Sábado de junio, a las 6am en pie para ir a
trabajar, el día de venta, día duro, y por la tarde todo un señor triatlón, el
Triatlón de Laredo 1,5+38+10 km. Todo indicaba que no iba a estar a tope, eso
sí, las ganas al máximo, no podía faltar, y un nutrido número de integrantes del
equipo dispuestos a disfrutar de esta preciosa carrera, las más bonita, para
mí, después de Suances, en su sector de bicicleta sobre todo, y en su post
carrera.
Tuve que comer en el descanso de las 9:30, y
en el coche sólo me dio para un plátano, una cocacola y una napolitana. No
había tiempo que perder pues iba con el reloj justísimo para llegar a meter el
material a boxes. Suerte que contaba con el apoyo de un equipazo que me cogió
el dorsal y la camiseta y me esperaba a la entrada del control del material,
todo situado en el nuevo Puerto de Laredo.
Estaba dentro, y hasta con unos minutos de
margen para disfrutar con los compañeros, todos situados juntos en los boxes de
barra que había preparado la organización. Risas, foto de equipo y al pantalán,
desde donde nos tiramos para la salida en el agua.
Triatlón Costa Quebrada, Laredo 2016 |
Sin muchas pretensiones, no me coloqué
especialmente adelantado entre los más de 200 triatletas. Qué bonito es esto
que hacemos. El circuito de natación era diferente a otras pruebas. Había que
salir del puerto, una vez superada la bocana, salvábamos dos boyas ya en el
abra de la Playa de La Salvé para volver al puerto, dar una vuelta a la dársena
de los barcos de pesca y volver a la del puerto deportivo donde salíamos del
agua. Muuuy entretenido, y mucho caos, sobre todo después de salir del puerto
donde las aguas calmadas dentro de los muelles, se volvían en mar picada por el
viento de mar como cuando sopla nordeste en el Sardinero. El sol al Oeste hacía
que no se viera mucho tampoco. Vaya locura de salida jajajaja, no sabía ni
donde estaba, el caso es que me lo estaba pasando bien, intentando encontrar
una enfilación. En aguas abiertas creo que nado mejor, en relación al resto,
que en las calmadas, y me encontré a gusto. Giro de las dos boyas frente a La
Salvé y vuelta al puerto. El sector era de 1500m pero no se me hizo para nada
largo. Recuerdo enfilar perfectamente el espigón de estribor, mientras lo ancho
del grupo tendía a entrar por el centro. Yo ajusté y pasé pegado a la escollera
desde donde se apostaba parte del público. La vuelta a los muelles de pesca los
pasé fijándome en los barcos de pesca, seguro que alguno de estos traerá los bonitos
que me tocará cortar esta temporada, pensaba. Dimos la vuelta a los muelles y
volví a enfilar a la perfección el último muelle que teníamos que rodear para
llegar al puerto deportivo. Ajustando en las esquinas, ya con la mar plato con
la protección de la inmensa obra, veía hasta la cara de la gente aplaudiendo
arriba. Último largo y hacia la alfombra roja. No sabía cómo había nadado, pero
me lo había pasado pipa!!
Y al salir vi que salía justo por detrás de mi
compañero Jandro, y muy cerca de Manolo. Ni a posta lo hubiéramos hecho mejor.
Transición y a por la bici, que vaya bici más bonita nos esperaba. Cinco altos
con drafting, el Alto de Laredo, Alto de Candina y vuelta, para subir otra vez
el de Laredo. Girar en la rotonda y dar otra vuelta hasta Candina y ya para
Laredo. Me encantaba el perfil a mí que me van los repechos. Dejé a Manolo en
las calles de Laredo y empecé a tope la primera subida, era el momento de remontar
todo lo posible y coger un buen grupo. Pero madre mía cómo subí. Se me fue un
poco la pinza porque pasé por lo menos a 20 triatletas, gente tan fuerte como
Pablo Martínez o Cesar Bolívar a los que invité a seguirme, pero no pudieron,
como tampoco pudo mi compi Jandro con el que podría haber hecho un buen grupo. Pero
hoy tenía el día y yo todo para arriba. Me sorprendió mucho mi ritmo, sobre
todo después de todo el día, pero pensé, hoy a morir, hasta que pete. Pasamos
Liendo y en la primera subida a Candina me pasaron Davizuco del Polanco y Nieto
del Campoo, los dos únicos que me pasaron, intenté seguirles pero estos si que
tenían mucho más gas que yo, sin embargo, yo seguía pasando a gente, y poco a poco
fuimos conformando un grupo muy bueno, con Sastre del Ozono y otros corredores
vascos y del Triflavi. Giro en el cono y vi que Oli andaba bastante adelante,
tirando también de su grupo jaja. Por detrás Jandro, Juanillo y los demás. Formamos
un grupo tan bueno que en la bajada, ya por Liendo, dimos caza al grupo del que
tiraba el joven corredor del Polanco, que volvió a irse, pero absorbimos al
resto, entre ellos Alejo que se quedó conmigo. La estrategia seguía siendo la
misma, a tope hasta que pete, y lo curioso es que no me hundí en ningún
momento. La segunda vuelta fue más "tranquila", o más estable mejor
dicho. Nos mantuvimos un grupeto de cinco triatletas y alguno más haciendo la
goma como Alejo, y afrontamos la última subida, donde me hizo gracia el
compañero de un par de compañeros de fuga que me dijeron, "Martín, el día
que cambies de bici vas a volar", y el otro me decía, "O limpiala al
menos" jejejeje. "No me calentéis, que esta bici tiene para rato
jeje" Mi bici de toda la vida! Ocho años tiene la Gavia!!
Bajada a Laredo, qué bien me lo estaba
pasando, y que carrerón me estaba saliendo. Ahora había que poner el broche
final con los nada menos que diez kilómetros finales, todo llanos, lo que
obligaba a imprimir un ritmo alto sin descanso. A ver cómo respondían las
patucas. Y respondieron bien. Bien no, genial.
No tarde en encontrar un ritmo que era muy
bueno. Había que dar dos vueltas a los espigones, y ví que tenía a Oli, que
rodaba primero del equipo al alcance. Pero recordé las palabras de Juanillo:
"Cabeza" y en ello estuve pensando todo el sector, concentradísimo y
cuidando las piernas manteniendo siempre el mismo ritmo sin cebarme, pero yendo
para nada lento.
No tardé en cazar a Oliver antes de completar la primera vuelta.
Cabeza, cabeza que queda mucho. Pero sorprendentemente me encontré muy a gusto
y se me pasó muy rápida la segunda y última vuelta. Vaya carrerón que me estaba
saliendo y de principio a fin. Gran natación, grandísima bici, volé, y carrera
a pie muy muy seria sin ningún bajón. Todo en 2h 21', el tiempo que tardé en
cruzar el arco de meta de este triatlón de Laredo, probablemente el mejor
triatlón que me ha salido nunca deportivamente hablando.
Posición 55º,
increíble, y primero del equipo, seguido de Oli, Juanillo, que remontó a pie, y
Alejo que entró acompañado de Jandro. Los ánimos de Aitor Beldarín compañero de
batallas en Pamplona me hicieron mucha ilusión, así como los de Chuspi desde la
barrera, y sobre todo los de todos mis compañeros y amigos cuando nos
cruzábamos. Carrerón y ambientazo. El equipo sublime, octavos de 19 equipos y sextos cántabros.
No podía faltar la jarrota helada de cerveza
después, como ya es tradición, y el mega día acabó con una cena de empresa que
se alargó hasta las siete de la mañana. ¿De dónde saco las energías? Ni yo lo
sé... quizá en la ilusión de hacer lo
que me gusta y con pasión. Me encanta esto y compartirlo con mis compañeros y
la gente que me sigue, y en la Tierruca, que es una maravilla. A seguir
disfrutando, y a guardar esta carrera como una de las mejores que me ha salido
nunca.
Grimpeur!
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