· Salida-Llegada:
Fuente Dé
1084m
· Tiempo:
casi 10 horas
· Desnivel:
cerca de los 1800m
de desnivel positivo
· Cimas:
Peña Remoña
2229m, Torre Alcacero 2219m, Peña La Regaliz 2196m, La Padiorna 2319m
· Máxima
Cota: La Padiorna
2319m
· Nivel de Dificultad: Avanzado
8 de julio de 2012,
nublado, nubes y claros en Liordes y niebla. Montañeros: Damián, Carlos y
Pablo. Fauna avistada: un montonazo de rebecos por todas partes.
El domingo estaba
llamado a ser un gran día de Picos de Europa y madrugando y cargando el alimento
en la mochila en forma de tortu en Potes nos plantamos en la base del
espectacular circo de Fuente Dé. Un mes antes habíamos estado aqui compitiendo
en el Km Vertical, y hoy todo eran anécdotas y puro disfrute.
Esta vez nos tocaba
superar la inmensa mole por la mítica vía de los Tornos de Liordes. A un
espectacular ritmo, fuimos elevándonos sobre Liébana y pronto nos internamos en
la niebla. Una pena, pero sin duda los Tornos se volvían más enigmáticos toda
vía pues no se veía el final. El primer rebeco del día nos anunció que
estábamos próximos a la increíble Vega de Liordes, y efectivamente, la niebla
se disipó y aparecieron las verdes praderas de Liordes rodeadas de las paredes
grises de Remoña, La Padiorna y la Torre de Salinas. Por fín llegábamos a Liordes.
No lo conocíamos aún y teníamos unas ganas inmensas de llegar a este mítico
enclave. Y realmente es muchísimo más bonita de lo que podíamos llegar a
habernos imaginado.
Una vez aquí, la cima
de la Peña Remoña era nuestro objetivo, aunque esta se encontraba escondida en
la niebla. Sin embargo iniciamos la ascensión y nos cruzamos con un gran grupo
de vascos que bajaban de la cima. Sin mucha complicación alcanzamos la cima.
Lástima de las vistas, pero sin duda, volveremos otra vez. Desde Remoña, se nos
ocurrió hacer alguna de las cimas de su cordal, y casi nos lo hicimos entero.
Cayeron la Torre Alcacero y la Peña Regaliza entre otras antecimas. Zonas
técnicas y llegó un momento en que no quisimos arriesgar demasiado y decidimos
bajar por donde habíamos venido. En una pequeña braña, echamos cuenta de los
primeros bocados de los tortus de chorizo, queso de Tresviso y pisto. Cómo
entraron.
Nuestra idea inicial
era bajar por el Collado de Pedabejo hacia Campodaves y de allí a Fuente Dé,
pero de repente Carlos propuso intentar la mole que teníamos enfrente: La
Padiorna con sus 2319 metros. Teníamos que superar el sedo de la Padiorna desde
Liordes y de ahí a la Colladina de las Nieves. Una vez echa cima nos tiraríamos
por la Canal de San Luis hacia el Cable y bajaríamos por la Jenduda. Llévábamos
un buen rutón en las piernas, pero los tres nos tiramos a la nueva alternativa.
Atravesamos el espectacular paso del sedo de la Padiorna, sin mayores
dificultades tampoco, y tras cruzarnos con un grupo, mayor aún que el anterior,
de chicos de un campamento que se dirigían al refugio de Collado Jermoso,
iniciamos la ascensión directa por la arista hasta la Padiorna. Esta vez a un
ritmo brutal. Y casi en la cima nos encontramos con un rebeco que se hizo amigo
nuestro. Lejos de huir, cada vez se acercaba más a nosotros y se dejó
fotografiar desde cerquísima. Hicimos cima sin vistas de nuevo. Era ya bien
entrada la tarde y subía un calor impresionante desde abajo, la llamada
inversión térmica. Sofocón, un poco más de comida y para abajo por la Canal de
San Luis, que esta sí, estaba cubierta por una densísima niebla. La niebla de
los Picos. Con precaución y siguiendo con cuidado los hitos fuimos descendiendo
sabiendo que llevábamos buena orientación y sólo podíamos llegar al Cable. No
había posibilidad de pérdida. Seguíamos sorprendiendo rebecos entre la niebla,
y tras un largo descenso encontramos el desvío a la Jenduda, no sin alguna
duda. Y aquí llegó el tramo más duro de la ruta.
Ya conocíamos la
Jenduda, ya que hacía dos años atacamos Peña Vieja por aquí, pero la conocíamos
de subida, no de bajada. Además el terreno estaba muy húmedo y suelto, lo que
dificultaba y mucho el descenso. Poco a poco fuimos bajando con cuidado. Alguna
que otra pequeña culada y alcanzamos el paso donde hay que ayudarse de una
cuerda. Careciendo de toda técnica, fuimos bajando uno a uno. Prueba superada
con éxito. Lo que quedaba ya estaba chupado. Salimos de la Jenduda y cogimos el
camino por donde hacía apenas un mes habíamos subido corriendo hasta la
estación superior del Cable. Motivados y sorprendentemente fuertes, rozando las
10 horas de ruta, nos dió por correr y acabamos el último tramo corriendo.
Realmente locos y realmente un grandísimo día de Picos de Europa.
Espectacular y preciosa
ruta con vistas increíbles y acabando fuertes. ¿Qué es lo próximo que nos
espera?
Grimpeur!
Grimpeur!
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