Una semana después de la media maratón de Santander llegaba el Duatlón de Torrelavega, un duatlón que, pese su cierta peligrosidad
en la salida de la ciudad en bici, me encanta por sus distancias, 6,7 km a pie
+ 32 en bici + 2,7 a pie para acabar, y sobre todo me encanta por su exigente
perfil ciclista con la doble ascensión a La Montaña. Con sol y no excesivo
calor nos presentamos con tranquilidad en las inmediaciones del pabellón
Vicente Trueba. Tras las pruebas de menores y con bastante agilidad horaria
metimos el material a boxes y se pudo calentar bien, para que después de la
tradicional foto de equipo, y con apenas seis minutines de retraso, se diera la
salida.
El primer sector constaba de 5 vueltas a pie
a un circuito que rodeaba el parque de “El Zapatón” y que presentaba un repechín
como mayor dificultad. Como viene siendo habitual, la gente salió a tope. La
frase más oída esta temporada es: “cómo va la peña…”. Tras la seguridad que me
dio la media maratón, haciéndome saber que estaba en un buen momento, salí más
“tranquilo” que en otras ocasiones a pesar de no haber estado en absoluto
fatigado durante la semana. Últimamente suelo aplicar la estrategia de salir a
tope y llegar hasta donde llegue, pero hoy decidí salir con más cabeza,
sabiendo que, encontrándome como el domingo pasado, podría completar una
carrera seria de principio a fin. Y así fue. El grupo se estiró muchísimo y me
sorprendió tener a tantísima gente delante, pero yo estaba yendo bastante
satisfecho con la carrera que me estaba saliendo y el ritmo que estaba
imprimiendo a medida que pasaban las vueltas. Sin una referencia clara al
principio, rodé siguiendo mis sensaciones, hasta que Pablín me rebasó y pude mantenerme
a una buena distancia para usarlo como referencia visual. La última vuelta la
hice acompañado por el duatleta del Bender Sobaler que me llevó a un buen ritmo
hasta los últimos metros antes de boxes donde pude hasta apretar un poco más
para acercarme a la que seguro sería una importante referencia en bici, de
nuevo Pablin Ibarguren. Muy buen primer sector a pie a título personal.
Llega lo bueno, bici, bici, bici. Con la
llegada de la estabilidad meteorológica he podido acumular una buena cantidad
de kilómetros, sobre todo esta última semana con mi amigo Oli, por lo que
llegaba con más fuerza que el año pasado, a donde también llegué muy bien a pie
después de la media maratón pero muy falto de kilómetros en bici. Este año no,
este año si que llegaba bien en ambas disciplinas. El Duatlón de Galizano me
dejó un sabor agridulce en el debut con mi nuevo equipo y una clasificación
algo mediocre para lo que yo esperaba, pero en Torrelavega tenía las
condiciones para acercarme a mi sitio y afronté la carrera muy motivado y
concentrado. La salida en bici de Torrelavega es, digamos, delicada en cuanto a
la seguridad se refiere. Tráfico abierto, voluntarios escasos en las cruces y
falta de señalización en las rotondas. Aparte la mayoría de los ciudadanos
desconocían la disputa de una prueba deportiva en sus calles y pude ver
peatones cruzando delante de bicis y coches cruzando las rotondas sin ser
advertidos, por lo que lo más razonable
era ir con los ojos bien abiertos y las manos preparadas en las manetas del
freno para extremar la precaución. Esto es un hobby y no merecer arriesgar por
ganar unos segundos. Además, ya habría tiempo de apretar en el precioso
circuito una vez salidos de Torrelavega. Por fortuna no hubo ninguna
incidencia. El circuito, de 32 km, constaba de dos vueltas a un circuito que
nos sacaba por los Ochos, primera rampa de La Montaña y desvío a la izquierda
por la carretera que lleva a Zurita por El Mazo. Preciosa y sinuosa carretera
que me encanta, con subibajas pero donde hay que dar bien a los pedales hasta
bajar a Zurita. En este tramo y tras pasar a unos cuantos, fui rebasado por
Diego Herrera de la UC que iba como una moto. Siguiendo su referencia, que no
su rueda, pues el drafting no estaba permitido, di caza a Pablin Ibarguren
justo antes del desvío de Zurita hacia Las Presillas. Este tramo era el único
relativamente llano y muy divertido con un constante curveo hasta el giro a la
derecha cuando se cogía la carretera de La Montaña. Allí mismo se iniciaba la ascensión. Una ascensión
de unos 3,5 kms con el asfalto muy roto, sobre todo en la segunda mitad de la
subida, y sin grandes desniveles pero sí muy constante. Empecé fuerte, quizá
demasiado, y lo pagué en cuanto cambió el asfalto, momento en el cual Ibarguren
volvió a pasarme, por entonces también habíamos cazado a nuestro otro compañero
de equipo Jose Manuel Grijuela. Entre los tres nos fuimos alternando y nos
pasábamos aprovechando los buenos momentos y pequeños bajones de unos y otros.
Esta primera subida se me hizo un poco larga, sin embargo traté de no perder
mucho con Pablín. Rápido descenso, con precaución por el estado del asfalto
pero sin apretar mucho los frenos para no perder la referencia visual de los
que me precedían, y vuelta al cruce para iniciar la segunda vuelta.
Cómo estaba disfrutando, metidísimo en
carrera y superconcentrado en no desaprovechar ni una pedalada. No había
calculado bien y pensé que el primero de los tres compañeros que íbamos
alternando la posición, Ibarguren, Grijuela y yo, éramos el cuarto integrante
del Camargo-Astillero tras Pelayo, Juanillo y Javi Bravo. Se me había escapado
Chisco A. Cagigas que tampoco corría con el mono del equipo (esperemos que para
Reinosa lo tengamos todos!!). Al no contar con él, arengué a mis compañeros,
pues uno de del tres supuestamente íbamos a puntuar para el equipo. Jose Manuel
inició la última subida con muy buen ritmo, yo también me encontré mucho más
suelto que en la primera subida y pasamos a Ibarguren que sufrió un pequeño
bajón, aunque no perdió para nada nuestra referencia. Como en la media maratón,
estábamos cuajando una buena carrera a la par. Para mí siempre es una
satisfacción correr mano a mano junto a él, y la próxima semana lo volveremos a
hacer en el trail de Castillo Pedroso. Coronamos y para abajo. Bajé rápido y
entramos fuerte en Torrelavega, no podíamos perder un metro, eso sí, volviendo
a extremar la precaución en la avenida de Sierrapando y en cada una de las
rotondas. Acercándome de nuevo a Jose Manuel, le animé para que diera el resto,
pues uno de los tres íbamos a ser fundamentales para la clasificación por
equipos, supuestamente. Jeje, al final no iba a servir de nada, pero cómo
fuimos!! Zapatillas fuera de los botines y para abajo!
Buena transición y a correr… a tope. Salí
antes que Jose Manuel y aunque no miré para atrás, sabía que Pablín no andaría
lejos. Me sentí muy fuerte a pie en este último sector, que constaba de dos
vueltas, recuperando algunos puestos más. En contrameta me alcanzó mi compañero
Jose Manuel que iba a un gran ritmo. Juntos completamos la primera vuelta pero
me soltó, iba demasiado rápido y me quedé, aunque intenté pegarme en vano. Le
dí los últimos ánimos y seguí con lo mío. Cerca de Delfín, un duatleta del
Colindres completé la última vuelta y los últimos metros, y en la última recta
pude hasta esprintar y pasarle para alcanzar el objetivo del día que me habían
marcado desde casa, ;) jeje, y que yo mismo consideraba un buen resultado,
entrar entre los 50 primeros. Y lo conseguí, al final el 49º. Segundos después
entró Pablín y poco a poco el resto de compañeros de equipo, tras Pelayo (8º)
con el que volvía a correr en el mismo equipo, Juanillo (27º), Chisco Alvarez
Cagigas (30º) y Javi Bravo (44º). Pando ganó la carrera por delante de Lastra y
Aitor Gutierrez, y Cristina Alles venció en féminas.
Una buena comilona en el mejicano de
Liérganes me sirvió para empezar a recuperar y disfrutar del resultado que me
habían "exigido" desde casa y había logrado. Lo malo que ahora me
pedirán más jeje. Buen resultado, buena clasificación y buenas sensaciones
compartiendo buenos momentos con compañeros y amigos en un buen día de duatlón.
Casi al llegar a meta, mientras sufría, disfruté de estas sensaciones y me vi
cerca de conseguir el objetivo personal que me he marcado para este año, puntuar
para el equipo. Me veo capaz de hacerlo, aunque no será fácil, porque aquí la
gente va mucho! A ver si conseguimos arañar algún podio por equipos a lo largo
de la temporada aunque está realmente caro!! Desde aquí aprovecho para mandar
ánimos a todos los miembros del equipo que no pudieron asistir o acabar el
duatlón de hoy por diferentes motivos, para que no se olviden que ante todo,
esto de lo que forman parte no es un equipo… es un EQUIPAZO!!
Próxima semana Trail Castillo Pedroso, la
siguiente du de Reinosa, la siguiente Avilés…. Jujuuuy! Esto no para!!!
Ahuuuu!!
Grimpeur!
Grimpeur!
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