jueves, 19 de agosto de 2010

Despedida a la Cordillera

Hace apenas un año nunca me hubiera imaginado que en mi último curso como universitario en Santander, casi sin darme cuenta, fuera a descubrir, junto a algunos de mis mejores amigos, la pasión por las montañas. Siempre han estado ahí, cerca de nosotros, desde pequeños las hemos visto sin ni siquiera salir de Santander en los buenos días de invierno pero nunca había pasado de una pasiva admiración a la naturaleza y a lo desconocido. Siempre me ha gustado la naturaleza, tanto en el mar como en la montaña, pero nunca había pasado de ser eso, algo bonito y ya esta.

Hace menos de un año, durante la berrea del 2009 nuestro buen amigo, y campurriano de pura cepa, Juanillo, nos subió a la cima del Pico Cordel en un amanecer que quedara grabado con fuego en nuestras retinas. Nuestro primer dos mil y nuestra primera cima de verdad. No se muy bien lo que paso por nuestra cabeza en aquel mágico amanecer, ni siquiera se si los demás que allí estaban sintieron lo mismo que yo, pero desde el mismo instante que descendimos de esa montaña mi cabeza no dejo de pensar en volver a subir, y la semana siguiente repetimos, y la siguiente, y la siguiente…fueron pasando los meses y una aparentemente efímera afición se convirtió en una fiebre, una fiebre por subir mas alto!
El último año ha sido como un sueño, semana tras semana hemos vivido pegados a la previsión meteorológica y a los mapas, planeando la próxima oportunidad para salir al monte, planeando la próxima cima. Personalmente, pase de una completa ignorancia en la identificación toponímica a llegar a ponerle nombres y apellidos a algunas de las maravillas que divisábamos desde las alturas. Incluso con el paso de las excursiones cada vez era mas frecuente el avistar montañas que ya habíamos ascendido en cada nueva cima, lo que llenaba de orgullo nuestro pequeño ego de montañeros.

Con el paso de los meses unido a la llegada del invierno creamos en nuestras mentes fantasmas de gigantes infranqueables para nosotros y más aun en los meses más duros del año. Nosotros continuamos disfrutando de la montaña y de lo que Cantabria nos ofrecía solamente que a diferentes cotas, lo que hacia agrandar aun mas las leyendas que creábamos acerca de montañas enormes con cumbres blancas que llegaban hasta el cielo, con nombres como Coriscao, Bistruey o Peña Prieta, o incluso macizos enteros infranqueables, como Los Picos de Europa y algunas de sus cimas que nos habíamos aprendido desde bien pequeñitos como Peña Vieja….y nos preguntábamos…seremos capaces algún día de ascender esos colosos?

El invierno dejo paso a la primavera, una primavera de nieve que siguió alimentando nuestros mitos, nosotros simplemente nos limitamos a aprender y a tratar de adquirir cierta experiencia (muy poca aun) en la montaña, pensando que quizás algún día conseguiríamos vencer a los fantasmas que nosotros mismos habíamos creado.

Finalmente llego el verano, y con el se abrió la puerta para probarnos a nosotros mismos ante esos gigantes y fueron cayendo uno a uno, las travesías por el macizo oriental, los dosmiles campurrianos, la canal de San Carlos, y la que creo que fue nuestra consagración, la ascensión a Peña Vieja, la que había sido para nosotros el techo de Cantabria desde que estudiamos geografía en sexto de primaria (con Atienza) nuestra reina! En menos de un año había pasado de la absoluta ignorancia acerca de las montañas que me rodeaban, a ser capaz de reconocer y a conocer la mayor parte de los sistemas montañosos de Cantabria, y además, de haber conseguido subir a lo mas alto.
Casi cuarenta excursiones, mas de cincuenta cimas bajo las botas, muchos metros de desnivel acumulado, muchas horas en el monte, muchos viernes sin salir, muchas tortillas de patata, muchísimas tortillas con pimientos de Peibol, sol, lluvia, viento, nieve, mucha nieve, ventisca, niebla, venaos, rebecos, corzos, buitres, pajarillos, cráneos, bosques, caminos, sendas, pedreras, trepadas, ríos, sed, mucha sed, momentos buenos, momentos muy buenos, momentos increíbles mágicos e irrepetibles, y sobretodo muchos y muy buenos amigos que han hecho de este ultimo curso algo muy especial y que creo que nunca olvidaremos.

Después de todo esto, y antes de que varios de nosotros partiésemos en septiembre a pasar un año diferente en el que seguramente sigamos viviendo sensaciones inolvidables en otros lugares, había que dar un ultimo saludo a la cordillera, un hasta pronto a NUESTRA cordillera, antes de separarnos queríamos fundirnos con ella para bailar la ultima canción y que mejor manera que subir a su techo, a el punto mas alto, a el ultimo de los gigantes que habíamos creado durante el largo invierno, a Peña Prieta.

Gracias amigos por todo lo que hemos vivido este año, nunca lo olvidare y espero que solo sea el principio.

Litri

2 comentarios:

  1. Muy grande litri!! has conseguido plasmar el auténtico espíritu de seisymediosobresiete! enorme! y recuerda que vayas donde vayas, lejos o cerca, la Cordillera nunca se moverá y siempre te estará aqui esperando, la Cordillera y este amigo que escribe!! Enhorabuena por este pedazo año y enhorabuena por este que comienzas! Disfrutalo pues te lo mereces!

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  2. Qué bonitas palabras! La verdad que se ha formado un genial grupo de montaña y se han hecho nuevas y grandes amistades.

    Planes para el verano de 2011... y del 2012! Parafraseando a Carlos: "ya me estoy agobiando"

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