RUTA 50: CHURRÓN DE BORLEÑA

· Salida-Llegada: Borleña 150m
· Tiempo: 2 horas entreteniéndonos mucho
· Desnivel: menos de 100m
· Cimas: Ninguna
· Máxima cota: 246m
· Nivel Dificultad: Principiante

2 de enero de 2011, niebla. Montañeros: Carlos y Pablo

El 2 de enero fue un día de niebla que cubría todos los puntos de Cantabria. No era una jornada propicia para alcanzar cimas, así que echamos mano de esta bonita ruta / paseo que transcurre por el fondo de un vallejo que sale del pueblo torancés de Borleña. Siguiendo el curso del riachuelo aguas arriba va un senderuco cubierto de hojas y barro y bajo una cúpula de frondosos robles y avellanos. El día estaba para andar por un bosque ya que la niebla no dejaba ver más. El camino lleva hasta el fondo de la garganta donde cae el famoso Churrón de Borleña, una cascada que vierte las aguas de Quintana de Toranzo con una caída de bastantes metros. El enclave es realmente precioso, pero del Churrón sorprendentemente no caía mucha agua.

Churrón de Borleña

Intentamos abrirnos paso por la ladera para complicar un poco el paseo, pero el bosques era muy cerrado y la intensa vegetación no nos permitió subir más que unos metros, así que decidimos investigar y tratar de encontrar una segunda cascada, el Churrón de Castillo, un poco más al sur. Bajamos un poco hasta donde se unian los dos torrentes y comenzamos a subir por el segundo. Por aquí la senda no estaba tan clara aunque el paso estaba abierto. Había que ir andando sobre rocas y piedras y ascendiendo algo de desnivel. Con el sonido de las aguas de escorrentía fuimos adentrándonos en ese vergel. En una de la rocas descubrimos un gran fósil en forma de caracol del tamaño de una mano. Al fondo del Vallejo alcanzamos la espectacular cascada, más impresionante si cabe que la anterior. De similar altura, esta caía formando el chorro de agua una parábola hasta chocar contra la roca. El impacto del agua había formado pequeñas cavernas y los bloques fragmentados de rocas se repartían por todo el enclave. Bajo las aguas de la cascada subimos por unos de esos bloques hasta alcanzar una cueva increíble en la parte derecha. Gracias a que llevábamos un frontal, pudimos investigar el pequeño interior de la gruta donde se habían formado estalactitas y donde se veía que hacía mucho tiempo que nadie llegaba hasta allí.

Churrón de Castillo

Practicando barranquismo descendimos, calados por las aguas de la cascada pero con una sensación de haber llegado a un lugar paradisíaco. Parece mentira que tengamos en un rincón tan cercano de Cantabria este paraíso. Bonito paseo para disfrutar y para enseñar a cualquier persona que sepa apreciar esto que tenemos tan cerca de nosotros.

Perfil de la ruta, como se ve, muy sencillo

El día no era nada bueno para una ruta, pero una vez más La Montaña nos brindó una jornada espectacular, sólo hay que buscar y encontrar lo que nos ofrece.

Grimpeur!