Un año más llegaba el triatlón
más bonito de Cantabria, estrenando la temporada traitlética en la región.
Algunos ya habíamos hecho el primero en Pamplona, ahora tocaban los de casa.
Los duatlones habían ido bien, el equipo Triatlón Costa Quebrada había logrado
puntuar para el circuito, en el triatlón no nos vamos a quedar ahí, como se vio
en Suances, en el triatlón íbamos a dar guerra, además de la nota! Todo al
naranja, hoy ya sí, todos uniformados como una familia.
Buenísima participación del
equipo aunque no hubo tiempo para mucha previa. A las 9:20 am las chicas ya
estaban en carrera, y con prisas como siempre, entré de los últimos en boxes y
bajé corriendo las escaleras de los Locos. Imagen preciosa, mística e imprescindible
cada año. Aquí debuté y aquí sigo.
Breves indicaciones de Fede.
1.200 m nadando, las boyas no se veían, había que girar "por detrás de la
montaña" como decía Fede jeje. A estos le seguirían 33 kms en bici con
circuito cerrado al tráfico y doble ascensión al Alto de Ubiarco, para acabar
con los 8 kms finales rompepiernas a pie. A por el agua!
Siempre por el flanco derecho,
pegado a las rocas, salí bastante bien, a los pies de mi compañero Cesar
Herrera, hasta el viraje tras las rojas del acantilado, que este año no tenían
mucho peligro, la marea estaba lo suficientemente alta y el mar como un plato.
Además, las aguas cristalinas, eso sí, este año no ví muchos peces, pero vaya
paraíso y vaya lujo nadar aquí. Pronto perdí los pies de César y de su grupo y
me ví sorprendentemente sólo. Había salido demasiado bien y ese no era mi
pelotón. Poco a poco, nadando tranquilo me fue alcanzando gente. La primera
boya, escondida, estaba lejísimos a la derecha de las rocas mar adentro. Nos
metieron muy adentro este año. Pues nada, a nadar! Sin embargo no encontré
fuerzas en los brazos. Mala semana y mucho cansancio, cero entreno en el mar y
tocaba pagarlo. Pero bueno, qué mejor que las aguas de Los Locos para curarlo
todo. Me limité a seguir mi ritmo de crucero, sin forzar, no daba para mucho
más, o mi cabeza no estaba con tantas alas como otros días. Boya, boya, con
algún encontronazo con algun nadador dando martillazos, pero bueno, me libré de
él abriéndome después de la ultima boya. Último largo directo a la playa, y
pensando en mis cosas, empecé a disfrutar un poco más. Completamente sólo me
dirigí a la playa de forma perpendicular, mientras veo que la gente navega un
poco más en diagonal. Yo por mi lado, creo que es mejor, qué pena que este año
no hubiese olas. Y llegamos a la orilla.
Salida del agua justo por detrás
de Manolo, que alegría compartir carrera y en qué momento. "Yo sólo me
saco la licencia para subir corriendo estas escaleras Manolo" le dije. Y
para arriba me tiré, coincidiendo con De Pablo, con Edu el del Triflavi, y la
gente animando y Ana y Yaiza haciendo fotos. A pesar de no haberme encontrado
del todo a gusto nadando, vi muchas bicis en boxes. Me quité el neopreno, me
puse el casco, botines y dorsal y a la guerra, viendo que Juanillo estaba en
boxes también. Le animé y salí para afuera. A ver qué tal, la verdad que el
circuito en bici es perfecto para mí, me encanta, con continuos repechos y dos
subidas a Ubiarco, una subida durilla pero no muy larga. Hacía bastante ya
desde Pamplona y la última semana la había dejado pasar en blanco, sin embargo
la anterior vine aquí con mis hermanos a base de hachazos, y yo creo que me
puso a punto para lo de hoy.
Con calma superé el tramo de La
Tablía y Tagle, pasando a bastantes triatletas entre ellos Tato, el chico de
rojo con el que acabé el Tri de Somo del año pasado. Hoy compartíamos colores.
Sabía que Juanillo venía por detrás, pero sin mirar atrás, subí el duro repecho
del pueblo de Ubiarco y comencé la ascensión de Ubiarco con muy buenas
sensaciones, cadencia y empezando a disfrutar de verdad de mi triatlón
favorito. Pasé a Pacheco que iba tocadete del estómago y tiré con muy buen
ritmo para arriba. Qué paisajes y eso que hoy no lucía el sol, sino que hacía
un día nublado de bochorno. Nada de viento, perfecto para la bici y los prados
verdes estaban impresionantes con el contraste azul del mar que se iba viendo
más grande a medida que subíamos. Coronamos Ubiarco con ya Juanillo a mi
estela, y pequeño descenso hasta la rotonda de Santillana donde nos cruzábamos
y animamos tanto a los que iban por delante como los que iban por detrás del
equipo. Aquí estaba el corte, una lástima que Nanduco no superó el corte. Giro
de 180º y a subir otra vez. Una niña iba contando a los que pasaban e iba el
83º, aquí Juanillo se me fue un poco, me echó la bronca de cómo había subido
Ubiarco, esto era muy largo y "hay que ir con cabeza" jajajaja, pero
en la bajada me tiré para abajo para alcanzarle, cosa que me costó, arriesgando
un poquito en las rotondas de los pueblos, todas eso sí, muy bien vigiladas y
señalizadas. Desde aquí mi enhorabuena a la organizacióny a todos los
voluntarios. Comenzamos la segunda vuelta que era más corta. Juanillo me esperó
un poco en el repechón de Ubiarco, y ya fuios juntos lo que restaba de sector.
Íbamos muy bien, y no recuerdo que nos pasara nadie. Cómo nos lo estábamos
pasando! Hablamos un poco, le pregunté que qué le parecía el triatlón...
"muy duro" me dijo... yo le hablaba de lo bonito que era! cada uno
con su locura jeje! Subimos muy fácil la segunda vez el Alto de Ubiarco, qué
bien me estaba encontrando, e iniciamos la bajada! Lo teníamos! Me tiré a lo
loco para abajo probando posiciones aerodinámicas, cómo se nota! y ya entre
rotondas, pueblos y repechos llegábamos al Faro de Suances poniendo cara de
foto ante las numerosas fotógrafas.
Grandísimo sector, gran ritmo y
regulando perfectamente, y una vez más compartido! Nos bajábamos de la bici
todo locos en cuarta y quinta posición del equipo tras César, Oli y Alejo. Por
detrás llegaba cerca Martín. Vamos a darle. Juan me dijo que le siguiera, pero
salí yo con más ritmo. Siempre me pasa, luego sabía que me pasaría. Formamos un
grupete bastante bueno, pero ya en el tramo de carretera que era un subibaja
constante, Juanillo metía la directa y me dejó. Yo no iba mal, pero es que cómo
iba él! Momentos bonitos junto al mar donde nos cruzábamos todos, nos
saludábamos y animábamos. Buen rollito el que hay en este deporte, casi todos
nos conocemos y siempre alegra una palabra de ánimo, una mano que te choca o
simplemente una mirada cómplice con una simple mueca que dice mucho en esos
momentos de sufrimiento. El bochorno apretaba y el terreno era duro. Bueno...
voy quinto del equipo y los cuatro que van delante van como toros pensé, me
"relajé" un poco y me limité a mantener el ritmo. Sin embargo, no
podía bajar los brazos porque yo era la bala en la recámara del TCQ. Me crucé
con todos mis compañeros... César, Oli, Alejo, Juanillo, Martín, Lebrón, Tato,
Pacheco, Aitor, Manolo y tuve la suerte de girar el cono con el gran Güelu,
otro momento compartido con Guti. Sólo faltaba de hoy Nanduco. En las cunetas
estaban Peter y Yaiza que animaron mucho.
Última vuelta. Juanillo iba
encendidísimo... a por Oli!! me decía! Y le veía alejarse más y más y fue
cuando casi al llegar al último cono, vi que me había acercado mucho a Alejo.
Mierda!! me va a hacer sufrir éste! voy a tener que ir a por él jejejejeje!! y
apreté. Buenísimas sensaciones, no iba tampoco suelto para nada, pero iba
rápido y lo que es más importante, sin ningún dolor, sólo el sufrimiento del
ritmo y el calor del día! Estaba a tiro pero me iba a costar porque tampoco iba
parado. Al final le di caza justo antes del último repechón que nos daba acceso
a la zona del Faro. Le invité a seguirme pero en la rampa vi que se quedaba, y
tiré para adelante porque era yo ahora el cuarto del equipo. Y así acabé la
carrera. Apretando los dientes por el naranja. 59º de 159 no está nada mal.
Pero lo mejor las sensaciones de haber ido de menos a más y habiendo hecho una
grandísima bici.
Reencuentros, charlas y abrazos
tras cruzar la línea de meta, recibiendo a los compañeros y amigos. Carrerón de
todos, César como jefe de filas, Oli como un avión, Juanillo a lo Homer sin
cabeza, Alejo que me va a costar ganarle otra vez, Martín al que es una alegría
volver a ver en carrera, a los nuevos compañeros que conocía con la ilusión del
equipo, Manolo pasandoselo mal como siempre jaajaja, y Aitor y Guti míticos
donde los haya. Nanduco se reservó para la jarra de Laredo, y Peter y Yaiza
incondicionales a los que les esperan grandes tris este año también. Sin
olvidar al resto de gente del tri, Javi, Fdez-Divar, Íñigo, Jorge y demás...
muchos locos! Sin reloj, disfrutando del momento y de la gente. Momentazo con
la llegada del Güelu y la foto de equipo que aún no ha salido a la luz pero
seguro que es un fotón, y será la primera de muchas este verano. Cañas, rabas,
charlas y risas para acabar un gran día, una vez más, en Suances, mi triatlón
favorito y el más bonito de Cantabria!
Y esta semana más que viene Laredo!
y llano, llano no es jajajajaa! A por ello!! qué bonito es este deporte!
Grimpeur!!
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