jueves, 10 de noviembre de 2016

TEMPORADA 2016. Resumen

2016 ha sido una muy buena temporada. Ahora cuando volvemos a echar a andar de cara al 2017, es tiempo de echar la vista atrás, hacer balance, recordar todos esos momentos que nos han dado las carreras y repasar cada uno de los 17 regalos que he podido disfrutar este año.

  1. Media Maratón de Santander PB 1h25'48''
  2. Trail Ribamontán al Mar 26 km
  3. Trail de Cóbreces 25,5 km
  4. Duatlón de Astillero 37º/77
  5. Duatlon de Santander 55º/127
  6. Duatlón de Reinosa 63º/98
  7. Duatlón de Polanco 72º/134
  8. Duatlón de Torrelavega 34º/76
  9. Half Triatlón de Pamplona 5h 07'
  10. Triatlón de Suances 59º/138
  11. Triatlón de Laredo 55º/217
  12. Triatlón de Somo 20º/134
  13. Triatlón Sur de Cantabria 54º/101
  14. Triatlón de Colindres 120º/229
  15. Half Triatlón de Llanes 6h 05'
  16. Triatlón de San Vicente de la Barquera 52º/98
  17. Triatlón de Santander 46º/88

2016 comenzó con un nuevo proyecto, nuevos colores y nuevos compañeros, aunque conocía y de hecho entrenaba con alguno de ellos. Oli fue uno de los mayores culpables. Esa filosofía de disfrutar del mar, el asfalto y la montaña en todas sus variantes unido al grupo humano que se juntó, nos hizo afrontar el año con mucha ilusión en el equipo Triatlón Costa Quebrada.

Con el primer objetivo del año empezamos duro los entrenamientos a pie desde noviembre'15 de la mano de Juanillo y sus PlanesDeportivos: bajar mi tiempo en la Media Maratón de Santander y alcanzar si fuera posible la marca de 1h 25'. La verdad que los meses de entreno fueron genial, disfrutando de grandes rodajes con mi hermano Juan y viendo como mejoraba y sobre todo, como yo quería, sin acabar fundido de los entrenos. Hice un trail en Ribamontán al Mar como enteno y para pisar barro, aunque poco lo he pisado este año, pero bueno, y muy fuerte y fresco llegó el día.

Día infernal de marzo, lluvia y viento. Pero allí estábamos. Juanillo me hizo de liebre. Vaya lujo. Nos quitamos toda la presión de encima, el trabajo estaba hecho y aunque no era el día perfecto, íbamos a intentarlo. 

Los 10 primeros kilómetros fueron genial, y a partir de ahí empezó la media maratón. S20 con mucha cabeza y el tiempo estaba al alcance, pero no sin sufrimiento. Desde el Sardinero tiré de raza porque no me quedaba más, junto al gran Abel Antón y Juanillo y Carlos desde la acera animándome. La imagen que más recuerdo es la de Reina Victoria granizando y con el viento en contra, y por supuesto la recta de meta y el abrazo que le dí a Juanillo al parar el crono en 1h 25 48''. Toma ya, PB!!!


La semana antes ya habíamos iniciado la temporada de duatlones, con el Duatlón de Astillero como toma de contacto. Nuevo recorrido en el polígono de Morero, y he de decir, que aunque el otro me gustaba mucho con las subidas a Heras y Solares, en este me lo pasé muy bien, corriendo bastante adelante a pie y disfrutando en bici, que aún no había tocado, pero aguantando en un grupo muy bueno. Eso sí, en otro día infernal de tiempo. Lluvia y frío, pero bien abrigado, terminé mejor que otros valientes que fueron muy fresquitos.

El segundo duatlón fue el duatlón de Santander, también con nuevo trazado por el Parque de las Llamas. Mucho frío también, pero buen ambiente, y un toque diferente al acabar la carrera ya de noche. Recuerdo compañerismo con míticos del triatlón como Dani Lanza, Bardón, Pelayín... y la gente de mi equipo. Empezaba a unirse la piña.


Por aquel entonces ya nos habíamos calentado y nos habíamos apuntado unos cuantos a lo que para mí sería el gran reto del año: Half Triatlón de Pamplona en mayo. Hacía seis años de mi única experiencia en esa distancia en Buelna 2010, pero ya era hora de volver. Los entrenos se centraron en ese objetivo. Con la carrera a pie con los deberes bien hechos, sólo había que mantener ese nivel, pero me quedaba mucho por hacer en bici, así que marzo y sobre todo abril fueron de bici, bici y bici.
Un par de duatlones en abril para seguir creciendo y disfrutando, Reinosa con el apoyo de mis compis del curro y Polanco. Reinosa justo después de las vacaciones, no fue tan bien como esperaba, sufriendo mucho en bici donde me corté en un abanico de Tour. 


Y en Polanco tuve un despiste al olvidarme las calas de la bici y hacer el sector de ciclismo con las zapas de correr. Sin embargo me salió una buena carrera encontrándome a pie super cómodo. Una pena lo de las calas porque en bici fui también bastante bien.


El reto se acercaba, y me faltaban kilómetros. Pero lo bueno es que me encontraba super fresco y con fuerzas. Cero fatiga. El Duatlón de Torrelavega, ya en mayo, fue el último duatlón del año antes de echarnos al agua. Nuevo recorrido también en Torrelavega, por el polígono de Viérnoles, tedioso a pie, pero precioso en bici con una interesante ascensión a un muro dando cinco vueltas. Fue bonito, a la par que peligrosillo si hubiera llovido, y me lo pasé muy bien, y me encontré con patas para la semana siguiente. Nos vamos para Pamplona.

Dos días libres en el trabajo me permitieron viajar a Pamplona con el equipo que formamos Oli, Juanillo, Nanduco, Aitor y Bis, con Puy, Inés y la espartanuca como apoyo moral y logístico. Momentazo del año sin duda, y sin haber empezado la carrera. El hecho de correr en mi segunda tierra, Navarra, de donde viene mi madre, de acabar en el mismísimo corazón de la ciudad donde tantos veranos de infancia he pasado y el compartirlo con estos compañeros, hizo del fin de semana, uno de lo mejores momentos del año. Luego la carrera fue gloriosa. Natación de 1900m preciosa en el Pantano de Alloz, y gélida, aunque no fue para tanto. Bici, 85 kms, con mucha cabeza, regulando y comiendo mucho. Podía haber ido mucho más, pero el objetivo era acabar, pero acabar disfrutando del plato fuerte del triatlón, la carrera a pie por las calles de Pamplona. Cuesta de Santo Domingo. Todavía se me pone la piel de gallina al recordarlo. La subí con la bici a bloque con la gente animando, paso por el Ayuntamiento, vista atrás, no me lo quería perder, y entrada a la Plaza del Castillo con el primo de mi madre que me reconoció animandome, Sarobe en Pamplona! Llegué con piernas, y restaban 21 kms en tres vueltas. Y fue como planeé. La primera disfrutando, la segunda asegurando la carrera y la tercera, llegando entero para cruzar de nuevo todo Santo Domingo y la Estafeta con una sonrisa de oreja a oreja. Y con tiempazo:  5h 07'!!



Y aquí cerramos una parte de la temporada y empezamos la otra. Cerramos la de la preparación, los entrenos, y empezamos la de vivir de las rentas jejejejejeje y empezar a disfrutar de las aguas del Cantábrico.


Primer triatlón del circuito cántabro. El más bonito: Triatlón de Suances. Enclave espectacular y ahora ya en los tris, numerosísima participación del equipo. Qué bien nos lo pasamos. En un gran momento de forma me salió un triatlón muy bueno, natación en el paraíso de Los Locos, doble ascensión a Ubiarco con Juanillo y carrera a pie a la caza de de Alejo y acabando cuarto del equipo. Para recordar la entrada gloriosa de Guti.



Segundo de la temporada: Laredo! Y vaya triatlón!! Sali de trabajar y gracias al apoyo logístico del equipo me tenían todo preparado para entrar a boxes. Correr ya era todo un regalo, y ya que estábamos allí íbamos a darlo todo. Natación de 1500m caótica y divertidísima saliendo del nuevo puerto de Laredo, y sector de ciclismo precioso y durísimo con drafting pero con cinco cotas. 38 kms. Los mejores kms del año sin duda sobre la bici. Madre mía, fui sin cadena, a bloque desde el primer alto. Hasta que reviente, pensé, y no reventé. El sector a pie, buenísimo también, super sólido y con un ritmo constante que me sirvió para dar caza a mi compañero de entrenos Oli, que se ha salido esta temporada por cierto, y entrar primero del equipo en meta. El mejor triatlón de la temporada y puede que el mejor de mi vida!!


En julio tuve suerte con los horarios y pude correr tres triatlones más. Mientras muchos de mis compañeros corrían en Vitoria, yo disfrutaba de mi pequeña Vitoria en Somo. Siempre una fiesta. Nadé muy bien, arriesgando en la salida, bici divertida con Tato y carrera a pie con mi ex-compañero de la UC Iñaki Galilea, acabando en 20º posición, y sobre todo disfrutando como un niño pequeño.


Semana siguiente nos tocó un día espectacular de bonito a orillas del Pantano del Ebro en Arroyo. Triatlón Sur de Cantabria. Qué pena de natación, que me debí perder, porque en bici y a pie me encontré muy fuerte junto con Javi López. Triatlón precioso y me quedo con la cerveza post carrera de todo el equipo. Ambientazo.


Y tras vivir de las rentas todo el verano, Colindres me puso en mi sitio jeje. Repetí la operación de Laredo, salir de trabajar e ir directo a correr. Pero esta vez no salió igual. Buena natación aunque el agua no sabía muy bien, y en la bici, junto a mi compañero Villacorta, nos metimos en un grupo buenísimo, en el que sin embargo, no pude aguantar y me corté. Fundido, me quedé en tierra de nadie. Subida al Esquilo y bajada sobre la lluvia. Lo importante era no caerse. Y tuve un susto casi llegando a Treto. Se me salió la cadena y me quedé de mi grupo. Me pasó otro, y de este día me quedo con el gesto de mi compañero Tato, que se quedó y me ayudo, cual gregario al volver a entrar en su grupo, vaciándose. Qué pena que no pude rematar a pie, porque mis piernas colapsaron y se me subía todo hoy. Me limité a acabar dignamente y al menos entre a la par de Tato. Tenía que haber entrenado más jeje.


Pero el verano es muy duro, viajes, fines de semana, casetas, mucho curro también... y lo único que entrené/disfruté fue el mar. Vaya paraíso. Este año he hecho por primera vez el Sardi-Cabo Menor-Mataleñas y vuelta con Oli, qué pasada. También volvimos a los urros de la Puerta del Mar, y mil veces la piscina del Sardi. Bici poca, carrera a pie nada, salvo el Trail de Cóbreces, muuy bonito. Y muchas vacaciones.

Y justo después de volver de vacaciones en septiembre, la segunda calentada del año, Half de Llanes al que nos apuntamos de locura allá por marzo creo medio equipo. Para nada estaba preparado, pero bueno, era el día del equipo y de pasar un día de convivencia y deporte juntos. Con el único objetivo de disfrutar y acabar dignamente, allá nos presentamos. Natación que salió más corta preciosa entre la caloca, y a por los 90 kms de bici. Cinco muros y dos más de regalo. Bici dura, muy muy bonita para haber llegado entrenado, de las que me gustan. Compartí carrera con Oli y Juanillo, y a pie con alguna vuelta perdida con Nanduco y Manolo, me quedo con eso! En la bici lo pasé muy bien, a pie no tanto, tocaba lucharlo desde el metro uno, y estoy contento porque aunque las piernas esta vez no podían, fue la cabeza la que funcionó a la perfeccción gestionando la situación y haciéndome llegar como no puede ser de otra manera, con una sonrisa, una vez más, de oreja a oreja. 


Además subimos al podium por equipos en la distancia Half y en la Olímpica. Una fiesta!!


Y ya quedaba la recta final. Me perdí Comillas por trabajo, pero apuré al máximo el tiempo para asistir a San Vicente de la Barquera, con nuevo recorrido también, diseñado y sacado adelante por nuestro compañero Aitor. Vaya triatlón más bonito que salió corriendo por la playa de Merón. Nadando muy bien, en bici mal, y corriendo muy bien. Buena carrera y muy bonita. 


Y como me quedé con hambre de más, pues decidí alargar la temporada un poquito más y correr, ahora sí que sí, la última del año, a mediados de octubre, en casa, en Santander. Triatlón de Santander, que si olvidamos el retraso de hora y media, salió bastante bien, y aunque no es de los triatlones más entretenidos, me lo pasé bien y acabé con un muy buen sabor de boca junto a mi amigo Javier López. Se acabó! Pero quiero más!!


Todo el monte que he podido hasta la llegada del "invierno" y como digo, ganas de más y más. De disfrutar cada día, cada paso, cada momento.

¿Retos para el 2017? Pues todavía ninguno. Me apetece monte, barro. Olvidarme de los ritmos, pero seguir estando a tope y mejorando. Difícil repetir un año en cuanto a carreras como este 2016, pero con seguir disfrutando de las que haga me conformo. He corrido muy bien a pie este año, pero en bici he perdido muchísimo. Quiero volver. Quiero volver a esos tiempos que tengo en La Braguía, mi récord es de 2009!! Así que voy a intentar volver a la bici.


Quiero volver a la bici, volver al monte y seguir corriendo mucho!! ¿Pido mucho? Esto ya ha comenzado!

martes, 13 de septiembre de 2016

Triatlón Sur de Cantabria, Trail de Cóbreces y Tri de Colindres

Después de un largo verano de cañitas y viajes ayer volví a correr. Y al correr, con esa sensación de que te pesa el culo, volví a vivir las emociones del recuerdo de los últimos triatlones allá por el mes de julio, de lo que por cierto, aún no había hecho crónica. El triatlón Sur de Cantabria y  el triatlón de Colindres fueron los últimos, y hoy ya estamos a las puertas del siguiente, Triathlon Festival de Asturias en Llanes, un día grande marcado en el calendario desde hace mucho de calentada, un dia de equipo.

Pero vamos con las crónicas pendientes. En julio todo iba bien, viviendo de las grandes rentas que me dejó el Half de Pamplona en mayo y los estupendos triatlones de Suances y Laredo, sin cadena allí. Somo fue una fiesta, y llegué al Pantano del Ebro, día del Carmen, con una buena forma, eso sí, dejando ya de entrenar y empezando a disfrutar el veranito jeje.

En una bonita tarde de sábado, una vez más después de trabajar (este año he tenido suerte con los horarios y he podido correr prácticamente todo lo disputado en sábado), nos dimos cita un nutrido número de compañeros de equipo del Triatlón Costa Quebrada: Juanillo, Tato, Manolo, Yaiza, Manel, Jandro, Sarobe, Jorge, Nanduco y Pedro, con Bis animando.

Equipazo TCQ Triatlón Sur de Cantabria 2016

Sol, calor y un paisaje precioso, el pantano estaba espectacular desde Arroyo. La salida fue un poco mala, ya que nos obligaron a salir todos desde la rampita de hormigón. Quizá por ello, salí un poco desorientado, por la derecha como siempre, pero con la sensación de ir lejos del grueso del grupo. Me sentí con fuerzas en los brazos y tuve la sensación de estar nadando bien, pero con el primer giro a la boya el sol no me dejaba ver nada. Muy incómodo, comprendí mejor que ningún día la función de las gafas de nadar oscuras, ya que las mías eran trasparentes, y no veía nada de nada. Giro en la segunda boya, iba bien con fuerzas, pero me debí desviar mucho porque, tras el último largo hacia las banderas, ví al llegar a boxes que Juanillo estaba salido antes que yo, y Jandro, mi referencia para hacer una grupeta que podía haber sido espectacular, ya se había montado en la bici con Jorge Villacorta, buenísimo en bici también, y Tato. Vaya natación más mala, a pesar de las buenas sensaciones.

Tocaba remar ahora en la bici. Salí junto mi amigo del Camargo, Javi Lopez, al que le suelo sacar un poco de ventaja, y tras coger a Juanillo en el primer repecho, rápidamente fijé mi objetivo, vaya rueda más buena a priori!! Carlos Nieto del Campoo. Motivadísimo porque con Juanillo, Nieto y López podíamos hacer un grupo buenísimo, di un primer relevo quizá demasiado fuerte y vi como Juanillo perdió rueda, paré y empecé a mirar para atrás pero le costaba mucho seguir y me gritó que tirara para adelante. Me pasó el mismísimo Israel Lastra, pero leí fatal la carrera pues pensé, cuando nos agrupemos Juanillo, López, Nieto y yo, vamos a ir mejor que él en solitario. Mal, porque Lastra iba como una moto como acostumbra y enlazo creo que al final él solo con grupos delanteros. Una pena, porque hoy me sentía con piernas para haberle seguido la rueda. Nieto y López llegaron, pero Juanillo no, así que formamos un trío super interesante. Generosos los tres dimos muy buenos relevos hasta Bolmir, aunque he de confesar en que confiaba en que Nieto, ganador de duatlones, fuera más, y no le ví con la pedalada que esperaba. Dimos el giro cruzándonos con grandes pelotones, la victoria iba a estar bonita con un grupo de unos veinte triatletas adelante, Luego diversos pelotones en los que iban Jandro, Jorge y Tato. Luego nosotros, que a pesar de ser tres, más algún cazado más que no podía ayudar mucho, íbamos haciendo un gran sector. La segunda mitad, Nieto puso un puntito más y si que dio fuertes relevos, quizá demasiado a tirones, lo que hizo que Javi no pudiera colaborar tanto. A mi me costó pero aguante echándole raza en algún repechín donde Nieto estiraba. A lo lejos vi a Tato descolgado, y al cazarle le arengué para coger rueda, paro la diferencia de velocidad le hizo imposible pegarse. Llegamos a boxes. Muy buen sector de los tres, y un honor haber compartido grupeta con uno de los grandes!

Llegada a la T2 Triatlón Sur de Cantabria 2016

La carrera a pie era bonita a la par de dura. Mucho mejor que en otras ediciones, esta vez nos metían por callejos y sendas, mucho mejor que por la carretera. Eso sí, calorón, viento de cara y repechos, que esos a mí me molaban. Nieto nos dijo adiós, y Javi empezó fuerte. Yo me quedé, pero puse ese ritmo que te da la experiencia y la confianza en ti mismo que he conseguido este año. Un ritmo sólido y constante. Cogí a Javi y le apreté un poquitín en el repecho para decirle, aquí estoy yo jeje. Sufrió y me aguantó y formamos un tándem buenísimo que nos se deshizo en las dos vueltas del sector. En ese momento rodaba tercero del equipo tras un meteoro llamado Jandrín y un gran Villacorta que volvía a los ruedos con una sonrisa cada vez que nos cruzábamos. Por el cuarto puesto del equipo luchaba Tato, que en cuanto coja un poco más de ritmo y con su forma de nadar, va a ser una punta de la lanza de cara al equipo en las próximas temporadas. Detrás venía Juanillo todo loco con su ritmo a pie infernal, cómo corre el mister!! Creo que al final llegaron juntos.

Gran carrera junto a Javi López. Triatlón Sur de Cantabria 2016

La entrada a meta de todos los compañeros fue una fiesta. Uno a uno hasta que llegó el último. Charlas, experiencias, historias y risas. Foto de equipo y cerveza de la victoria haciendo planes e ilusiones futuras. Muy buen día, cómo nos lo habíamos pasado!!

Algunos fueron la semana siguiente al bonito, dicen, Triatlón de Gorliz, pero yo disputé un bonito trail en Cóbreces. 25,5 kilometrillos con mi compañero Aitor y César y corriendo a la par de mi cuñao Miguel Angel, su primo Pedrín y el grupo de amigos de Cóbreces. Día de mucho calor, atravesando los acantilados de Bolao, la playa de Luaña, internándonos por el bosque embarrado para atravesar túneles y bajar a Novales. Bajar para volver a subir por unas zetas infernales, propias de otras montañas. Estas, aunque bajas, no carecían de dureza, por su condición caliza y por el subibaja de su recorrido. Trail muy bonito, bien acompañado que finalicé bien, pero que me dejó, como digo, las patucas tocadas.

Llegada del Trail de Cóbreces 2016

Patucas tocadas+Semana Grande de Santander+día fuerte de bonito de principios de mes en el curro=llegar en óptimas condiciones para correr un señor triatlón olímpico. Triatlón Villa de Colindres. Lo difícil no fue el triatlón, lo difícil fue llegar a la hora, ya que salía de currar a las 14:30 en Santander, y el triatlón comenzaba a las 15:30 en el puerto de Colindres. Gracias al apoyo logístico de mis compañeros que no tiene precio, llegué in extremis a los boxes. Ya lo había hecho otras veces esto de salir de currar e ir directo al triatlón, aunque no tan apurado como esta vez. El premio era ese, poder correr!! Otra vez una participación de lujo por parte del Triatlón Costa Quebrada: Oli, Juanillo, Manel Tato, Manolo, Jandro y yo, con el Pistolero de infiltrado. Nanduco estaba en listas pero no llegó.

TCQ en el Triatlón Villa de Colindres 2016

La natación consistía en dos vueltas a un circuito de boyas en el puerto de Colindres. Jamás había estado allí. He de decir que a pesar del sabor horrible del agua, mezcla de ría y puerto, la natación me gustó. Como digo, el poder correr era mi premio, así que no soy muy objetivo cuando la ilusión ciega todo lo demás. Con aguas calmadas como una piscina, me abrí esta vez por la izquierda, tomando de referencia los barcos amarrados en los muelles, ya que la natación era en sentido horario y yo levanto hacia la izquierda. Esos brcos que días después descargaban toneladas de bonitos que llegaron a las pescaderías. Pensando esas cosas me entretuve, en un sector en el que no apreté. Salí tranquilo y me fue bien, porque llegué con fuerzas al final. Buena natación esta vez, con sensación de fuerza y con buena navegación, enfilando las boyas a la perfección. Salí muy bien del agua hoy, junto mi compañero Villacorta, el que sé por otras carreras en las que no compartíamos equipo, que es una buena rueda y una buena referencia. Jandro y Tato ya estaban por delante. Juanillo y el resto por detrás, aunque no a la vista. Así que sí que había salido muy bien. Adelante!

Salida de la natación en el puerto de Colindres

Con Jorge crucé el recién restaurado puente de Treto y giramos a la izquierda para rodar hacia el Valle de Aras. Muy bonita carretera aunque el día estaba delicado y la calzada húmeda. Con Jorge sabía que iba a ir muy bien, pero nos alcanzó un treno comandado por Gorgonio que iban como locos. Rapidísimos. Con confianza me animé a dar un par de relevos ya que el grupo era buenísimo, pero hoy las patas, y todo los que arrastraban de la semana, no me respondieron. Tras un fuerte relevo me costó seguir la línea del grupo y me descolgué. Peté. Que palabra más fea la de petar, pero es lo que me pasó. Había forzado demasiado y perdí el grupo. Me limité a mantener una marcha, pero sabía que sólo no hacía nada. Por suerte me alcanzó un triatleta asturiano, no recuerdo hoy el nombre, pero nos entendimos muy bien y nos alternamos muy bien en los relevos y nos mantuvimos ahí en tierra de nadie hasta el comienzo del puerto, Fuente las Varas. Tenía muchas ganas en esta carrera porque la ascensión a todo un puerto me venía muy bien, pero hoy no me respondían ya las piernas. No hice mala subida, pero sentí que me faltaba ese puntito de competición. Subí con buena marcheta y cadencia, pero en carrera no basta con eso, tenía que haber dado un poquito más, para seguir por ejemplo a mi amigo Javi López del Camargo. Hoy sí que había nadado mejor que él, sin embargo no pude hacer ni ademán de cogerle rueda cuando me alcanzó a mitad de puerto. “Hoy no voy Javi”. La niebla comenzó a convertirse en llovizna y la carretera ya estaba mojada. Los primeros bajaban lanzados aunque también muchos cuadrados. Iba a ser un descenso delicado. Poco a poco llegamos hasta coronar. Ahora para abajo. Juanillo no me había cogido y eso era que no iba del todo mal. Sin embargo la bajada la hice con muchísimo cuidado pensando sólo en una cosa: el trabajo. Una simple caída podía convertirse en un esguince de muñeca en el mejor de los casos, así que despacito, detrás de un vasco con más miedo que yo, jajaja eso es bajar cuadrado. Pero bien por él, porque llegamos abajo.

En el llano formamos un buen grupillo. El asturiano me volvió a alcanzar e intentamos organizar el grupo que era multiregional, no conocía a nadie. Nos costó pero al final nos entendimos. Carretera muy mojada ya, pero el descenso del valle no tenía peligro alguno, salvo la velocidad y el no hacer el afilador. Me encontré bien y generoso, pero antes de llegar a Treto de nuevo, en un repechín, quité plato para no forzar las patucas y se me salió la cadena a lo Andy Schleck, estando a punto de provocar una caída. Por suerte me esquivaron todos. Me tuve que parar y perdí mi grupo, pero es que también perdí un segundo grupo en el que rdaba Tato al que había pasado en el puerto. Retomé la marcha cuando vi que mi compañero Tato se había descolgado de su grupo para ayudarme a entrar de nuevo. Vaya santo relevo que dio que consiguió meterme de nuevo en su grupo desfondándose tras el esfuerzo cual gregario tirando para su líder. Jajajajaja pronto será al revés aunque no se si tendré ocasión de tirar para él con lo que nada. Eternamente agradecido con el pedazo gesto de mi compañero, cruzamos el puente y llegamos a Colindres para echar a correr. 10 kilómetros por delante.

No era mi día, y tras el primer kilómetro, las piernas me empezaron a dar avisos y primero una y luego la otra, se me empezaron a subir los isquios, hasta el punto que me tuve que parar. Me pasó Juanillo, yo ya nada podía hacer salvo concluir los nueve kilómetros que me restaban dignamente. El objetivo era acabar y ya está. Cuidando las piernas en cada zancada y en cada giro y bache, logré mantener una marcheta gracias también a los ánimos de la afición naranjita y a mis compañeros con los que me cruzaba. Una pena porque era la primera carrera del año que dejaba de disputar para centrarme tan sólo en acabar. Pero bueno, tras la tralla que llevaba era normal, lo que no fue normal fue como acabé el triatlón de Laredo por ejemplo, en donde no sé de donde me salían las fuerzas. Ya quedaba poco y en cada giro animaba a Tato a que me cogiese ya que andaba cerca, hasta que después del último giro decidí esperarle como agrdecimiento por su gesto y ayuda y entrar juntos. Le apreté un poquito para que viera que le es posible correr un poquito más fuerte jejeje, recuperamos tres posiciones y entramos en la pista de atletismo y cruzando la línea de meta juntos donde nos esperaban los demás. Dolor de patucas pero satisfacción de equipo. Somos grandes!!!!

Siempre disfrutando. Tri Colindres. Parando el Crono

Para muchos agosto fue sinónimo de Buelna. Un gran half al que no pude ir por ser sábado pero que muchos de mis compañeros disfrutaron. Otros marcharon para Medina de Rioseco y después para Riaño. Yo reaparezco, aunque no en las mejores condiciones en Llanes. Día especial para el equipo, quedada, convivencia, pizza y barbacoa en la que esperemos sea una bonita jornada de triatlón con nuestra mejor filosofía, esa que dice al terminar una carrera: QUÉ BIEN NOS LO HEMOS PASADO!!


miércoles, 20 de julio de 2016

TRIATLÓN DE SOMO 2016. Nuestra pequeña Vitoria

Domingo de julio. Para muchos del equipo hoy era un día especial, hoy era Vitoria, en distancia Full o Half, era el objetivo de la temporada. Sin duda el sentimiento Costa Quebrada viajó a tierras alavesas y dejó su sello. Desde aquí la enhorabuena a todos!! Para otros, este día no dejaba de ser especial tampoco. Hoy era Somo! Nuestra pequeña Vitoria, pero que para mí es un fijo en el calendario.

El Triatlón de Somo es un triatlón popular, cortito y fácil en la que la mayoría de los participantes son populares, el primer triatlón para muchos (otros no tuvimos tanta suerte y nos echaron al agua en Los Locos en Suances jejejeje). Pero Somo es un triatlón al que me encanta no fallar pues se respira un ambiente de lo más puro que es para mí el triatlón. Se respira buen ambiente, ganas, ilusión, nervios, compañerismo, emoción y reencuentros. Me encanta Somo.

Este año, la hora de salida se adelantó mucho, 9am. Vaya madrugón y vaya ganas... pero a Somo hay que ir. Una mañana preciosa la verdad, solazo. Con el tiempo un poco justo, no soy muy magrugador, y además me quedé a ver el encierro de Pamplona, para recordar el Half de mayo que atravesaba el recorrido del encierro. Aparqué junto a los hermanos Aja, Porti y Sigler, compañeros del Camargo. Y con ellos metí la bici y nos dirigimos hasta el puente de Somo. No pude disfrutar mucho de la previa por el madrugón con mis compañeros del Costa Quebrada, Tato, al que conocí aqui hace un año cuando me saludo casi en meta y me dijo que leía mis crónicas, Calon que reaparecía, Yaiza que debutaba este año... Ya en la rampa de salida les saludé pero no tuvimos mucho tiempo para charlar. Este año mi objetivo iba a ser hacer el bautismo triatlético a tres amigos mios, pero a lo largo de la semana, uno a uno, se fueron tirando del barco. Una de mis ilusiones es enseñar a amigos míos, lo que se vive y lo que se siente dentro de un triatlón. Como no vinieron, la estrategia tuvo que cambiar, y no me quedaba otra que.... ir a tope y a ver hasta donde llegaba.

He corrido muchos Somos, y siempre había salido muy conservador, ya que los primeros metros de la natación son un poco delicados con el giro en la zapata del puente. Este año me iba a meter en el meollo, a ver qué pasaba. Y así hice. Por el interior y alante jajaja a lo loco. Me había dado tiempo a ver, en el breve calentamiento, que este año la marea estaba lo suficientemente alta para no cortarnos con las rocas y mejillones del fondo, así que no había peligro. Salida!!!

A tope salí con todo y di el giro sin demasiadas apreturas, muuuy buena salida, ahora a por el largo del embarcadero. Me costó mantener el ritmo pero sabía que eran sólo 600 m. Lo peor fue el sol, muy bajo y justo enfrente, por lo que no se veía nada nada. A seguir al de delante y confiar que no se pierda! La natación fue buena, siempre hay sensación de poder nadar más rápido, pero dentro de mis limitaciones, nadé bien, aunque esta vez no pude disfrutar viendo peces ni el paisaje jeje.

Salida del agua por el mítico pasillo que forma la gente animando. Y a por la bici. En la primera subida saliendo de Somo es donde hay que cazar a cuantos más nadadores mejor y llegar al llano para formar un buen grupo. A mitad de subida vi un trimono naranja a lo lejos y regulé para darle caza justo arriba. Era Tato, que además iba acompañado por Pablo Martínez, Sordo del Santander y alguno más, como era mi ex-compañero de la UC Iñaki Galilea. Era un buen grupo. Y lo fue!! Nos entendimos muy bien, y generosos fuimos dando relevos cortos alcanzando a gente. Cogimos a un grupo en el que rodaba Nuria Aja y la invité a coger rueda para que, arropada por el grupo, intentara luchar por la carrera, o al menos por el podium.

En el giro en Galizano, vi que rodábamos en un grupo bastante delantero, sólo precedido por un par de grupos y algún triatleta suelto. Qué bien vamos. Me motivé y en la vuelta, tiré un poquito más que el resto con ambición. En la bici me lo paso bien. Además vi que venía un grupo por detrás tirado por los Polanco.

Estos no nos cogen, arengué a mis compañeros de grupo. Y llegamos a Somo. Transición rápida y a correr a lo loco! Tato se quedó un poco atrás, pero Iñaki aguantó muy bien mi ritmo. Dos vueltas por Somo, exigiéndome y acabando fuerte junto a Iñaki, con el que crucé la línea de meta en el puesto 20º, mi mejor Somo. Fernández Divar hizo carrerón y me ganó! Poco a poco fuimos recibiendo al resto de compañeros y amigos. Nuria hizo tercera! Enhorabuena, y Yaiza quinta!!! Vaya maquinón en su primer tri este año!! Un poco más atrás llegó Cris Ruiz, siempre disfrutando. Tato, Calon, Rolando, Rico y el resto de conocidos. Esta era nuestra pequeña Vitoria!!


Qué bien nos lo pasamos y qué ambientazo. Esto es triatlón, buen ambiente en contacto con el medio natural. Eran las diez de la mañana y ya teníamos los deberes hechos con todo el domingo por delante y la moral y la alegría por las nubes. Hasta el Somo que viene, pero antes... siguen los triatlones, las carreras y las ganas de pasárnoslo bien! 

Grimpeur!

Triatlón de Laredo 2016. Carrerón

Sábado de junio, a las 6am en pie para ir a trabajar, el día de venta, día duro, y por la tarde todo un señor triatlón, el Triatlón de Laredo 1,5+38+10 km. Todo indicaba que no iba a estar a tope, eso sí, las ganas al máximo, no podía faltar, y un nutrido número de integrantes del equipo dispuestos a disfrutar de esta preciosa carrera, las más bonita, para mí, después de Suances, en su sector de bicicleta sobre todo, y en su post carrera.

Tuve que comer en el descanso de las 9:30, y en el coche sólo me dio para un plátano, una cocacola y una napolitana. No había tiempo que perder pues iba con el reloj justísimo para llegar a meter el material a boxes. Suerte que contaba con el apoyo de un equipazo que me cogió el dorsal y la camiseta y me esperaba a la entrada del control del material, todo situado en el nuevo Puerto de Laredo.

Estaba dentro, y hasta con unos minutos de margen para disfrutar con los compañeros, todos situados juntos en los boxes de barra que había preparado la organización. Risas, foto de equipo y al pantalán, desde donde nos tiramos para la salida en el agua.

Triatlón Costa Quebrada, Laredo 2016
Sin muchas pretensiones, no me coloqué especialmente adelantado entre los más de 200 triatletas. Qué bonito es esto que hacemos. El circuito de natación era diferente a otras pruebas. Había que salir del puerto, una vez superada la bocana, salvábamos dos boyas ya en el abra de la Playa de La Salvé para volver al puerto, dar una vuelta a la dársena de los barcos de pesca y volver a la del puerto deportivo donde salíamos del agua. Muuuy entretenido, y mucho caos, sobre todo después de salir del puerto donde las aguas calmadas dentro de los muelles, se volvían en mar picada por el viento de mar como cuando sopla nordeste en el Sardinero. El sol al Oeste hacía que no se viera mucho tampoco. Vaya locura de salida jajajaja, no sabía ni donde estaba, el caso es que me lo estaba pasando bien, intentando encontrar una enfilación. En aguas abiertas creo que nado mejor, en relación al resto, que en las calmadas, y me encontré a gusto. Giro de las dos boyas frente a La Salvé y vuelta al puerto. El sector era de 1500m pero no se me hizo para nada largo. Recuerdo enfilar perfectamente el espigón de estribor, mientras lo ancho del grupo tendía a entrar por el centro. Yo ajusté y pasé pegado a la escollera desde donde se apostaba parte del público. La vuelta a los muelles de pesca los pasé fijándome en los barcos de pesca, seguro que alguno de estos traerá los bonitos que me tocará cortar esta temporada, pensaba. Dimos la vuelta a los muelles y volví a enfilar a la perfección el último muelle que teníamos que rodear para llegar al puerto deportivo. Ajustando en las esquinas, ya con la mar plato con la protección de la inmensa obra, veía hasta la cara de la gente aplaudiendo arriba. Último largo y hacia la alfombra roja. No sabía cómo había nadado, pero me lo había pasado pipa!!
Y al salir vi que salía justo por detrás de mi compañero Jandro, y muy cerca de Manolo. Ni a posta lo hubiéramos hecho mejor. Transición y a por la bici, que vaya bici más bonita nos esperaba. Cinco altos con drafting, el Alto de Laredo, Alto de Candina y vuelta, para subir otra vez el de Laredo. Girar en la rotonda y dar otra vuelta hasta Candina y ya para Laredo. Me encantaba el perfil a mí que me van los repechos. Dejé a Manolo en las calles de Laredo y empecé a tope la primera subida, era el momento de remontar todo lo posible y coger un buen grupo. Pero madre mía cómo subí. Se me fue un poco la pinza porque pasé por lo menos a 20 triatletas, gente tan fuerte como Pablo Martínez o Cesar Bolívar a los que invité a seguirme, pero no pudieron, como tampoco pudo mi compi Jandro con el que podría haber hecho un buen grupo. Pero hoy tenía el día y yo todo para arriba. Me sorprendió mucho mi ritmo, sobre todo después de todo el día, pero pensé, hoy a morir, hasta que pete. Pasamos Liendo y en la primera subida a Candina me pasaron Davizuco del Polanco y Nieto del Campoo, los dos únicos que me pasaron, intenté seguirles pero estos si que tenían mucho más gas que yo, sin embargo, yo seguía pasando a gente, y poco a poco fuimos conformando un grupo muy bueno, con Sastre del Ozono y otros corredores vascos y del Triflavi. Giro en el cono y vi que Oli andaba bastante adelante, tirando también de su grupo jaja. Por detrás Jandro, Juanillo y los demás. Formamos un grupo tan bueno que en la bajada, ya por Liendo, dimos caza al grupo del que tiraba el joven corredor del Polanco, que volvió a irse, pero absorbimos al resto, entre ellos Alejo que se quedó conmigo. La estrategia seguía siendo la misma, a tope hasta que pete, y lo curioso es que no me hundí en ningún momento. La segunda vuelta fue más "tranquila", o más estable mejor dicho. Nos mantuvimos un grupeto de cinco triatletas y alguno más haciendo la goma como Alejo, y afrontamos la última subida, donde me hizo gracia el compañero de un par de compañeros de fuga que me dijeron, "Martín, el día que cambies de bici vas a volar", y el otro me decía, "O limpiala al menos" jejejeje. "No me calentéis, que esta bici tiene para rato jeje" Mi bici de toda la vida! Ocho años tiene la Gavia!!

Bajada a Laredo, qué bien me lo estaba pasando, y que carrerón me estaba saliendo. Ahora había que poner el broche final con los nada menos que diez kilómetros finales, todo llanos, lo que obligaba a imprimir un ritmo alto sin descanso. A ver cómo respondían las patucas. Y respondieron bien. Bien no, genial.

No tarde en encontrar un ritmo que era muy bueno. Había que dar dos vueltas a los espigones, y ví que tenía a Oli, que rodaba primero del equipo al alcance. Pero recordé las palabras de Juanillo: "Cabeza" y en ello estuve pensando todo el sector, concentradísimo y cuidando las piernas manteniendo siempre el mismo ritmo sin cebarme, pero yendo para nada lento. 


No tardé en cazar a Oliver antes de completar la primera vuelta. Cabeza, cabeza que queda mucho. Pero sorprendentemente me encontré muy a gusto y se me pasó muy rápida la segunda y última vuelta. Vaya carrerón que me estaba saliendo y de principio a fin. Gran natación, grandísima bici, volé, y carrera a pie muy muy seria sin ningún bajón. Todo en 2h 21', el tiempo que tardé en cruzar el arco de meta de este triatlón de Laredo, probablemente el mejor triatlón que me ha salido nunca deportivamente hablando. 





Posición 55º, increíble, y primero del equipo, seguido de Oli, Juanillo, que remontó a pie, y Alejo que entró acompañado de Jandro. Los ánimos de Aitor Beldarín compañero de batallas en Pamplona me hicieron mucha ilusión, así como los de Chuspi desde la barrera, y sobre todo los de todos mis compañeros y amigos cuando nos cruzábamos. Carrerón y ambientazo. El equipo sublime, octavos de 19 equipos y sextos cántabros.



No podía faltar la jarrota helada de cerveza después, como ya es tradición, y el mega día acabó con una cena de empresa que se alargó hasta las siete de la mañana. ¿De dónde saco las energías? Ni yo lo sé... quizá en la ilusión de hacer  lo que me gusta y con pasión. Me encanta esto y compartirlo con mis compañeros y la gente que me sigue, y en la Tierruca, que es una maravilla. A seguir disfrutando, y a guardar esta carrera como una de las mejores que me ha salido nunca. 


Grimpeur!

lunes, 13 de junio de 2016

Triatlón de Suances 2016, el primero de muchos

Un año más llegaba el triatlón más bonito de Cantabria, estrenando la temporada traitlética en la región. Algunos ya habíamos hecho el primero en Pamplona, ahora tocaban los de casa. Los duatlones habían ido bien, el equipo Triatlón Costa Quebrada había logrado puntuar para el circuito, en el triatlón no nos vamos a quedar ahí, como se vio en Suances, en el triatlón íbamos a dar guerra, además de la nota! Todo al naranja, hoy ya sí, todos uniformados como una familia.

Buenísima participación del equipo aunque no hubo tiempo para mucha previa. A las 9:20 am las chicas ya estaban en carrera, y con prisas como siempre, entré de los últimos en boxes y bajé corriendo las escaleras de los Locos. Imagen preciosa, mística e imprescindible cada año. Aquí debuté y aquí sigo.

Breves indicaciones de Fede. 1.200 m nadando, las boyas no se veían, había que girar "por detrás de la montaña" como decía Fede jeje. A estos le seguirían 33 kms en bici con circuito cerrado al tráfico y doble ascensión al Alto de Ubiarco, para acabar con los 8 kms finales rompepiernas a pie. A por el agua!

Siempre por el flanco derecho, pegado a las rocas, salí bastante bien, a los pies de mi compañero Cesar Herrera, hasta el viraje tras las rojas del acantilado, que este año no tenían mucho peligro, la marea estaba lo suficientemente alta y el mar como un plato. Además, las aguas cristalinas, eso sí, este año no ví muchos peces, pero vaya paraíso y vaya lujo nadar aquí. Pronto perdí los pies de César y de su grupo y me ví sorprendentemente sólo. Había salido demasiado bien y ese no era mi pelotón. Poco a poco, nadando tranquilo me fue alcanzando gente. La primera boya, escondida, estaba lejísimos a la derecha de las rocas mar adentro. Nos metieron muy adentro este año. Pues nada, a nadar! Sin embargo no encontré fuerzas en los brazos. Mala semana y mucho cansancio, cero entreno en el mar y tocaba pagarlo. Pero bueno, qué mejor que las aguas de Los Locos para curarlo todo. Me limité a seguir mi ritmo de crucero, sin forzar, no daba para mucho más, o mi cabeza no estaba con tantas alas como otros días. Boya, boya, con algún encontronazo con algun nadador dando martillazos, pero bueno, me libré de él abriéndome después de la ultima boya. Último largo directo a la playa, y pensando en mis cosas, empecé a disfrutar un poco más. Completamente sólo me dirigí a la playa de forma perpendicular, mientras veo que la gente navega un poco más en diagonal. Yo por mi lado, creo que es mejor, qué pena que este año no hubiese olas. Y llegamos a la orilla.
Salida del agua justo por detrás de Manolo, que alegría compartir carrera y en qué momento. "Yo sólo me saco la licencia para subir corriendo estas escaleras Manolo" le dije. Y para arriba me tiré, coincidiendo con De Pablo, con Edu el del Triflavi, y la gente animando y Ana y Yaiza haciendo fotos. A pesar de no haberme encontrado del todo a gusto nadando, vi muchas bicis en boxes. Me quité el neopreno, me puse el casco, botines y dorsal y a la guerra, viendo que Juanillo estaba en boxes también. Le animé y salí para afuera. A ver qué tal, la verdad que el circuito en bici es perfecto para mí, me encanta, con continuos repechos y dos subidas a Ubiarco, una subida durilla pero no muy larga. Hacía bastante ya desde Pamplona y la última semana la había dejado pasar en blanco, sin embargo la anterior vine aquí con mis hermanos a base de hachazos, y yo creo que me puso a punto para lo de hoy.

Con calma superé el tramo de La Tablía y Tagle, pasando a bastantes triatletas entre ellos Tato, el chico de rojo con el que acabé el Tri de Somo del año pasado. Hoy compartíamos colores. Sabía que Juanillo venía por detrás, pero sin mirar atrás, subí el duro repecho del pueblo de Ubiarco y comencé la ascensión de Ubiarco con muy buenas sensaciones, cadencia y empezando a disfrutar de verdad de mi triatlón favorito. Pasé a Pacheco que iba tocadete del estómago y tiré con muy buen ritmo para arriba. Qué paisajes y eso que hoy no lucía el sol, sino que hacía un día nublado de bochorno. Nada de viento, perfecto para la bici y los prados verdes estaban impresionantes con el contraste azul del mar que se iba viendo más grande a medida que subíamos. Coronamos Ubiarco con ya Juanillo a mi estela, y pequeño descenso hasta la rotonda de Santillana donde nos cruzábamos y animamos tanto a los que iban por delante como los que iban por detrás del equipo. Aquí estaba el corte, una lástima que Nanduco no superó el corte. Giro de 180º y a subir otra vez. Una niña iba contando a los que pasaban e iba el 83º, aquí Juanillo se me fue un poco, me echó la bronca de cómo había subido Ubiarco, esto era muy largo y "hay que ir con cabeza" jajajaja, pero en la bajada me tiré para abajo para alcanzarle, cosa que me costó, arriesgando un poquito en las rotondas de los pueblos, todas eso sí, muy bien vigiladas y señalizadas. Desde aquí mi enhorabuena a la organizacióny a todos los voluntarios. Comenzamos la segunda vuelta que era más corta. Juanillo me esperó un poco en el repechón de Ubiarco, y ya fuios juntos lo que restaba de sector. Íbamos muy bien, y no recuerdo que nos pasara nadie. Cómo nos lo estábamos pasando! Hablamos un poco, le pregunté que qué le parecía el triatlón... "muy duro" me dijo... yo le hablaba de lo bonito que era! cada uno con su locura jeje! Subimos muy fácil la segunda vez el Alto de Ubiarco, qué bien me estaba encontrando, e iniciamos la bajada! Lo teníamos! Me tiré a lo loco para abajo probando posiciones aerodinámicas, cómo se nota! y ya entre rotondas, pueblos y repechos llegábamos al Faro de Suances poniendo cara de foto ante las numerosas fotógrafas.

Grandísimo sector, gran ritmo y regulando perfectamente, y una vez más compartido! Nos bajábamos de la bici todo locos en cuarta y quinta posición del equipo tras César, Oli y Alejo. Por detrás llegaba cerca Martín. Vamos a darle. Juan me dijo que le siguiera, pero salí yo con más ritmo. Siempre me pasa, luego sabía que me pasaría. Formamos un grupete bastante bueno, pero ya en el tramo de carretera que era un subibaja constante, Juanillo metía la directa y me dejó. Yo no iba mal, pero es que cómo iba él! Momentos bonitos junto al mar donde nos cruzábamos todos, nos saludábamos y animábamos. Buen rollito el que hay en este deporte, casi todos nos conocemos y siempre alegra una palabra de ánimo, una mano que te choca o simplemente una mirada cómplice con una simple mueca que dice mucho en esos momentos de sufrimiento. El bochorno apretaba y el terreno era duro. Bueno... voy quinto del equipo y los cuatro que van delante van como toros pensé, me "relajé" un poco y me limité a mantener el ritmo. Sin embargo, no podía bajar los brazos porque yo era la bala en la recámara del TCQ. Me crucé con todos mis compañeros... César, Oli, Alejo, Juanillo, Martín, Lebrón, Tato, Pacheco, Aitor, Manolo y tuve la suerte de girar el cono con el gran Güelu, otro momento compartido con Guti. Sólo faltaba de hoy Nanduco. En las cunetas estaban Peter y Yaiza que animaron mucho.

Última vuelta. Juanillo iba encendidísimo... a por Oli!! me decía! Y le veía alejarse más y más y fue cuando casi al llegar al último cono, vi que me había acercado mucho a Alejo. Mierda!! me va a hacer sufrir éste! voy a tener que ir a por él jejejejeje!! y apreté. Buenísimas sensaciones, no iba tampoco suelto para nada, pero iba rápido y lo que es más importante, sin ningún dolor, sólo el sufrimiento del ritmo y el calor del día! Estaba a tiro pero me iba a costar porque tampoco iba parado. Al final le di caza justo antes del último repechón que nos daba acceso a la zona del Faro. Le invité a seguirme pero en la rampa vi que se quedaba, y tiré para adelante porque era yo ahora el cuarto del equipo. Y así acabé la carrera. Apretando los dientes por el naranja. 59º de 159 no está nada mal. Pero lo mejor las sensaciones de haber ido de menos a más y habiendo hecho una grandísima bici.

Reencuentros, charlas y abrazos tras cruzar la línea de meta, recibiendo a los compañeros y amigos. Carrerón de todos, César como jefe de filas, Oli como un avión, Juanillo a lo Homer sin cabeza, Alejo que me va a costar ganarle otra vez, Martín al que es una alegría volver a ver en carrera, a los nuevos compañeros que conocía con la ilusión del equipo, Manolo pasandoselo mal como siempre jaajaja, y Aitor y Guti míticos donde los haya. Nanduco se reservó para la jarra de Laredo, y Peter y Yaiza incondicionales a los que les esperan grandes tris este año también. Sin olvidar al resto de gente del tri, Javi, Fdez-Divar, Íñigo, Jorge y demás... muchos locos! Sin reloj, disfrutando del momento y de la gente. Momentazo con la llegada del Güelu y la foto de equipo que aún no ha salido a la luz pero seguro que es un fotón, y será la primera de muchas este verano. Cañas, rabas, charlas y risas para acabar un gran día, una vez más, en Suances, mi triatlón favorito y el más bonito de Cantabria!

Y esta semana más que viene Laredo! y llano, llano no es jajajajaa! A por ello!!  qué bonito es este deporte!

Grimpeur!!



jueves, 19 de mayo de 2016

HALF PAMPLONA. Un sueño hecho realidad

Muchos meses de sueños, de entrenos, de miedos, de ilusión… hasta que pasaron los días rapidísimos hasta el día del año: 14 de mayo, Half Triatlón de Pamplona. Triatlón con distancia medio Ironman 1,9 kms a nado, 85 km en bici y 20 kms a pie. Todo un reto personal. Sería la segunda vez que me atrevía con esta distancia después de aquel Triatlón de Buelna 2010. Aquel año, preparando el triatlón en mi último junio de universidad y siendo aún jovencísimo, no me fue muy bien. Me salió 5h 46’, pero lo peor fueron las sensaciones y el sufrimiento que pasé sobre todo durante todo el último sector a pie donde colapsé y me salió una media maratón de más de 2h 15’ y un pajarón de espanto que tardé en recuperar hasta la noche. Recuerdo que nada más llegar pensé… no vuelvo hacer otro ni loco. Pero fueron pasando los años, una larga lesión me hizo tener más cabeza, poco a poco fui haciendo más el cuerpo a la larga y, sin parar de disfrutar cada carrera, me volvieron las ganas de quitarme esa espinita que aún tenía clavada desde 2010 para repetir y disfrutar, ahora sí, de un medio ironman.



Pamplona era el destino. Y encima Pamplona. Mi madre y mi familia vienen de aquí. Nunca había corrido en Navarra, y que mejor manera de homenajear a mi apellido con este precioso Half Pamplona que celebraba su segunda edición. La carrera tomaba una connotación emocional increíble, la distancia y el lugar. En noviembre, ya estábamos apuntados. Vamos!!!

Con la preparación a pie para la Media Maratón de Santander en marzo gracias a Planes Deportivos, tenía gran parte del camino preparado. Sólo tuve que mantener el gran nivel que había conseguido. Ahora bien, mis miedos recayeron sobre la bici, que hasta marzo no había tocado. Las vacaciones hicieron que pasaran los días de forma vertiginosa, y yo sin kilómetros en las piernas, pero en abril acumulé tappones por Cantabria, disfrutando de las carreteras de la Tierruca y con el objetivo acechando. Sorprendentemente alcancé rápido un nivel de forma digno que me hacía llegar a Pamplona con  garantías de acabar el triatlón dignamente. El sector de natación me lo tomaría como un trámite, sabiendo que superaría los 1900 metros sin problemas sin importarme el tiempo. Todo preparado!! Pero la experiencia de aquel Buelna 2010 no me dejaba perder el respeto a la distancia. Qué nervios.

Gracias a Puy, el viernes establecimos el campamento base en Cirauqui. Juanillo, Oli, Nanduco, Aitor y yo correríamos. Puy, Inés y la espartanuca Inés estuvieron ahí todo el finde semana para hacer posible con sus ánimos y la compleja logística este sueño. Buenos momentos cenando en Puente La Reina, en el desayuno, preparando los bártulos con la motivada para plantarnos a medio día del sábado en el Pantano de Alloz.

Nunca había participado en un triatlón tan numeroso, 800 participantes. Una pasada de organización. Nadábamos en Alloz, para ir en bici hasta Pamplona después de 85 kms hasta la Plaza del Castillo, y una vez allí correr la media maratón por todo el centro de la ciudad, las murallas, la ribera del Arga y los lugares más emblemáticos de mi segunda ciudad, la Cuesta de Santo Domingo, el Ayuntamiento y la Estafeta como en los encierros. Esto va a ser increíble. Ya se habían acordado de mí el año pasado Juan Espino y Luis Lopez. Significaba muchísimo para mí y hoy estaba aquí. Pero aún no, aún había que superar la natación que no iba a ser fácil y la temida bici con las dudas si llegaba con suficiente preparación para este reto. Y ese era el reto a priori, acabar dignamente. Si todo iba bien me saldrían 5h 30’, pero el reloj era lo de menos.

Empieza la carrera!! A pesar de la numerosísima participación, la salida fue tranquila por un estrecho pasillo. La dificultad estaba en la temperatura del agua. Hubo rumores de que estuvieron a punto de suspender el sector por el frío. 13 grados. La primera sensación nada más tocar el agua fue de que estaba helada, pero no tardé en encontrar ritmo, abierto por la derecha, ya que levanto la cabeza hacia la izquierda, y en ningún momento lo pasé mal por el frio. La licra de cuello que decidí llevar por dentro me vino muy bien. El campo de boyas constaba de cuatro boyas en forma de rectángulo que había que dejar a hombro derecho. Muy cómodo fui superando las boyas, pensando como siempre en mis cosas, disfrutando de la belleza del pantano e intentando seguir alguna referencia entre tantos gorros rojos. Así que seguí el gorro blanco de una chica con la que hice prácticamente todo el sector sin golpes ni apreturas salvo los normales en los giros. Se me pasó volando y me encontré fenomenal. La última parte se hizo un poco más dura por las ligeras olas de viento que había y en apenas 35 minutos ya estaba saliendo del agua. Es una frase ya casi hecha pero… qué bien me lo estaba pasando!! A por la bici!

Transición larguísima. Nos cambiamos en la carpa. Yo me lo tomé con calma, más de 7 minutos. Me cambié todo, todo seco, y cargué bien los bolsillos del maillot de comida. Empieza el sector. Juanillo por la mañana en el “briefing técnico” del equipo nos hizo una descripción buenísima del recorrido. Primera bajada de curvas del pantano, y primeros 30 kms con viento a favor con algún repecho hasta Larraga. Desde allí cambio de orientación hacia el norte donde nos pegaría viento en contra total hasta Puente la Reina. Desde ahí, hasta Pamplona, últimos 40 kms “favorables” dijo jejeje!! Y la verdad que la primera parte fue tal y como contó. Con viento a favor, fuimos superando pequeños repechos de no más de dos kilómetros que me venían muy bien. Con mi bici, la Gavia, pasaba cabras en los repechos, mientras que en el llano me quitaban las pegatinas. Pero no tantos como creía. Es más, adelanté a más gente que la que me pasó. Adelanté sin enterarme a Aitor el Pistolero, saludé a Juanillo al que dejé ir para adelante, y Chano me pasó como un avión. El plan de la bici era tomarmela con cabeza, mucha cabeza, para llegar con piernas al sector a pie. Y así hice. Siempre con cadencia rodé tranquilo pero a la vez rápido ayudado por el viento, sin dejar de tirar tampoco, hasta Larraga.



Foto: Mujika

Giro y vientazo en contra. Mucha cabeza, cadencia y mucha comida. Creo que lo hice genial. Llevaba un montón de comida. Cada diez kilómetros comía algo. Barrita, bocadillito de nocilla, bocadillito de jamon y queso o gel. Como me puse. En los avituallamientos sólo cogi líquidos. Con tranquilidad llegamos a Puente La Reina. Ya aquí me había superado Edu del Triflavi que llevaba tras de sí a unas cuantas rémoras. Yo a lo mío. Repechón después de Puente. Aquí en teoría paraba el viento. Pero fue en teoría porque no dejó de dar de cara hasta Pamplona, aunque es cierto que con menos intensidad. Iniciamos un tramo sinuoso atravesando zonas preciosas de bosques y pantanos. Falsos llanos en los que pasé quizá los peores momentos sobre la bici… uff todavía quedan 40!! Eché mano de la gente que tenía grabada en los brazos, pensé un poco en mi vida, en lo que estaba haciendo, en lo afortunado que era y en donde estaba en ese momento. Qué pasada la verdad. Y me pasó un grupillo en la que rodaba una chica de C.N. Mataró. La verdad que iba muy bien, y dejé a dos compañeros de carrera con los que iba rodando para apretar un poco y seguir la estela de la chica. Vaya ritmo más bueno que llevaba Leonor Font que era como se llamaba. Fue un punto de inflexión en la carrera. Nos acercábamos a Pamplona y la motivada subía aún más si cabe, y cambié un poco la mentalidad conservadora para dar un poco de candela a los pedales. Muy buenas sensaciones siguiendo a distancia el ritmo exigente de Leonor y adelantando muchas posiciones. Todavía quedaban un par de encerronas en forma de repechones hasta llegar a la cuenca de Pamplona. Buaaahh los pelos de punta. El viento nos dio una tregua y nos fuimos internando en las afueras de la ciudad por rapisísimos polígonos sin tráfico. Llegaba el momento con el que tanto había soñado, la subida en bici por la cuesta de Santo Domingo. Cruzamos un puente empedrado y nos dirigimos por una zona arbolada hasta los Corralillos. Fue aquí donde ví que dábamos caza a mi amigo Juanillo! ¿¿Tan bien iba?? La verdad que me salió un sector con mucha cabeza y de menos a más, llegando a tope al final. Tan a tope que pasé a Juanillo y decidí subir a bloque la cuesta de Santo Domingo.



A por Santo Domingo. Foto: FotoTri


Este era mi momento, y esta era la manera de disfrutar como nunca este sueño!! Increíble!!! Sin cabeza subi la cuesta como si fuera final de etapa! con el pasillo de gente animando no me pareció ni tan dura! Saludé a San Fermín en su vitrina y miré para atrás para ver la fachada del ayuntamiento para adentrarnos por la calle Chapitela hasta la Plaza del Castillo. Momento imborrable! Me bajé de la bici con una sonrisa enorme, la voluntaria me cogió la bici y un primo de mi madre, el Kirru, un Sarobe, me reconoció entre tantos triatletas y me animó: Vamos Pablo!!

Paso por el Ayuntamiento. Foto: Cano Fotosport.
Transición esta vez sí, rapidísima y a correr!! Pasé por contrameta y ví el reloj luminoso 3h 28’! 20 kms por delante y a tiro el sub5h!!! Buahh increíble. No sé a cuanto empecé la carrera a pie pero iba embalado. Tres vueltas por delante. La primera para encontrar las piernas y conocer el recorrido, en la segunda estaría la carrera y la tercera para acabar. En la curva de Telefónica estaban las espartanas animando, se habían sumado Sonia y Javi. Vamos que vas muy bien!! Me adelantó Leonor Font, ella sí que iba bien, qué manera de correr. Intenté seguirla pero rápidamente me dijo la cabeza… calma que el objetivo es llegar entero. Cómo iba! Después ví que acabaría la séptima, por detrás de Lucía Blanco. Desde aquí enhorabuena a las dos, qué nivelazo había! Con buen ritmo atravesé el precioso tramo de la muralla por el Caballo Blanco, El Redín y bajamos por el Portal de Zumalacárregui hacia el parque de Aranzadi. No cogía nada en los avituallamientos, sólo líquido, con la empachada que llevaba de la bici jejeje. Pero llegué con muchas energías. En la zona de abajo nos cruzábamos y tuve la oportunidad de saludar y animar a Miguelín, a Cazorla, a esteban Cerro… menudas máquinas! No ví a Chano ni a Oliver, irían en mi misma vuelta. Alcancé a Edu y me sorprendí de que no me diera caza Juanillo. Pero la verdad que iba muy bien, sin calambres y con muy buen ritmo. Subida de Santo Domingo. A pie se hacía más dura que en bici, pero la gente animaba y mucho, qué gusto. Ayuntamiento, curva de Mercaderes y Estafeta abarrotada de gente tomando algo y animando. Vaya cñas se estaban tomando algunos!! Accedimos a la Plaza del Castillo por unas escaleras y primera vuelta!! Vamos!!

Segunda vuelta y el reloj marcaba 4 horas!! Madre mía que el sub5 está a tiro qué tiempazo. Sin embargo tuve la sangre fría de no importarme el tiempo y cuidar las piernas para llegar al objetivo, que seguía siendo acabar entero y dignamente, acabar disfrutando del sector a pie de principio a fin, en lo que era, en este triatlón, el mejor y más emotivo sector de la carrera. Me emparejé a Edu e íbamos muy bien, pero lamentablemente me tuve que parar a mear, no aguantaba más. Ya desde la bici no me aguantaba y llegó el momento de parar. Una pena porque habíamos formado un tándem muy bueno. Perdí por lo menos un minuto en la parada, no paraba, pero bueno, solté lastre y a correr otra vez. Perdí algo de ritmo la verdad y ví que Edu se me había escapado mucho. En esta vuelta me crucé con Oli, vamos máquina!! Esta era la vuelta importante y la superé muy bien! Antes de iniciar la cuesta de Santo Domingo doblé a Aitor. Qué mentalidad la de este chaval! La de disfrutar de lo que hacemos!! Subida, otra vez este precioso tramo, y última vuelta! Estaba hecho!! El reloj ya hacía imposible la gesta del sub5h pero realmente me daba igual!! Antes de Redín me cogió Juanillo. “Hoy vas a llorar Pablo” me dijo, a lo que le respondí tras mis gafas de sol “Ya estoy llorando”! Qué emoción.

Le animé porque él si que se podía acercar al tiempo, sin embargo se quedó conmigo un rato. Al final le convencí para que tirara yme invitó a que le siguiera. Pero yo lo tenía claro. Iba a disfrutar de esta última vuelta. Quizá tenía piernas, pero quería disfrutar de este momento, me daba igual el reloj y así hice. Ya se notaba la fresca de la tarde cuando tras más de cinco horas de carrera me disponía afrontar la última ascensión a Santo Domingo. Sonrisa infinita. No dejaba de chocar a los niños que me ofrecían su mano, a alguno yo creo que les hice hasta daño con el ímpetu que les chocaba jeje! Una auténtica pasada. Ayuntamiento, Estafeta y Plaza del Castillo para encarar el arco de meta.



Meta. Foto: Cano Fotosport

El momento tan deseado y soñado. Enseñé las inscripciones de mis antebrazos con los brazos abiertos. SAROBE, en homenaje a mi apellido navarro, nunca hay que olvidar de donde vienes, y ELI, siempre hay que saber a dónde vas! Y con quién, con mis amigos de toda la vida, mi familia, mis compañeros del 4147 que tanto me han apoyado, que tanto aguantan mis historias cada día, mis compañeros del Triatlón Costa Quebrada, vaya locura llevamos, vaya forma de disfrutar de esto, y al resto de compañeros del triatlón cántabro. Esto que hacemos es precioso!! Gracias a todos!! Estoy que no quepo en mí. No quiero olvidar a Planes Deportivos ni a Motopie, quién iba a decir que iba a hacer esto cuando compré esa bici hace 9 años a lo loco, esa misma bici que me ha llevado volando a Pamplona para lograr este sueño.



Caña de la victoria en la Plaza del Castillo

La cerveza de la victoria supo a gloria y las risas de después fueron la caña. Satisfacción de todos y ganas de más triatlón, da igual la distancia. Esta me ha encantado la verdad, esta vez sí! Sin dolores, sin pájaras y sin ni siquiera agujetas! Ahora, después de la semana de ver fotos, leer crónicas y volver a revivir estos momentos mientras escribo esta crónica, vendrán en junio los triatlones más bonitos de Cantabria, el de Suances en Los Locos, allí donde debuté en 2008, y Laredo, que me vienen como anillo al dedo con repechos y repechos!



Un sueño hecho realidad, sólo hay que soñar, entrenar, y disfrutar de cada brazada, cada pedalada y cada zancada que damos, no sólo en carrera!