¡FELIZ AÑO NUEVO 2011!
Grimpeur!
Torrelavega desde el Pico Dobra
Arcoiris entre la Concilia y Peña Sagra desde el Tambuey y las brañas de su cordal
Del Tambuey sale otro cordal que se dirige hacia el Este con el Mediajo Buelna como cumbre más reseñable y va hacia Bárcena Mayor separándo le valle del río Queriendo del Valnerías, poblado de un gran manto de hayas también. Nosotros continuamos por el cordal que llevábamos siguiendo hacia el Sobrecomillas atravesando unas bonitas brañas. De repente, justo delante de nosotros de entre unos arbustos nos salió un confiado corzo a apenas 25metros de nosotros. Se nos quedó mirando un buen rato y poco después decidió bajarse saltando hacia los árboles. Muy bonito, y muy confiado.
Alcanzamos los restos de la Venta Vieja. Hasta hace poco más de un siglo, éste era el camino del mar a Reinosa por donde pasaría Carlso V en uno de sus viajes. El camino viejo subía por Los Tojos hasta Palombera por el recorrido que estábamos haciendo, existiendo varias ventas para el descanso de los viajeros. Hoy en día solo se conserva en pie la Venta del Tajahierro. En la Venta Vieja cruzamos la pista que se dirige a Los Tojos y que habíamos dejado a un lado para cumbrear por el Tambuey. Directamente atacamos la cima del Sobrecomillas, algo más empinada y elevada que la anterior pero sin mayor dificultades tampoco.
Cima del Sobrecomillas 1276m
En 1h 45minutos habíamos llegado al vértice geodésico que marcaba la cumbre, pero como las vistas no eran del todo buenas decidimos alcanzar una antecima más al norte que se asomaba al valle de Cabuérniga, el Campucas. Un tentenpié apostados en una roca e iniciamos el regreso por otro sendero que discurría por la ladera oeste del cordal, para completar así el circuito. Hasta la altura de la Venta Vieja seguimos un senderuco y de allí tiramos para abajo campo a través por una braña de tojos para alcanzar otra cambera, esta mucho más embarrada y llena de rastros de animales y de jabalí, que nos llevaría sorteando los vallejos y atravesando bonitos barrancos entre hayas y acebos hasta Braña Espinas y de allí a Ozcaba.
Después de algo más de 4 horas cerramos el circuito y completamos la ruta. A las 14:00, hambrientos, ya estábamos bajando en el coche y completamos este buen día con una gran comida en El Manco en compañía de nuestros amigos.
Grimpeur!
Así como quien no quiere la cosa, ya llevo dos meses en Eindhoven. El tiempo pasa volando y aún recuerdo lo largas que se me hicieron las tres semanas que pasé mi primer verano en Inglaterra, relatividad supongo.
El tema lavadora está dominadísimo y poco a poco le voy cogiendo el truco al fogón. Unos buenos platos de arroz, tortilla de pata simplificada, fajitas, pasta, salmón... Aunque he tenido que amoldarme al ritmo holandés y la comida fuerte es la cena, mientras que la comida se resume en caldo+sandwich+fruta en torno a las 12:30.
Ya se terminó el primer periodo de exámenes y los resultados han sido todos positivos. Con el inglés llegas a cualquier lugar, pero poco a poco voy aprendiendo cosillas en holandés que siempre les gusta que les digas algo en su idioma (un ejemplo: tot ziens = hasta luego).
Hace unos días fui a mi primer concierto en Eindhoven, en una sala en pleno centro a la que me llegué en bici en medio de una densa niebla. En nada, me da que nos va a visitar la nieve, las temperaturas empiezan a oscilar entre 0 y 5ºC.
En el apartado de viajes, aparte de los bicitours para visitar las ciudades colindantes a Eindhoven, he estado en Amberes en Bélgica y visitando a Damián y Carlos que también están de Erasmus en Turín, Italia. Aprovechando el viaje y que los Alpes están a tiro de piedra, hicimos una ruta de montaña, que tanta llanura me estaba atrofiando. Turín lo dió todísimo, que vivan los aperitivos(vaya engochada)!
No se si ya habrán encendido las luces de navidad, pero aquí en Holanda la navidad comienza el último sábado de Noviembre, cuando San Nicolás llega en barco a vapor desde España. San Nicolás (Sinterklaas) va vestido de obispo y le acompaña Peter the Black (Pedro el Negro), al que a veces se le representa con cuernos y ojos rojos, alegando que es el diablo y que Sinterklaas lo capturó y convirtió en su sirviente. Sinterklaas se pasa por las casas la madrugada del 6 de diciembre, en realidad el que hace todo el trabajo sucio es el sirviente que es el que baja por la chimenea a dejar los regalos. Aparte del día de San Nicolás, celebran el 25 y 26, 31 y 1.
Toma lección de tradición navideña holandesa!
Un fuerte abrazo!
by Pedro Hetfield
Santander x10 from Mario Gómez on Vimeo.
Isla de Mouro, 9 de noviembre de 2010
Isla de Mouro y rompientes de la Magdalena desde la playa del Camello, 9-11-2010
Cima del Tourmalet
Antes del amanecer del sábado 9, pusimos rumbo Francia desde Santiurde de Toranzo. Las 7 máquinas ya estaban en la furgo y con un coche más iniciamos la expedición. A mediodía, llegamos a nuestro campo base, Luz St.Sauveur, auténtico corazón del ciclismo pirenaico. Con un tiempo espléndido, con nubes pero buena temperatura, subimos a nuestro apartamento que estaba fenomenal y es para recomendar. No había nadie y nos habían dejado las llaves puestas. Nos echamos al estómago dos buenas tortillas de patatas y nos montamos en la bici. Primer objetivo del viaje: Luz-Ardiden, a donde se ascendía desde el mismo Luz St.Sauveur. 13km por delante a una pendiente media del 7,7%. Con ritmo acorde para el disfrute de todos fuimos superando las rampas donde el mismo Arsmtrong sufrió aquella famosa caída con Mayo por la gorra de un niño y Jan Ullrich decidió esperarle. Armstrong ganó esa etapa. La primera parte del puerto transcurría entre bosque con grandes vistas sobre el país de Toys. Los colores otoñales daban aún más belleza al paisaje. Bonitas curvas de herradura y llegados a una altura ya considerable los árboles fueron desapareciendo y sólo quedaron ante nosotros los últimos 3km llenos de herraduras enlazadas que nos separaban de la meta, la estación de esquí de Luz-Ardiden. Comenzaron las hostilidades y el grupo se fragmentó llegando primero Pablo seguido de Carlos y Juan en tercera plaza. Un puerto precioso y con un tiempo ideal. Tarde recuperadora en el jacuzzi de los apartamentos y gran cena con “almoóndigas”!! Fue a la noche cuando comenzó a llover.
Herraduras de Luz-Ardiden
El segundo día era el día señalado, era el día del Tourmalet. Y el tiempo y las previsiones meteorológicas eran malísimas. Preparamos la comida, los víveres y la ropa de abrigo, pues nos esperaba una jornada larga con una vuelta de más de 100km y con el Tourmalet de por medio. Desde el mismo Luz St.Sauveur comenzamos la ascensión a este coloso de 18,8km de subida sin descanso a una pendiente media de 7,5%. Brutal. Tuvimos suerte que la lluvia nos respetó en los primeros kilómetros hasta bien entrada la ascensión. La primera parte muy bonita, con trazado rectilíneo y alguna herradura entre arbolado, y a partir de la estación de SuperBarèges los árboles desaparecían y la altitud ya se empezaba a notar. Nos metimos de lleno en la niebla y en los rigores de la alta montaña. Con frío, lluvia y sin ver lo que faltaba comenzaron los movimientos. Juan lanzó un ataque a 4,5 km de meta. Los carteles informativos del puerto eran nuestra única referencia ya que no había casi fuerzas para sacar el perfil del interior del maillot. Y es que quedaba lo peor, los dos últimos kilómetros infernales a una pendiente constante del 10% sin descanso. Con casi 18km de subida en las piernas el último tramo fue durísimo. Pablo llegó de atrás y coronó los 2115m de altitud primero seguido de nuevo de Carlos y Juan. Javier repitió cuarto puesto y el quinto puesto se lo disputaron en un cerradísimo sprint Javi y Jose Luis en la gloriosa cima del Tourmalet. Diego, no muy lejos alcanzó la meta en séptima posición. El Tourmalet nada más y nada menos. Fotos, satisfacción y alegría.
Col du Tourmalet, 2115m
Con el subidón decidimos seguir la ruta planeada a pesar del temporal. Hacía un frío increíble y eso que faltaba la bajada por el otro lado, por La Mongie. El descenso fue uno de los peores momentos que haya pasado sobre la bicicleta y sin duda lo más duro del viaje. Mojados hasta los huesos, el frío era inimaginable y el sufrimiento fue notable, hasta el punto de pasarse por la cabeza deseos de dejar la bici para siempre o querer volver a casa y abandonar, pero seguimos. En los famosos túneles de la La Mongie nos detuvimos y nos reagrupamos intentando recuperar el calor, cosa que no conseguimos hasta después de comer en Bagnères de Bigorre. Comenzamos un tramo de llano por el valle con gran cantidad de agua en la calzada. Nos desviamos hacia la izquierda rumbo Lourdes por una carreteruca preciosa y muy bien cuidada, con algunos repechos que dieron guerra. Muy divertido. Alcanzamos Lourdes ya con bastantes kilómetros en las piernas y con una lluvia incesante, y comenzó el último tramo hasta Luz St.Sauveur subiendo por el valle picando para arriba constantemente. Los kilómetros pesaban y mucho y a falta de 10 de meta lanzó el hachazo el potente Juan en un terreno que le favorecía. Poco a poco fue abriendo hueco por la espectacular garganta boscosa por donde transcurría la carretera y donde el agua precipitaba por todos lados en forma de cascadas y torrentes. Juan cogió una distancia peligrosa y empezaron los relevos de Carlos y Pablo atrás donde sólo aguantó Javier hasta que no pudo más y se quedó. Juan aguantó de forma increíble y no fue hasta el último repechuco ya en Luz St.Sauveur donde cedió y fue neutralizado en la última curva. Etapón de 103,5km con lluvia, frío y el Tourmalet. Inimaginable y un sueño hecho realidad. El esperado baño en la piscina fue reparador. El sufrimiento de la bajada ya se había olvidado y sólo quedaba la gloria de haber coronado el Tourmalet el 10/10/10. Una fecha imborrable. En la cena, donde engullimos toneladas de comida con una gran lasaña y arroz, planeamos la última aventura del viaje para antes de regresar. La subida al Circo de Troumousse.
El puerto que elegimos para el tercer y último día, el Circo de Troumousse, no es muy famoso ya que no es un puerto mítico del Tour, sin embargo, no nos equivocamos en nuestra decisión. Sin duda el puerto más bonito de los que hemos subido. Saliendo de nuevo directamente desde Luz St.Sauveur a unos 800m, nos esperaban 27 km de ascensión ininterrumpida hasta la cima situada a 2103m de altitud. La lluvia nos respetó todo el día y eso se agradeció después de lo del día anterior. Nos internamos por un estrecho y precioso valle boscoso en pleno otoño con una suave pendiente ascendente directos hacia el sur. Pasamos el Puente de Napoleón III y una espectacular central hidroeléctrica hasta el bello pueblo de Gédre, donde la pendiente cambió y empezó el puerto en sí. Pasamos el cruce de la carretera de Gavarnie y nos dirigimos hacia las espectaculares paredes nevadas del Circo de Troumousse tras las cuales se encontraba España.
Hacia el Cirque de Troumousse
Desde el pueblecito de alta montaña de Héas comenzaron las preciosas herraduras, por las cuáles, en gran parte, habíamos elegido este gran puerto. Todas seguidas, más de 25 curvas en este último tramo de más de 7km de ascensión con pendiente media de más del ocho y un descanso a mitad que se agradecía ya que restaban rampas de hasta el 13%. En Héas, donde había un peaje para vehículos motorizados, nos tomamos un ligero avituallamiento y fue cuando Jose Luis decidió intentarlo en solitario desde lejos. Con una renta de unos 50 segundos se mantuvo en cabeza incluso aumentando la ventaja hasta el minuto. La sucesión de curvas de herradura hacía sin duda más divertida la ascensión ya que en todo momento teníamos referencias hacia arriba y hacia abajo. La manera de ganar altura era espectacular. Tras el descansillo, donde había un refugio, las rampas se endurecieron aún más, y en gran medida. Carlos dio síntomas de hacérseles largos los tres duros días de alta montaña y Pablo lo aprovechó incrementando el ritmo del grupo y logrando cortarle poco después que a Javier. Juan aguantó muy bien, y en las rampas más duras se dio caza a Jose Luis. Las últimas rampas y herraduras fueron agónicas y por fin se coronó el último puerto de este gran viaje. Completamente fragmentado, el grupo de 7 fue llegando cada uno en solitario y con las fuerzas justas, pero con la satisfacción de haber hecho cima en estos tres colosos del ciclismo. Con la nieve de las laderas, o más bien los muros del Circo de Troumousse frente a nosotros, y con el pico de La Munia con sus 3133m de altitud adivinándose entre la niebla, comenzamos la última bajada, esta vez con buena temperatura para disfrutar del precioso descenso, donde se vivieron las últimas hostilidades llegando a Luz St.Sauveur en un vertiginoso final. Otro etapón. Dimos cuenta de la “almóndigas” que quedaban y volvimos a casa, parando en el Santuario de Lourdes, y con una satisfacción que no cabía en el pecho.
Los sueños de niño, una vez más se van haciendo realidad. Un gran finde, un gran viaje y un honor compartir carretera con tan buena compañía. El dolor de piernas continua todavía pero…¡Hemos coronado el Tourmalet amigos!
Grimpeur!
Llegamos a Cuencajén y tras revisar el estado de la cabaña, que estaba bastante deteriorada respecto el año anterior, atacamos la pared del bonito circo directamente hacia el Iján. A media ascensión un gran macho que venía de Sejos nos mostró su gran cornamenta que se dibujaba en el horizonte del perfil de la montaña. Imponente. Cada poco seguíamos avistando ciervas y machos solitarios. Una vez alcanzada la divisoria nos asomamos a la vertiente de Sejos y en la misma braña donde les vimos en 2009, sorprendimos a un gran rebaño de unas 20 hembras con un enorme macho de buena cornamenta. Los pudimos observar durante varios minutos junto los corretones rebecos. Precioso.
Coronamos el Cornón donde había un monumento que rezaba “…el más noble de los deportes”. Satisfacción. Satisfacción y belleza ante nosotros. Sin haberlo planeado nos habíamos recorrido toda la sierra y llegaba la hora de la merecida comida. Bajamos al aparcamiento de la Fuente del Chivo y decidimos evocar aquel mítico momento de hacía un año cuando nos sentamos asomados a las faldas del Tres Mares y Peña Labra y divisamos nuestros primero venados. Recordando el momento y viviendolo otra vez, sólo pensamos en que el año siguiente volveríamos sin duda, y junto al que faltó, pues le echamos de menos, y los que faltaron.
Estómago lleno, con las expectativas una vez más, más que sobrepasadas, nos lanzamos ladera abajo hacia Brañavieja que no estaba cerca. Atravesando las pistas de esquí y los diferentes telesillas llegamos a la carretera que nos llevó, en menos de una hora, a finalizar la ruta a media tarde. Excelente, qué más se puede decir. La berrea en Cantabria.
Amanecer en el fiume Po, al fondo los Alpes maritimos
Ya para mi la aproximación fue increíble, vine viajando con Paz desde Santander por St Jean de Luz, atravesamos los Pirineos por el Col de envalira y pasamos por Andorra La Vella, de nuevo en España estuvimos en la Cerdanya, volvimos a pasar a Francia por otro puerto que no recuerdo pero con unas vistas increíbles, una vez en francia nos recorrimos toda la costa azul pasando por las playas cercanas a perpignan, Marsella, St Tropez,el Cabo roux, St Rafael, Cannes, Niza, Monaco, Ventimiglia y San Remo, un tour muy completo, finalmente en Savona giramos al norte y tras atravesar los Alpes Marítimos el Monviso nos recibió entre nubes dándonos la bienvenida al Piemonte! Un viaje que recordare toda mi vida!!
Tras un par de días en Torino se fue Paz por lo que me quede algo triste pero llego Damian, como su avión llego a Bergamo a las 00:00 de la madrugada en el que también venia Mario, un Riojano afincado en Santander los tres llegamos a Torino a las 3 de la mañana sin tener donde dormir de no ser por nuestros nuevos amigos cántabros Suag, Suipi y Diego que nos acogieron en su casa y que algún día les devolveremos el favor!
Al día siguiente encontramos casa a la primera por lo que no nos podemos quejar, la casa es bastante amplia, tenemos los dos habitaciones individuales grandes y además una literas por si tenemos invitados. Estamos muy cerca del centro, a menos de 10 minutos andando de Piazza Castelo que es lo más céntrico de la ciudad, a 10 minutos de las gradas que es donde se hace botellón, a 20 minutos del Murazzi que es donde están las discotecas junto al rio Po y a media hora del parque valentino por donde también se sale a veces. La casa está en un barrio un tanto “multicultural” pero bastante tranquilo salvo por las mañanas que a 200 metros de casa hay el mercado más grande de Europa lo que esta de puta madre porque hay cualquier cosa que puedas imaginar a precios baratísimos!!Asique con los vecinos bien, aquí cada uno va a su rollo y si bien de primeras puede asustar un poco no hemos visto nada raro y tenemos buenas referencias del año pasado asique estamos tranquilos. Tambien ha habido tiempo para las primeras locuras Erasmus…
Ya tenemos bicis, yo la he pintado de los colores del racing y Damian está ahora trabajando con ella para personalizarla asique apartir de ahora nos moveremos mucho mejor por la ciudad porque andando aunque se puede ir a todos lados las distancias a veces son largas y en coche…mejor ni moverle porque estos están locos!!!
Mi bici en el balcón de casa
La universidad la tenemos a 20 minutos escasos en bici o media hora larga andando, aun no tenemos clase asique solo vamos a hacer papeleo o a conectarnos a internet que en casa todavía lo estamos esperando salvo cuando robamos un poco de wi-fi. De momento solo tenemos curso de italiano pero claro, es a las 8 30 y a veces nos dormimos…
Con el italiano nos defendemos bastante bien, aunque con tantísimos españoles es difícil practicarlo pero cuando fuimos de ruta con el club de montaña “parliamo tantísimo!!” yo creo que no va resultar ningún problema y en un par de meses hablemos con soltura. Con la gente española muy bien, somos muchísimos, asique es imposible conocer a todos, además todos los días viene gente nueva pero todos muy bien, bebemos juntos y aunque a los de Santander nos cueste integrarnos al principio cuando vamos de litros porque somos “nobles pero cerrados” como aquí se nos conoce, al final acabamos siendo todos amigos de todos!!
Damian, Parco natural del Col de Lys
Hemos hecho dos excursiones, una a Punta Bassei, de 3338m con el CAI Chieri y otra por nuestra cuenta al Monte Colombano, de 1600m con nuestros amigos de Santander, ambos días nos hizo un tiempo increíble que nos permitió disfrutar de los alpes al máximo!
Ya henos tenido la primera visita, este fin de semana vino Gema, mi hermana y ha pasado unos días con nosotros que yo creo que lo ha pasado bastante bien! Por cierto, ya tenemos “nuestra cerveza” que quizás es algo más cara que las otras pero merece la pena:
Mas o menos eso es todo, ya os iremos contando más cosillas en nuestro blog:
Las rampas, las vistas, la gente, las bicis, la Vuelta. Seguro que será un gran día, un día de seis y medio sobre siete, y estaremos allí para vivirlo y trasmitírselo a todo el que no lo pueda vivir. Evocaremos a los profesionales y subiremos en bici, sufriremos pero sobre todo disfrutaremos de este momento tan esperado. Sólo queda hacer un pronóstico: Vincenzo Níbali, Igor Antón y Joaquim Rodríguez seguro que están delante, si no es que llega una escapada fraguada en los puertos de entrada a Cantabria. Llega el espectáculo.
le grimpeur!
Desde aquí empezamos a ver además de la cima de Peña Prieta, el Tresprovincias, el Lomas, el Cuartas, las agujas de Cardaño e incluso el Espigüete a lo lejos escondido detrás del cuartas. Además de varios lagos glaciares muy propios de esta zona. A partir de aquí el camino continua por la cresta con un cortado hacia la base del circo norte de Peña Prieta a la izquierda y una loma mas tendida hacia el fondo del valle de Lechada a nuestra derecha, fue en estas laderas donde pudimos ver la que para nosotros es seguramente la mayor manada de animales salvajes que hemos visto nunca, un grupo de mas de treinta rebecos todos juntos campando a sus anchas, increíble. Tras los Altares, 2407m, recorrimos los altos del Cubil del Can ,2436m, y en pocos minutos llegamos al mojón de las Tresprovincias, 2499m. Desde la cima disfrutamos de unas vistas impresionantes de la laguna de Fuentes Carrionas y la cabecera del Valle de Pineda. En el camino desde el Tresprovincias hacia Peña Prieta nos cruzamos con dos montañeros, los únicos de todo el día, que ya habían hecho cima y nos comentaron que se volvían hacia el coche.
Lagunas de Fuentes Carrionas desde el Tres Provincias
En el collado entre el Tresprovincias y Peña Prieta el clima pego un cambio con niebla y viento bastante frío que daban una apariencia bastante lúgubre a nuestro objetivo pero en los últimos metros hacia la cima el viento se paro y aunque la niebla nos rodeaba, una inquietante calma nos envolvió, yo, en vez de llegar a la cima cuanto antes como en otras ocasiones, en estos últimos metros me relaje y me dedique a disfrutar pensando, recordando todas las cimas que habíamos coronado este año, todas las rutas, todos los momentos que habíamos vivido, y pensando que esta era la culminación, la mas alta de la cordillera, de la que tanto habíamos hablado. He de reconocer que al llegar a la cima incluso me emocione un poco (y creo que no fui el único) fue un momento mágico, y aunque no pudiéramos ver nada a nuestro alrededor por la niebla el viento en absoluta calma daba al ambiente un áurea mágico. Creo que nunca lo olvidare. Peña Prieta, 2538m. Nos abrazamos los tres, una foto en la cima, una promesa de volver el año próximo para disfrutar de las vistas y para abajo por donde habíamos subido.
Peña Prieta desde el Tres Provincias
Ahora en vez de coronar el Tresprovincias lo rodeamos por el norte y volvimos sobre nuestros pasos de nuevo por el Cubil del Can hacia los Altares, a partir de aquí apretamos bastante el ritmo porque la niebla cada vez estaba mas cerrada y no queríamos líos, además de que tampoco queríamos hacer esperar a nuestros amigos. Ayudándonos entre los tres porque las fuerzas ya nos flaqueaban nos plantamos en la parte superior de la canal de piedra suelta y uno a uno, para evitar los continuos desprendimientos de rocas, descendimos para reunirnos con los otros dos integrantes de la expedición para dirigirnos de vuelta a donde habíamos partido el día anterior. Pese a que habíamos dejado el Robadoiro pendiente para la bajada, la niebla no dejaba ver nada y preferimos dejarlo para otro día, así ya tenemos excusa para volver! La que no perdoné fue la cima de Las Tetas, 2108m, muy a mano desde el camino de vuelta, y en menos de 10 minutos en solitario alcance la que era mi última cima en España antes de partir hacia Italia.
En el paso entre las Tetas y el último de los Campanarios, y viendo que ya estábamos en terreno conocido hicimos una parada a comer y recuperarnos. Y por ultimo solo nos quedaba descender hasta el puerto de San Glorio en medio de una niebla que no nos dejaba ver nada pero brújula y gps en mano llegamos con relativa facilidad a la pista y finalmente al coche tras una gran aventura en compañía de unos grandes amigos y en medio de unos parajes espectaculares que esperemos continúen así durante muchos años…