· Tiempo: 3h hasta la cima y 1h 15min de bajada. 4h 15min en total
· Desnivel: unos 700m
· Cimas: Altos de El Mostajal 2033m y 2099, Escaño 2108m
· Máxima Cota: Escaño 2108m
· Nivel de Dificultad: Intermedio, aunque hay que tener en cuenta la altitud
Escaño desde los Altos del Mostajal
14 de enero de 2012, espléndido, día fresco y soleado. Montañeros: Carlos y Pablo. Fauna avistada: tres ciervas, unos 20 rebecos, 2 crías de cabra montés, buitres y un tejón.
No era muy común que a mediados de enero la nieve no cubriese las cimas de Cantabria, por lo cual decidimos atacar todo un dos mil aprovechando esta atípica situación. El Escaño fue nuestro objetivo, una cumbre de los Puertos del Salvorón a la sombra del Coriscao, pero no por ello menos espectacular y con unas vistas impresionantes. Además el clima acompaño con un día magnífico y una visibilidad perfecta.
La ascensión la afrontamos desde la parte de León. Pasamos San Glorio disfrutando de los estupendos paisajes y descendimos a la parte leonesa hasta Portilla de la Reina, donde nos desviamos hacia el Puerto de Pandetrave, cerca del cual, en una curva de 180º que salvaba el Arroyo de Mostajal, iniciamos la marcha directos a las cumbres atacando la ladera que separaba los vallejos de Mostajal y Puermán. Desde el primer momento campo a través, salvamos los primeros riscos que se ascendían sin dificultad, a pesar del importante desnivel en tan poco tiempo. Al poco de comenzar, sorprendimos a tres venadas que emprendieron una hermosa carrera monte abajo hacia el arroyo Mostajal.
Tres venadas en el Mostajal, León
En poco más de hora y media alcanzamos la cresta que separa Cantabria de León asomándonos al espectacular balcón hacia Liébana y Los Picos de Europa, los cuales se fueron dejando ver a medida que ganábamos altura. Impresionante. Pero para nuestra sorpresa, no habíamos alcanzado la cima del Escaño, sino de los llamados Altos de Mostajal, también de dos mil metros, que formaban una cresta que se precipitaba hacia los bosques lebaniegos.
La jornada estaba siendo perfecta en cuanto a animales, vistas y sensaciones. Yo volvía a dos mil metros después de más de un año en el dique seco y para nada la ruta se me estaba haciendo dura, es más cada instante era un momento de completa satisfacción, disfrute y emoción acordandome de las personas que me han estado sosteniendo y animando todo este año, mi fisio Laura, mis amigos siempre tirando de mi y el resto de los muchos apoyos recibidos. Por fin, conseguíamos el objetivo. Coronamos el Escaño con sus 2108m de altitud. La temperatura, aunque fresca, nos permitió comer allá arriba disfrutando de las maravillosas vistas imposibles de describir. Además, en la cima sorprendimos a dos pequeñas cabras blancas que la principio confundimos con crías de rebeco, pero que en realidad eran dos hembras de cabra montés. Nunca las habíamos visto y desconocíamos que poblaran esta zona norte de la Península, pero asi era.
La bajada la hicimos directamente por los brezales que bajaban al valle de Puermán. Flotando sobre las pequeñas escobas y brezos alcanzamos con facilidad y rapidez el fondo del valle, donde, aunque no había nieve, el riachuelo estaba cubierto por gruesas capas de hielo. Cruzándolo, recorrimos toda la cara norte de la ladera contraria aguas abajo, pasando por zonas preciosas de abedules, robles, turberas congeladas y por último un pequeño hayedo para concluir la ruta alcanzando la carretera.
Valle de Puermán hasta el Arroyo Mostajal, León
Pleno enero y todo un dos mil. Volver después de tanto tiempo no tiene precio, pero lo que realmente es impagable es poder disfrutar de estos parajes escondidos, los paisajes que nos brinda la Cordillera y los Picos, la fauna que nos rodea, y sobre todo un compañero de caminata que nunca me dejó de animar y sostener, para poder a alcanzar lo que representa un dos mil en la Cordillera.
Grimpeur!
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