jueves, 11 de noviembre de 2010

El Cantábrico

Este otoño, los constantes fines de semana con mal tiempo, no están favoreciendo nuestras míticas salidas a la montaña cántabra, que nos está esperando ya con algunas de sus cumbres nevadas. Sin embargo, los parajes que nos rodean no dejan de sorprendernos desde todos los puntos de nuestra geografía. Esta semana con la llegada del primer gran temporal de la temporada, hemos podido sentir hasta donde puede llegar y llega la furia y la fuerza de nuestro mar, el Cantábrico, que nos ha brindado un espectáculo grandioso con olas de más 10 metros según se ha medido en la boya situada frente la Virgen del Mar y que nos han dejado imágenes tan espectaculares como estas de la lucha de las olas contra la Isla de Mouro, o más bien viceversa, que, tras la pérdida de la Horadada y el Puente del Diablo, hacen valorar aún más si cabe este símbolo para las gentes de Santander.

Isla de Mouro, 9 de noviembre de 2010


Al mar lo que es del mar. La gente se sorprende cuando cada ciertos años, las olas atraviesan los rompeolas y cruzan las playas para llegar más allá, pero lo cierto es que las construcciones y paseos junto a las playas están situadas en zonas robadas a las aguas o a las dunas que por ejemplo se extendían antaño por todo el Sardinero. Esta semana el Cantábrico quiso llegar hasta sus dominios, y no hubo nada que pudiese pararlo. El espectáculo fue impresionante y nos ha dejado bellísimas imágenes y escenas que hacen reflexionar, al menos por un instante, en cómo de insificantes podemos llegar a ser ante las fuerzas de la naturaleza que nos rodea.

Isla de Mouro y rompientes de la Magdalena desde la playa del Camello, 9-11-2010

El Cantábrico. Lo llevamos dentro desde niños y en gran medida explica la forma de ser de los del Norte. Pequeños pero orgullosos de formar parte de esta costa y este mar, que, con temor, respeto y admiración, lo sentimos como algo muy nuestro. Nuestro gris Mar Cantábrico.
Grimpeur!

2 comentarios:

  1. que envidia el poder haber estado ahi y verle in situ!!menudo mareton, de los que gusta ir a ver el mar simplemente para sentirse pequeño viendo esas masas de agua y toda esa energia cuando chocan contra las rocas, increible!!

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