miércoles, 27 de junio de 2012

TRIATLÓN BANSANDER 2012

Desde su aparición allá en el año 2008, año de mi debut en esto del triatlón, no he fallado en ninguna edición de este precioso Triatlón Bansander, salvo el año pasado que debido a la lesión, tuve que ver el triatlón desde el otro lado. Este año volvía y de qué manera.

La Grúa de Piedra, Santander

El triatlón Bansander, que se celebra en las inmediaciones de la Grúa de Piedra de  Santander, constaba, como todos los años de una distancia super-sprint con 350m de natación con salida desde el Palacete, unos 10 kms en bici con cuatro vueltas a un circuito llano y tramo de pavé y 1,8 kms a pie para acabar. Rapidísimo y super divertido.

Salida desde el Palacete

La natación fue un visto y no visto. Garrido, Cazorla y Correa salían a la par seguidos de un grupo de gente de calidad como, Esteban Cerro, Pontón, Cagigas, Rumayor entre otros, y que formarían un interesantísimo grupo en la bici. Yo nadé bastante cómodo y fuerte para lo que he podido entrenar tan sólo este último mes y medio. La salida desde la escalinata del Embarcadero fue preciosa y tras superar las patadas, manotazos y aglomeración de la salida, en seguida el grupo se estiró hasta la primera boya situada enfrente de la futura ubicación del centro Botín. Disfruté de la natación en aguas de la Bahía, pudiendo ver desde el mar los muelles de la Grúa de Piedra abarrotados de gente. Salida por la rampa de la Pedreñera del Puntal y transición después de cargarme la cremallera del traje.

La transición fue algo lenta e Iriondo se me escapó. Cogí la bici y a tope. Pasé bastantes triatletas siendo las dos primeras vueltas las más duras. Tramo de pavé y buenos giros. Las siguientes encontré la estimable colaboración de Gutierrez con el que di buenos relevos para llegar a la T2 preparado para la breve y rápida carrera a pie.

En cabeza se había destacado Correa que fue el vencedor seguido de Pontón. La lucha por el tercer cajón estuvo muy bonita entre Esteban Cerro, Ruiz Cagigas y el asturiano Garrido que conseguiría llegar delante. Después de una rápida transición cogí un buen ritmo, aunque no tan bueno como el de Gutierrez que me pasó y al que no pude aguantar, quedándome sin nadie delante ni detrás, con lo que pude saborear dónde estaba y a dónde había vuelto. Realmente volvía a emocionarme al recordar los días rojos de la lesión, al ver a mis padres y mi cuñado y demás afición animándome, al cumplir el sueño de correr en casa de nuevo y al llegar disfrutando en la posición 30º de entre 90 triatletas mientras Fede pronunciaba mi nombre y  los apellidos de la "disnastía triatlética" de los Martín Sarobe.

Llegada del Triatlón Bansander 2012

Fue un día precioso para todos. Mi hermano Juan realizó una increíble carrera en el segundo grupo de cabeza obteniendo el 12 º puesto junto con gente del potencial de Marcos Bardón y Pelayo Menéndez que volvía de su periplo parisino y con el que por fin podía correr un triatlón sintiéndome orgulloso de haber participado en sus inicios en el triatlón el año pasado. Además consiguió llevarse el Campeonato Universitario. Desde aquí mi enhorabuena. Sandra Garrido conseguiría el 1º puesto sub 23 y la primera en la general fue Elena Galbally. Todos los que llegamos lo hicimos con una sonrisa en la boca en un día precioso. El público abarrotó el trazado de la competición siendo, para mí, el más bonito de los Bansander de los que se han celebrado. Esperemos que sea un triatlón que siga creciendo. Además, este ha sido el que más ha significado, una vez más. Una sensación  indescriptible. Otra vez la satisfacción de haber corrido un triatlón, de sentirme triatleta en aguas de la Bahía de Santander y el Cantábrico.



Grimpeur!

viernes, 22 de junio de 2012

Este domingo TRIATLÓN BANSANDER en la Grúa de Piedra

 Es el triatlón de casa. En el punto más cercano que tengo el mar desde mi cama, en la Grúa de Piedra, se celebra otro año más en Santander, y van ya cinco ediciones, el Triatlón Bansander este domingo 24 de junio a las 10.30h, que además será campeonato universitario. Un triatlón super-sprint con distancias de 350m a nado, casi 10km en 4 vueltas por el muelle y unos 2km para terminar a pie, más bien a sprint, por el Muelle Calderón y Puertochico. Santander 100%. 

Salida del Triatlón Bansander 2010 del Palacete del Embarcadero. Foto: Alberto Pérez Ceballos

Es un triatlón muy corto pero a la vez super espectacular para los aficionados en un lugar emblemático para la ciudad. El segmento de natación con salida desde el Palacete y circuito de boyas con la Grúa de Piedra como testigo se puede seguir perfectamente desde el muelle y la salida de los triatletas por la rampa de la pedreñera del Puntal será, como siempre, de lo más bonito de la prueba. Rápidamente cogeremos la bicicleta para dar cuatro vueltas a un circuito completamente llano entre la Grúa de Piedra y el Planetario con circuito cerrado al tráfico con y la única dificultad, además de los giros, del tramo de pavé de Puertochico donde habrá que agarrar fuerte el manillar y dar pedales a todo lo que se da. Las transiciones, en una prueba como esta, cobran una especial importancia y tendrán que ser más rápidas que nunca. Y para acabar, sólo dos kilómetros de sufrimiento a pie a un ritmo infernal para mantener la posición o intentar mejorarla en el último sprint del muelle, que esperemos esté abarrotado de gente. 

Equipo de la Universidad de Cantabria en el Triatlón Bansander 2011, con la Grúa de Piedra y las aguas de la Bahía de Santander al fondo.

Os esperamos allí. Realmente es una prueba preciosa para el público y espectacular debido a su brevedad, ya que en poco más de media hora habrá concluido. Para mí cobra un gran significado tomar la salida desde la escalinata del Palacete. Vuelvo a correr en aguas del Cantábrico, vuelvo a correr en la Bahía, al lado de casa y con la Grúa de Piedra como referencia. Esperemos que esta edición no sea la última, ya que han comenzado las obras del futuro centro Botín en los terrenos anexos... Es más, dispuestos a soñar, esperemos que valga para que este triatlón, en el centro de Santander, siga creciendo y se convierta en todo un referente y todo un símbolo para el patrocinador como ya lo es para este triatleta que escribe. 

Nos vemos en el muelle el domingo! 

Grimpeur!

martes, 19 de junio de 2012

OBIOS Y MONTABLIZ. Circuito desde Pujayo

Salida-Llegada: Pujayo (400m)
Distancia: 18,2 kms
Tiempo: 6h 30min
Desnivel: 827m
Cimas: Obios 1219m, Los Agudos 1227m
Máxima Cota: Los Agudos 1227
Nivel de Dificultad: Intermedio



Ruta en bici 1653915 - powered by Wandermap 

17 de junio de 2012, soleado. Montañeros: Pedro, Damian y Pablo. Fauna avistada: Tres grupos de venados, unos doce ejemplares en total. Ranas, buitres y otras aves.

El regreso de Pedro de su periplo americano tenía que celebrarse con una buena ruta para reencontrarse con la montaña y contarnos las miles de historias de su aventura en la Universidad de Miami y sus viajes por los Estados Unidos. La noche anterior fue dura y la salida se retrasó un poco, pero a las once de la mañana comenzábamos a subir directos al Obios desde el bonito pueblo de Pujayo.

La subida es directa por una buena pista que atacamos sin contemplaciones a un ritmo fuerte y sin dejar de charlar fuimos superando las zetas que creaba el camino por la ladera. En poco más de una hora y cuarto habíamos coronado el Obios, cima que ya conocíamos tras aquel épico día en que Carlos, Rafa y Pablo coronamos con una espectacular nevada allá por diciembre de 2009. Hoy era diferente con un ambiente totalmente veraniego.

Cima de Los Agudos cerca del Obios

El ganado pastando y las vistas de las Montañas Pasiegas al Este y Peña Sagra al Oeste. Las cimas de la Sierra del Cordel al Sur y al Norte entre algo de bruma, Torrelavega y el arenal de Liencres. Sorprendidos por la rapidez, y con los ánimos online de Carlos desde Alemania que estaba siguiendo nuestra ruta por el GPS, decidimos continuar hacia el Sur por la cumbre. Descendimos un poco y avistamos al primer grupo de venados tumbados sobre la braña. Fuimos descubriendo el precioso bosque de Montabliz desde las alturas y continuamos hasta Los Agudos con mejores vistas aún que el anterior, ya que alcanzábamos a ver el valle que se precipitaba hacia Bárcena Mayor. 

Rio Argoza hacia el alto de la Cruz de Fuentes

Un espectacular y extensísimo bosque que cubría todo el valle que forma el rio Argoza que subía hacia Fuentes. Era un perfecto lugar para comer y dimos cuenta de nuestros bocadillos, chocolate, chorizo de venao y fruta que nos dió la vida.

Comida merecida en Los Agudos

Comiendo nos alcanzó un ciclista con el que charlamos un rato, y nos comentó la existencia de un posible castro cantabro en la cumbre de una antecima que se situaba un poco más hacia el sur. También nos comentó la posibilidad de bajar de allí a Montabliz y desde el viaducto cerrar el circuito hasta Pujayo. ¿Y por qué no? Para nada teníamos pensado hacer eso pero hacía un dia espectacular, íbamos muy bien de tiempo y la compañía estaba siendo inmejorable sin parar de hablar desde el inicio y con ganas de descubrir nuevos lugares. Continuamos cumbreando hacia el sur por el llamado en los mapas Portillo del Mostajo, y justo en esa zona existían unos cuantos árboles del mismo nombre, mostajo o serbal blanco.

 Mostajo en el Portillo del Mostajo

Avanzar no era ya tan fácil, atravesando la cresta con los dos vertientes a ambos lados y vegetación espinosa que nuestras piernas en pantalones cortos empezaban a sufrir. Nos internamos en el espectacular hayedo y finalmente no nos quedó más remedio que comenzar a descender directamente por la selva, ya que no encontramos ningún paso despejado para bajar. Fue un tramo complicado porque el terreno era pindio y suelto debido al impresionante manto de hojarasca, pero con paciencia y cuidado fuimos perdiendo altura.

Parte alta del bosque de Montabliz

El bosque era realmente mágico. Tras una larga bajada al final encontramos un caminuco que después avanzaba junto a un pinar y nos llevó al fondo del valle bajo el impresionante viaducto de Montabliz, que con sus 150m de altura es el más alto de España y sexto de Europa. Además, su vano entre pilares, es también el mayor de España con 175m. Espectacular.

Viaducto de Montabliz

Desde aquí teníamos que llegar a Pujayo, en otro valle. Y ya por pista recorrimos el último tramo de la ruta que lo estaba teniendo todo. Tras más de seis horas, alcanzamos el punto de salida y concluimos esta preciosa ruta, eso sí larga, con más de 18 kilómetros recorridos, pero de la que no dejamos de disfrutar en ningún momento. Cimas, comida, vistas, venados, impresionantes bosques y obras de ingeniería, todo eso caminando a la par de dos buenos compañeros de senda, con cientos de historias que contar, siempre en la montaña. Y las que quedan todavía, pero esas seguro que saldrán en la próxima.

Grimpeur!  

lunes, 11 de junio de 2012

KM VERTICAL FUENTE DÉ 2012

A pesar de ser el mismo día del esperado Triatlón de Suances, mi favorito, esta fecha llevaba mucho tiempo marcada en el calendario destinada a otra gran prueba. Otro reto más, pero este diferente, donde por primera vez combinaría mi pasión por la montaña con la competición. El Km Vertical de Fuente Dé. Una subida de prácticamente mil metros de desnivel en unos 4,9 km de distancia. Objetivo: salvar la impresionante pared del circo de Fuente Dé, desde la base inferior del teleférico hasta la superior.

Temprano, pusimos rumbo a Liébana Luis y yo desde Santander. Ambos debutábamos en una prueba así y aunque las semanas previas no es que hubiésemos entrenado mucho, el objetivo principal era llegar arriba y si era en menos de una hora mejor. Pero a medida que se acercaba la cita, las paredes parecían más altas. El reto aumentaba. Con los buenos consejos y apoyo del local Oscar Sebrango y el empuje de nuestro amigo Carlos desde Alemania, al que, sabíamos bien, que le hubiese encantado estar con nosotros este día, nos embarcamos en esta aventura. Las previsiones no eran muy buenas, pero sonando Cat Empire en el coche, aparecieron las primeras cimas de los Picos, y sin niebla. Motivación máxima.

La pared del circo de Fuente De una hora antes de la salida 

Pero al llegar a la campa de Fuente De, donde la perfecta organización nos entregó el dorsal y la gran bolsa de corredor y donde se encontraba la salida, el tiempo cambió y empezó a llover con ganas. Y enfrente las amenazantes paredes verticales del circo de Fuente Dé. ¡Por allí íbamos a subir! Durante varios minutos bajo la carpa de la organización refugiándonos de la lluvia estuvimos observando esas espectaculares paredes, y se nos pasó por la cabeza a ambos que quizá esto sí que era una locura como nos auguraba la gran mayoría de personas de nuestro entorno y prácticamente dimos por hecho que el objetivo de ascenderlo en menos de una hora sería imposible para nosotros. ¡Pero el objetivo de llegar arriba teníamos que cumplirlo!

En la salida del Km Vertical de Fuente De

Nervios a flor de piel. Dudas con la ropa y el material, y calentamiento. Milagrosamente paró de llover y unos pocos rayos de sol iluminaron la subida. Directos a la salida con esa emoción y nervios que tanto enganchan. Estar allí, entre esos 200 atletas ya era un hito para nosotros. Luego ya intentaríamos hacerlo lo mejor posible. Qué emoción. Unos minutos de tensa espera, breves explicaciones (este años subiríamos 50m de desnivel menos), y por fin el preparados, listos... yaa!!


Salida y campa de Fuente Dé. Fotos: El Diario Montañes

Primer tramo por la campa. Somos dos cientos y el pelotón tiene que estirarse. Entre tanta gente no se ven los obstáculos de la campa pero pasamos el tramo sin problemas corriendo e intentando no colocarnos muy atrás. Cogemos el sendero que se dirige hacia la Jenduda, que recorre diagonalmente el pie del circo por su parte Oeste al Este. Aún seguimos corriendo formándose grupetos entre la alrgada hilera de corredores. Yo trato de no cebarme pero a la vez mantener un ritmito bueno. Durante bastante tiempo sigo la estela de una chica con camiseta de Extremadura. Como me pasaba en mis primeros duatlones, las chicas me sirven para llevar un buen ritmo para mí, ya que siempre suelen mantenerlo. Me deja y me veo junto a Lucía Ibañez que sé que el año pasado consiguió un buen tiempo, puede ser un buen grupo. Me dejan también pero no pierdo su referencia. He empezado bien y las sensaciones son buenas, pero a medida que ganamos altura, me empiezan a quemar los gemelos. Buah! estamos casi abajo y como duele... igual no llego. Los grupillos dejan de correr a medida que sube la pendiente y empieza otro tipo de carrera, hay que encontrar un buen ritmo de zancada andando. Todavía en alguna zona hay fuerza para arrimarte al grupo de adelante con una carrerita. Primera zeta donde se bifurca el camino de la canal de la Jenduda y nosotros seguimos hacia el Este atravesando toda la pared. Pala dura y descansillo. Primera mitad, la suave, superada.

A partir de aquí terreno inexplorado para mí. Bajada y otra pala. Ya aquí los compañeros de ruta no variaban, siempre con los mismos. Realmente no recuerdo bien cuantas rampas con pequeñas bajadillas superamos, pero lo que sí recuerdo bien de este tramo es el barro que dificultaba la tracción. Ayudándome en ocasiones con las manos, agarrándome a la vegetación o rocas y mi cuerpo formando un ángulo de 90º completamente agachado. A parte de los gemelos que aguantan, ahora duelen los lumbares. De cuadriceps voy bien y de ganas y disfrute al cien por cien. Qué bonito estaba siendo. Fuente Dé allí abajo a lo lejos, y nos internamos en unas canales.

Giro a la izquierda y tramos durísimos. En uno de los pequeños "descansillos" que echo a trotar, pierdo el pie izquierdo hacia la ladera y caigo con toda la pierna derecha al suelo que me sujeta y me levanta como un resorte. Primeras heridas de guerra. Sigo más o menos con los mismos compañeros que me indican más o menos lo que nos espera. También me comenta el compañero que lleva bastante tiempo siguiendo mi ritmo detrás que el año pasado lo había hecho en cincuenta y tantos minutos, y que este año iba mejor. El objetivo de bajar de la hora estaba ahí y además las sensaciones estaban siendo buenísimas sintiéndome entero entre los jadeos.

Último tramo de Luis

Última mega pala de piedras y barro bajo la estación superior del teleférico que da una moral increíble verla. Estamos casi arriba ya, pero la pala parece infinita desde abajo. Cabeza al suelo, y modo cuerpo escuadra apoyándome en las rodillas y todo lo que sirve de agarre. A gatas casi debido a la pendiente, pero a buen ritmo. Me pasan los que llevaba detrás. Debe quedar poco porque la gente aprieta. Giro a la derecha y rampón de piedras sin camino alguno. Cuerda para ayudarse aunque yo prefiero subir gateando a modo de trepada y lo hago rápido. "Ya está! estáis arriba" nos grita la gente de la organización, que había estado repartida por todo el recorrido y en los pasos difíciles. Esta vez suena a que es verdad. Gente animando a ambos lados, aplausos y sonrisa de oreja a oreja. Lo había conseguido... ¡lo había conseguido! y en un gran tiempo de 54' 44'' había llegado a la meta. Objetivo más que cumplido.  

Llegada de Luis. Objetivo cumplido!

Luis llegó un poco después que yo habiendo realizado una espectacular subida en menos de una hora también y la satisfacción de ambos es inmensa. Nos pusimos la ropa que la organización nos había subido y momento fotos. Fotos hacia las cimas altas del Macizo Central, fotos hacia abajo de dónde veníamos. Increíble.  Bizcochos y al teleférico para volver abajo. Durante toda la espera no paramos de comentar la aventura, describiendo cada tramo, cada sensación, cada momento de este reto, y ya desde el mismo instante de cruzar la meta había empezado a pensar en la siguiente, que seguro que compartiremos con Carlos. Qué pedazo experiencia y qué ambientazo. Organización de diez y una satisfacción de veras que infinita.

Luis y Pablo con el reto del Vertical conseguido



El dorsal, con el nombre de Sarobe, en homenaje a mi abuelo montañero, ya está pegado en la pared de mi cuarto, junto a los dorsales de mis grandes carreras, un sitio bien que merecido, porque esta ha sido sin duda una de las más bonitas, originales y espectaculares en las que he participado, y sobre todo en un enclave de Cantabria y Los Picos de Europa inigualable. Reto conseguido, ¿cuál será el próximo?


Grimpeur!

sábado, 9 de junio de 2012

SAROBE EN LA MONTAÑA

Hace unos años que la montaña se ha convertido en mi referente y vía de escape, la que me ha dado esa sensación de libertad inmensa y belleza absoluta. Amigos, paisajes, fauna, retos y espíritu de superación. Mi abuelo, que no conocí, era montañero. No por la Cordillera Cantábrica, sino por su alta Navarra natal, pero montañero. Un pionero en su época. Época donde los buzones alpinos servían para probar que se había coronado. Y época en donde se premiaba la consecución de cimas. Un Sarobe* en la montaña. Sus medallas de montaña de los años cuarenta lo constatan. Hace unos años mi madre me las regaló, y quizá no las he valorado lo suficiente hasta el día de hoy, hasta el día antes de correr el Kilómetro Vertical de Fuente Dé con nuestro apellido, Sarobe, en el dorsal.

A modo de homenaje quise que el nombre que apareciese en el dorsal fuese Sarobe. La época es otra, la manera de "competir" también, pero la montaña sigue siendo la misma y los retos personales a superar y la satisfacción de alcanzar el objetivo siguen siendo igualmente infinitos.

Mañana 1000m de desnivel entre Fuente Dé y la base superior del teleférico en pleno Macizo Central de los Picos. Es una competición, pero más allá de eso es un gran evento con otros amantes de la montaña, frente a esas paredes del circo de Fuente Dé y un reconocimiento a aquellos que lograrán alcanzar la meta. Ya no se dan medallas como las de mi abuelo, ahora basta una foto cruzando el arco de meta arriba o el reconocimiento en una clasificación perdido entre los 200 escaladores que se darán cita mañana, pero llegando y disfrutando del gran momento. Disfrutando del sufrimiento de la ascensión, de ver cómo se va ganando altura mientras vas perdiendo aire. Pero ya habrá tiempo para describir las sensaciones cuando se consiga el objetivo. Ahora las ganas, las paredes de los Picos y el orgullo de llevar ese Sarobe conmigo, me bastan para mañana echar a correr hacia arriba y conseguir, cueste lo que cueste, el reto de superar el Km Vertical de Fuente Dé.

Grimpeur!

Significado de Sarobe en vasco: sel, redil, lugar protegido para el ganado.

lunes, 4 de junio de 2012

CRÓNICA I DUATLÓN DE CASTAÑEDA

Gracias al esfuerzo del hombre del Polanco Sergio Santiago y todo su equipo humano, se disputó el pasado sábado la primera edición del Duatlón de Castañeda, prueba que contó con la participación de populares en una mañana de junio con algo de bochorno. Los boxes estaban situados en el barrio del Carmen y después de la carrera de las categorías menores comenzaba la prueba absoluta. Aunque el duatlón estaba fuera del circuito cántabro, la participación fue notable con nombres importantes entre los 60 duatletas y la organización fue perfecta, con voluntarios en todos los cruces y tráfico casi inexistente a pesar de que las carreteras, como siempre, estaban abiertas. Además la proximidad a nuestro valle de Toranzo nos hacía a los Martín Sarobe correr como en casa.

EL primer sector de carrera a pie constaba de dos vueltas de 2,5 km por la Vía Verde del Pas. Una larguísima recta hasta un cono que se hizo infinita por el calor, aunque hay que decir que el enclave era bien bonito. Un par de repechos para alcanzar el barrio del Carmen y otra vuelta más. Pepin Fuentes-Pila demostró una vez más su supremacía y abrió un importante hueco sobre los perseguidores con gente fuerte como Pando o el propio Santiago. En chicas Gabriela Ferreira del Triatlón Costa Quebrada disponía de una ligera ventaja sobre la segunda clasificada. Cristina Ruiz en su primer duatlón, ocupaba la tercera plaza. A título personal, la primera vuelta no acabé de encontrar buen ritmo y fui perdiendo posiciones, recuperando algo la segunda sabiendo que llegaba lo bueno.

El circuito de bicicleta era muy bonito y entretenido. Dos vueltas de casi diez kilómetros en la que había de todo. Nada más salir, una estrecha y sinuosa carretera bien asfaltada con subibajas y curvas hasta llegar a la orilla del Pisueña y coger una buena carretera que se dirigía al repecho del día. Subida a San Román de Cayón, cono y vuelta hacia Pomaluengo donde, siendo más llano, el aire pegaba algo hasta llegar de nuevo al Barrio del Carmen por la Vía Verde. Muy bonito. Pando recortó casi toda la ventaja que disponía Pepín aunque al final no fue suficiente ante la supremacía a pie del pequeño de los Fuentes-Pila que a la postre sería el ganador en esta primera edición, mientras que en féminas, Gabriela, conseguía sacar una ventaja que le valía para proclamarse campeona suponiendo la primera gran victoria para su equipo Costa Quebrada que colaboró en este triunfo. Con tiempo perdido en la carrera a pie, yo tiré con fuerza en la bicicleta recuperando bastantes posiciones. El recorrido era perfecto para mí con repechucos y zona de llano donde había que tirar fuerte. En la primera vuelta encontré con la inestimable colaboración de Cuesta Salas del Polanco entendiéndonos muy bien en el llano, mientras que en la segunda cogí a un grupeto y conseguí dejarlos en el repecho a San Román. Conociendo mis limitaciones a pie frente a ellos, traté de sacar algo de tiempo en el tramo que restaba alcanzando a algún otro duatleta. Transición y a correr con el grupeto pisándome los talones.

Sólo quedaban 2,5 km y había que darlo todo. Sin dejar de sorprenderme desde mi vuelta, me encontré mucho mejor y con más ritmo en el tercer sector a pie que en el primero. Sin embargo no pude evitar perder cuatro posiciones para acabar al final el 24º y lo que es más importante sumando y disfrutando de otra prueba más que esperemos el año que viene pueda volver a repetirse. Mi hermano Juan, manteniendo su gran estado de forma, consiguió el segundo puesto sub23 ocupando el 13º en la general siendo el primero de los cuatro duatletas que componíamos hoy el equipo de la Universidad de Cantabria.

Compartiendo el buen ambiente de la prueba y departiendo con los amigos del Costa Quebrada y algunos de nuestros lectores, cerramos la jornada con la entrega de premios. Jose Fuentes-Pila del Triatlón Buelna, como decíamos, ocupó lo más alto del pódium flanqueado por Manuel Pando del Triatlón Santander y Cesar Morillo del Triatlón Valdemoro, mientras que en chicas Gabriela disfrutaba de su victoria por delante de Lala Manso y la debutante Cristina Ruiz que se volvía para casa con un trofeo en su debut demostrando su pundonor. Desde aquí agradecer el esfuerzo de todos los organizadores que hicieron posible este gran día, con grandes compañeros y nuevos amigos. Nos encontraremos en la siguiente carrera y seguiremos disfrutando de nuestro deporte, que a partir de ahora se tira al agua para comenzar con los esperados triatlones. 


Grimpeur!

domingo, 3 de junio de 2012

MACIZO DE CANDINA

·      Salida-Llegada: Sonabia (60m), Alto de Fermedal o Candina (134m)
·      Tiempo: unas 5h
·      Desnivel: 426m de subida y 352 de bajada
·      Cimas: Solpico 486m
·      Máxima Cota: Solpico 486m
·      Nivel de Dificultad: Avanzado

27 de mayo de 2012, solazo espléndido. Montañeros: Món, Rocío, Manu Villar, Susana y Pablo. Fauna avistada: buitres de la colonia de buitre leonado más cercana a la costa, lagartos verdes.

Había ganas de una ruta y debido a su cercanía a la costa y el gran tiempo que daban las previsiones escogimos ir a conocer el impresionante Macizo de Candina, una gran mole kárstica que se eleva sobre el mar entre Liendo y Oriñon. Nuestro desconocimiento de la zona era notable y primeramente pensábamos que la montaña era más accesible para todos los públicos, pero nada más lejos de la realidad.

Desde el pueblo de Sonabia, comenzamos la ruta con dirección la senda que discurre hasta Laredo. El Candina se elevaba amenazante desde la misma línea de costa. El sendero transcurría por las dunas de la playa de Sonabia que parecían querer subirse a la roca vertical. El terreno por la arena era incómodo y nos desviamos sin quererlo del camino correcto. Subiendo por la duna alcanzamos la roca que se elevaba verticalmente y por su pie fuimos avanzando hasta alcanzar una gran cueva. Las vistas desde aquí eran ya realmente impresionantes sobre el Cantábrico y la Punta de Sonabia con su forma de ballena. 


Playa y Punta de Sonabia desde donde comenzamos la ruta

No fue fácil llegar hasta allá, sobre todo para alguno de nosotros que venía a nuestras rutas por primera vez. Además sufriendo de vértigo no es que disfrutase mucho de este tramo. Desde arriba divisamos que el camino correcto avanzaba más debajo de nosotros, pero no había vuelta atrás. Por un senderuco de cabras continuamos avanzando por la ladera herbosa hasta lograr unirnos al camino principal que en una zona comenzaba a ascender hacia arriba directamente. Afortunadamente lo peor ya había pasado.

Desde aquí superamos un tramo bastante vertical pero seguro, ayudándonos un poco de las manos para llegar a una mesetilla con praderas sobre los acantilados. Las vistas aquí superaban a todas las anteriores, con el mar azul y el Monte Buciero dominando la Bahía de Santoña y la Playa de Salvé de Laredo. Bajo nosotros el mar a cientos de metros de caída vertical y hacia el suroeste el poljé del bonito valle de Liendo. Alcanzamos un increíble cortado en la roca donde existían cables para ayudarse con las manos. El momento foto era obligado. 


El grupo con el Buciero y la Playa de salve de Laredo detrás

Sobre el Cantábrico


Paso de la senda que baja a Liendo y Laredo


Siguiendo por esa senda se llegaba hasta la Playa de San Julián en Liendo, pero nosotros mirábamos hacia arriba, que todavía quedaba mucho, y queríamos atacar la ascensión. Sin embargo aquí ya no existía ningún tipo de camino y la subida se tenía que llevar a cabo campo a través por una casi impracticable zona de lapiaces. Tras equivocarnos de nuevo, desistimos, y decidimos disfrutar del precioso enclave deteniéndonos a comer.

Nos merecíamos la comida y tras unas fotos, Manu y yo decidimos volver a intentar la ascensión por los lapiaces, mientras que Susana, Món y Rocío iniciaban la bajada con ganas de playa. Nuestra ascensión no fue cómoda pero, ayudándonos con las manos, fuimos ganando altura. Descubrimos dos tejos en la ladera. Nos cruzamos con un hombre de rojo que nos sirvió de referencia para facilitarnos el camino y tras departir un rato con él decidimos hacer cima y una vez desde allá bajar por el camino marcado que llegaba a la carretera al otro lado del macizo por la vertiente sur. Cima en el Solpico al mismo tiempo que el resto de la expedición llegaba a Sonabia. Vistas hacia el sur y hacia las hoyas que caracterizan el macizo kárstico de Candina. Podíamos divisar al otro lado de la Hoya Negro los Ojos del Diablo, dos grandes oquedades que se asomaban a Sonabia.
Vistas de Liendo, Laredo y el Buciero de Santoña desde la cima


Cima del Solpico 486m

Hoya Negro con los Ojos del Diablo y el Cerredo sobre Islares en la costa

Iniciamos el descenso no con mucha facilidad ya que el terreno seguía siendo incómodo. Nos introdujimos en una impresionante garganta estrecha y bajo las dos paredes verticales que nos rodeaban llegamos a una pequeña zona donde hayas y encinas convivían. A partir de aquí el paisaje se volvía mediterráneo. Las encinas poblaban las hoyas de Falluengo y Hoya Tueros que teníamos que atravesar para llegar a nuestro destino siguiendo las marcas blancas y amarillas. 


Encinares y lapiaces en el camino de bajada hacia la Hoya Falluengo

Descubrimos un cadáver de cabra devorado por los buitres del Candina que nos habían estado vigilando durante todo el día. No se hizo corta la vuelta pero charlando y hablando sin parar, fijándonos en cada detalle de este paisaje tan diferente conseguimos, entre un frondoso encinar cantábrico, alcanzar la carretera.

La ruta había concluido y con un merecido baño en la playa de Oriñón cerramos este espectacular día de sol y buenos amigos. Aunque ciertamente se complicó más de lo debido, la ruta mereció muchísimo la pena.

Grimpeur!

CASAS DEL MONTE DE UCIEDA-ALTO DEL TORAL-HOZ DE SANTA LUCÍA

·      Salida-Llegada: Casas del Monte de Ucieda (275m) – Hoz de Santa Lucía (170m)
·      Distancia: 16 km
·      Tiempo: 3h 55min
·      Desnivel: 622m de subida y 727 de bajada.
·      Cimas: Alto del Toral 897m
·      Máxima Cota: Alto del Toral 897m


5 de mayo de 2012, soleado y nublado al final del día. Montañeros: Isa, Rodri, Pablo Canales, Bego Perea y Pablo. Fauna avistada: 3 venadas.

Con la vista puesta en la Ruta de Montaña del  Soplao que se celebraba un par de semanas después, nos unimos a varios miembros del G.M. Excusas para recorrer el último tramo de 16 km de dicha prueba que en total constaba de 44km. Las ganas eran muchísimas y el reto a superar era importante. Comenzamos la caminata temprano desde las Casas del Monte ascendiendo por la pista de la izquierda. La de la derecha se dirige a la Braña del Moral y es por donde subirían los ciclistas de la prueba en bicicleta de montaña. A buen ritmo y con la compañía de la perra Deva, ganamos altura logrando dominar gran parte del bosque de Los Vados. Tras un buen rato, alcanzamos los hitos del Soplao que venían de la Ruta de Los Puentes, y tras dejar la pista, comenzamos a subir por un sendero más bonito directamente por la ladera hacia Brañazarza, la divisoria entre el Monte Ucieda y Cieza. Fue en este tramo donde divisamos tres ciervas entre el arbolado a nuestra derecha. La subida era empinada pero la superamos con facilidad alcanzando las abiertas brañas de Brañazarza donde nos encontramos con bastante gente entrenando tanto a pie como corriendo.

Cambiando la orientación hacia el norte, recorrimos toda la braña cumbreando hasta enfrentarnos a la dura ultima rampa del Alto del Toral. Con paciencia la atacamos no sin esfuerzo y desafortunadamente la niebla amenazante venida del norte nos impidió disfrutar de las vistas desde la cima que conseguimos alcanzar. Arriba echamos cuenta del almuerzo durante unos pocos minutos y seguidamente continuamos caminando por la cumbre esta vez hacia el Oeste. Este tramo fue muy cómodo y agradable salvo la primera parte donde el viento hizo bajar la sensación térmica. Llevábamos todo el día a una espléndida temperatura. Atravesando montes, siguiendo los hitos que marcaban perfectamente el camino, fueron cayendo los kilómetros. Yo no iba a participar en el Soplao pero por un momento mis compañeros del Excusas me dieron mucha envidia imaginándome estar allí el gran día. Viéndote acercarse a Cabezón. Último trago en una fuente y tras una pequeña y última subidita allí aparecía Cabezón de la Sal. Con una dura y empinada bajada de hormigón llegábamos a la Hoz de Santa Lucía donde habíamos dejado un segundo coche finalizando nuestra ruta de 16km en apenas cuatro horas.

Dos semanas después, Pablo Canales y Bego Perea lograban terminar el gran reto de la Ruta a Pie del Soplao en un día realmente infernal con un tiempo de casi 13 horas de caminata. Desde aquí mi enhorabuena y quién sabe si quizá, estemos nosotros allí el próximo año.

Grimpeur!