viernes, 7 de octubre de 2011

Algo más que nadar, ir en bici y correr

Correr sobre la Bahía por Reina Victoria. Sudar ascendiendo el Caracol. Nadar hacia una boya que se aleja mar adentro. Llegar hasta la Grúa de Piedra. Chapotear en sus aguas. Luchar contra el Nordeste en la S-20. Contra el Sur camino a Corvera. Recibir patadas y manotazos. Salir a la playa. Recorrer embutido hasta los ojos el tramo desde tu casa y el Chiqui. Sentir el frío del invierno. Ver las caras de la gente. Oir tu respiración. Contar largos. Pisar adoquines mojados. Hacer más de 100 kilómetros sobre tu bici. Enfundarte el neopreno. Animar a tu rival. Esbozar una sonrisa a los que te apoyan en la cuneta. Ver bancos de peces en plena carrera. Respirar los valles de Cantabria. Sentir la lluvia en tu cara. Comerte un cocido habiéndotelo merecido. Beber litros de agua. Saber a salitre hasta llegar a casa. Subir Alisas nevado. Rodar en un pelotón de amigos. Rodar con primos y hermanos. Atacar. Surcar las aguas del Sardinero de punta a punta. Atarte las Mizuno. Saltar charcos. Esprintar. Apuntar los kilómetros del día. Revisar tus estadísticas. Correr la primera de la temporada. Coronar la Braguía. Mejorar. Marcarte un objetivo. Cumplirlo. Viajar con una bici en el techo. Recoger un dorsal. Pincharte con los imperdibles. Contar batallitas. Dejar tu bici en boxes. Compartir nerviosismo. Salir. Escuchar el pulsómetro del de al lado pitar. Pensar ¿quién me mandó meterme a esto? Saltar olas. Ver avanzar el fondo más rápido que tu. Estarte 40minutos para salir del agua. Sobrevivir. Correr sin aire por la arena. Atarte el casco. No acertar a enganchar los pedales. Pasar a gente. Pasar a mucha gente. Volar. Sufrir. Llegar. Llorar. Sonreir. Sentir ese dolor de piernas tan gratificante. Pensar en el siguiente. Y el siguiente, y el siguiente. Vivir.

Para mí todo esto es hacer triatlón. Libertad. Una forma de llevar los días, semanas… una forma de llevar la vida, feliz contigo mismo, y con los demás. Pero a esto, por desgracia, algo hemos de sumar. Lesionarte. Luchar día a día. Caer y levantarte. Aprender de los malos momentos. Empezar de cero y volver a sonreir de nuevo. Disfrutar del sufrimiento hasta llegar. Y acabar, pero sobretodo, disfrutando de ese camino, por duro que sea, como correr un triatlón más.

Llegará el día de volver… y volveré.

Grimpeur!

3 comentarios:

  1. Seguro que volverás, más fuerte y más grande... si cabe!!

    Buen artículo Pablo.

    Un abrazo!

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  2. y cuando lo hagas se te olvidara todo este tiempo y solo te quedaras con lo bueno!
    litri

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  3. Vamooooooooooos! Un abrazo Peibol!

    Ese Alisas nevado!

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