domingo, 28 de febrero de 2016

Duatlón de Astillero. Comienza la temporada 2016

No hacía el mejor de los días para hacer una carrera, ni siquiera para salir de casa, pero llegaba la primera carrera de la temporada 2016 y no podía faltar. El año pasado acabó agridulce con un lamentable triatlón de Santander para olvidar y, por otro lado unos cuantos y bonitos trails de montaña (Senda Costera, Monte Caballar y Ribamontán al Mar) que sirvieron para enlazar el inicio de la pretemporada una vez más, con ilusión, con fuerzas y nuevos colores. Este año correré con el Triatlón Costa Quebrada, un equipo lleno de buena gente y amigos, con la filosofía de disfrutar de lo que se nos presente esta temporada. Además, este año como novedad, he contado toda la pretemporada con la ayuda y apoyo de Planes Deportivos, con el gran Juanillo Espino a la cabeza para llevar una buena preparación a pie para el primer reto del año: la media maratón de Santander la semana que viene.

Pero antes tocaba el tradicional primer duatlón, el Duatlón de Astillero. Este año con un nuevo formato y ubicación en el Polígono de Guarnizo y tráfico cerrado.  El día era realmente horrible, agua, frío y viento. Valiente, salí del coche para coger los nuevos dorsales Liberbank. Atrás quedaron los antiguos de Caja Cantabria, con sus cientos de miles de agujeros de las cientos de miles temporadas pasadas. Nadie los echará de menos. Volví al coche a hacer tiempo, y con la calefacción a tope, me vino a la cabeza el mítico pensamiento de “qué hago yo aquí pudiéndome haber quedado ayer más rato de fiesta”. Pero aquí estaba, es difícil de entender, pero esto me da la vida y motivado, salí para fuera para empezar los reencuentros con míticos y amigos del tri. Los había que corrían, Javi López, Chano, Dieguito, Poo… y los había que hoy vinieron a animar como Oli, Yaiza y Rolando, Nanduco… No sé yo qué era más duro hoy.

Pistoletazo de salida a viva voz de Fede. Preparados, ya!! La carrera conservaba las distancias, 6,6 km a pie, 33 km en bici y 3,3 km a pie de nuevo emplazamiento del Polígono de Guarnizo. La primera a pie constaba de dos vueltas por el polígono, el carril bici y una bonita senda de tierra a orillas de un arroyo. El grupo tardó en estirarse, a la expectativa del nuevo recorrido, pero pronto me puse ya a 180 pulsaciones. Buen ritmo rodando junto a Diego Herrera y Chano en la primera vuelta, un poco pasado de ritmo pero tiré para adelante. La lluvia incesante durante todo el día tampoco molestaba, aunque había algún charco profundo. Me abrigué bien y el frío no fue un problema en este sector, es más, me vi un poco ahogado en algún momento, pero en la bici lo necesitaría. En la segunda de las vueltas mi rendimiento bajó y perdí alguna posición. Me cazó Poo con su ritmo sólido y me pegué a él y a su compañero Sastre. Estos no se me podía ir, y acabé, no sin esfuerzo, con ellos para entrar en boxes en 26 minutos, a 3’55’’ el kilómetro.



Foto: Noe Mediavilla
Tras la estela de Poo cogí la bici. La bici consistía en 6 vueltas al polígono completamente llano. El tráfico cerrado permitía que el duatlón este año fuera con drafting, otra novedad. Reconozco que no las tenía mucho conmigo, pues no conocía el estado de la calzada ni los giros, pero la verdad que tanto el asalto como las rotondas se encontraban limpias y muy bien, eso sí, con muchísima agua. Cómo llovía. Las dos primeras vueltas las hice con Poo, dándonos buenos relevos y disfrutando cómo tres cadetes se lanzaban hachazos. Pero pronto se acabó la tranquilidad. Llegó un grupo bastante numeroso con gente con patas como César Bolívar, Geovanis Lobo, Pedro Gandiaga y más hombres del Campoo Reinosa que venían tensando. Madre mía, me costó mucho coger el ritmo, y la salida de las rotondas y giros con tanto agua eran un sufrimiento en el látigo. Poo luchó pero no pudo aguantar uno de los tirones. Yo no sé cómo lo hice pero pude recuperar unos metros infinitos con la ayuda de otro duatleta y me metí de nuevo en el grupo. Ya sabía lo que podía pasar y rodé muy concentrado para no sufrir mucho y, sobre todo,  para evitar sustos y caídas. El grupo rodaba rapidísimo. Y más para mí que no había tocado la bici en todo el año. También había nervios, parecía que estaban preparando un sprint de Mario Guapo Cippollini uffff! La verdad que me lo estaba pasando bien, y llegó el momento que hasta me animé a dar algún relevo, cuando en un pequeño pique, hubo un parón. Animé a mantener el ritmo sin tirones y en la quinta vuelta colaboré, para en la sexta y última volver a sufrir. Tenía que aguantar sí o sí y aguante.

Bien abrigado, para nada pasé frío en la bici, eso sí, calado hasta las patas, pero hubo gente que se bajó congelado. Yo tan sólo no sentía los pies. Parecía que iba flotando. Últimos 3,3 km para acabar, estaba hecho. Tenía miedo porque en la bici forcé muchísimo, y lo normal era que las patucas lo pagaran, pero me encontré bastante suelto, quitando el entumecimiento de los pies. Para nada me preocupé de la posición, tan sólo de acabar. Cada uno llevaba su ritmo, unos tiraron y otros iban muy mal por el frío. Yo me emparejé con Rasines del Camargo-Astillero para más tarde acabar con dos del Campoo Reinosa. Los isquios me dieron un par de avisos y decidí no forzar lo más mínimo que la semana que viene es la Media Maratón. Hice bien y terminé en el puesto 37º de 86 que nos presentamos. Con satisfacción y entero, me recibió Oli en meta y fui recibiendo al resto de mis compañeros. Qué bien me lo he pasado!!!


Foto: Poo

Comenté un ratín la carrera con la gente, alguno de ellos con síntomas de hipotermia, yo muy bien, pero el día no estaba para quedarnos mucho más. Ganó Carlos Nieto del Campoo-Reinosa y Elena Villanueva en chicas. Para casa a ducharme y a comer y pasar toda la tarde bajo manta como la gente normal jeje! Tengo ganas de más!!! El próximo finde la Media Maratón de Santander, a ver lo que sale en el primer objetivo del año!! Que el segundo ya está fijado, Half Triathlon de Pamplona en mayo!! Toma yaaa!! Va a ser un gran año!!!

Grimpeur!!