrutar del ambiente, el compañerismo y el barro, que este año hay ganas de monte.

Estamos en pleno enero, y al fin llegó el invierno. Toda la semana lloviendo sirvió para refrescar la tierra y para que el barro hiciera al final aparición. No tenía pensado inicialmente volver a correr este trail. El año pasado me pilló mucho más en forma, en plena preparación para la media maratón de Santander, este año, sin embargo, no había casi ni empezado a entrenar, pero qué mejor que una carreruca para romper el hielo y desengrasar las patucas!

Pablín Ibarguren me acabó de convencer para, por qué no, empezar el año con estos 26 kms, Y además, vaya grupo humano nos fuimos juntando: Juanillo, Nanduco, Manolo, Chano, Dieguito Herrera, Ibarguren … 

Equipooooooooo!!

Madrugadores nos presentamos los primeros Pablín y yo cuando ni tan siquiera había amanecido en Somo, y la verdad que el panorama era desolador, con lluvia, viento y frío. Pero estábamos decididos a pasárnoslo bien. Cogimos los dorsales, el primero de muchos este año esperemos, nos cambiamos y fue llegando la gente. Fue la hora del reecuentro!! Precioso momento!

Reencuentro. Foto Rodri González, FotosCarreras.com

Mi primo Luis también andaba por ahí y le enseñe mis nuevas zapas. El año pasado me vi en desventaja con el calzado. Mucho barro y vi como mis botas no agarraban como las de mi compañera de carrera, Lucía Ibañez, que ganó, pero que este año no podía venir. Recuerdo como me contó que se las acababan de regalar y que iba fenomenal con ellas. Me quedé con la copla, y un año después la historia se repitió pero con esas nuevas botas en mis pies, las SpeedCross, perfectas para un día como hoy, y qué bien que fui con ellas!! Qué diferencia!!!

Pero del año pasado también me traje otra experiencia. En 2016, estando ya en un gran estado de forma, salí muy fuerte, rodando cómodo junto con Lucía, la primera chica. Todo fue genial, hasta la zona del barro, donde la perdí y empezó el sufrimiento. Gran pajarón y acabé llegando a Somo andando. Salí muy fuerte, sumado a que había salido la noche anterior y que desayuné poco, dio como resultado un santo pajarón que no podía volver a ocurrir.

Descansado, habiendo desayunado un plato de espaguetis además del desayuno habitual y con zapas nuevas, sólo quedaba empezar la carrera con cabeza. Salida a las 9:30 en punto. Me dio rabia no ver antes de salir a mi amiga Cris Ruiz pero no la encontré, luego vi que termino como una campeona. Tranquilo, junto con Juanillo y Pablín iniciamos charlando este precioso trail. La primera zona, una vez habiendo abandonado Somo, era por una zona de duna cubierta por pinos muy bonita con subibajas y esquivando arboles. La fila se alargó y llegamos a Loredo, atravesando pasarelas, zonas de arena y tomando el camino hacia Los Tranquilos desde donde se veía preciosa la Bahía de Santander. Por suerte, el día aguantaba y no llovía. Bien abrigados, el frío no iba a ser un problema hoy.

Foto: Rodri González. FotosCarreras.com

Salimos al ritmo planeado y avanzamos por toda la zona de costa entre Los Tranquilos y Langre, frente a la Isla de Santa Marina. El Cantábrico estaba picao pero no demasiado enfurecido, aunque a veces el agua de las olas era arrastrado por el viento y llegaba hasta nosotros como si lloviera. Pablin y yo fuimos juntos hasta Langre y Juanillo, adaptándose al barro un poco por detrás. Le esperé para estrenar la nueva cámara. Vaya paisajes. 

Sobre la Playa de Langre

Mientras tanto, Ibarguren tiró para adelante. A un ritmo muy cómodo y disfrutando y hablando fuimos avanzando Juanillo y yo hasta la bajada a la Playa de Galizano. Qué parte más divertida, las zapatillas iban genial en el barro. Qué bien me lo estaba pasando! Bajamos a la playa y un gran avituallamiento nos esperaba. La quesada lo mejor entre todas las cosas que había!

Continuamos por la playa, vimos un buen jargo en la arena, cruzamos la ría y nos internamos en el monte. Camino perfectamente marcado y desbrozado y para mí perfecto de barro, no demasiado pero divertido. Nos dirigimos a una zona en el que el monte se fusionaba con los acantilados. Zona muy salvaje y expuesta al Cantábrico, en la que Pablín tiró para adelante y ya no le volvimos a ver. Juanillo con más problemas con el barro, y yo disfrutando de todo. Junto con Rivas y Rasines llegamos a otra zona en la que había que subir un gran desnivel por una ladera. Me encantan estas subidas, y se me dan bien! Llegamos a un pinar bonito y a la zona más embarrada del trail. Una pistuca perfectamente marcada y super embarrada, zona que según me dijeron dos compañeros de trail, coincidía con el próximo trail de costa de Ajo. Ellos mismos eran los organizadores. Llegamos a otro avituallamiento y ya iniciamos la bajada, primero por una pista y después atravesando prados y manchas de árboles. Todo muy entretenido y acompañando ahora al gran Pablo Martínez Mahamudd. Hablamos un buen rato hasta llegar de nuevo al avituallamiento de la Playa de Galizano. Pablete siguió adelante y yo esperé un ratuco, comiendo quesada, a Juanillo, que en la zona de barro, se había quedado algo rezagado. Como me recordaba a mí el año pasado!!! Hay que pedirle a los Reyes unas zapas de monte de barro como las mías. Son una gozada!!

Reunificación de nuevo y ya quedaba sólo la vuelta. Casi sin querer ya habíamos completado dos terceras partes del trail. Quedaba la parte más corrible volviendo por nuestros pasos por la media luna de la Playa de Langre y toda la Costa hasta Loredo. Decidimos apretar un poco sin parar de hablar de todo para ver si cogíamos a Pablín, pero fue en vano. Si que pasamos a Pablo Martínez y a unos cuantos más corredores. El año pasado por aquí ya iba andando, y este año iba suber bien! Tan sólo una pequeña ampolla encima del talón, al fin y al cabo entraba dentro del guión ya que las zapatillas eran  nuevas y sólo tenían dos puestas. Sin mayor problemas, ya con las patucas algo más maduritas, atravesamos la zona arenosa de dunas y pinos entre Loredo y Somo, y entre charla y charla, entramos en Somo, y hasta esprintamos para cruzar de la mano, como Pin y Pon la línea de meta donde Pablín Ibarguren estaba esperándonos. Foto de la victoria, nuestra pequeña victoria, esa en la que el mayor trofeo es esa sonrisa y la sensación de habérnoslo pasado genial. 

Meta Trail Ribamontán al Mar 2017

Primer objetivo cumplido! Y ganas de más monte y más barro! La próxima en 5 de febrero en Cartes que dicen que es duro! Sólo una duda, el corto 18kms o el largo 28??



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