martes, 19 de junio de 2012

OBIOS Y MONTABLIZ. Circuito desde Pujayo

Salida-Llegada: Pujayo (400m)
Distancia: 18,2 kms
Tiempo: 6h 30min
Desnivel: 827m
Cimas: Obios 1219m, Los Agudos 1227m
Máxima Cota: Los Agudos 1227
Nivel de Dificultad: Intermedio



Ruta en bici 1653915 - powered by Wandermap 

17 de junio de 2012, soleado. Montañeros: Pedro, Damian y Pablo. Fauna avistada: Tres grupos de venados, unos doce ejemplares en total. Ranas, buitres y otras aves.

El regreso de Pedro de su periplo americano tenía que celebrarse con una buena ruta para reencontrarse con la montaña y contarnos las miles de historias de su aventura en la Universidad de Miami y sus viajes por los Estados Unidos. La noche anterior fue dura y la salida se retrasó un poco, pero a las once de la mañana comenzábamos a subir directos al Obios desde el bonito pueblo de Pujayo.

La subida es directa por una buena pista que atacamos sin contemplaciones a un ritmo fuerte y sin dejar de charlar fuimos superando las zetas que creaba el camino por la ladera. En poco más de una hora y cuarto habíamos coronado el Obios, cima que ya conocíamos tras aquel épico día en que Carlos, Rafa y Pablo coronamos con una espectacular nevada allá por diciembre de 2009. Hoy era diferente con un ambiente totalmente veraniego.

Cima de Los Agudos cerca del Obios

El ganado pastando y las vistas de las Montañas Pasiegas al Este y Peña Sagra al Oeste. Las cimas de la Sierra del Cordel al Sur y al Norte entre algo de bruma, Torrelavega y el arenal de Liencres. Sorprendidos por la rapidez, y con los ánimos online de Carlos desde Alemania que estaba siguiendo nuestra ruta por el GPS, decidimos continuar hacia el Sur por la cumbre. Descendimos un poco y avistamos al primer grupo de venados tumbados sobre la braña. Fuimos descubriendo el precioso bosque de Montabliz desde las alturas y continuamos hasta Los Agudos con mejores vistas aún que el anterior, ya que alcanzábamos a ver el valle que se precipitaba hacia Bárcena Mayor. 

Rio Argoza hacia el alto de la Cruz de Fuentes

Un espectacular y extensísimo bosque que cubría todo el valle que forma el rio Argoza que subía hacia Fuentes. Era un perfecto lugar para comer y dimos cuenta de nuestros bocadillos, chocolate, chorizo de venao y fruta que nos dió la vida.

Comida merecida en Los Agudos

Comiendo nos alcanzó un ciclista con el que charlamos un rato, y nos comentó la existencia de un posible castro cantabro en la cumbre de una antecima que se situaba un poco más hacia el sur. También nos comentó la posibilidad de bajar de allí a Montabliz y desde el viaducto cerrar el circuito hasta Pujayo. ¿Y por qué no? Para nada teníamos pensado hacer eso pero hacía un dia espectacular, íbamos muy bien de tiempo y la compañía estaba siendo inmejorable sin parar de hablar desde el inicio y con ganas de descubrir nuevos lugares. Continuamos cumbreando hacia el sur por el llamado en los mapas Portillo del Mostajo, y justo en esa zona existían unos cuantos árboles del mismo nombre, mostajo o serbal blanco.

 Mostajo en el Portillo del Mostajo

Avanzar no era ya tan fácil, atravesando la cresta con los dos vertientes a ambos lados y vegetación espinosa que nuestras piernas en pantalones cortos empezaban a sufrir. Nos internamos en el espectacular hayedo y finalmente no nos quedó más remedio que comenzar a descender directamente por la selva, ya que no encontramos ningún paso despejado para bajar. Fue un tramo complicado porque el terreno era pindio y suelto debido al impresionante manto de hojarasca, pero con paciencia y cuidado fuimos perdiendo altura.

Parte alta del bosque de Montabliz

El bosque era realmente mágico. Tras una larga bajada al final encontramos un caminuco que después avanzaba junto a un pinar y nos llevó al fondo del valle bajo el impresionante viaducto de Montabliz, que con sus 150m de altura es el más alto de España y sexto de Europa. Además, su vano entre pilares, es también el mayor de España con 175m. Espectacular.

Viaducto de Montabliz

Desde aquí teníamos que llegar a Pujayo, en otro valle. Y ya por pista recorrimos el último tramo de la ruta que lo estaba teniendo todo. Tras más de seis horas, alcanzamos el punto de salida y concluimos esta preciosa ruta, eso sí larga, con más de 18 kilómetros recorridos, pero de la que no dejamos de disfrutar en ningún momento. Cimas, comida, vistas, venados, impresionantes bosques y obras de ingeniería, todo eso caminando a la par de dos buenos compañeros de senda, con cientos de historias que contar, siempre en la montaña. Y las que quedan todavía, pero esas seguro que saldrán en la próxima.

Grimpeur!  

1 comentario:

  1. que envidia!!y encima en mi territorio!!me alegro mucho de que pasarais buen dia, a ver si os veo muy pronto a los tres!!

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